Gespräche in der Dämmerung 00775

Parte de:

C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / C. La religión revelada [C. Die offenbare Religion]

 

[El elemento de la representación: mundo, self y caída; la caída de los ángeles: el bien y el mal]

Gespräche in Jena

[775] Die Welt ist aber nicht nur dieser auseinander in die Vollständigkeit und deren äußere Ordnung geworfene Geist, sondern da er wesentlich das einfache Selbst ist, ist dieses an ihr ebenso vorhanden: der daseiende Geist, der das einzelne Selbst ist, welches das Bewußtsein hat und sich als Anderes oder als Welt von sich unterscheidet. – Wie dieses einzelne Selbst so unmittelbar erst gesetzt ist, ist es noch nicht Geist für sich; es ist also nicht als Geist; es kann unschuldig, aber nicht wohl gut genannt werden. Daß es in der Tat Selbst und Geist sei, muß es ebenso, wie das ewige Wesen sich als die Bewegung, in seinem Anderssein sich selbst gleich zu sein, darstellt, zunächst sich selbst ein Anderes werden. Indem dieser Geist bestimmt ist als erst unmittelbar daseiend oder als in die Mannigfaltigkeit seines Bewußtseins zerstreut, so ist sein Anderswerden das Insichgehen des Wissens überhaupt. Das unmittelbare Dasein schlägt in den Gedanken oder das nur sinnliche Bewußtsein in das Bewußtsein des Gedankens um; und zwar weil er der aus der Unmittelbarkeit herkommende oder bedingte Gedanke ist, ist er nicht das reine Wissen, sondern der Gedanke, der das Anderssein an ihm hat, und also der sich selbst entgegengesetzte Gedanke des Guten und Bösen. Der Mensch wird so vorgestellt, daß es geschehen ist als etwas nicht Notwendiges, – daß er die Form der Sichselbstgleichheit durch das Pflücken vom Baume des Erkenntnisses des Guten und Bösen verlor und aus dem Zustande des unschuldigen Bewußtseins, aus der arbeitlos sich darbietenden Natur und dem Paradiese, dem Garten der Tiere, vertrieben wurde.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[775] Pero el mundo no es solamente este espíritu, cuyos momentos quedan cada uno por su lado, el mundo, digo, no es solamente este espíritu, echado o arrojado, por tanto, a la diversa completud o perfección de ellos [a la diversidad de desenvolvimiento de cada uno de ellos] y al orden externo de ellos, sino que como el espíritu esencialmente es self simple, este self simple está asimismo presente en el mundo; se trata del espíritu existente [del espíritu que está ahí], que es el self individual [Adán] que tiene la conciencia [que tiene conciencia, es decir, para el que la conciencia es la suya], y que se distingue él de si como otro o como mundo [es decir, se distingue de aquello de que se es consciente en esa conciencia]. — Pero tal como este self individual empieza estando así inmediatamente puesto, no es todavía espíritu para sí; por tanto, este self no es como espíritu, puede ser inocente, pero difícilmente puede ser llamado bueno [Adán en el Paraíso]. Para ser efectivamente self y para ser efectivamente espíritu, tiene también que empezar deviniéndose a sí mismo otro, al igual que [como hemos visto] el ser [Wesen] eterno se pone a sí mismo como el movimiento de ser igual a sí mismo en su ser-otro. En cuanto este espíritu se determina como estando inmediatamente ahí [en cuanto la determinación de él, aquello que lo caracteriza es el estar inmediatamente ahí], o en cuanto este espíritu se determina como empezando por estar inmediatamente ahí, o como disperso en la diversidad de su conciencia [y, por tanto, siendo ya de entrada otro], resulta que su devenir-otro [su volverse él otro] habrá de consistir en el entrar-en-sí [in sich gehen, o meterse en sí, o volver en si, o recogerse en sí, o «encogerse»] que caracteriza al saber. La existencia inmediata se transforma, por tanto, en pensamiento, la conciencia sólo sensible se transforma en la conciencia del pensamiento, y, por cierto, porque ese pensamiento es un pensamiento proveniente de la inmediatez [un estar volviendo de ella], o un pensamiento condicionado, resulta que ese pensamiento no es el saber puro, sino el pensamiento [Gedanke] que tiene en él [o que tiene en sí] a su ser-otro, y que, por tanto, es la noción o idea (contrapuesta a sí misma) de bien [Gutes] y del mal [Böses] [es decir, nuestros primeros padres antes de morder Eva la manzana, o en el instante lógicamente previo a ello, por tanto, en el instante lógicamente previo a ser expulsados del Paraíso de la existencia carente del dolor de la autoconciencia]. El hombre es representado de modo que todo ello sucede como algo no necesario, es decir, [de modo] que el hombre pierde o perdió la forma de la igualdad consigo mismo al comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y [de modo] que fue arrojado del estado de la conciencia inocente, es decir, de la existencia que se ofrecía y se entregaba a sí misma sin necesidad de que el hombre trabajase, y [fue expulsado] del Paraíso, es decir, del jardín de la existencia animal, del «jardín de los animales» X161X.1Del «zoo» [Tiergarten], que es el significado que tiene hoy en alemán la expresión que emplea aquí Hegel.

