Gespräche in der Dämmerung 00580
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / II. La Ilustración [II. Die Aufklärung] / b. La verdad de la Ilustración [b. Die Wahrheit der Aufklärung]
[El objeto de la intelección pura y la utilidad; de cómo la utilidad se muestra así suprimiendo y superando el vacío inicialmente aludido]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[580] So schlecht die Nützlichkeit dem Glauben oder der Empfindsamkeit oder auch der sich Spekulation nennenden Abstraktion, welche sich das Ansich fixiert, aussehen mag, so ist sie es, worin die reine Einsicht ihre Realisierung vollendet und sich selbst ihr Gegenstand ist, den sie nun nicht mehr verleugnet und der auch nicht den Wert des Leeren oder des reinen Jenseits für sie hat. Denn die reine Einsicht ist, wie wir sahen, der seiende Begriff selbst oder die sich selbst gleiche reine Persönlichkeit, so sich in sich unterscheidend, daß jedes der Unterschiedenen selbst reiner Begriff, d.h. unmittelbar nicht unterschieden ist; sie ist einfaches reines Selbstbewußtsein, welches ebensowohl für sich als an sich in einer unmittelbaren Einheit ist. Sein Ansichsein ist daher nicht bleibendes Sein, sondern hört unmittelbar auf, in seinem Unterschiede etwas zu sein; ein solches Sein aber, das unmittelbar keinen Halt hat, ist nicht an sich, sondern wesentlich für ein Anderes, das die Macht ist, die es absorbiert. Aber dies zweite, dem ersten, dem Ansichsein, entgegengesetzte [428] Moment verschwindet ebenso unmittelbar als das erste; oder als Sein nur für Anderes ist es vielmehr das Verschwinden selbst, und es ist das in sich Zurückgekehrt-, das Fürsichsein gesetzt. Dies einfache Fürsichsein ist aber als die Sichselbstgleichheit vielmehr ein Sein oder damit für ein Anderes. – Diese Natur der reinen Einsicht in der Entfaltung ihrer Momente oder sie als Gegenstand druckt das Nützliche aus. Es ist ein an sich Bestehendes oder Ding, dies Ansichsein ist zugleich nur reines Moment; es ist somit absolut für ein Anderes, aber es ist ebenso nur für ein Anderes, als es an sich ist; diese entgegengesetzten Momente sind in die unzertrennliche Einheit des Fürsichseins zurückgekehrt. Wenn aber das Nützliche wohl den Begriff der reinen Einsicht ausdrückt, so ist es jedoch nicht als solche, sondern sie als Vorstellung oder als ihr Gegenstand; es ist nur der rastlose Wechsel jener Momente, deren eines zwar das in sich selbst Zurückgekehrtsein selbst ist, aber nur als Fürsichsein, d.h. als ein abstraktes, gegen die anderen auf die Seite tretendes Moment. Das Nützliche selbst ist nicht das negative Wesen, diese Momente in ihrer Entgegensetzung zugleich ungetrennt in einer und derselben Rücksicht oder als ein Denken an sich zu haben, wie sie als reine Einsicht sind; das Moment des Fürsichseins ist wohl an dem Nützlichen, aber nicht so, daß es über die anderen Momente, das Ansich und das Sein für Anderes, übergreift und somit das Selbst wäre. Die reine Einsicht hat also an dem Nützlichen ihren eigenen Begriff in seinen reinen Momenten zum Gegenstandes sie ist das Bewußtsein dieser Metaphysik, aber noch nicht das Begreifen derselben; es ist noch nicht zu der Einheit des Seins und des Begriffs selbst gekommen. Weil das Nützliche noch die Form eines Gegenstandes für sie hat, hat sie eine zwar nicht mehr an und für sich seiende, aber doch noch eine Welt, welche sie von sich unterscheidet. Allein indem die Gegensätze auf die Spitze des Begriffs herausgetreten sind, wird dies die nächste Stufe sein, daß sie zusammenstürzen und die Aufklärung die Früchte ihrer Taten erfährt. [429]
Conversaciones en Valencia
[El objeto de la intelección pura y la utilidad; de cómo la utilidad se muestra así suprimiendo y superando el vacío inicialmente aludido] X195X1(Nota al epígrafe:) Vide infra Algunas aclaraciones X195X.
[580]2Epígrafe: El objeto de la intelección pura y la utilidad; de cómo la utilidad se muestra así suprimiendo y superando el vacío inicialmente aludido. X195X3(Nota al epígrafe:) Vide infra Algunas aclaraciones X195X. Por malo y feo que sea el aspecto que la utilidad ofrece para la fe [es decir, para el partido vencido], o para una actitud sensible y emotiva, o incluso para la abstracción que se llama a sí misma especulación y que se fija ella misma su en-sí [que ella misma pone y supone una fijación suya a ese su En-sí fijo] [es decir, para uno de los partidos de la Ilustración e incluso para los dos], por malo y feo que sea ese aspecto, digo, la utilidad es en donde la intelección pura consuma su realización, es decir, consuma su hacerse realidad [al establecer una diferencia consigo y ponerse ahí delante como eso de lo que difiere], y se es a sí misma su objeto al que esta intelección pura ya no niega y que tampoco tiene para esa intelección pura el valor de vacío o de puro más-allá. Pues la intelección pura, como vimos, es el concepto existente mismo [el concepto en su quedar éste ahí, en el estar este concepto ahí existiendo], o la pura personalidad [Persönlichkeit] igual a sí misma, que en sí misma se distingue de tal manera de sí que cada uno de los elementos distintos es a su vez puro concepto, es decir, es inmediatamente no distinto; la intelección pura es autoconciencia pura simple que es tanto para sí como en sí, en una unidad inmediata X196X.4Advierta el lector que lo que el autor está haciendo es glosar los dos ingredientes del cogito sum. La Ilustración (la «intelección pura», pues el autor está utilizando ambas expresiones como sinónimas) se cifra, por tanto, en el «Yo pienso» de Descartes, tal como lo radicaliza Kant en la Crítica de la razón pura, es decir, tal como Kant lo asocia a la noción de categoría, y tal, como según hemos venido viendo desde el principios del cap. V, Hegel entiende esta constelación de elementos. Su ser-en-sí no es, por tanto, ser [Seyn] que quede, ser permanente, sino que cesa inmediatamente de ser algo en su diferencia [es decir, que en su diferencia, en su diferir, cesa inmediatamente de ser algo, no se sostiene sino en aquello de que difiere, que, por tanto, no es sino él]; pero tal ser que no tiene inmediatamente sostén alguno, que [684] inmediatamente no tiene en que apoyarse, no es en sí, sino que es esencialmente para otro, el cual otro es el poder que absorbe al primero. Pero este segundo momento [el ser-para-otro] contrapuesto al primero, este segundo momento contrapuesto al ser-en-sí, desaparece de forma tan inmediata como el primero, o lo que es lo mismo: ese momento, en cuanto ser sólo para otro, es más bien el desaparecer mismo, con lo cual queda puesto el ser retornado a sí, el ser para sí [es decir, es el desaparecer del para-otro, es retorno a sí]. Ahora bien, este ser para sí [como acabamos de ver más arriba], en cuanto igualdad consigo mismo [es decir, considerado por este lado], es más bien un ser [Seyn], y, precisamente por eso, para otro. — Esta naturaleza de la intelección pura, en el despliegue de sus momentos, o lo que es lo mismo: ella como objeto [es decir, ella en su tenerse a ella misma ya por objeto, aunque no lo sepa] X197X,5A diferencia de lo que ocurre con la fe, en la que (o como la que) la intelección pura se tiene ahí delante como un objeto al que esta intelección niega. expresa lo útil [o es la expresión de lo útil]. Lo útil es algo o se trata de algo que está ahí siendo-en-sí, o de una cosa, pero este en-sí es a la vez sólo un puro momento; y con ello lo útil es absolutamente para otro, pero asimismo sólo es para otro en cuanto es en sí; con lo cual estos momentos contrapuestos han retornado a la inseparable e indisoluble unidad del ser-para-sí. Pero sí lo útil expresa el concepto de la intelección pura [si lo útil es expresión del concepto que es la intelección pura], no la está expresando como tal, sino como representación o como siendo ella el objeto de sí misma X198X;6Tenga presente el lector esta idea, pues con ella se abre el cap. VI, B, III. La intelección pura, no teniéndose por objeto sino a sí misma, pero