Gespräche in der Dämmerung 00648
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad [C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität] / c. La conciencia moral [Gewissen], y el alma bella, el mal y su perdón [c. Das Gewissen. Die schöne Seele, das Böse und seine Verzeihung]
[La conciencia y las demás conciencias; doble libertad respecto a la determinidad del hacer; la absoluta certeza de uno mismo y lo que uno mismo pone ahí fuera]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[648] Darin aber, daß dies Rechte, was das Gewissen tut, zugleich Sein für Anderes ist, scheint eine Ungleichheit an es zu kommen. Die Pflicht, die es vollbringt, ist ein bestimmter Inhalt; er ist zwar das Selbst des Bewußtseins und darin sein Wissen von sich, seine Gleichheit mit sich selbst. Aber vollbracht, in das allgemeine Medium des Seins gestellt, ist diese Gleichheit nicht mehr Wissen, nicht mehr dieses Unterscheiden, welches seine Unterschiede ebenso unmittelbar aufhebt; sondern im Sein ist der Unterschied bestehend gesetzt und die Handlung eine bestimmte, ungleich mit dem Elemente des Selbstbewußtseins Aller, also nicht notwendig anerkannt. Beide Seiten, das handelnde Gewissen und das allgemeine, diese Handlung als Pflicht anerkennende Bewußtsein, sind gleich frei von der Bestimmtheit dieses Tuns. Um dieser Freiheit willen ist die Beziehung in dem gemeinschaftlichen Medium des Zusammenhangs vielmehr ein Verhältnis der vollkommenen Ungleichheit; wodurch das Bewußtsein, für welches die Handlung ist, sich in vollkommener Ungewißheit über den handelnden, seiner selbst gewissen Geist befindet. Er handelt, er setzt eine Bestimmtheit als seiend; an dies Sein als an seine Wahrheit halten sich die anderen und sind darin seiner gewiß; er hat darin ausgesprochen, was ihm als Pflicht gilt. Allein er ist frei von irgendeiner bestimmten Pflicht; er ist da heraus, wo sie meinen, daß er wirklich sei; und dies Medium des Seins selbst und die Pflicht als an sich seiend gilt ihm nur als Moment. Was er ihnen also hinstellt, verstellt er auch wieder oder vielmehr hat es unmittelbar verstellt. Denn seine Wirklichkeit ist ihm nicht diese hinausgestellte Pflicht und Bestimmung, sondern diejenige, – welche er in der absoluten Gewißheit seiner selbst hat.
Conversaciones en Valencia
[648] Pero precisamente en ello, es decir, en que eso correcto que la conciencia moral [Gewissen] hace, es a la vez ser para otro, parece venirle a esa conciencia [Gewissen] una desigualdad. El deber que esa conciencia cumple es un determinado contenido; y ese contenido es, ciertamente, el self de la conciencia [Bewusstseyn] [el self en que ésta consiste], y, siendo el self de la conciencia, es el saber que ella tiene de sí, su igualdad consigo misma. Pero ejecutada y, por tanto, puesta en el medio del ser, esa igualdad ya no es saber, ya no es ese distinguir que de forma inmediata suprime y supera asimismo sus diferencias; sino que en el medio del ser [en el ser] esa diferencia queda puesta como estando y quedando ella ahí, y la acción es, por tanto, una acción determinada, desigual al elemento de la autoconciencia de todos [al elemento que representa la autoconciencia de todos], y, por tanto, no necesariamente reconocida. Ambos lados, la conciencia moral [Gewissen] que actúa, y la conciencia [Bewusstseyn] general que reconoce esa acción como deber [es decir, la admite como habiendo sido el cumplimiento de un deber], son libres por igual respecto a la determinidad de ese hacer [es decir, quedan por encima de esa determinidad]. Y en virtud de esa libertad, la relación en el medio comunitario de la conexión con los otros [la relación en el medio que es el contexto o que representa el contexto de comunidad o el contexto de la comunidad con los otros] es más bien una relación o situación de completa desigualdad; mediante esa desigualdad, la conciencia [Bewusstseyn] para la que es la acción [es decir, el observador, o el observador afectado, o simplemente el afectado en general], se encuentra o queda [o viene a dar] en una completa incertidumbre acerca del espíritu agente, seguro de sí mismo [es decir, que actúa exhibiendo tal seguridad]. Pues ese espíritu actúa, es decir, pone una determinidad como estando ahí, es decir, como siendo; y es a ese ser, en cuanto verdad suya [es decir, es a ese ser, considerándolo la verdad del espíritu], es a ese ser, digo, a lo que se atienen los demás, y es en ello [es procediendo así] como también quedan seguros de sí mismos; pues el espíritu ha expresado en ello lo que él considera deber [lo que él considera su deber]. Sólo que él está libre [sólo que él queda por encima, él sigue por encima] de cualquier deber determinado; él está ahí fuera, y es ahí fuera donde ellos piensan que el espíritu tiene su realidad; pese a lo cual, ese medio del ser [Seyn] mismo [ese medio que representa el ser mismo, es decir, que representa el quedar ahí delante, el estar ahí fuera], y el deber como algo que es en sí [el deber en cuanto siendo algo en sí], ambas cosas son algo que él no puede considerar sino como siendo sólo un momento [o momentos]; por tanto, aquello que él pone ahí fuera, aquello que él expone ahí delante [hinstellt], vuelve también a distorsionarlo o a trastocarlo él otra vez [a ponerlo en otro sitio], o más bien él lo distorsiona o trastrueca o lo ha distorsionado y trastocado de forma inmediata [verstellt]. Pues su realidad no es para él este deber y esta determinación que él pone ahí fuera [que él expone ahí], sino aquella [esa otra] que él tiene en la absoluta certeza de sí mismo [es decir, la que para él representa la absoluta certeza de sí mismo].
Conversaciones en Madrid
[648] Mas en el hecho de que esto justo que la certeza moral obra sea a la vez ser para otro parece que adviene una desigualdad en ella. El deber que ella lleva a cumplimento es un contenido determinado; tal contenido es, ciertamente, el sí-mismo de la conciencia, y con ello, es su saber de sí, su igualdad consigo misma. Pero una vez llevada a cumplimiento, puesta en el medio universal del ser, esta igualdad ya no es saber, ya no es este diferenciar que cancela sus diferencias igual de inmediatamente; sino que dentro del ser está puesta la diferencia de manera subsistente, y la acción es una acción determinada, desigual del elemento de la autoconciencia de todos, por lo que no está necesariamente reconocida. Ambos lados, la certeza moral que actúa y la conciencia universal que reconoce esta acción como deber, están igualmente libres de la determinidad de este hacer. En virtud de esta libertad, la referencia que hay dentro del medio común de la conexión es, más bien. una relación de desigualdad perfecta; con lo cual la conciencia para la cual es la acción se halla en una perfecta incertidumbre acerca del espíritu cierto de sí mismo que actúa. Éste actúa, pone una determinidad como ente; los otros se atienen a este ser en cuanto verdad de él, y al hacerlo, están ciertos de él; en la acción, él ha enunciado lo que a sus ojos vale como deber. Sólo que él esta libre de cualquier deber determinado; él ha salido por allí donde ellos opinan que él es efectivamente real; y este medio del ser mismo, y el deber en cuanto que es en sí, valen a sus ojos sólo como momento. Lo que, entonces, él les emplaza delante, lo vuelve a disimular, o más bien, lo ha desplazado inmediatamente. Pues su realidad efectiva es, a sus ojos, no ese deber y determinación emplazados fuera, sino aquellos que él tiene en la absoluta certeza de sí mismo.
Conversations in Washington
[648] [648]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition That this right, what conscience does, is at the same time a being for others means that an inequality seems to have been introduced into conscience. The duty which it fulfills is a determinate content, and that content is indeed the self of consciousness, and in that respect, that content is its knowing of itself, its equality with itself. But when it is fulfilled, when it is placed into the universal medium of being, this equality is no longer knowing, is no longer this differentiating which just as immediately sublates its own differences. Rather, in being placed into [the sphere of] being, the difference is posited as stably existing, and the action is a determinate action, unequal to the element of everyone’s self-consciousness and thus is not necessarily recognized. Both sides, the acting conscience and the universal conscience, which is the consciousness that bestows recognition2anerkennende on this action as its duty, are equally free from the determinateness of this doing. On account of this freedom, the relation between the two within the common medium of their interrelation is instead a relationship of complete inequality through which consciousness, for which the action is, finds itself in complete uncertainty about the self-certain spirit which acts. This spirit acts, it posits a determinateness as existent. Others stick to this being as sticking to its truth, and in sticking to it, they are therein certain of this spirit. In that respect, this spirit has expressed what counts, to itself, as its duty. Yet it is free from any determinate duty; it is beyond the point where the others think it is actually supposed to be, and this medium of being itself3Medium des Seins selbst and of duty as existing in itself counts to it only as a moment. What this spirit has thus placed before them, it has again also dissembled about, or, instead, what it has done is to immediately dissemble, for its actuality is, to itself, not this duty and this proposed determination. Rather, actuality is what it has within its absolute self-certainty.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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