Algunas aclaraciones

X161X = Del «zoo» [Tiergarten], que es el significado que tiene hoy en alemán la expresión que emplea aquí Hegel.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[775] El mundo, sin embargo, no es solamente este espíritu arrojado a la integridad completa y disperso en ella y su orden externo, sino que, como el espíritu es, esencialmente, el sí-mismo simple, éste también está presente en el mundo: es el espíritu que está ahí, que es el sí-mismo singular que tiene la conciencia y se diferencia de sí como otro o como mundo. — Tal como este sí mismo singular está así inmediatamente puesto, de primeras, no es todavía espíritu para sí: no es, pues, en cuanto espíritu, se le puede llamar inocente, pero no, desde luego, bueno. Para ser de hecho sí-mismo y espíritu, tiene también, —igual que la esencia eterna se presenta como el movimiento de ser igual a sí misma en su ser-otro— que venir primero a ser otro ante sí mismo. En tanto que este espíritu está determinado como estando ahí, de primeras, sólo de manera inmediata, o como disperso en la multiplicidad de su conciencia, su venir-a-ser-otro es el ir-dentro-de-sí del saber como tal. La existencia inmediata se torna en pensamiento, o bien, la conciencia sólo sensible se torna en la conciencia del pensamiento, y cómo éste es, por cierto, el pensamiento que proviene de la inmediatez, o condicionado, no es el saber puro, sino el pensamiento que tiene en él al ser-otro y, por ende, el pensamiento contrapuesto a sí mismo de lo bueno y lo malo. El hombre es representado de tal manera que haya acontecido, como algo no necesario, el que perdiera la forma de la igualdad a sí mismo por arrancar el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal X*X,2Génesis 3. y fuera expulsado del estado de la conciencia inocente, de la naturaleza que se ofrecía sin trabajarla, del paraíso, del jardín de los animales.

Algunas aclaraciones

X*X = Génesis 3.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[775] [775]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition However, the world is not only spirit thus thrown and dispersed into completeness and its external order. Rather, since spirit is essentially the simple self, this self is likewise present in the world. It is the existing spirit which is the singular individual self which is both conscious and which distinguishes itself from itself as an other, or as a world. – Just as it is thus initially immediately posited, this singularly individual self is not yet spirit for itself; it therefore is not yet as spirit; it can be called innocent, but not, however, good. For it in fact to be the self and to be spirit, it must just as much become an other to itself, just as the eternal essence exhibits itself as the movement of being equal to itself in its otherness. While this spirit is determined initially as immediately existent, or as dispersed into the manifoldness of its consciousness, its coming-to-be-other is knowing taking-the-inward-turn. Immediate existence is converted into thought, or consciousness that is only sensuous is converted into consciousness of thoughts, indeed because thought has emerged from out of immediacy, or because it is conditioned thought, it is not pure knowing, but rather thought which has otherness in it and is thus the self-opposed thought of good and evil. Man is represented in such a manner that this is something that just happened and was not anything that was necessary – it just happened that man lost the form of self-equality by plucking the fruits from the tree of the knowing of good and evil, and that he was driven out of the state of innocent consciousness, out of a nature that offered itself up to him without his having to labor for it, out of paradise, out of the garden of the animals.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!