Gespräche in der Dämmerung 00584
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / III. La libertad absoluta y el terror [III. Die absolute Freiheit und der Schrecken]
[El espíritu como libertad absoluta]
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Gespräche in Jena
[584] Hiermit ist der Geist als absolute Freiheit vorhanden; er ist das Selbstbewußtsein, welches sich erfaßt, daß seine Gewißheit seiner selbst das Wesen aller geistigen Massen der realen sowie der übersinnlichen Welt, oder umgekehrt, daß Wesen und Wirklichkeit das Wissen des Bewußtseins von sich ist. – Es ist [sich] seiner reinen Persönlichkeit und darin aller geistigen Realität bewußt, und alle Realität ist nur Geistiges; die Welt ist ihm schlechthin sein Wille, und dieser ist allgemeiner Wille. Und zwar ist er nicht der leere Gedanke des Willens, der in stillschweigende oder repräsentierte Einwilligung gesetzt wird, sondern reell allgemeiner Wille, Wille aller Einzelnen als solcher. Denn der Wille ist an sich das Bewußtsein der Persönlichkeit oder eines jeden, und als [432] dieser wahrhafte wirkliche Wille soll er sein, als selbstbewußtes Wesen aller und jeder Persönlichkeit, so daß jeder immer ungeteilt alles tut und [daß,] was als Tun des Ganzen auftritt, das unmittelbare und bewußte Tun eines Jeden ist.
Conversaciones en Valencia
[El espíritu como libertad absoluta]
[584] [690]1Epígrafe: El espíritu como libertad absoluta. Y con ello tenemos presente al espíritu como libertad absoluta; el espíritu es la autoconciencia que se aprehende en cuanto [o que se da a sí misma alcance en cuanto] su certeza de sí misma es la esencia [Wesen] de todas las masas [o esferas] espirituales tanto del mundo real como del mundo suprasensible, o a la inversa: [el espíritu es la autoconciencia que se aprehende a sí misma] en cuanto [o por el lado de que] la esencia [el en-sí, Wesen] y la realidad [Wirklichkeit] no es sino el saber de la conciencia de sí [el saber que representa la conciencia de sí, o el saber que la conciencia tiene de sí]. — La autoconciencia es consciente de [es sabedora de] esa su personalidad [Persönlichkeit] X211X2El término mismo parece aludir a que se está «repitiendo», reducido ahora a su fundamento lo introducido en el cap. VI, A, c, «El Estado de derecho». pura y en ella de toda realidad espiritual, y toda realidad es sólo elemento espiritual [es decir, cosa del espíritu] X212X.3Y ello en la forma de la mencionada rotación de en-sí que es para-otro, y para-otro que es para-sí, el cual es un en-sí. La rotación de esos tres momentos constituye un movimiento (ahora sí) venido a sí o retornado a sí o reflectido en sí como unidad del saber. El mundo le es a esa autoconciencia absolutamente su voluntad, y esa voluntad es voluntad universal o voluntad general [allgemeines Willen] X213X.4Se diría que Hegel se contrapone aquí a Rousseau, quien en El contrato social distingue entre volonté générale y volonté de tous. Pero me parece que no, pues Hegel toma aquí el elemento universal de ese cada-uno. Y, ciertamente, esa voluntad general no es una vacía noción [pensamiento, Gedanke] de voluntad [o la vacía idea de voluntad] que se pusiese en [o se redujese a] una conformidad [o acuerdo o asentimiento] tácitos, o [se pusiese en, o se redujese a] una conformidad [o acuerdo o asentimiento] representados [es decir, que resulte de la actuación de representantes], sino [que esa voluntad general es] la voluntad realmente universal o general, la voluntad de todos los particulares como tales. Pues la voluntad es en sí la conciencia de la personalidad, o lo que es lo mismo: la voluntad es en sí la conciencia de cada cual, y es en cuanto esta verdadera voluntad real como ella [es decir, como la voluntad] tiene que ser: como esencia [Wesen] autoconsciente de todas y cada una de las personalidades [de toda personalidad y de cada personalidad], de modo que sea cada uno quien indivisamente haga siempre también todo, y que lo que se presenta como el hacer del Todo sea el hacer inmediato y consciente de cada cual.