ignorándose en ello, no es concepto de sí misma, sino que sólo es representación de sí misma como objeto, pero ella no reconoce ese objeto como siendo ella misma. Concepto de la intelección pura quiere serlo la Fenomenología del espíritu, y quiere serlo por la desafiante vía de mostrar la intelección pura como siendo el concepto de la fe. lo útil es solamente el incesante cambio, alternancia o rotación [Wechsel] de esos momentos, uno de los cuales es, ciertamente, el estar retornada la intelección pura a sí misma [o el haber retornado la intelección pura a sí misma, o el estar-retornada-a-sí-misma de la pura intelección], pero ello sólo como ser-para-sí, es decir, como un momento abstracto que queda junto a los demás [los otros dos] momentos. Lo útil mismo no es el ser negativo [negatives Wesen] que consista en mantener a la vez inseparados esos momentos (pese a su contraposición) en uno y el mismo respecto o en una y la misma dirección, o lo que es lo mismo: [que consista] en tenerlos en sí como un pensar [Denken] [como un estados pensando], tal corno ellos son como intelección pura; el momento del ser-para-sí [que es el que consumaría a tal pensar] está, ciertamente, contenido en lo útil [o está, ciertamente, en lo útil], pero no lo está de manera que se extienda o propague [übergreift] sobre los demás momentos, sobre el en-sí y el ser-para-otro, y que, por tanto, fuese el self mismo X199X.7Esto es lo que el autor quería significar más arriba —en el párrafo anterior, el 00579— al decir que el movimiento de rotación de momentos, que el autor acababa definiendo como utilidad, era una rotación que no se reflectía en sí. La intelección pura tiene, pues, en lo útil su propio concepto [685] por objeto en los puros momentos de ese concepto [o en los momentos puros] de ese concepto; la intelección pura es la conciencia de esa metafísica [es decir, la conciencia de esas esencialidades o absoluteces en cuanto estando ahí, en cuanto siendo objetos ahí], pero todavía no es el tener concepto de ella [de esa metafísica]; en lo útil no se llega aún a la unidad del ser y del concepto, o no se ha llegado aún a la unidad del ser y el concepto [o en otra traducción también posible: lo útil no ha llegado aún a la unidad del ser y el concepto; o en otra traducción asimismo gramaticalmente posible: la conciencia de esa metafísica es una conciencia que no ha llegado aún a la unidad del ser y el concepto]. Porque lo útil tiene todavía para la intelección pura la forma de un objeto, esa intelección pura no tiene ya, ciertamente, un mundo que fuese en y para sí, pero sí tiene todavía un mundo que la pura intelección distingue de ella X200X.8Es admirable esta breve caracterización del mundo de la utilidad o del mundo de la «razón instrumental». Esta caracterización recoge, pues, lo que es el destino de la conciencia moderna y contemporánea en lo que se refiere a la relación con su mundo. Sólo que, como las contraposiciones han aparecido [han salido a la luz] en la cúspide misma del concepto [o casi en la punta misma, o en la cúspide misma, que representa el concepto] o han ido a aparecer ahora, o han resultado salir ahora, precisamente en la punta que representa el concepto, la próxima etapa habrá de ser que esas contraposiciones se derrumben y se vengan abajo, y la Ilustración haga experiencia de los frutos de sus actos [Thaten, de los frutos de sus hazañas].
Algunas aclaraciones
X195X
(Nota al epígrafe:) Después de hecha la crítica de la fe, aquello que, como se acaba de decir, aúna a los dos partidos en que la Ilustración se divide, se revela como un expulsarse ello a sí mismo de su propia unidad y como un rotar que, en cuanto rotar, sólo consiste en moverse sustituyéndose unos por otros y convirtiéndose uno en otro los momentos del para-sí, el en sí y el para-otro, sin que ese rotar se reflicta en sí. Esos tres momentos definen la utilidad. Es, pues, como utilidad como la intelección pura (tras haber dejado tras de sí la crítica de la fe) se tiene ahí delante a sí misma como lo que ella es, se convierte en conciencia real, por más que ella no se reconozca en eso que tiene delante que no es sino ella misma.
