Gespräche in der Dämmerung 00679

Parte de:

C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / VII: La religión [Die Religion]

 

[La existencia del espíritu; de cómo la religión presupone el decurso de los momentos de dicha existencia, siendo el self absoluto de ellos; espíritu y tiempo]

Gespräche in Jena

[679] Indem zunächst das Selbstbewußtsein und das eigentliche Bewußtsein, die Religion und der Geist in seiner Welt oder das Dasein des Geistes unterschieden wird, so besteht das letztere in dem Ganzen des Geistes, insofern seine Momente als auseinandertretend und jedes für sich sich darstellt. Die Momente aber sind das Bewußtsein, das Selbstbewußtsein, die Vernunft und der Geist, – der Geist nämlich als unmittelbarer Geist, der noch nicht das Bewußtsein des Geistes ist. Ihre zusammengefaßte Totalität macht den Geist in seinem weltlichen Dasein überhaupt aus; der Geist als solcher enthält die bisherigen Gestaltungen in den allgemeinen Bestimmungen, den soeben genannten Momenten. Die Religion setzt den ganzen Ablauf derselben voraus und ist die einfache Totalität oder das absolute Selbst derselben. – Der Verlauf derselben ist übrigens im Verhältnis zur Religion nicht in der Zeit vorzustellen. Der ganze Geist nur ist in der Zeit, und die Gestalten, welche Gestalten des ganzes Geistes als solchen sind, stellen sich in einer Aufeinanderfolge dar; denn nur das Ganze hat eigentliche Wirklichkeit und daher die Form der reinen Freiheit gegen Anderes, die sich als Zeit ausdrückt. Aber die Momente desselben, Bewußtsein, Selbstbewußtsein, Vernunft und Geist, haben, weil sie Momente sind, kein voneinander verschiedenes Dasein. – Wie der [498] Geist von seinen Momenten unterschieden wurde, so ist noch drittens von diesen Momenten selbst ihre vereinzelte Bestimmung zu unterscheiden. Jedes jener Momente sahen wir nämlich wieder an ihm selbst sich in einem eigenen Verlaufe unterscheiden und verschieden gestalten; wie z.B. am Bewußtsein die sinnliche Gewißheit und die Wahrnehmung sich unterschied. Diese letzteren Seiten treten in der Zeit auseinander und gehören einem besonderen Ganzen an, – Denn der Geist steigt aus seiner Allgemeinheit durch die Bestimmung zur Einzelheit herab. Die Bestimmung oder Mitte ist Bewußtsein, Selbstbewußtsein usf. Die Einzelheit aber machen die Gestalten dieser Momente aus. Diese stellen daher den Geist in seiner Einzelheit oder Wirklichkeit dar und unterscheiden sich in der Zeit, so jedoch, daß die folgende die vorhergehenden an ihr behält.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[La existencia del espíritu; de cómo la religión presupone el decurso de los momentos de dicha existencia, siendo el self absoluto de ellos; espíritu y tiempo]

