Gespräche in der Dämmerung 00616
C. (BB) Der Geist / C. (BB) El espíritu
VI. Der Geist / Capítulo VI: El espíritu
C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad
b. Die Verstellung / b. El trastrueque, o todo cambiado de sitio
[Sin noticia]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[616] [453] In der moralischen Weltanschauung sehen wir einesteils das Bewußtsein selbst seinen Gegenstand mit Bewußtsein erzeugen; wir sehen es denselben weder als ein Fremdes vorfinden noch auch ihn bewußtlos ihm werden, sondern es verfährt überall nach einem Grunde, aus welchem es das gegenständliche Wesen setzt; es weiß dasselbe also als sich selbst, denn es weiß sich als das tätige, das es erzeugt. Es scheint somit hier zu seiner Ruhe und Befriedigung zu kommen, denn diese kann es nur da finden, wo es über seinen Gegenstand nicht mehr hinauszugehen braucht, weil dieser nicht mehr über es hinausgeht. Auf der ändern Seite aber setzt es selbst ihn vielmehr außer sich hinaus, als ein Jenseits seiner. Aber dies Anundfürsichseiende ist ebenso als ein solches gesetzt, das nicht frei vom Selbstbewußtsein, sondern zum Behuf des letzteren und durch dasselbe sei.
Conversaciones en Valencia
b. El trastrueque, o todo cambiado de sitio X244X1Vide infra Algunas aclaraciones X244X.
[616] En la visión moral del mundo [en la cosmovisión moral, moralische Weltanschuung] vemos, por una parte, a la conciencia misma generar su objeto con conciencia X245X;2La frase puede entenderse también así: «La vemos engendrando, o le vemos engendrar, un objeto dotado de conciencia que es la suya». vemos que la autoconciencia ni se encuentra ya a su objeto como algo extraño, ni tampoco ese objeto se le vuelve objeto sin que la conciencia cobre conciencia de ello, sino que la conciencia procede en todas partes [por todos lados] conforme a una razón, conforme a un fundamento o base, a partir del cual la conciencia pone ese ser objetivo [gegenständliches Wesen] [pone ese objeto]; a ese ser objetivo ella lo sabe, pues, como ella misma, porque ella se sabe como la conciencia activa que genera ese ser objetivo. La conciencia parece llegar así a su descanso y satisfacción, pues ese descanso la conciencia sólo puede encontrarlo allí donde ella no necesita ya ir más allá de su objeto porque éste tampoco va más allá de la conciencia ni queda más allá de la conciencia. Pero, por otro lado, ella pone ese objeto más bien fuera de sí misma, como un más-allá de ella misma. Pero ese objeto, que [por quedar puesto fuera de la autoconciencia] sería en y para sí, queda puesto asimismo como algo que no está libre de la autoconciencia X246X3Nicht frey von Selbstbewusstseyn. o que no es libre respecto de la autoconciencia, sino que está para sostener a esta última y está [o es] además a través de ella [o por medio de ella].
Algunas aclaraciones
X244X
En el cap. VI, C, a, ha dicho Hegel que en la cosmovisión moral la conciencia moral no se es ella su propio concepto, sino que se comporta pasando contradictoriamente de un momento a otro, sin reducir esos momentos a unidad, sin convertirlos en momentos desaparecientes. Es ese mismo motivo el que Hegel desarrolla en el presente cap. VI, C, b, en que se completa la crítica de la cosmovisión moral de Kant iniciada en el cap. VI, C, a.
Pero me parece que Hegel está indicando también que tampoco la «repetición» de la «religión del arte» que Schiller pretende en el marco de lo que es la «cosmovisión moral» de Kant puede pretender ser el elemento específico en que quede ahí para sí el concepto de la libertad moderna en ese su carácter absoluto.
X245X
La frase puede entenderse también así: «La vemos engendrando, o le vemos engendrar, un objeto dotado de conciencia que es la suya».
X246X
Nicht frey von Selbstbewusstseyn.
Conversaciones en Madrid
b. El desplazar disimulado
[616] En la visión moral del mundo vemos, por un lado, a la conciencia misma engendrar su objeto con conciencia; no vemos que se lo encuentre como algo extraño, ni tampoco vemos al objeto advenir sin conciencia ante la conciencia, sino que ésta procede siempre por un fundamento a partir del cual pone la esencia objetual; sabe a ésta, entonces, como a sí misma, pues se sabe como lo activo que la engendra. Con lo cual parece que aquí ha alcanzado su calma y su satisfacción, pues tales sólo puede encontrarlas allí donde ya no necesita salir para ir más allá de su objeto, porque éste ya no va más allá de ella. Por otro lado, sin embargo, la propia conciencia más bien pone al objeto fuera de sí, como un más allá de ella. Mas este ente en-y-para-sí está puesto, asimismo, como algo tal que no está libre de la autoconciencia, sino que es para los fines de ésta y por ella.
Conversations in Washington
C. (BB) Spirit
VI. Spirit
C. Spirit Certain of Itself: Morality
b. Dissemblance
[616] [616]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition In the moral worldview, we see on the one hand consciousness itself consciously create its object; we see that the object is neither something we come upon as alien, nor do we see the object coming to be for consciousness in any kind of unconscious way. Rather, throughout all of this, consciousness conducts itself according to a reason, on the basis of which it posits the objective essence. It thus knows this objective essence as itself, for it knows itself as active consciousness, which creates the essence. It thereby seems to achieve its repose and its satisfaction, for these can only be found where it no longer needs to go above and beyond its object because this object no longer goes above and beyond it. However, on the other side of the coin, it itself instead posits the object as external to itself, as its other-worldly beyond. But this existent-in-and-for-itself is at the same time equally posited as the sort of entity which is not free-standing with regard to self-consciousness but which is supposed to be for the purpose of and to be through self-consciousness.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION