Gespräche in der Dämmerung 00718
Parte de:
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / B. La religión-arte o religión del arte [B. Die Kunstreligion] / a. La obra de arte abstracta [a. Das abstrakte Kunstwerk]
[La estatua, el culto, el sacrificio]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[718] Die Handlung des Kultus selbst beginnt daher mit der reinen Hingabe eines Besitzes, den der Eigentümer scheinbar für ihn ganz nutzlos vergießt oder in Rauch aufsteigen läßt. Er tut hierin vor dem Wesen seines reinen Bewußtseins auf Besitz und Recht des Eigentumes und des Genusses desselben, auf die Persönlichkeit und die Rückkehr des Tuns in das Selbst Verzicht und reflektiert die Handlung vielmehr in das Allgemeine oder in das Wesen als in sich. – Umgekehrt aber geht darin ebenso das seiende Wiesen zu grunde. Das Tier, das aufgeopfert wird, ist das Zeichen eines Gottes; die Früchte, die verzehrt werden, sind die lebendige Ceres und Bacchus selbst, – in jenem sterben die Mächte des oberen Rechts, welches Blut und wirkliches Leben hat; in diesen aber die Mächte des unteren Rechts, das blutlos die geheime listige Macht besitzt. – Die Aufopferung der göttlichen Substanz gehört, insofern sie Tun ist, der selbstbewußten Seite an; daß dieses wirkliche Tun möglich sei, muß das Wesen sich selbst schon an sich aufgeopfert haben. Dies hat es darin getan, daß es sich Dasein gegeben und zum einzelnen Tiere und zur Frucht gemacht hat. Diese Verzichtleistung, die also das Wesen schon an sich vollbracht, stellt das handelnde Selbst im Dasein und für sein Bewußtsein dar und ersetzt jene unmittelbare Wirklichkeit des Wesens durch die höhere, nämlich die seiner selbst. Denn die entstandene Einheit, die das Resultat der aufgehobenen Einzelheit und Trennung beider Seiten ist, ist nicht das nur negative Schicksal, sondern hat positive Bedeutung. Nur dem abstrakten unterirdischen Wesen wird das ihm Aufgeopferte ganz hingegeben und damit die Reflexion des Besitzes und des Fürsichseins in das Allgemeine, von dem Selbst als solchem unterschieden, bezeichnet. Zugleich aber ist dies nur ein geringer [523] Teil, und das andere Opfern ist nur die Zerstörung des Unbrauchbaren und vielmehr die Zubereitung des Geopferten zum Mahle, dessen Schmaus die Handlung um ihre negative Bedeutung betrügt. Der Opfernde behält bei jenem ersten Opfer das meiste und von diesem das Nutzbare seinem Genüsse auf. Dieser Genuß ist die negative Macht, welche das Wesen sowie die Einzelheit aufhebt, und zugleich ist er die positive Wirklichkeit, worin das gegenständliche Dasein des Wesens in selbstbewußtes verwandelt [ist] und das Selbst das Bewußtsein seiner Einheit mit dem Wesen hat.
