Gespräche in der Dämmerung 00615

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad [C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität] / a. La visión moral del mundo [a. Die moralische Weltanschauung]

 

[c. Tercer principio: que la conciencia moral no sería sino «sueño», representación, dejada ser válida por lo representado, o representación que sólo es dejada ser desde lo representado en ella]

Gespräche in Jena

[615] In diesem Ziele der synthetischen Einheit der beiden ersten Sätze ist die selbstbewußte Wirklichkeit sowohl als die Pflicht nur als aufgehobenes Moment gesetzt; denn keines ist einzeln, aber sie, in deren wesentlicher Bestimmung ist, frei von dem anderen zu sein, sind somit jedes in der Einheit nicht mehr frei von dem anderen, also jedes aufgehoben, und somit werden sie dem Inhalt nach als solche Gegenstand, deren jedes für das andere gilt, und der Form nach so, daß diese Austauschung derselben zugleich nur vorgestellt ist. – Oder das wirklich nicht Moralische, weil es ebenso reines Denken und über seine Wirklichkeit erhaben ist, ist in der Vorstellung doch moralisch und wird für vollgültig genommen. Es wird hierdurch der erste Satz, daß es ein moralisches Selbstbewußtsein gibt, hergestellt, aber verbunden mit dem zweiten, daß es keines gibt, nämlich es gibt eines, aber nur in der Vorstellung; oder es gibt zwar keines, aber es wird von einem anderen doch dafür gelten gelassen. [452]

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Conversaciones en Valencia

[615] En esta meta (en eso que hay que realizar), en este meta, digo, que es la unidad sintética de los dos primeros enunciados o de los dos primeros principios [es la unidad sintética del enunciado «Se da tal conciencia moral» y del enunciado «No se da tal conciencia moral real»], tanto la realidad autoconsciente como el deber están sólo puestos cada uno de ellos como un momento suprimido y superado [ésta era la moraleja de este cap. VI, C, a, a la que nos referíamos más arriba]; pues ninguno de ellos está suelto, sino que ambos, en cuya determinación esencial reside [o está, o se encierra] el ser libre el uno del otro, cada uno de ellos [el deber y la realidad], digo, resulta que en esa unidad ya no está libre del otro, es decir, cada uno en esa unidad está suprimido y superado [aufgehoben], y, por tanto, ambos [el deber y la realidad], en lo que se refiere a contenido, se convierten como tales en objeto, cada uno de los cuales [momentos] es tenido por el otro [o siendo cada uno de esos momentos tenido por el otro], y, en lo que se refiere a forma, ello es tal (o ello es de tal suerte) que este intercambio de ellos [del deber y la realidad] [es decir, que este intercambio de ellos como momentos, es decir, que este intercambio del uno por el otro y del otro por el uno, de la realidad por el deber y del deber por la realidad] es a la vez sólo representado, o es a la vez sólo un representar [no un conceptuar, no un concebir, es decir, no un concepto]; o lo que es lo mismo: lo real realmente no moral, precisamente porque es asimismo puro pensamiento y porque queda por eso por encima de su propia realidad, en la representación es moral y es tomado por plenamente válido. Con lo cual queda restablecido el primer enunciado del primer principio, a saber: que hay una autoconciencia moral, pero se lo restablece ligado con el segundo, a saber, con el que dice que no hay una autoconciencia moral, es decir, que hay una autoconciencia moral pero sólo en la representación; o lo que es lo mismo: que, ciertamente, no hay ninguna, pero que es dejada por otra conciencia [es decir, es dejada por otro] ser tenida por tal [es decir, que nos representemos que la hay].

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Conversaciones en Madrid

[615] En esta meta de la unidad sintética de las dos primeras tesis, la realidad efectiva autoconsciente está puesta tanto como sólo deber cuanto como momento cancelado; pues ninguno de los dos momentos es singular, pero, por eso, ambos. en cuya determinación esencial está el ser libre del otro, han dejado de ser cada uno, dentro de la unidad, libre del otro, esto es, cada uno de ellos está cancelado, y por eso, según el contenido, llegan, como tales, a ser objeto, valiendo cada uno de ellos para el otro, y según la forma, llegan a ser de tal manera que este intercambio suyo es, a la vez, solamente representado. — O sea, lo efectivamente no moral, porque es también pensar puro y se ha elevado por encima de su realidad efectiva, sí que es moral en la representación, y es tomado por plenamente válido. Con lo cual queda establecida la primera tesis, la de que hay una autoconciencia moral, pero vinculada con la segunda, la de que no la hay, pues hay una, pero sólo en la representación; o sea, no hay ninguna, pero hay otra que la hace pasar por tal.

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Conversations in Washington

[615] [615]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition In this goal of the synthetic unity of the first two propositions, self-conscious actuality as well as duty is only posited as a sublated moment. This is so because neither of them is singular; rather, each of them, in their essential determination as free-standing from the other, are, as they are in the unity, thereby no longer free-standing from the other, and are thus sublated. Thus, according to the content, each of them becomes the object which counts as object for the other, and, according to the form, this reciprocal exchange is at the same time only representationally thought.2vorgestellt ist. 138 – Or, the actually non-moral, because it is just as much pure thinking and sublimely stands above its actuality, is within representational thought nonetheless moral and is taken to be entirely valid. In this way, the first proposition, namely, that there is a moral self-consciousness, is produced, but it is combined with the second, namely, that there is none, that is, there is a moral self-consciousness but only in representational thought; or there is indeed no moral self-consciousness, but it is accepted as one by another self-consciousness.

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Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

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