[679]1Epígrafe: La existencia del espíritu; de cómo la religión presupone el decurso de los momentos de dicha existencia, siendo el self absoluto de ellos; espíritu y tiempo. En cuanto de entrada, o por de pronto, [o primero] la autoconciencia y la conciencia propiamente dicha, es decir, la religión, por un lado, y el espíritu en su mundo, o la existencia del espíritu, por otro, son distintos, resulta que esa existencia consiste en el todo del espíritu en cuanto éste expone sus momentos como separándose los unos de los otros, y cada uno de por sí. Y esos momentos son la conciencia, la autoconciencia, la razón y el espíritu; —el espíritu como espíritu inmediato, que todavía no es la conciencia del espíritu [pues esto último sería la religión]. La totalidad de esos momentos, tomada en conjunto [zusammengefasste], constituye al espíritu en su existencia mundana; el espíritu como tal contiene las figuras o formas que hemos considerado hasta aquí, las contiene, digo, en esas determinaciones universales, es decir, en esos momentos que acabamos de mencionar. La religión presupone el decurso entero de esos momentos [y de las figuras contenidas en ellos o de las distintas modalidades de cada uno de ellos que hemos ido examinando a propósito de ellos] y es la totalidad simple o el self absoluto de ellos X15X.2Vide infra Algunas aclaraciones X15X. — Por lo demás [o segundo], el decurso de ellos, en lo que respecta a su relación con la religión, no hay que representárselo en el tiempo [es decir, la religión no es temporalmente posterior a ellos]. Sólo el espíritu entero [ganzer Geist] es en el tiempo, y [sólo] las figuras o formas del espíritu entero como tal [es decir, sólo las Gestalten del cap. VI ss., que lo son del espíritu entero] [por tanto, sólo la religión y el espíritu en su existencia mundana] se presentan en una secuencia [temporal]; pues sólo el todo [sólo lo que es un todo] tiene realidad propiamente dicha, y, por tanto, la forma de esa pura libertad frente a lo otro [de esa pura autonomía respecto a lo otro], que se expresa como tiempo [que se expresa como venir antes de lo otro, o como venir después de lo otro, y, por tanto, sin estar necesitando a eso otro para ser, sino estando ahí con independencia de ello] X16X.3Es decir, no es esto lo que sucede con los momentos de conciencia, autoconciencia, razón y espíritu respecto al fundamento de ellos que es el espíritu. Pero los momentos de ese todo, que son la conciencia, la autoconciencia, la razón y el espíritu X17X,4Obsérvese que el espíritu (Geist) como momento se convierte en un momento del espíritu entero, no veo esto muy congruente, pese a la precisión del autor de que se trata sólo del «espíritu inmediato». precisamente porque son momentos, no tienen existencia distinta los unos de los otros. — Y del mismo modo que se ha distinguido (o puede distinguirse) entre el espíritu y sus momentos, así también, en tercer lugar [es decir, esto es lo tercero que pasamos a hacer desde el último punto y aparte], hay que distinguir estos momentos mismos de su determinación aislada, singularizada [vereinzelte]. Pues a cada uno de esos momentos lo vimos a su vez distinguirse en sí mismo en su decurso propio [diferenciarse internamente en sí mismo en su propio desenvolverse]; por ejemplo, en la conciencia se distinguían la certeza sensible y la percepción. Estos últimos lados sí que se separan en el tiempo, pues pertenecen a un todo particular [besonderes Ganzes]. — Pues el espíritu desciende de su universalidad a la singularidad [de la universalidad a la individualidad, Einzelnheit] por medio de la determinación. Y [en ese descender] la determinación o término medio es [o consiste en] la conciencia, la autoconciencia, etc. Y la individualidad [Einzelnheit] [a la que el espíritu desciende], en cambio, la constituyen las formas que estos momentos cobran [o han cobrado]. Esas formas representan, por tanto, al espíritu en su individualidad [Einzelnheit] o realidad y se distinguen en el tiempo pero de manera que la siguiente contiene en ella a la precedente X18X.5Vide infra Algunas aclaraciones X18X.

Algunas aclaraciones

X15X

La idea principal de lo que el autor está diciendo y va a decir a continuación es la siguiente; el aparecer del espíritu, la fenomenología del espíritu, es un desplegarse o separarse los momentos que son la conciencia, la autoconciencia, la razón y el espíritu, a los cuales momentos los hemos ido viendo reducirse a este último como a su fundamento, como el fundamento de todos ellos. La religión los presupone a todos, pues la religión es la conciencia del espíritu y, por tanto, es la totalidad revertida a sí, la totalidad simple, o el self absoluto de esos momentos, es decir, el haber quedado reducidos esos momentos a su fundamento sabido. Lo cual no quiere decir que esos momentos precedan a la religión también en el tiempo. Sólo las figuras del espíritu entero, es decir, sólo las figuras del espíritu real y las distintas formas de religión (es decir, las correspondientes distintas formas de la conciencia del espíritu en cuanto representación de un Ser absoluto separado) se suceden en el tiempo. Precisamente el sucederse en el tiempo es signo del carácter entero, de la completud (del poder estar ahí sin las demás, con independencia de las demás), que las formas del espíritu real y las correspondientes formas de autoconciencia del espíritu (de religión), tienen frente a aquellos muy distintos momentos en los que el espíritu real y la religión lógicamente se despliegan, que tienen por base y marco una determinada forma del espíritu real y de su comprensión religiosa.

X16X

Es decir, no es esto lo que sucede con los momentos de conciencia, autoconciencia, razón y espíritu respecto al fundamento de ellos que es el espíritu.

X17X

Obsérvese que el espíritu (Geist) como momento se convierte en un momento del espíritu entero, no veo esto muy congruente, pese a la precisión del autor de que se trata sólo del «espíritu inmediato».