Conversaciones en Valencia
[718] La acción misma del culto [la acción en la que el culto mismo consiste] empieza, por tanto, haciendo donación y ofrenda de una posesión, que aparentemente su propietario vierte o tira de forma totalmente inútil para él, o que de forma totalmente inútil para él la hace ascender convertida en humo. Y con ello, ante el Ser [Wesen] de su conciencia pura, hace renuncia a la posesión y a su derecho de propiedad y de goce de esa posesión, hace renuncia a la personalidad y al retorno de la acción a su self [o al self], y reflicte la acción en lo universal o en la esencia, más bien que en sí mismo. — Pero a la inversa, también se va a pique el ser o esencia [Wesen] en ese su quedar ahí [en su abstracto quedar ahí, en esa su abstracta existencia]. Pues el animal que se sacrifica es signo de un dios. Y los frutos que se consumen son Ceres y Baco mismos vivos; en aquél [en el animal que se sacrifica] mueren los poderes del derecho superior que la sangre y la vida real tienen o pudieran tener; y en éstos [en los frutos] mueren los poderes del derecho inferior que, carente de sangre [es decir, frío], el secreto poder astuto [de la vida] posee. — El sacrificio de la sustancia divina [el sacrificio del ser divino del que el animal sacrificado es signo, o el sacrificio de Ceres y Baco que no son sino esos frutos mismos que se sacrifican], en cuanto ese sacrificio es un hacer, pertenece al lado autoconsciente; pero el que esta acción real sea posible, significa que la esencia [Wesen] ha tenido ya en sí que sacrificarse a sí misma [o que sacrificarse en sí a sí misma] X79X.1De nuevo el motivo de la esencia divina como autosacrificio. Y esto la esencia lo ha hecho dándose existencia y convirtiéndose en un animal particular y en un fruto particular [en un animal individual y en un fruto individual]. Esta renuncia que, por tanto, la esencia ha ejecutado ya en sí [misma], es la que el self agente expone en la existencia [es decir, en el elemento de la existencia] y expone para su conciencia [expone como algo que está ahí para él], sustituyendo así aquella realidad inmediata de la esencia por una realidad superior, a saber: la de sí mismo. Pues la unidad surgida [la unidad que aquí surge], que es resultado de la supresión y superación de la individualidad y [de la supresión y superación] de la separación de ambos lados X80X,2Los dos lados indicados más arriba, a los que se ha seguido refiriendo en estas líneas, el de la realidad convertida en idealidad y el de la idealidad haciendo ella misma dejación de sí y convertida en realidad. no es sólo el destino negativo [o no es sólo la negatividad del destino], sino que tiene un significado positivo. Pues sólo al ser subterráneo abstracto se le entrega entero aquello que se le sacrifica [por ejemplo en una libación], y con ello se designa [con ello se está señalando] la reflexión de la posesión y del ser-para-sí en lo universal [es decir, el quedar reflectido el ser-para-sí en lo universal], distinto del self como tal. Pero a la vez eso [es decir, aquello que se entrega por entero al ser abstracto subterráneo en el sacrificio que se le hace] es sólo una pequeña parte, y el resto del sacrificio de la ofrenda consiste sólo en la destrucción de lo inutilizable, y más bien en aderezar lo sacrificado en forma de comida o en forma de banquete, cuyas viandas desmienten la acción en lo que respecta al significado negativo de ésta. En aquel primer sacrificio [el que se hace al ser subterráneo], pues, el sacrificante retiene para su goce [para su disfrute, Genuss] la mayor parte, y de este segundo sacrificio retiene para su goce lo que es útil. Ese goce es, por tanto, el poder negativo que suprime y supera tanto la esencia [Wesen] como la particularidad [Einzelnheit], pero ese goce [Genuss] es a la vez la realidad positiva en la que la existencia objetiva u objetual de la esencia se transforma en existencia autoconsciente [es decir, lo objetivo u objetual se transforma en lo autoconsciente], y el self tiene su conciencia de su unidad con la esencia.
Algunas aclaraciones
X79X = De nuevo el motivo de la esencia divina como autosacrificio.
X80X = Los dos lados indicados más arriba, a los que se ha seguido refiriendo en estas líneas, el de la realidad convertida en idealidad y el de la idealidad haciendo ella misma dejación de sí y convertida en realidad.
