Gespräche in der Dämmerung 00598

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad [C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität]

 

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Gespräche in Jena

[598] Das absolute Wesen ist daher nicht in der Bestimmung erschöpft, das einfache Wesen des Denkens zu sein, sondern es ist alle Wirklichkeit, und diese Wirklichkeit ist nur als Wissen; was das Bewußtsein nicht wüßte, hätte keinen Sinn und kann keine Macht für es sein; in seinen wissenden Willen hat sich alle Gegenständlichkeit und Welt zurückgezogen. Es ist absolut frei darin, daß es seine Freiheit weiß, und eben dies Wissen seiner Freiheit ist seine Substanz und Zweck und einziger Inhalt.

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Conversaciones en Valencia

[598] El Ser absoluto [absolutes Wesen], por tanto, no se agota en la determinación de ser la simple esencia [Wesen] del pensamiento [no se agota en ser el simple ser del pensamiento], sino que es toda realidad, y esta realidad es sólo como saber; lo que la conciencia no supiese, no tendría sentido ninguno y no podría representar ya ningún poder [Macht] para ella [no podría ser ya poder ninguno que se ejerciese sobre ella]; a esa su voluntad sabiente se ha retraído toda objetualidad [o toda objetividad, todo carácter de objeto] y todo mundo. [Todo objeto ha quedado últimamente reducido a ella]. Esa conciencia es absolutamente libre en ese su saber esa su libertad, y precisamente ese saber de su libertad es su sustancia y su fin y su único contenido X230X.1Vide infra Algunas aclaraciones 230X.

Algunas aclaraciones

Aquí sigue la experiencia de la conciencia (moral moderna) en KpV (como explicación de sí misma) y en KdU (como culmen del orden providente del mundo, en el cual se incluyen la naturaleza y la historia) que, en conjunto, la dejan dándose alcance absoluto a sí misma en términos de saber

X230X = La experiencia de la conciencia, conforme a los resultados del cap. VI, B, III, en los que se convierten a su vez los resultados de la «mediación absoluta» del cap. VI, B, II, ha consistido en que «desaparece toda contraposición entre la verdad del saber y ese saber mismo»; ha consistido en que «ahora es el objeto el que le es a la conciencia la certeza que ésta tiene de sí, resultando que esa certeza de sí misma como tal ya no tiene fines propios, y, por tanto, ya no es en la determinidad, sino que es puro saber»; ha consistido en que «el saber de la autoconciencia le es a ésta la sustancia misma»; ha consistido en que la autoconciencia es mediación absoluta, en que ella consiste en el movimiento de suprimir y superar la abstracción de la existencia inmediata y convertirse en universal, pero no mediante extrañamiento como la conciencia de la fe y de la Ilustración, sino que «la autoconciencia se es inmediatamente presente en su sustancia, en que esa sustancia se es la pura certeza de sí misma»; ha consistido en que «tal serse inmediatamente presente, tal inmediatez es toda realidad, y esta realidad es sólo como saber»; ha consistido en que a esa voluntad universal (voluntad general) sabiente se ha contraído, se ha reducido todo mundo.

Pues bien, estas afirmaciones pueden entenderse desde la Crítica de la razón práctica y desde la Crítica del juicio de Kant. O mejor: una vez que llegamos a los resultados anteriores, una forma de entenderlos es la explicación que la conciencia moral moderna da de sí en la Crítica de la razón práctica de Kant y también (complementariamente a ello) el modo como en la Crítica del juicio la conciencia moral moderna acaba entendiéndose como culmen del orden providente del mundo, en el cual se incluyen la naturaleza y la historia, o el modo como la razón moral se da alcance absoluto a sí misma en términos de saber. Es decir, una forma de entender los resultados anteriores, en los cuales ha quedado reabsorbido todo el recorrido hecho desde el cap. I, es la «cosmovisión moral» kantiana.

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Conversaciones en Madrid

[598] Por eso, la esencia absoluta no se ha agotado en la determinación de ser la esencia simple del pensar, sino que es toda la realidad efectiva, y esta realidad efectiva es sólo en cuanto saber; lo que la conciencia no supiera, no tendría ningún sentido, ni puede tener ningún poder para ella; toda objetualidad y el mundo todo se ha retirado dentro de su voluntad sapiente. Es absolutamente libre en que sabe su libertad, y precisamente este saber de su libertad es su substancia, y su fin, y su único contenido.

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Conversations in Washington

[598] [598]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition The absolute essence is thus not exhausted in being the determination of the simple essence of thinking. Rather, the absolute essence is all actuality, and this actuality is only as knowing. What consciousness could not know would have no sense and could be no power for it. Both all objectivity and the world have retreated into its willing which is fully aware of itself.3wissenden Willen. It is absolutely free in knowing its freedom, and it is this very knowing of its freedom which is its substance, its purpose, and its sole content.

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Conversaciones en el Atrium

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