Algunas aclaraciones
X211X = El término mismo parece aludir a que se está «repitiendo», reducido ahora a su fundamento lo introducido en el cap. VI, A, c, «El Estado de derecho».
X212X = Y ello en la forma de la mencionada rotación de en-sí que es para-otro, y para-otro que es para-sí, el cual es un en-sí. La rotación de esos tres momentos constituye un movimiento (ahora sí) venido a sí o retornado a sí o reflectido en sí como unidad del saber.
X213X = Se diría que Hegel se contrapone aquí a Rousseau, quien en El contrato social distingue entre volonté générale y volonté de tous. Pero me parece que no, pues Hegel toma aquí el elemento universal de ese cada-uno.
Conversaciones en Madrid
[584] Por tanto, el espíritu está presente como libertad absoluta; es la autoconciencia que se capta, de tal manera que su certeza de sí misma es la esencia de todas las masas espirituales, tanto del mundo real como del suprasensible, o a la inversa, de tal manera que la esencia y la realidad efectiva son el saber de la conciencia acerca de sí. — Es consciente de su personalidad pura, y en ella, también de toda realidad espiritual, y toda realidad es únicamente espiritual; a sus ojos, el mundo es simplemente su voluntad, y ésta es voluntad universal, general X152X.5Allgemeiner Willen. Se trata de la volunté générale como concepto político en el sentido de Rousseau. Y por cierto, no es el pensamiento vacío de la voluntad que es puesta en un consentimiento, ya sea tácito o delegado en representantes, sino que es voluntad general real, voluntad de todos los individuos singulares como tales X*X.6Vide infra Algunas aclaraciones X*X. Pues la voluntad es, en sí, la conciencia de la personalidad, o de cada uno, y es en cuanto esta voluntad verdadera y efectiva que debe ser, en cuanto esencia autoconsciente de todas y cada una de las personalidades, de tal suerte que cada una actúe siempre en todo de manera indivisa, que lo que entra en escena como una actividad del todo sea un actuar inmediato y consciente de cada uno.
Algunas aclaraciones
X152X
Allgemeiner Willen. Se trata de la volunté générale como concepto político en el sentido de Rousseau.
X*X
Hegel se está refiriendo seguramente a la formulación Sieyès, cuyos escritos políticos se habían traducido al alemán en 1796. Esta voluntad común (gemeischaftlicher Willen) debe ser, naturalmente, la suma general (allgemeine) de la voluntad de todos los individuos; y la primera forma de voluntad común de un grupo de hombres que se unen en una sociedad política es, sin duda alguna, la suma de la voluntad de todos los individuos. Cf. Sieyès, E.: Politische Schriften vollständig gesammelt von dem deutschen Uebersezer nebst zwei Vorreden über Sieyes Lebensgeschichte, seine politische Rolle, seinen Schriften, etc., vol I, 1796, p. 207. Véase también Hegel: Werke, 8, 257. Hay trad. española de los escritos de Sièyes, por Ramón Máiz Suárez, Escritos y discursos de la revolución, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1990.
Conversations in Washington
[584] [584]7We kept the numeration given by the editor in the printed edition Thereby spirit as absolute freedom is now present. It is the self-consciousness which grasps itself so that its certainty of itself is the essence of all the spiritual social estates of the real world as well as those of the supersensible world, or, conversely, that essence and actuality are the knowing consciousness has of itself. – It is conscious of its pure personality and therein of all spiritual reality, and all reality is only spiritual. The world is to it quite simply its will, and this will is the universal will. Indeed, this will is not the empty thought of the will, which is posited as lying in a tacit or in a represented8repräsentierte consent; rather, it is posited as lying in a real universal will, the will of all singular individuals as such. For the will is in itself the consciousness of personality, or of each of them, and it is supposed to be this genuine actual will as the self-conscious essence of each and every personality such that each, undivided from the whole, always does everything, and what emerges as a doing of the whole is the immediate and conscious doing on the part of each.