Gespräche in der Dämmerung 00692
Parte de
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / VII: La religión [VII. Die Religion] / A. La religión natural [A. Die natürliche Religion] / c. El maestro de obras [c. Der Werkmeister]
[El maestro de obras]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[692] Die erste Form, weil sie die unmittelbare ist, ist sie die abstrakte des Verstandes, und das Werk [ist] noch nicht an ihm selbst vom Geiste erfüllt. Die Kristalle der Pyramiden und Obelisken, einfache Verbindungen gerader Linien mit ebenen Oberflächen und gleichen Verhältnissen der Teile, an denen die Inkommensurabilität des Runden vertilgt ist, sind die [508] Arbeiten dieses Werkmeisters der strengen Form. Um der bloßen Verständigkeit der Form willen ist sie nicht ihre Bedeutung an ihr selbst, nicht das geistige Selbst. Die Werke empfangen also nur den Geist entweder in sich als einen fremden, abgeschiedenen Geist, der seine lebendige Durchdringung mit der Wirklichkeit verlassen [hat], selbst tot in diese des Lebens entbehrenden Kristalle einkehrt; oder sie beziehen sich äußerlich auf ihn als auf einen solchen, der selbst äußerlich und nicht als Geist da ist, – als auf das aufgehende Licht, das seine Bedeutung auf sie wirft.
Conversaciones en Valencia
[692] La primera forma, por ser la inmediata, es la forma abstracta del entendimiento [Verstand] X53X1El momento estructurador del todo del espíritu es, pues, aquí lo que se analizó como tercera figura de la conciencia, el entendimiento (Verstand), cap. III. y [por tanto] la obra no está todavía en sí misma llena de espíritu. Los cristales en que consisten las pirámides y obeliscos, que no son sino conexiones simples de líneas rectas, con superficies planas, e iguales proporciones de las partes, de las cuales proporciones y de las cuales partes queda eliminada la inconmensurabilidad de lo circular y esférico, son los trabajos de este maestro de obras, o de este arquitecto, que gusta de tan estrictas formas. Y precisamente por esta mera intelectualidad [o carácter intelectivo] de la forma [pues no es el entendimiento sino la razón la que sabe de lo inconmensurable e infinito], ella [la forma] no es en sí misma su propio significado [es decir, la forma al carecer de la inconmesurabilidad de la autorreferencia, no puede referirse ella a sí misma como a otro que no es sino ella], no es el self espiritual. Pues las obras, o bien se limitan a recibir en sí el espíritu, pero como espíritu extraño y separado, el de un difunto, que ya ha abandonado su viviente compenetración con la vida, y que, estando él mismo muerto, penetra y habitan estos cristales que carecen ellos mismos de vida; o bien esas obras se refieren al espíritu externamente como a un espíritu que es él mismo externo a ellas y que no está en ellas como espíritu, se refieren a el como a la luz amaneciente, o al despuntar de la luz, que es quien las ilumina, que es quien arroja su significado [el de la luz] sobre ellas.
Algunas aclaraciones
X53X = El momento estructurador del todo del espíritu es, pues, aquí lo que se analizó como tercera figura de la conciencia, el entendimiento (Verstand), cap. III.
Conversaciones en Madrid
[692] La primera forma, por ser la inmediata, es la forma abstracta del entendimiento, y la obra no está todavía llena en ella misma del espíritu. Los cristales de las pirámides y obeliscos, sencillas conexiones de líneas rectas con superficies planas y proporciones iguales de las partes de las que se ha eliminado la inconmensurabilidad de las curvas: tales son los trabajos de este maestro artesano de la estricta forma. Ésta, por su mera inteligibilidad de forma, no es su significado en ella misma, no es el sí-mismo espiritual. Las obras, entonces, o bien tan sólo acogen al espíritu dentro de sí, como a un espíritu extraño que ha partido X*1X,2Esto es, los faraones enterrados en las pirámides. abandonando su compenetración viva con la realidad efectiva, y que se recoge, él mismo muerto, en estos cristales desprovistos de vida; o bien se refieren externamente a él como a un espíritu tal que es él mismo externo y no está ahí como espíritu: como a la luz que se abre y asciende X*2X,3Hegel piensa en los obeliscos egipcios, símbolo del dios del sol, Amun-Ra. arrojando su significado sobre ellas.
Algunas aclaraciones
X*1X = Esto es, los faraones enterrados en las pirámides.
X*2X = Hegel piensa en los obeliscos egipcios, símbolo del dios del sol, Amun-Ra.
Conversations in Washington
[692] [692]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition The first form, because it is the immediate one, is the abstract form of the understanding, and the work is not yet in its own self suffused by spirit. The crystals of the pyramids and of the obelisks, simple combinations of straight lines with even surfaces and equal relations of parts in which the incommensurability of roundness is abolished, are the works of this artisan of rigorous form. On account of the bare intelligibility of the form, the form is not its meaning in its own self, not the spiritual self. Those works therefore either only receive spirit into themselves as an alien, departed spirit which has abandoned its living permeation with actuality, and which, being itself dead, comes to reside in these lifeless crystals: – Or they relate themselves externally to spirit as something which is there5da ist externally and not as spirit itself – to spirit as the light rising in the east, which casts its meaning on them.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION