Gespräche in der Dämmerung 00570

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / II. La Ilustración [II. Die Aufklärung] / a. La lucha de la Ilustración contra la superstición [a. Der Kampf der Aufklärung mit dem Aberglauben]

 

[2.g. El poder de la Ilustración sobre la fe; las unilateralidades que la Ilustración achaca a la fe y las correlativas unilateralidades de la Ilustración]

Gespräche in Jena

[570] In Ansehung der Zweckmäßigkeit findet die Aufklärung das Wegwerfen einer Habe, um von der Habe, die Versagung eines Genusses, um von dem Genüsse sich befreit zu wissen und zu erweisen, für ungeschickt. Das glaubende Bewußtsein selbst faßt das absolute Tun als ein allgemeines Tun; nicht nur das Handeln seines absoluten Wesens als seines Gegenstandes ist ihm ein allgemeines, sondern auch das einzelne Bewußtsein soll sich ganz und allgemein von seinem [421] sinnlichen Wesen befreit erweisen. Das Wegwerfen einer einzelnen Habe oder das Verzichttun auf einen einzelnen Genuß ist aber nicht diese allgemeine Handlung; und indem in der Handlung wesentlich der Zweck, der ein allgemeiner, und die Ausführung, die eine einzelne ist, vor dem Bewußtsein in ihrer Unangemessenheit stehen müßte, so erweist sie sich als ein solches Handeln, woran das Bewußtsein keinen Anteil hat, und hiermit dies Handeln eigentlich als zu naiv, um eine Handlung zu sein; es ist zu naiv zu fasten, um von der Lust der Mahlzeit sich befreit, – zu naiv, sich, wie Origenes, andere Lust vom Leibe wegzuschaffen, um sie abgetan zu erweisen. Die Handlung selbst erweist sich als ein äußerliches und einzelnes Tun; die Begierde aber ist innerlich eingewurzelt und ein Allgemeines, ihre Lust verschwindet weder mit dem Werkzeuge noch durch einzelne Entbehrung.

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Conversaciones en Valencia

[570] Y en lo que respecta a la acusación de inadecuación o de no concordancia con el fin, la Ilustración encuentra inadecuado el rechazo de un bien o de algunos bienes o posesiones, a fin de saberse uno liberado de los bienes o posesiones o de la hacienda, el rehusarse uno un goce o algunos goces, a fin de saberse uno liberado del placer o los placeres y demostrarse uno liberado de los placeres, la Ilustración, digo, tiene tal cosa por inadecuada, por algo que no viene a cuento. Pues bien, [igual que la Ilustración] también la conciencia creyente misma aprehende el hacer absoluto como un hacer universal, como un hacer general; no sólo la acción de su Ser absoluto, en cuanto objeto suyo [es decir, del Ser absoluto en cuanto objeto de la conciencia], le es a la conciencia religiosa un hacer universal, sino que también la conciencia individual [la conciencia del individuo particular] tiene que mostrarse totalmente liberada y univer- [673] /salmente liberada de su ser sensible. Ahora bien, el rechazo de algunos bienes particulares [sueltos], la renuncia a un determinado placer o a algunos particulares placeres [a algunos placeres sueltos, einzelnen], no es esa acción de carácter general o universal [que se exige] y en cuanto en la propia acción habría de quedar ante la conciencia creyente [habría de serle presente a la conciencia creyente] la esencial inadecuación entre el fin que es lo universal y la ejecución [y aquello que ella hace] que no es sino algo particular, resulta que esa ejecución X183X1Así entendido el pronombre personal sie del original, y tal comprensión tiene bastante de conjetura. [aquello, por tanto, que ella hace] se revelaría como una acción en la que [en definitiva] la conciencia [en su carácter de fin universal] no tiene parte, y, por tanto, esa acción seria propiamente demasiado ingenua para ser una acción; es una ingenuidad ayunar para liberarse del gusto de comer o del placer de las comidas, es demasiado ingenuo cortarse o seccionarse uno del cuerpo otro placer, como hizo Orígenes, para demostrar que uno ha acabado con él; la acción se revela como un hacer externo y suelto [puntual]; pues el deseo sigue arraigado en el interior, y es un universal [tiene otros registros]; y el placer [la búsqueda del placer] que satisface a ese deseo no desaparece ni seccionándose uno el instrumento u órgano de ese deseo, ni tampoco mediante ésta o aquella privación o abstención.

Algunas aclaraciones

X183X = Así entendido el pronombre personal sie del original, y tal comprensión tiene bastante de conjetura.

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Conversaciones en Madrid

[570] Por lo que respecta a la adecuación a fines, la Ilustración encuentra torpe desechar un bien que se posee para saber y mostrar que se ha renunciado a un goce de ese bien, y para saberse y mostrarse liberado de ese goce. La conciencia creyente misma capta la actividad absoluta como una actividad universal; no sólo el obrar de su esencia absoluta en cuanto objeto suyo es a sus ojos un obrar universal, sino que, también, la conciencia singular debe mostrarse total y absolutamente liberada de su esencia sensible. Mas desechar un bien singular que se posea, o renunciar a un goce singular, no es esa acción universal; y en tanto que, en la acción, esencialmente, el fin, que es un fin universal, y la ejecución, que es singular, tendrían que estar ante la conciencia en su falta de adecuación, la acción muestra ser un obrar tal que la conciencia no tiene parte alguna en él, y por ende, este obrar se muestra propiamente como demasiado ingenuo para ser una acción; es demasiado ingenuo ayunar con el fin de probar que uno se ha liberado del placer de comer: demasiado ingenuo arrancarse del cuerpo otros placeres, como Orígenes XX*X,2Es fama que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, se autocastró para liberarse de los deseos sexuales. con el fin de probar que se ha acabado con ellos. La acción misma prueba ser una actividad externa y singular; mientras el deseo está enraizado interiormente, y es un deseo universal; su placer no desaparece ni con la herramienta ni prescindiendo singularmente de cosas.

Algunas aclaraciones

XX*X = Es fama que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, se autocastró para liberarse de los deseos sexuales.

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Conversations in Washington

[570] [570]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition With regard to purposiveness, the Enlightenment finds it simply inept either to discard a possession in order both to know and to prove that one is liberated from possession per se or to renounce an enjoyment in order both to know and prove that one is liberated from enjoyment. The faithful consciousness itself takes the absolute doing to be a universal doing; to itself, not only is the doing of its absolute essence, as its object, a universal doing; the singular consciousness is also supposed to prove itself to be entirely and universally liberated from its sensuous essence. However, casting off a single possession or renouncing a single enjoyment is not this universal action; and while in the action the purpose, which is a universal purpose, and the execution of the purpose, which is singular, would essentially have to be present to consciousness in their inadequacy to each other, [332] that action proves itself to be the sort of action in which consciousness has no share, and this action thereby in effect proves to be too naive even to be an action at all. It is simply too naive to fast in order to prove one-self freed from the pleasures of the table, and it is too naive to remove the body of some other pleasure, as Origen did, in order to show that one has dismissed pleasure. The action itself proves to be an external and singular doing. However, desire is inwardly rooted and is universal; its pleasure neither disappears when the instrument for obtaining pleasure disappears, nor does it disappear through individual abstention.

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Conversaciones en el Atrium

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