Conversaciones en Madrid
[718] Por eso, la acción del culto propiamente dicho comienza con la entrega pura de una posesión que el propietario derrama o convierte en humo, aparentemente sin ningún provecho para él. Haciendo esto, renuncia ante la esencia de su conciencia pura a la posesión y el derecho de la propiedad y disfrute de esa posesión, a la personalidad y el retorno de la actividad al sí-mismo, y más bien refleja la acción en lo universal o en la esencia que la reflexiona dentro de sí. — Pero con ello, a la inversa, también sucumbe la esencia que-es. El animal que se sacrifica es el signo de un dios; los frutos que se consumen son Ceres y Baco X*1X3Son los nombres latinos de Demeter y Dionisios, dioses de la fertilidad de la tierra y del vino. ellos mismos, vivos: en aquél mueren los poderes del derecho superior, que tiene sangre y vida efectiva; mientras que en éstos mueren los poderes del derecho inferior X*2X4Los poderes del derecho superior son los dioses uránicos, sobre todo Apolo, guardián del orden ético. Frente a ellos, Demeter y Dionisios, representan el orden opuesto al de Apolo. que, exangüe, posee el poder astuto y secreto. — El sacrificio de la substancia divina, en la medida en que es una actividad, pertenece al lado autoconsciente; para que esta actividad efectivamente real sea posible, la esencia tiene que haberse sacrificado ya ella misma en sí. Y lo ha hecho al darse existencia y haberse hecho un animal singular y un fruto. Esta renuncia, que la esencia, entonces, ya ha llevado a cabo en sí, presenta al sí-mismo agente dentro de la existencia y para su conciencia, y sustituye aquella inmediata realidad efectiva de la esencia por una más alta, a saber, la de ella misma. Pues la unidad que ha surgido, resultado de la singularidad cancelada y de la separación de ambas, no es el destino sólo negativo, sino que tiene un significado positivo. Sólo a la esencia subterránea abstracta se le entrega totalmente lo que se le sacrifica, señalando con ello como diferentes a la reflexión de la posesión y del ser-para-sí en lo universal, por un lado, y al sí-mismo en cuanto tal, por otro. A la vez, sin embargo, esto no es más que una parte mínima, y el otro sacrificio es sólo la destrucción de lo inservible X*3X5En los sacrificios, sólo se quemaban en el altar las vísceras del animal sacrificado, mientras que las partes comestibles, la carne propiamente dicha, se consumían en el banquete. y, más bien, la preparación de lo sacrificado para el banquete, cuyo festín le escamotea a la acción su significado negativo. El que oficia el sacrificio conserva la mayor parte de la primera ofrenda, y de la segunda, conserva lo que tiene provecho para su disfrute. Este disfrute es el poder negativo que cancela tanto la esencia como la singularidad, y es, al mismo tiempo, la efectiva realidad positiva en la que la existencia objetual de la esencia se ha transformado en existencia autoconsciente, y el sí-mismo tiene la conciencia de su unidad con la esencia.
Algunas aclaraciones
X*1X = Son los nombres latinos de Demeter y Dionisios, dioses de la fertilidad de la tierra y del vino.
X*2X = Los poderes del derecho superior son los dioses uránicos, sobre todo Apolo, guardián del orden ético. Frente a ellos, Demeter y Dionisios, representan el orden opuesto al de Apolo.
X*3X = En los sacrificios, sólo se quemaban en el altar las vísceras del animal sacrificado, mientras que las partes comestibles, la carne propiamente dicha, se consumían en el banquete.
Conversations in Washington
[718] [718]6We kept the numeration given by the editor in the printed edition The action of the cult itself thus begins with the pure sacrificial dedication of a possession, which the owner, without any apparent advantage to himself, pours out or lets rise up in smoke. Standing before the essence of his pure consciousness, he thereby renounces all possession and right of property and consumption, renounces personality and the reversion of his doing into his self, and instead reflects the action off into the universal, or into the essence, rather than into himself. – But conversely the existing essence equally perishes therein. The animal offered up is the sign of a god; the fruits consumed are the living Ceres and Bacchus themselves – in the former, the powers of the higher law, which have blood and actual life, die, but in the latter, what perishes are the powers of the lower law, which bloodlessly are in possession of the secret, cunning power. – The sacrifice of the divine substance, insofar as it is a doing, belongs to the side of self-consciousness, and for this actual doing to be possible, the essence must have already in itself sacrificed itself. It has therein done this in that it has given itself existence and made itself into a singular animal and into the fruit of the earth. This renunciation, which the essence has already in itself completed, the acting self presents in existence and for its consciousness, and it replaces that former immediate actuality with the higher actuality, namely, that of himself. The unity which has arisen, which is the result of sublated singular individuality and of the separation of both sides, is not that of only negative fate; rather, it has a positive meaning. What was sacrificed to the abstract essence of the netherworld is just given away, and what that meant was that the reflection of possession and being-for-itself into the universal is differentiated from the self as such. However, at the same time this is only a trifling part, and the other act of sacrifice is only the destruction of what cannot be used and is instead the preparation of the offering for a meal, the feast that cheats the action out of its negative significance. The person making the offering reserves for his consumption the greatest share from that first offering and what is useful from the latter offering. This consumption is the negative power that sublates the essence as well as singular individuality, and this consumption is at the same time the positive actuality in which the objective existence of the essence is transformed into self-conscious existence, and the self has consciousness of its unity with the essence.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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