Gespräche in der Dämmerung 00463
C. (BB) Der Geist / C. (BB) El espíritu
VI. Der Geist / VI: El espíritu
A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit / A. El espíritu verdadero, la eticidad
b. Die sittliche Handlung. Das menschliche und göttliche Wissen, die Schuld und das Schicksal / b. La acción ética, el saber humano y el saber divino, la culpa y el destino
[El individuo, sombra irreal; la ley, la acción trágica y el destino; la conciencia ética como conciencia de antemano resuelta por una de las leyes]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[463] [342] Wie aber in diesem Reiche der Gegensatz beschaffen ist, so ist das Selbstbewußtsein noch nicht in seinem Rechte als einzelne Individualität aufgetreten; sie gilt in ihm auf der einen Seite nur als allgemeiner Willen, auf der ändern als Blut der Familie; dieser Einzelne gilt nur als der unwirkliche Schatten. – Es ist noch keine Tat begangen; die Tat aber ist das wirkliche Selbst. – Sie stört die ruhige Organisation und Bewegung der sittlichen Welt. Was in dieser als Ordnung und Übereinstimmung ihrer beiden Wesen erscheint, deren eins das andere bewährt und vervollständigt, wird durch die Tat zu einem Übergange Entgegengesetzter, worin jedes sich viel mehr als die Nichtigkeit seiner selbst und des anderen beweist denn als die Bewährung; – es wird zu der negativen Bewegung oder der ewigen Notwendigkeit des furchtbaren Schicksals, welche das göttliche wie das menschliche Gesetz sowie die beiden Selbstbewußtsein[e], in denen diese Mächte ihr Dasein haben, in den Abgrund seiner Einfachheit verschlingt – und für uns in das absolute Fürsichsein des rein einzelnen Selbstbewußtseins übergeht.
Conversaciones en Valencia
[El individuo, sombra irreal; la ley, la acción trágica y el destino; la conciencia ética como conciencia de antemano resuelta por una de las leyes]
[463]1Epígrafe: El individuo, sombra irreal; la ley, la acción trágica y el destino; la conciencia ética como conciencia de antemano resuelta por una de las leyes. En cuanto en este reino [en el reino de lo ético] se da tal contraposición [entre la ley humana y la ley divina] y en la medida en que se da, y habida cuenta de las características de ella, la autoconciencia todavía no ha aparecido en su derecho como individualidad particular [einzelne Individualität]; pues en ese reino la individualidad se considera, por un lado, voluntad universal o general [la individualidad del gobierno] y, por otro, sangre de la familia; este Einzelne, es decir, este individuo, es decir, el particular en cuanto éste, se considera sólo una sombra irreal X39X.2Estamos, pues, por el momento lejos de algo así como individualidad en sentido moderno. Der Einzelne, el individuo particular, es más bien una especie de sombra respecto a las dos esferas éticas (la ley divina y la ley humana) y respecto a las diferencias que dan articulación a esas esferas. — Todavía no ha cometido ni acometido ninguna acción, ninguna hazaña; pues la acción, el acto, el hecho [die Tat], es el sí-mismo real. La acción perturba la tranquila organización y el tranquilo movimiento del mundo ético. Lo que en éste aparece como orden y concordancia de sus dos seres [Wesen] X40X3Vide infra Algunas aclaraciones X40X. [de sus dos ámbitos, de sus dos esferas], cada una de las [562] cuales conserva, protege y completa a la otra, la acción lo convierte en un tránsito [en un pasar de una a otra] a cosas o esencias o entidades contrapuestas, en el que cada una se confirma como la nihilidad de sí misma y de la otra [como el ser nada ella misma y la otra], más bien que como su acreditación y conservación; es decir, aquello que aparecía como orden y concordancia se convierte en el movimiento negativo o en la eterna necesidad del temible destino que tanto a la ley divina y a la ley humana, como a las dos autoconciencias en las que esos poderes [esas dos leyes] tienen su existencia, las devora o se las traga en el abismo de su simplicidad, y para nosotros [aquello que aparecía como orden y concordancia] habrá de representar el tránsito al absoluto ser-para-sí [o ser-para-sí absoluto] de la autoconciencia puramente individual [referencia al cap. VI, A, c] X41X.4La autoconciencia de la sustancia ética no puede menos de tener por resultado algo así como un para-sí absoluto del individuo particular, es decir, un dejar atrás la sustancia ética, un hundimiento del mundo ético simple convertido así en modernidad.
Algunas aclaraciones
X39X
Estamos, pues, por el momento lejos de algo así como individualidad en sentido moderno. Der Einzelne, el individuo particular, es más bien una especie de sombra respecto a las dos esferas éticas (la ley divina y la ley humana) y respecto a las diferencias que dan articulación a esas esferas.