X18X

La idea de lo que el autor está diciendo es la siguiente; no los momentos que son la conciencia, la autoconciencia, la razón (o certeza de la razón) y el espíritu, pero sí las figuras particulares de cada uno de esos momentos, son totalidades particulares, por tanto si se suceden en el tiempo. Y por consiguiente, pueden ser portadores o pueden constituir modalizaciones de las figuras del espíritu entero (por tanto, tanto del espíritu real como de la religión) en su sucederse éstas en el tiempo. Se trata de una idea bien enrevesada, de la que, sin embargo, el autor va a hacer un uso masivo en el presente cap. VII.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[679] En tanto que, primero, se hace la diferencia entre la autoconciencia y la conciencia propiamente dicha, entre la religión y el espíritu en su mundo, o el estar ahí del espíritu, este ser ahí, su existencia, consiste en la totalidad del espíritu en la medida en que sus momentos se presentan como disociándose unos de otros, y cada uno para sí. Pero esos momentos son la conciencia, la autoconciencia, la razón y el espíritu: esto es, el espíritu, en cuanto espíritu inmediato, que no es todavía conciencia del espíritu. La totalidad resumida de tales momentos constituye al espíritu en su existencia mundana sin más; el espíritu como tal contiene las configuraciones precedentes en las determinaciones universales, en los momentos que acabamos de nombrar. La religión presupone todo el curso de las mismas, y es la totalidad simple o el sí-mismo absoluto de ellas. — Por lo demás, su transcurso en la relación con la religión no puede representarse en el tiempo. Todo el espíritu es sólo en el tiempo, y las figuras que son figuras de todo el espíritu como tal se exponen en una serie sucesiva; pues sólo el todo tiene realidad efectiva propiamente dicha, y por tanto, la forma de la libertad pura frente a lo otro, forma que se expresa como tiempo. Pero los momentos del todo, conciencia, autoconciencia, razón y espíritu, por ser momentos, no tienen ninguna existencia diversa unos de otros. — Así como se diferenciaba entre el espíritu y sus momentos, se ha de diferenciar, todavía, en tercer lugar, entre estos momentos mismos y su determinación singularizada. En efecto, a cada uno de tales momentos lo volvíamos a ver, a su vez, en él mismo, diferenciándose en un transcurso propio y configurándose de manera diversa; tal como en la conciencia, por ejemplo, se diferenciaban la certeza sensorial y la percepción. Estos últimos lados se disocian en el tiempo, y pertenecen a un todo particular. — Pues el espíritu desciende desde su universalidad determinándose hasta la singularidad. La determinación, o el término medio, es la conciencia, autoconciencia, etc. Pero la singularidad la constituyen las figuras de cada uno de estos momentos. Por eso, éstas exponen al espíritu en su singularidad o realidad efectiva, y se diferencian en el tiempo, de tal manera, sin embargo, que la que sigue conserva y retiene en ella a las que le preceden.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[679] [679]6We kept the numeration given by the editor in the printed edition While initially self-consciousness and consciousness proper, religion and spirit in its world, or the existence of spirit, are differentiated, the latter consists in the whole of spirit insofar as its moments are exhibited as each coming undone from the others and each presenting itself for itself. However, the moments are consciousness, self-consciousness, reason, and spirit – spirit, namely, as immediate spirit which is not yet the consciousness of spirit. Their totality, taken all together, constitutes the worldly, secular7weltlichen existence of spirit per se; spirit per se contains the previous shapes in the universal determinations, in the moments just cited. Religion presupposes the whole course of the development of those moments, and it is their simple totality, or their absolute self. – In addition, in relation to religion, the course those moments travel is not to be represented as taking place in time. Only the whole spirit is in time, and the shapes, which are shapes of the whole spirit as such, exhibit themselves in a sequence, one after the other, for only the whole has genuine actuality, and the whole thus has the form of pure freedom with regard to others, which expresses itself as time. However, the moments of spirit as a whole (consciousness, self-consciousness, reason, and spirit) have, because they are moments, no existence distinct from each other. – Third, just as spirit was distinguished from its moments, so too is their isolated determination to be distinguished from these moments themselves. We saw each of those moments in its own course of development again differentiate itself in its own self and diversely shape itself, as, for example, sense certainty and perception were differentiated in consciousness. These latter aspects come undone from each other in time, and they belong to a particular whole. – For, through determination,8Bestimmung; or “its calling,” “its fate” spirit descends from its universality to singular individuality. This determination, or the mediating middle, is consciousness, self-consciousness, etc. However, the shapes of these moments constitute singular individuality. Hence these exhibit spirit in its singular individuality, or actuality, and they differentiate themselves in time although the succeeding shapes retain in themselves the preceding shapes.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!