X196X
Advierta el lector que lo que el autor está haciendo es glosar los dos ingredientes del cogito sum. La Ilustración (la «intelección pura», pues el autor está utilizando ambas expresiones como sinónimas) se cifra, por tanto, en el «Yo pienso» de Descartes, tal como lo radicaliza Kant en la Crítica de la razón pura, es decir, tal como Kant lo asocia a la noción de categoría, y tal, como según hemos venido viendo desde el principios del cap. V, Hegel entiende esta constelación de elementos.
X197X
A diferencia de lo que ocurre con la fe, en la que (o como la que) la intelección pura se tiene ahí delante como un objeto al que esta intelección niega.
X198X
Tenga presente el lector esta idea, pues con ella se abre el cap. VI, B, III. La intelección pura, no teniéndose por objeto sino a sí misma, pero ignorándose en ello, no es concepto de sí misma, sino que sólo es representación de sí misma como objeto, pero ella no reconoce ese objeto como siendo ella misma. Concepto de la intelección pura quiere serlo la Fenomenología del espíritu, y quiere serlo por la desafiante vía de mostrar la intelección pura como siendo el concepto de la fe.
X199X
Esto es lo que el autor quería significar más arriba —en el párrafo anterior, el 00579— al decir que el movimiento de rotación de momentos, que el autor acababa definiendo como utilidad, era una rotación que no se reflectía en sí.
X200X
Es admirable esta breve caracterización del mundo de la utilidad o del mundo de la «razón instrumental». Esta caracterización recoge, pues, lo que es el destino de la conciencia moderna y contemporánea en lo que se refiere a la relación con su mundo.
Conversaciones en Madrid
[580] Por mala que la utilidad pueda parecerles a la fe, o al sentimentalismo X*1X,9Sobre la Empfindsamkeit, cfr. nota X*X a 00080. o también a la abstracción que se autodenomina especulación y se fija lo en-sí, es en ella donde la intelección pura completa su realización, y donde ella se es su objeto al que ahora ya no niega y que ahora ya no tiene para ella el valor de lo vacío o del puro más allá. Pues la intelección pura es, como hemos visto X*2X,10Cfr. supra, 00534. el concepto mismo que es, o la personalidad pura igual a sí misma, diferenciándose dentro de sí de tal manera que cada uno de los diferenciados es él mismo concepto puro, es decir, inmediatamente no está diferenciado; la intelección pura es autoconciencia pura simple que es tanto para sí como en sí en una unidad inmediata. De ahí que su ser-en-sí no sea ser que permanece, sino que cesa inmediatamente de ser algo dentro de su diferencia; pero un ser de tal género que no tiene inmediatamente ninguna solidez, no es en sí, sino que es esencialmente para otro que es el poder y lo absorbe. Pero este segundo momento, contrapuesto al primero, el del ser en sí, se desvanece tan inmediatamente como el primero, o bien, en cuanto ser sólo para otro es, más bien, el desvanecerse mismo, y es lo que está puesto, lo que ha retomado hacia dentro de sí, el ser para sí. Pero este simple ser para sí, en cuanto igualdad a sí mismo, es más bien un ser, o bien, por lo tanto, es para otro. — Esta naturaleza de la intelección pura en el despliegue de sus momentos, o bien, esta naturaleza en cuanto objeto, expresa lo útil. Esto último es algo subsistente en sí mismo, o cosa; a la vez, este ser-en-sí es sólo momento puro; es, por ende, absoluto para otro, pero, también, es sólo para otro en cuanto que es en sí; estos momentos contrapuestos han retornado a la unidad indisociable del ser-para-sí. Pero si lo útil expresa, sin duda, el concepto de la intelección pura, no lo hace, sin embargo, como tal intelección, sino como representación o como su objeto; es sólo la alternancia sin pausa de aquellos momentos, uno de los cuales es, ciertamente, el ser que ha retornado dentro de sí mismo, pero sólo en cuanto ser-para-sí, esto es, en cuanto un momento abstracto que entra de un lado contra los otros. Lo útil mismo no es la esencia negativa, no es tener estos momentos a la vez inseparados en su contraposición, dentro de una y la misma consideración, o como un pensar en sí, tal y como son en cuanto intelección pura; el momento del ser-para-sí está, desde luego, en lo útil, pero no de tal manera que invada los otros momentos, lo en en-sí y el