X40X
Mantengo aquí la traducción de Wesen por «ser» o «esencia» por atenerme a lo dicho inicialmente sobre la traducción de Wesen (vide nota X20X en 00117), pero con toda razón esa traducción puede sonarle aquí muy rara al lector. Y es que Hegel, sin desdecirse de los usos anteriores, está empleando aquí el término Wesen en otro sentido que ese término tiene en alemán corriente y que en castellano corresponde quizá al de ámbito o esfera, El sentido de Wesen es aquí equivalente a uno de los importantes sentidos que tiene en latín el término res, pero que, con la excepción quizá de un par de casos, no ha pasado al castellano. Los romanos decían res millitaris, res rustica, etc., para referirse al ámbito de lo militar, al ámbito de lo agrícola, res publica para referirse al ámbito de lo público, etc., en este último caso sí podemos o solemos incluso decir en castellano la «cosa pública». Este caso puede servirnos para entender el empleo que Hegel hace muchas veces en este cap. VI del término Wesen. En alemán Schul-wesen no es la «esencia escolar», sino el ámbito de la educación, la esfera de la escuela (la cosa escolar, si se quiere), Zeitungswesen no es la «esencia periodiquil» ni nada de eso, sino el ámbito, esfera, organización y funcionamiento de la prensa periódica, Geldwesen no es el «ser o a esencia dinerarios», sino la esfera de la organización, circulación y funcionamiento en general del dinero o la esfera de lo financiero en general; los romanos sí dirían res argentaria (la cosa dineraria, la cosa financiera), lo mismo que hablaban de res publica o «cosa pública». Por tanto, cuando en el presente capítulo aparezca el término Wesen en este sentido o más bien en este sentido, empezaré traduciéndolo por «ser» o «esencia» por mantener la unidad de la traducción, pero inmediatamente añadiré la corrección de «ámbito o esfera u orden». Ello, digo, sucederá con mucha frecuencia en este capítulo, en el que, como ha indicado el autor, Wesen se refiere básicamente a figuras de mundo, y, por tanto, a órdenes institucionales.
X41X
La autoconciencia de la sustancia ética no puede menos de tener por resultado algo así como un para-sí absoluto del individuo particular, es decir, un dejar atrás la sustancia ética, un hundimiento del mundo ético simple convertido así en modernidad.
Conversaciones en Madrid
[463] Pero tal como está hecha la oposición en este reino ético, la autoconciencia todavía no ha entrado en escena en su derecho, como individualidad singular; tal individualidad tiene vigencia en ella, por un lado, sólo como voluntad general X122X,5Allgemeiner Willen. «General» tiene aquí un sabor rousseauniano que todavía no lo es; pero es más adecuado que «universal» para traducir la voluntad del cuerpo de la cosa pública, la Gemeinwesen. por otro, como sangre de ]a familia; este individuo singular vale sólo como una sombra irreal, no efectiva. — Todavía no se ha cometido ningún acto: y el sí-mismo efectivamente real es el acto X123X.6Tat. Es la acción, la hazaña incluso; pero la palabra alemana tiene ya una resonancia, que se hará patente enseguida, de delito, de acto opuesto a la ley. Él perturba la tranquila organización y [549] el tranquilo movimiento del mundo ético. Lo que en éste aparece como orden y coincidencia de sus dos esencias, cada una de las cuales acredita y completa a la otra, por medio del acto se ve contrapuesto a un pasaje en el que cada una se demuestra más como la nulidad de sí misma y de la otra que como su acreditación; se convierte en el movimiento negativo o en la necesidad eterna del horrible destino que devora en el abismo de su simplicidad tanto la ley divina como la humana, así como las dos autoconciencias en las que estos poderes tienen su existencia: y pasa, para nosotros, al ser-para-sí absoluto de la autoconciencia puramente singular.
Algunas aclaraciones
X122X = Allgemeiner Willen. «General» tiene aquí un sabor rousseauniano que todavía no lo es; pero es más adecuado que «universal» para traducir la voluntad del cuerpo de la cosa pública, la Gemeinwesen.
X123X = Tat. Es la acción, la hazaña incluso; pero la palabra alemana tiene ya una resonancia, que se hará patente enseguida, de delito, de acto opuesto a la ley.
Conversations in Washington
C. (BB) Spirit
VI. Spirit
A. True Spirit, Ethical Life
b. Ethical Action, Human and Divine Knowing, Guilt and Fate
[463] [463]7We kept the numeration given by the editor in the printed edition The way in which the opposition is constituted in this realm is such that self-consciousness has not yet emerged in its right as singular individuality. From one aspect, individuality counts in self-consciousness only as the universal will, but from another aspect, it counts in it as the blood of [268] the family. This singular individual counts only as the non-actual shade. – As yet, no deed has been committed; but the deed is the actual self. – It disturbs the peaceful organization and movement of the ethical world. What appears as order and harmony between both of its essences, each of which proves the worth of the other and completes the other, becomes through the deed a transition of opposites within which instead each proves itself to be the nullity, not the authentication, of itself and the other – it becomes the negative movement, or the eternal necessity of a dreadful fate which in the abyss of its simplicity engulfs both the divine and the human law as well as that of the two self-consciousnesses in which these powers have their existence – and for us it makes a transition into the absolute being-for-itself of pure singularly individual self-consciousness.