Gespräche in der Dämmerung 00551

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / II. La Ilustración [II. Die Aufklärung] / a. La lucha de la Ilustración contra la superstición [a. Der Kampf der Aufklärung mit dem Aberglauben]

 

[1.d. De cómo ve la fe a la Ilustración; la intelección pura y los momentos de la fe]

Gespräche in Jena

[551] Sehen wir weiter, wie der Glaube die Aufklärung in den unterschiedenen Momenten seines Bewußtseins erfährt, auf welches die aufgezeigte Ansicht nur erst im allgemeinen ging. Diese Momente aber sind das reine Denken oder, als Gegenstand, das absolute Wesen an und für sich selbst; dann seine Beziehung – als ein Wissen – darauf, der Grund seines Glaubens, und endlich seine Beziehung darauf in seinem Tun oder sein Dienst. Wie die reine Einsicht sich im Glauben überhaupt verkennt und verleugnet hat, so wird sie in diesen Momenten ebenso verkehrt sich verhalten.

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Conversaciones en Valencia

[1.d. De cómo ve la fe a la Ilustración; la intelección pura y los momentos de la fe]

[551]1Epígrafe: 1.d. De cómo ve la fe a la Ilustración; la intelección pura y los momentos de la fe. Sigamos viendo cómo la fe experimenta a la Ilustración [cómo ve la fe a la Ilustración] en los diversos momentos de su conciencia [es decir, de la conciencia de la fe], a la que la visión que hemos expuesto [la visión que la Ilustración tiene de la fe y cómo la fe ve a su vez esa visión] se ha referido hasta ahora sólo en términos muy generales. Esos momentos [de la conciencia de la fe] son los siguientes: el pensamiento puro o (considerando el pensamiento puro por el lado de objeto, de cogitatum) el Ser absoluto en y para sí mismo [en y por sí mismo]; segundo, la relación que esa conciencia [la conciencia de la fe] tiene con el Ser absoluto en cuanto esa conciencia es saber, es decir, el fundamento de su fe [el fundamento de la fe de esa conciencia]; y, finalmente, la relación que la conciencia de la fe guarda con ese su fundamento en el hacer de esa conciencia, es decir, en su servicio, en su culto. Así como la intelección pura no sabe reconocerse en la fe y se niega en ella, así también habrá de comportarse igualmente del revés, en los momentos que acabamos de señalar X160X.2Vide infra Algunas aclaraciones X160X.

Algunas aclaraciones

X160X = Diríase entonces que lo que vamos a ver no es cómo la fe ve a la Ilustración conforme a los distintos momentos de la fe, que es lo que el autor ha dicho al principio, sino que lo que vamos a ver es cómo la Ilustración ve a la fe en los distintos momentos de la fe. Ambas visiones son simétricas. Pero se diría que al principio del párrafo, el autor se despista, si bien, más que de despiste, parece tratarse de una oscilación entre una cosa y otra, como se verá sobre todo en el tercer punto, el referido a la conciencia de la fe como un hacer. Pero no se trata de un despiste, pues más abajo el autor insistirá en que se trata de cómo la fe entiende lo que la Ilustración dice de ella, de cómo la fe experimenta a la Ilustración.

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Conversaciones en Madrid

[551] Continuemos mirando qué experiencia tiene la fe de la Ilustración en los diferentes momentos de su conciencia, en la cual la visión señalada sólo se planteaba, de primeras, en términos generales. Pero estos momentos son: el pensar puro, o bien, en cuanto objeto, la esencia absoluta en y para sí misma; luego, su referencia a esa esencia en cuanto saber, fundamento de su fe, y finalmente, su referencia a ella en su práctica, o su servicio. Igual que la intelección pura se ha denegado y mal conocido a sí en la fe en general, también en estos momentos se comportará de manera igualmente equivocada.

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Conversations in Washington

[551] [321] [551]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Let us further see how faith experiences the Enlightenment in the differentiated moments of its consciousness. From the point of view just noted, this was only gestured at in a very general way. However, these moments are as follows: pure thinking, or the absolute essence, as object, in and for itself; next, as knowing, faith’s relation to the ground of its faith; and, finally, faith’s relation to it in its doings, or in its religious service. Just as pure insight both mistook itself and completely denied itself in faith, so too we shall find it behaving in these moments in just as inverted a manner.

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Conversaciones en el Atrium

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