ser para otro, y sea, por ende, el sí-mismo. La intelección pura, entonces, tiene por objeto, en lo útil, su propio concepto dentro de los momentos puros de éste; es la conciencia de esta metafísica pero no es todavía el concebir de la misma; no ha llegado por sí misma aún a la unidad del ser y del concepto. Dado [679] que lo útil sigue teniendo para ella la forma de un objeto, ella tiene un mundo que, ciertamente, ya no es en y para sí, pero que sigue siendo un mundo que ella diferencia de sí. Sin embargo, al haber salido las oposiciones en el ápice del concepto, la siguiente etapa será que estas oposiciones se derrumben, y la Ilustración experimente los frutos de sus actos.
Algunas aclaraciones
X*1X = Sobre la Empfindsamkeit, cfr. nota X*X a 00080.
X*2X = Cfr. supra, 00534.
Conversations in Washington
[580] [580]11We kept the numeration given by the editor in the printed edition As bad as utility may look to faith or to sentimentality, or even to that abstraction which calls itself speculation and which fixes on the in-itself, it is nonetheless in utility that pure insight finalizes its realization and is, to itself, its object, an object which insight now no longer disavows and which for insight is no longer valued as the void, or as the pure other-worldly beyond. This is so because pure insight is, as we saw, the existing concept itself, or the pure self-equal personality which is distinguishing itself within itself in such a way that each of the differences is itself the pure concept, which is to say, is immediately not distinct. It is simple pure self-consciousness which is just as well in an immediate unity for itself as it is in an immediate unity in itself. Its being-in-itself is thus not a lasting being, but, within its differences, it immediately ceases to be “something.” However, such a being which has no support is not immediately in itself but is essentially for an other which is the power that absorbs it. But this second moment, which is opposed to that first one, or to the being-in-itself, disappears just as immediately as does the first. That is to say, as being only for others, it is instead disappearance itself, and it is being-returned-into-itself, or being-for-itself which is posited. But as self-equality, this simple being-for-itself is instead a being, or it is thereby for an other. – The nature of pure insight in the unfolding of its moments, or as object, expresses itself as utility. Utility is something stably existing in itself, or a thing. This being-in-itself is at the same time only a pure moment; it is thereby absolutely for an other, but it is just as much only for an other as it is in itself, and these opposing moments have thus returned back into the inseparable unity of being-for-itself. However much utility is indeed the expression of the concept of pure insight, still it is not the concept of pure insight as such but of pure insight as representational thought, or as insight’s object. Utility is only the restless flux of those moments, one of which is indeed that of being-returned-into-itself, although only as being-for-itself, i.e., as an abstract moment standing off to one side with regard to the others. Utility itself is not the negative essence, these moments in their opposition and at the same time undivided [338] in one and the same respect, or, to have them as thinking, in the way they are as pure insight. The moment of being-for-itself is indeed in utility, but not in the sense that it extends over12übergreift the other moments, being-in-itself and being-for-an-other, and thereby would be the self. In utility, pure insight thus has as its object its own distinctive concept in its pure moments, and it is the consciousness of this metaphysics although not yet its comprehension. It has not yet itself arrived at the unity of being and concept. Because utility still has the form of an object for insight, insight has a world. To be sure, it has a world no longer existing in and for itself, but nonetheless it is still a world which it distinguishes from itself. However, while at the pinnacle of the concept, the oppositions have themselves begun to come out, the next stage will be for them to totally collapse, and the Enlightenment shall then experience the fruits of its deeds.