Gespräche in der Dämmerung 00729

Parte de:

C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / B. La religión-arte o religión del arte [B. Die Kunstreligion] / c. La obra de arte espiritual [c. Das geistige Kunstwerk]

 

[El epos]

Gespräche in Jena

[729] Dieselbe Allgemeinheit, welche diesem Inhalte zukommt, hat notwendig auch die Form des Bewußtseins, in welcher er auftritt. Es ist nicht mehr das wirkliche Tun des Kultus, sondern ein Tun, das zwar noch nicht in den Begriff, sondern [530] erst in die Vorstellung, in die synthetische Verknüpfung des selbstbewußten und des äußeren Daseins erhoben ist. Das Dasein dieser Vorstellung, die Sprache, ist die erste Sprache, das Epos als solches, das den allgemeinen Inhalt, wenigstens als Vollständigkeit der Welt, obzwar nicht als Allgemeinheit des Gedankens, enthält. Der Sänger ist der Einzelne und Wirkliche, aus dem als Subjekt dieser Welt sie erzeugt und getragen wird. Sein Pathos ist nicht die betäubende Naturmacht, sondern die Mnemosyne, die Besinnung und gewordene Innerlichkeit, die Erinnerung des vorhin unmittelbaren Wesens. Er ist das in seinem Inhalte verschwindende Organ; nicht sein eigenes Selbst gilt, sondern seine Muse, sein allgemeiner Gesang. Was aber in der Tat vorhanden ist, ist der Schluß, worin das Extrem der Allgemeinheit, die Götterwelt, durch die Mitte der Besonderheit mit der Einzelheit, dem Sänger, verknüpft ist. Die Mitte ist das Volk in seinen Helden, welche einzelne Menschen sind wie der Sänger, aber nur vorgestellte und dadurch zugleich allgemeine, wie das freie Extrem der Allgemeinheit, die Götter.

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Conversaciones en Valencia

[729] La misma universalidad que conviene a este contenido es la que tiene necesariamente también la forma de la conciencia en la que ese contenido aparece. Esa conciencia no es ya el hacer real del culto, sino un hacer que ha sido elevado, no ciertamente al concepto [Begriff], sino, por de pronto, [sólo] a la representación [Vorstellung], a la conexión sintética de la existencia autoconsciente y la existencia externa. La existencia de esta representación, es decir, el lenguaje, es el primer lenguaje, el epos como tal [epos significa en griego «palabra», decir], cuyo contenido es un contenido universal, por lo menos en lo que se refiere a la completud del mundo que describe, aun cuando el epos no contenga esa universalidad como universalidad del pensamiento. El cantor es el [individuo] particular y real, a partir del cual, en cuanto sujeto de ese mundo, ese mundo viene engendrado y sostenido. Su pathos no es el estupefaciente poder de la naturaleza, sino la mnemosyne, la reconsideración e interioridad o interiorización en el producirse de esa reconsideración, interioridad o interiorización, es decir, la memoria, el recuerdo o interiorización de lo que antes había sido inmediato, es decir, del ser antes inmediato [el volverse consciente lo que antes había sido inmediato o aquello en que antes se habla estado en términos inmediatos, el repararse en ello] X91X1En su curso de 1942-1943 sobre Parménides, Heidegger hace la mejor interpretación que conozco de esta idea griega de mnemosyne, de la que se hace aquí eco Hegel y que tiene también que ver con el concepto de Erinnerung de éste. Cfr. M. Heidegger, Parménides, Francfort, 1982 (trad. de Carlos Másmela, en Akal: Madrid, 2005). El cantor es el órgano que desaparece en lo que es el propio contenido de ese órgano, pues lo que vale no es su propio self, sino que lo que vale es su musa, su canto general. Si bien lo que en realidad se produce es una conclusión en la que el extremo que es la universalidad, es decir, que es el mundo de los dioses, a través del término medio de la particularidad [Besonderheit] X92X,2Ése es uno de los pocos pasajes en la Fenomenología del espíritu donde se distingue de forma tan neta entre Einzelheit y Besonderheit. queda conectado con la singularidad [Einzelheit], es decir, con el cantor. El término medio [la particularidad, la Besonderheit] es el pueblo en sus héroes que también son hombres individuales lo mismo que el cantor, pero que son sólo representados, y precisamente por eso son a la vez universales, lo mismo que el libre extremo que representa la universalidad, es decir, que representan los dioses.

