Gespräche in der Dämmerung 00562
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / II. La Ilustración [II. Die Aufklärung] / a. La lucha de la Ilustración contra la superstición [a. Der Kampf der Aufklärung mit dem Aberglauben]
[2.e. Escándalo de la fe; el eco de De trinitate en la ultimidad de la razón instrumental moderna]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[562] Dem Glauben freilich ist dieses positive Resultat der Aufklärung so sehr ein Greuel als ihr negatives Verhalten gegen ihn. Diese Einsicht in das absolute Wesen, die nichts in ihm sieht als eben das absolute Wesen, das être suprême, oder das Leere, – diese Absicht, daß alles in seinem unmittelbaren Dasein an sich oder gut ist, daß endlich die Beziehung des [416] einzelnen bewußten Seins auf das absolute Wesen, die Religion, der Begriff der Nützlichkeit erschöpfend ausdrückt, ist dem Glauben schlechthin abscheulich. Diese eigene Weisheit der Aufklärung erscheint ihm notwendig zugleich als die Plattheit selbst und als das Geständnis der Plattheit; weil sie darin besteht, vom absoluten Wesen nichts oder, was dasselbe ist, von ihm diese ganz ebene Wahrheit zu wissen, daß es eben nur das absolute Wesen ist, dagegen nur von der Endlichkeit, und zwar sie als das Wahre [zu wissen] und dies Wissen von derselben als dem Wahren als das Höchste zu wissen.
Conversaciones en Valencia
[2.e. Escándalo de la fe; el eco de De trinitate en la ultimidad de la razón instrumental moderna]
[562]1Epígrafe: 2.e. Escándalo de la fe; el eco de De trinitate en la ultimidad de la razón instrumental moderna. Pero a la fe este resultado positivo de la Ilustración le resulta tan horrendo como el comportamiento negativo de la Ilustración contra la fe. Ese inteligir el Ser absoluto, que en ese Ser absoluto no ve otra cosa que precisamente el Ser absoluto, el Ser supremo, l’être supreme, o lo que es lo mismo: no ve otra cosa que el vacío, esa intención [Absicht] de que [o quizá esa Einsicht X176X,2Puede que el Absicht del original, en lugar de Einsicht, sea simplemente una errata de la primera edición. es decir, esa intelección de que, o ese entender que] todo en su existencia inmediata es en sí, o lo que es lo mismo: de que todo en su existencia inmediata es bueno, y de que, finalmente, la relación del self consciente individual [einzelnes] con el Ser absoluto, esto es la religión, viene exhaustivamente expresada por el concepto de utilidad, todo ello es para la fe absolutamente abominable X177X.3Vide infra Algunas aclaraciones X177X. A la vez, la propia sabiduría de la Ilustración no tiene más remedio que aparecerle a la fe como la superficialidad y ramplonería mismas, y como una confesión de tal superficialidad y ramplonería; pues esa sabiduría consiste en no saber nada del Ser absoluto, o lo que es lo mismo: en no saber acerca de él sino esta verdad absolutamente trivial, a saber: que el Ser absoluto es (precisamente) sólo el ser absoluto [o esencia absoluta] [y nada más], y en cambio, saber sólo acerca de la finitud y, por cierto, saberla como lo verdadero, y ese saber de la finitud como lo verdadero, saberlo como lo supremo.
Algunas aclaraciones
X176X
Puede que el Absicht del original, en lugar de Einsicht, sea simplemente una errata de la primera edición.
X177X
Y sin embargo, se diría que precisamente en este punto la Ilustración no hace sino traer desnudamente a concepto una representación muy elemental de la fe, que desde el principio fue ingrediente de la teología del dogma trinitario. En De trinitate de San Agustín puede leerse: «Alguien al tratar de insinuar brevemente lo que es lo propio de las distintas personas en la Trinidad dijo: la eternidad en el Padre, la species en la imagen, y el uso en el don. Y porque quien dijo esto fue alguien de no poca autoridad en la consideración de las Escrituras y en la afirmación de la fe (pues fue Hilario quien dijo esto en sus libros), he tratado de escrutar en cuanto he podido el oscuro sentido de estas palabras, es decir, de padre, imagen y don, y de eternidad, species y uso; y no le he seguido [a Hilario], según pienso en el vocablo de eternidad, sino porque el Padre no tiene a su vez padre del que proceda, el Hijo empero procede del Padre para ser y para ser coeterno con él. Pues la imagen, si es perfecta, se corresponde con aquello de lo que es imagen, es ella lo que se adecúa [coaequatur] a aquello de lo que es imagen, y no al revés. En la cual imagen se refirió [Hilario], creo, al aspecto [species] a causa de la belleza, donde ya hay tanta congruencia y primera igualdad y primera semejanza, que no difiere del original en cosa ninguna, ni es desigual de ningún modo, ni es disímil en parte ninguna, sino que responde hasta la identidad a aquello de lo que es imagen: en donde hay vida primera y suma, para la que no sucede que una cosa sea vivir y otra ser, sino que lo mismo es ser y vivir, en donde hay intelecto sumo y primero [intellectus summus ac primus] para el