Gespräche in der Dämmerung 00469
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / A. El espíritu verdadero, la eticidad [A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit] / b. La acción ética, el saber humano y el saber divino, la culpa y el destino [b. Die sittliche Handlung. Das menschliche und göttliche Wissen, die Schuld und das Schicksal]
[La revuelta de lo no sabido, o venganza del poder fotófobo]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[469] Es kann sein, daß das Recht, welches sich im Hinterhalte hielt, nicht in seiner eigentümlichen Gestalt für das handelnde Bewußtsein, sondern nur an sich, in der inneren Schuld des Entschlusses und des Handelns vorhanden ist. Aber das sittliche Bewußtsein ist vollständiger, seine Schuld reiner, wenn es das Gesetz und die Macht vorher kennt, der es gegenübertritt, sie für Gewalt und Unrecht, für eine sittliche Zufälligkeit nimmt und wissentlich, wie Antigone, das Verbrechen begeht. Die vollbrachte Tat verkehrt seine Ansicht; die Vollbringung spricht es selbst aus, daß, was sittlich ist, wirklich sein müsse; denn die Wirklichkeit des Zwecks ist der Zweck des Handelns. Das Handeln spricht gerade die Einheit der Wirklichkeit und der Substanz aus, es spricht aus, daß die Wirklichkeit dem Wesen nicht zufällig ist, sondern mit ihm im Bunde keinem gegeben wird, das nicht wahres Recht ist. Das sittliche Bewußtsein muß sein Entgegengesetztes um dieser Wirklichkeit willen und um seines Tuns willen als die seinige, es muß seine Schuld anerkennen;
weil wir leiden, anerkennen wir, daß wir gefehlt.
Conversaciones en Valencia
[469] Puede ser que el derecho que se mantuvo en emboscada [es decir, esa parte del derecho que se mantiene en la oscuridad y en emboscada, como a la espera de asaltar a la conciencia] no esté para la conciencia agente en su forma peculiar [en la forma peculiar que ese derecho tiene, es decir, ese derecho no esté directamente a la vista], sino sólo en sí, es decir, sólo en la culpa o en la deuda interna [es decir, sólo como estando implicado por la culpa o deuda internas, quizá no sabidas] por las que la resolución y la acción se ven afectadas o gravadas [o en las que la resolución y la acción consisten]. Pero la conciencia ética es tanto más completa, su culpa es tanto más pura, cuando ella de antemano conoce la ley y el poder a que ella se enfrenta, y toma ese poder por violencia e injusticia, por una casualidad o contingencia éticas, por un accidente ético, y, como Antígona, comete a sabiendas el delito [de enterrar a Polinice contra la orden del gobierno]. Pero la acción realizada da la vuelta a [o trastorna] la visión que esa conciencia empieza teniendo de las cosas; pues lo que ella ejecuta, lo que ella lleva a efecto, ella misma lo declara como teniendo el sentido de que lo que es ético tiene que ser real; pues la rea– [570] /lidad del fin [el hacer realidad el fin] es el fin de la acción. La acción expresa o declara precisamente la unidad de la realidad y la sustancia [es decir, que lo que se está poniendo por obra es lo de siempre, esto es, lo que siembre rigió y lo que siempre fue, es decir, que lo que ella busca es poner por obra el en-sí válido], la acción, digo, expresa que la realidad no es accidental al ser ético [a la sustancia ética], sino que es en alianza con el ser ético o con la sustancia ética como no se le da a nadie lo que no sea verdadero derecho. Y es en virtud de su realidad y en virtud de ese su hacer [o es por mor de su realidad y por mor de esa su acción] por lo que la conciencia ética tiene que reconocer como realidad suya [o tiene que reconocer como culpa suya] aquello que se le contrapone, tiene que reconocer su culpa: Porque padecemos, en ello reconocemos que hemos incurrido en falta, que hemos errado X47X.1παθόντες ἂν ξυγγνοῖμεν ἡμαρτηκότες, Sófocles, Antígona, verso 926.
Algunas aclaraciones
X47X = παθόντες ἂν ξυγγνοῖμεν ἡμαρτηκότες, Sófocles, Antígona, verso 926.
Conversaciones en Madrid
[469] Puede ser que el derecho, que se mantenía a la emboscada, no esté presente, para la conciencia que obra, en su figura propia y peculiar, sino sólo en sí, en la culpa interior de la decisión y del obrar. Pero la conciencia ética es más completa, su culpa es más pura, cuando conoce de antemano la ley y el poder al que se enfrenta, lo toma por violencia e injusticia, por una contingencia ética, y a sabiendas, como Antígona, comete el delito. El acto consumado invierte la visión de las cosas que tiene la conciencia; la consumación expresa ella misma que lo que es ético tiene que ser efectivamente real; pues la realidad efectiva del fin propuesto es el fin que se propone el actuar. Precisamente, el obrar enuncia la unidad de la realidad efectiva y de la substancia, enuncia que la realidad efectiva no es contingente a la esencia, sino que, aliado con ella, no es dada a ningún derecho que no sea derecho verdadero. La conciencia ética tiene que reconocer a su opuesto en virtud de esta realidad efectiva; y en virtud de su acto, en cuanto que es su realidad efectiva, tiene que reconocer su culpa;
Porque padecemos, reconocemos que hemos cometido falta — XX*X2Vide infra Algunas aclaraciones XX*X.
Algunas aclaraciones
XX*X = La cita es de Antígona, 926. En realidad, la versión de Hegel se desvía del tenor del texto sofócleo, que era, más bien:
ἀλλ᾽ εἰ μὲν οὖν τάδ᾽ ἐστὶν ἐν θεοῖς καλά,
παθόντες ἂν ξυγγνοῖμεν ἡμαρτηκότες:
«Pues bien, si esto es lo que está bien entre los dioses, después de sufrir, reconoceré que estoy equivocada» (trad. de Assela Alamino, en Sófocles: Tragedias, Gredos). Probablemente, la traducción es del propio Hegel, a juzgar por su biógrafo Rosenkranz, Hegels Leben, op. cit., p. 11.
Conversations in Washington
[469] [469]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition It can be that the right which lay in reserve is not present in its distinctive shape for the acting consciousness but is only present in itself, or in the inner guilt of the decision and the action. However, ethical consciousness is more complete and its guilt more pure if it knows beforehand the law and the power against which it takes an opposing stance, takes them to be violence and wrong, to be an ethical contingency, and then, like Antigone, knowingly commits the crime. The accomplished deed inverts its point of view. What the accomplishment itself expresses is that the ethical must be actual, for the actuality of the purpose is the purpose of acting. Acting directly expresses the unity of actuality and substance. It says that actuality is not accidental to essence, but rather that, in league with essence, there is nothing which is granted that is not a true right. On account of this actuality ethical consciousness must bestow recognition on its opposite, and on account of its own doing, ethical consciousness must acknowledge its guilt:
Because we suffer, we recognize4anerkennen that we have erred.5This is a quote from Sophocles’ Antigone.