Gespräche in der Dämmerung 00783
Parte de:
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / C. La religión revelada [C. Die offenbare Religion]
[El extrañamiento superado por el lado del self, o la representación yendo en ella misma más allá de sí misma; la conciencia universal; la reconciliación del Ser absoluto por el propio Ser absoluto; supresión y superación de los momentos de la reflexión en la negatividad del self]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[783] Wenn also in dem vorstellenden Bewußtsein das Innerlichwerden des natürlichen Selbstbewußtseins das daseiende Böse war, so ist das Innerlichwerden im Element des Selbstbewußtseins das Wissen von dem Bösen als einem solchen, das an sich im Dasein ist. Dies Wissen ist also allerdings ein Bösewerden, aber nur Werden des Gedankens des Bösen, [569] und ist darum als das erste Moment der Versöhnung anerkannt. Denn als ein Zurückgehen in sich aus der Unmittelbarkeit der Natur, die als das Böse bestimmt ist, ist es ein Verlassen derselben und das Absterben der Sünde. Nicht das natürliche Dasein als solches wird von dem Bewußtsein verlassen, sondern es zugleich als ein solches, das als Böses gewußt wird. Die unmittelbare Bewegung des Insichgehens ist ebensosehr eine vermittelte, – sie setzt sich selbst voraus oder ist ihr eigener Grund; der Grund des Insichgehens ist nämlich, weil die Natur schon an sich in sich gegangen ist; um des Bösen willen muß der Mensch in sich gehen, aber das Böse ist selbst das Insichgehen. – Diese erste Bewegung ist eben darum selbst nur die unmittelbare oder ihr einfacher Begriff, weil sie dasselbe, was ihr Grund ist. Die Bewegung oder das Anderswerden muß daher in seiner eigentlicheren Form erst noch eintreten.
Conversaciones en Valencia
[783] Si, pues, en la conciencia representativa el volverse-interior la autoconciencia natural, era el mal en ese estar el mal ahí, entonces resulta que ese devenir-interior en el elemento de la autoconciencia, es [en la conciencia representativa] el saber acerca del mal como tal, que en sí estaría existiendo ahí [sería un saber que también estaría ahí como una cosa existente]. Este saber [del mal] es, pues, ciertamente, un hacerse-malo [un convertirse en malo el sabedor que consiste en ese saber], pero [ese saber] no es sino un producirse [un devenir] el pensamiento o la idea del mal [un verse ahí el mal como mal], y, precisamente por eso [por tratarse del pensamiento o noción o Gedanke del mal], tiene que quedar reconocido como el momento primero o el primer momento de la reconciliación. Pues en cuanto un retornar a sí [o en cuanto un recogerse en sí] a partir de la inmediatez de la naturaleza que viene definida como lo malo, tal volverse interior [o tal interiorización] es un abandonar esa inmediatez de la naturaleza, y es una mortificación de los pecados. Pues no es [sólo] la existencia natural como tallo que la conciencia deja, sino que la deja a la vez como algo que es sabido como malo [o como algo que es sabido que es malo]. El movimiento inmediato del entrar-en-sí [o del recogerse en sí, del volverse interior, del Insichgehen] es también, pues, un movimiento mediado; ese movimiento se presupone a sí mismo o es su propio fundamento, su propia razón [Grund]; ese movimiento es el fundamento o razón del recogerse en sí porque la naturaleza se ha recogido ya en sí [es decir, es la razón del In-sich-gehen porque en la naturaleza ya se ha producido ese In-sich-gehen, es mala]; a causa del mal [por razón del mal] tiene el hombre que recogerse en sí mismo, que volver en sí [in sich gehen], pero el mal es él mismo ese recogerse en sí [ese meterse en sí] de la naturaleza. — Pero este primer movimiento [del hombre], precisamente por eso, es él mismo movimiento inmediato, o es su concepto simple [el concepto simple de ese movimiento] porque ese movimiento es lo mismo que su fundamento, es lo mismo que la razón o causa de él [por eso cuando se lo desarrolla ha de doblarse]. El movimiento, o el devenir-otro habrá de presentarse, por tanto, todavía [o tiene, por tanto, que empezar presentándose todavía] en su forma propiamente dicha [en la forma desarrollada de ese concepto simple]. [Es esta forma propiamente dicha de este movimiento lo que vamos a pasar a ver a continuación.]
Conversaciones en Madrid
[783] Así, pues, si, dentro de la conciencia representadora, el llegar-a-ser-interior de la autoconciencia natural era el mal que existe ahí, el llegar-a-ser-interior en el elemento de la autoconciencia es el saber del mal como tal mal que, en sí, está en la existencia. Cierto es que este saber, entonces, es un llegar-a-ser-malo, pero sólo un llegar a-ser-malo, pero sólo un llegar a ser del pensamiento del mal, y por ello, está reconocido como el primer momento de la reconciliación. Pues, en cuanto que es un regresar dentro de sí a partir de la inmediatez de la naturaleza, que está determinada como el mal, es un abandonarla a ella, y estar muerto al pecado X*X.1Romanos 6, 11. No es la existencia natural en cuanto tal la que es abandonada por la conciencia, sino, al mismo tiempo, en cuanto una existencia que es sabida como mala. El movimiento inmediato de ir-dentro-de-sí es, en la misma medida, un movimiento mediado: se presupone a sí mismo, o es su propio fundamento; el fundamento de ir-dentro-de-sí, porque la naturaleza en sí ya ha ido dentro de sí; y, en virtud del mal, el hombre tiene que ir dentro de sí, pero el propio mal es ese ir-dentro-de-sí. — Este primer movimiento es él mismo sólo el movimiento inmediato, o su concepto simple, justamente porque es lo mismo que su fundamento. Por eso, el movimiento, o el llegar-a-ser-otro, tiene todavía que hacer entrada en su forma propiamente dicha.
Algunas aclaraciones
X*X = Romanos 6, 11.
Conversations in Washington
[783] [783]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition However much therefore in representationally thinking consciousness the inwardizing3Innerlichwerden of natural self-consciousness was existing evil, still the inwardization in the element of self-consciousness is the knowing of evil as what is in itself in existence. Thus, this knowing is admittedly a coming-to-be of evil, but it is only the coming-to-be of the thought of evil and is for that reason given recognition as the first moment of reconciliation; for, as a return into itself from out of the immediacy of nature, which is determined as what is evil, it is the forsaking of that immediacy and to die unto sin. It is not natural existence as such that consciousness forsakes but the natural existence that is at the same time known as evil. The immediate movement of i is equally as much a mediated movement. – It presupposes itself, or it is its own ground. The ground for taking-the-inward-turn is, in particular, because nature in itself has already taken the inward turn; on account of evil, man must take the inward turn, but evil is itself taking-the-inward-turn. – For that reason, this first movement is itself only the immediate movement, or is its simple concept, because it is the same as what its ground is. The movement, or the coming-to-be-other, thus still has to come on the scene in its own genuine form.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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