que no es una cosa vivir y otra inteligir, sino que lo que es inteligir, eso también es vivir y eso es ser, una sola cosa las tres, como palabra a la que nada falta, arte del Dios omnipotente y sapiente, que en su plenitud contiene las razones incommutables de todos los vivientes, en la que todo fuese uno en ella como ella es uno de uno, y con el cual uno ella no es sino una sola cosa [ella forma unidad con ese uno] […] Pero esta complexión inefable del Padre y la imagen no es sin fruición, sin caridad, sin gozo. Y esta dilección, amor, felicidad o beatitud, los compendia brevemente su autor en la palabra uso [usus], y es en la trinidad el espíritu santo…» (De trinitate, VI, X, 11). Los traductores de San Agustín se llevan una sorpresa al encontrarse aquí con la palabra usus [utilidad, provecho, uso, empleo, frecuentación, familiaridad, Gebrauch] en la misma Trinidad, que el propio San Agustín ya no entiende, y no saben muy bien qué hacer con ella. Diríase que en estos apartados Hegel escruta conceptualmente el oscuro sentido de este viejo motivo de la intercambiabilidad última del en-sí y del para-otro, que ya San Agustín encuentra casi incomprensible pero sin atreverse a renunciar a él. Esto se relaciona a su vez con la noción de autosacrificio del Absoluto, del «darse original», del «hay» original, que ya nos ha aparecido más arriba (véase nota X7X al cap. VI). La ultimidad de la utilidad tiene, pues, que ver con tal «darse» original.
Conversaciones en Madrid
[562] A ojos de la fe, desde luego, este resultado positivo de la Ilustración es tan monstruoso como su comportamiento negativo para con ella. Esta intelección en la esencia absoluta que no ve en ella nada más que, precisamente, la esencia absoluta o el ser absoluto, el être suprême, o el vacío X*1X:4La caracterización es de Jean-Baptiste Robinet, en De la nature op. cit. esta intención de que todo, en su existencia inmediata, sea en sí, o bueno; de que, en definitiva, la referencia del ser consciente singular a la esencia absoluta, a la religión, exprese exhaustivamente el concepto de utilidad X*2X,5Vide infra Algunas aclaraciones X*2X. es, a ojos de la fe, simplemente abominable. Esta sabiduría propia de la Ilustración se le aparece a la vez, necesariamente, como la trivialidad misma, y como la confesión de la trivialidad, porque consiste en no saber nada de la esencia absoluta o, lo que es lo mismo, en saber de ella esta verdad tan plana, de que, precisamente, no es nada más que la esencia absoluta, y en cambio, saber solamente de la finitud, y por cierto, de la finitud como lo verdadero, y saber este saber de la misma como de lo verdadero, como lo supremo.
Algunas aclaraciones
X*1X
La caracterización es de Jean-Baptiste Robinet, en De la nature op. cit.
X*2X
La concepción de que la religión es algo útil y debe estar constituida por un principio de utilidad general, sin otros santos que los benefactores de la Humanidad, con un Dios benevolente para con los seres humanos, unidos en el bien común, es propia de Helvétius (De l’esprit, nouvelle édition, 1784, p. 197; Discurso 2, cap. 17). Hegel podría estar pensando también en el ensayo de Frédéric de Castillon, que respondía afirmativamente a la pregunta de la Academia de Ciencias referida más arriba (pág. 299): la fe en Dios. en la inmortalidad del alma o en recompensas o castigos en el más allá, corresponda a la verdad o no, es siempre útil para el pueblo. Cf. Dissertation sur la question extraordinaire proposée par l’Académie Royale des Sciences et Belles-Lettres, qui a partagé le prix adiugé le 1. juin 1780, Berlín, 1780. Dissertation sur la question utile au Peuple d’être trompé, soit qu’on l’induise dans de nouvelles erreurs, ou qu’on l’entretienne dans celles où il est ? Par Mr. Frédéric de Castillon. 24, 28.
Conversations in Washington
[562] [562]6We kept the numeration given by the editor in the printed edition Of course, this positive result of the Enlightenment is for faith as much a horror as is the Enlightenment’s negative conduct towards faith. This insight into the absolute essence that sees nothing in it but the absolute essence itself, the être suprême, or the void – this intention that everything in its immediate existence is in itself, or, is good, that finally the relation of the singular conscious being to the absolute essence, religion, is to be exhaustively expressed in the concept of utility is, to faith, something utterly abhorrent. This, the Enlightenment’s own wisdom, necessarily appears to faith at the same time as shallowness itself and as the very confession of shallowness because it consists in knowing nothing of absolute essence, or, what amounts to the same thing, in knowing only this entirely banal truth about it, that it is only the absolute essence. Quite the contrary, to faith, what the Enlightenment knows as the highest is nothing but finitude, indeed, it knows this finitude and the knowing of such finitude as the true.