Gespräche in der Dämmerung 00772
Parte de:
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / C. La religión revelada [C. Die offenbare Religion]
[De nuevo sobre representación y concepto; sobre la perichoresis o circumcesio trinitaria, y de nuevo sobre el instinto del concepto]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[772] Der absolute Geist, im reinen Wesen vorgestellt, ist zwar nicht das abstrakte reine Wesen, sondern dieses ist vielmehr eben dadurch, daß es im Geiste nur Moment ist, zum Elemente herabgesunken. Die Darstellung des Geistes aber in diesem Elemente hat denselben Mangel der Form nach an sich, den das Wesen als Wesen hat. Das Wesen ist das Abstrakte und darum das Negative seiner Einfachheit, ein Anderes; ebenso der Geist im Elemente des Wesens ist die [560] Form der einfachen Einheit, die darum ebenso wesentlich ein Anderswerden ist. – Oder, was dasselbe ist, die Beziehung des ewigen Wesens auf sein Fürsichsein ist die unmittelbareinfache des reinen Denkens; in diesem einfachen Anschauen seiner selbst im Anderen ist also das Anderssein nicht als solches gesetzt; es ist der Unterschied, wie er im reinen Denken unmittelbar kein Unterschied ist; ein Anerkennen der Liebe, worin die beiden nicht ihrem Wesen nach sich entgegensetzten. – Der Geist, der im Elemente des reinen Denkens ausgesprochen ist, ist wesentlich selbst dieses, nicht in ihm nur, sondern wirklicher zu sein, denn in seinem Begriffe liegt selbst das Anderssein, d.h. das Aufheben des reinen, nur gedachten Begriffes.
Conversaciones en Valencia
[772] El espíritu absoluto, en cuanto representado en la esencia pura [es decir, en cuanto representado como reines Wesen, como puro ser], no es ciertamente el ser [Wesen] puro abstracto, sino que éste [este ser puro abstracto], precisamente porque en el espíritu constituye un momento, ha quedado rebajado más bien a elemento. Pero la exposición del espíritu en este elemento, en lo que se refiere a forma [o por su forma], tiene en sí el mismo defecto que la esencia [Wesen] tiene como esencia. La esencia es lo abstracto, y precisamente por ello (como hemos visto), es lo negativo de su simplicidad [es la negación en que consiste su simplicidad y es la negación de su propia simplicidad], un otro X156X;1La simplicidad es una abstracción que implica pensamiento, que implica para sí, que implica dualidad. Y a la vez, la dualidad del para-sí del pensamiento es la simplicidad del ser cabe sí del pensamiento, es la simplicidad de la que hemos empezado hablando. y asimismo, en el elemento del ser [Wesen], el espíritu es la forma de la unidad simple [tiene la forma de unidad simple], que precisamente por eso es esencialmente también un convertirse-en-otro, un devenir-otro. — O lo que es lo mismo: la relación del ser eterno con su ser-para-sí es la relación inmediata-simple que caracteriza al pensamiento puro; en el sencillo verse [en el simple mirarse] de sí mismo en lo otro o en el otro [propio del pensamiento en el versar éste sobre sí mismo] no queda puesto el ser-otro como tal; pues se trata de la diferencia, tal como en el pensamiento puro esa diferencia no es inmediatamente diferencia alguna; [es] un reconocimiento del amor [o tal como se produce en el amor, o el reconocimiento que representa el amor] en el que ambos por esencia no se contrapondrían. — [Pero eso sí:] el espíritu que se vuelve expreso en el elemento del pensamiento puro [o en ese su volverse expreso en el elemento del pensamiento puro], es esencialmente él mismo esto [es esencialmente él mismo lo siguiente]: no ser sólo en él [en ese elemento], sino ser real, pues en su concepto [o en ese su concepto mismo] radica el ser-otro, es decir, el quedar suprimido y superado el concepto puro no más que pensado X157X.2El venir ya suprimido y superado el concepto puro no más que pensado, es decir, el haberse vuelto ya siempre real el concepto puro, el haberse puesto ya el concepto puro como algo ahí en el tenerse a sí mismo, en su ser concepto. Es el «pienso, soy» de Descartes, la puridad del pensamiento, que no lo es sino reduciéndose a la inmediatez del quedar ahí.
Algunas aclaraciones
X156X = La simplicidad es una abstracción que implica pensamiento, que implica para sí, que implica dualidad. Y a la vez, la dualidad del para-sí del pensamiento es la simplicidad del ser cabe sí del pensamiento, es la simplicidad de la que hemos empezado hablando.
X157X = El venir ya suprimido y superado el concepto puro no más que pensado, es decir, el haberse vuelto ya siempre real el concepto puro, el haberse puesto ya el concepto puro como algo ahí en el tenerse a sí mismo, en su ser concepto. Es el «pienso, soy» de Descartes, la puridad del pensamiento, que no lo es sino reduciéndose a la inmediatez del quedar ahí.
Conversaciones en Madrid
[772] El espíritu absoluto, representado en la esencia pura, no es, ciertamente, la esencia abstracta pura, sino que ésta, más bien, precisamente por ser sólo momento dentro del espíritu, ha descendido hasta ser elemento. Pero la presentación del espíritu dentro de este elemento tiene en sí, según la forma, la misma carencia que tiene la esencia en cuanto esencia. La esencia es lo abstracto, y por eso, lo negativo de su simplicidad, es otra; asimismo, el espíritu, dentro del elemento de la esencia, es la forma de la unidad simple que, por eso, es también, esencialmente, un llegar-a-ser-otro. — O bien, lo que es lo mismo, la referencia de la esencia eterna a su ser-para-sí es la referencia inmediata y simple del pensar puro; en este simple contemplarse a sí misma en el otro, entonces, el ser-otro no está puesto como tal; es la diferencia del mismo modo que ésta, en el pensar puro, no es inmediatamente ninguna diferencia: un reconocer el amor en el que ambos no se contraponen según su esencia. — El espíritu que ha sido enunciado en el elemento del pensar puro es, él mismo, esencialmente esto: ser, no solamente dentro de él, sino ser efectivamente real, pues en su concepto mismo reside el ser-otro, es decir, cancelar el concepto puro, solamente pensado.
Conversations in Washington
[772] [772]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Absolute spirit, represented in the pure essence, is indeed not the abstract pure essence. Rather, as a result of its being only a moment in spirit, the abstract pure essence has instead declined into an element. However, the exhibition of spirit in this element has, according to the form, in itself the same defect that the essence has as essence. The essence is the abstract, and for that reason it is the negative of its simplicity, is an other. Likewise, spirit in the element of essence is the form of simple unity, which for that reason is equally essentially a coming-to-be-other. – Or, what is the same thing, the relation of the eternal essence to its being-for-itself is the immediately-simple relation of pure thinking; in this simple intuiting of itself in the other, otherness therefore is not posited as such. It is the difference as it is in pure thinking, which is to be immediately no difference, or a recognition of love, in which both are, according to their essence, not opposed to each other. – Spirit, which is expressed in the element of pure thinking, is essentially itself just this, that it is does not exist only in pure thinking; it is also actual, for lying in the concept of spirit is otherness itself, i.e., the sublation of the pure concept which has only been thought.4gedachten
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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