Algunas aclaraciones

X91X = En su curso de 1942-1943 sobre Parménides, Heidegger hace la mejor interpretación que conozco de esta idea griega de mnemosyne, de la que se hace aquí eco Hegel y que tiene también que ver con el concepto de Erinnerung de éste. Cfr. M. Heidegger, Parménides, Francfort, 1982 (trad. de Carlos Másmela, en Akal: Madrid, 2005).

X92X = Ése es uno de los pocos pasajes en la Fenomenología del espíritu donde se distingue de forma tan neta entre Einzelheit y Besonderheit.

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Conversaciones en Madrid

[729] La misma universalidad que corresponde a este contenido tiene también, necesariamente, la forma de la conciencia en que dicho contenido entra en escena. Ya no es la actividad efectivamente real del culto, sino una actividad que, ciertamente, no se ha elevado todavía a concepto, pero sí, por primera vez y sólo ahora, a representación, a enlace sintético de conciencia autoconsciente y de conciencia externa. La existencia de esta representación, el lenguaje, es la primera lengua, la epopeya como tal, que contiene el contenido universal, al menos en cuanto integridad completa del mundo, si bien no en cuanto universalidad del pensamiento. El aedo es el individuo singular y efectivo a partir del cual, en cuanto sujeto de este mundo, este mundo es engendrado y sostenido. Su pathos no es el poder aturdidor de la naturaleza, sino Mnemosine X*X,3Mnemosyne, hija de Urano y Gea, y madre de las musas, era la personificación del recuerdo. Con el recuerdo del pasado común, el aedo Homero engendra el mundo de los sucesos humanos y lo enlaza con el mundo de los dioses. la meditación sobre sí y la interioridad que ha llegado a ser, el recuerdo que interioriza la esencia que antes era inmediata. Él es el órgano que desaparece en su contenido, que no vale en su propio sí-mismo, sino en su musa, en su canto universal. Pero lo que de hecho hay es el silogismo en el que el extremo de la universalidad, el mundo de los dioses, por el término medio de la particularidad, está enlazado con la singularidad, que es el aedo. El término medio es el pueblo en sus héroes, los cuales son hombres singulares, como el aedo, pero sólo representados y por ello, a la vez, universales, como el extremo libre de la universalidad, los dioses.

Algunas aclaraciones

X*X = Mnemosyne, hija de Urano y Gea, y madre de las musas, era la personificación del recuerdo. Con el recuerdo del pasado común, el aedo Homero engendra el mundo de los sucesos humanos y lo enlaza con el mundo de los dioses.

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Conversations in Washington

[729] [729]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition The same universality that corresponds to this content also necessarily has the form of consciousness, and it is in this form that it comes on the scene. It is no longer the actual doing of the cult; rather, it is a doing which has not yet been elevated to the concept but instead only to that of representational thought, to the synthetic linkage of self-conscious and external existence. This representational thought’s existence, language, is the first language, the epic as such, which contains universal content, or universal at least in the sense of the completeness of the world even though not in the sense of the universality of thought. The bard is the singular and the actual, and from whom, as the subject of this world, the world is created and by whom it is borne. His pathos is not the anesthetic power of nature; rather, it is Mnemosyne, the reflection and inwardness which has come to be, the memory of an earlier immediate essence. He is the organ vanishing within its content; what counts is not his own self but his muse, his universal song. But what in fact is present here is the syllogism, in which the extreme of universality, the world of the gods, is combined with that of singularity, the bard, by the mediating middle of particularity. The mediating middle is the people in its heroes, who, like the bard, are singular people but only as representationally thought,5vorgestellte and they are as a result universal, like the free extreme of universality itself, namely, the gods.

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Conversaciones en el Atrium

Herr Professor Martin H über Mnemosyne

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Besonderheit – Einzelnheit – Einzelheit

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