Gespräche in der Dämmerung 00612

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad [C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität] / a. La visión moral del mundo [a. Die moralische Weltanschauung]

 

[Otra forma de exponer lo dicho; la dialéctica de ello]

[a. Primer principio]

Gespräche in Jena

[612] Indem wir die moralische Weltanschauung so betrachten, daß diese gegenständliche Weise nichts anderes ist als der Begriff des moralischen Selbstbewußtseins selbst, den es sich gegenständlich macht, so ergibt sich durch dies Bewußtsein über die Form ihres Ursprungs eine andere Gestalt ihrer Darstellung. – Das erste nämlich, wovon ausgegangen wird, ist das wirkliche moralische Selbstbewußtsein oder, daß es ein solches gibt. Denn der Begriff setzt es in der Bestimmung, daß ihm alle Wirklichkeit überhaupt Wesen nur insofern hat, als sie der Pflicht gemäß ist, und er setzt dies Wesen als Wissen, d.h. in unmittelbarer Einheit mit dem wirklichen Selbst; diese Einheit ist somit selbst wirklich, sie ist ein moralisches wirkliches Bewußtsein. – Dieses nun als Bewußtsein stellt sich seinen Inhalt als Gegenstand vor, nämlich als Endzweck der Welt, als Harmonie der Moralität und aller Wirklichkeit. Indem es aber diese Einheit als Gegenstand [451] vorstellt und noch nicht der Begriff ist, der die Macht über den Gegenstand als solchen hat, so ist sie ihm ein Negatives des Selbstbewußtseins, oder sie fällt außer ihm, als ein Jenseits seiner Wirklichkeit, aber zugleich als ein solches, das auch als seiend, aber nur gedacht wird.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[Otra forma de exponer lo dicho; la dialéctica de ello]

[a. Primer principio]

[612] 1Epígrafes: Otra forma de exponer lo dicho; la dialéctica de ello – a. Primer principio. Y en cuanto nosotros estamos considerando aquí la visión moral del mundo de suerte que esa forma objetiva [es decir, ese representar, esa representación] no es otra cosa que el concepto de la autoconciencia moral misma que esa autoconciencia moral se lo ha convertido en objetual [le ha dado carácter de objeto, es decir: aunque ella no lo sepa, el propio concepto de ella, ella se lo representa como algo distinto], de esta [nuestra] conciencia acerca de la forma de su origen [es decir, de esta nuestra conciencia acerca de la forma del origen de la concepción moral del mundo] se sigue otra forma o manera de exponerla [otra forma o manera de exponer la concepción moral del mundo]. — Pues lo primero de lo que se ha partido [o de lo que hemos partido] es de la autoconciencia moral real, o de que existe o se da tal conciencia moral real. Pues [o esto último es así porque] el concepto [o su concepto] pone a esa autoconciencia moral en la determinación de que para ella toda realidad sólo tiene ser o esencia [Wesen] en la medida en que esa realidad es conforme con el deber [lo demás es inesencial], y ese concepto pone a esa esencia como saber [esto es, como consistiendo en saber], es decir, la pone en inmediata unidad con el self real; esa unidad, por tanto, es ella misma real, esa unidad es una conciencia moral real. — Pues bien, esta conciencia, en cuanto conciencia, se representa su contenido como objeto, es decir, como fin último del mundo X243X,2Referencia principalmente a la Crítica del juicio de Kant (véanse sobre todo los parágrafos 83 ss.). como armonía entre la moralidad y toda realidad. Pero al representarse esa unidad como objeto, y no siendo todavía esa conciencia el concepto que tiene el poder [es decir, que manda] sobre el objeto como tal, resulta que esa unidad le es a la conciencia un momento que es negación de la autoconciencia, o lo que es lo mismo: esa unidad cae fuera de la autoconciencia, como un más allá de su realidad [de la realidad de la autoconciencia], pero a la vez como un más allá que también es pensado como siendo, pero no más que pensado como siendo.

Algunas aclaraciones

X243X = Referencia principalmente a la Crítica del juicio de Kant (véanse sobre todo los parágrafos 83 ss.).

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[612] Al examinar nosotros la visión moral del mundo de tal manera que este modo objetual no sea otra cosa que el concepto de la autoconciencia moral misma, que ella se hace objetual a sí, resulta, por esta conciencia acerca de la forma del origen de tal visión moral, otra figura en que se expone. — Lo primero de que se parte, en efecto, es la autoconciencia moral efectivamente real, o el que haya tal conciencia. Pues el concepto la pone en la determinación de que, a sus ojos, toda realidad efectiva como tal sólo tiene esencia en la medida en que es adecuada al deber, y pone esta esencia como saber, es decir, la pone en unidad inmediata con el sí-mismo efectivamente real; esta unidad. por ende, es ella misma efectiva, es una conciencia moral efectivamente real. — Ahora bien, ésta, en cuanto conciencia, se representa su contenido como objeto, a saber, como fin final del mundo, como armonía de la moralidad con toda realidad efectiva. Pero, en tanto que representa esta unidad como objeto y no es todavía el concepto que tiene el poder sobre el objeto como tal, la unidad es, a sus ojos, algo negativo de la autoconciencia, o cae fuera de ella como un más allá de su realidad efectiva pero, a la vez, como una conciencia tal que, aunque también es ente, es sólo pensada.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[612] [612]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition When we regard the moral worldview in such a way that this objective mode is nothing but the concept of moral self-consciousness itself which it makes objective to itself, what results from and through this consciousness about the form of its origin is another shape of its exposition. – The first, which is the starting-point, is actual moral self-consciousness, or that there is such a self-consciousness at all. This is so because the concept posits moral self-consciousness as subsumed under the following determination, that, to the concept, all actuality, full stop, has an essence only insofar as such actuality conforms to duty, and that the concept posits this essence as knowing, i.e., as being in immediate unity with the actual self. This unity is thus itself actual; it is an actual moral consciousness. – The latter now, as consciousness, represents its content to itself as an object, namely, as the final purpose of the world, as the harmony of morality with all actuality. However, while representing this unity as object and not yet the concept which has power over the object as such an object, this unity is, to itself, a negative of self-consciousness, or the unity falls outside of self-consciousness. It does this as an other-worldly beyond to its actuality, but at the same time as the sort of unity that is also existent even though only as it is thought.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!