Gespräche in der Dämmerung 00419
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / C. La individualidad que se es real en y para sí misma [C. Die Individualität, welche sich an und für sich selbst reell ist] / b. La razón legisladora [b. Die gesetzgebende Vernunft]
[La conciencia y sustancia éticas y sus determinidades sueltas]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[419] Was also dem Bewußtsein der Gegenstand ist, hat die Bedeutung, das Wahre zu sein; es ist und gilt in dem Sinne, an und für sich selbst zu sein und zu gelten; es ist die absolute Sache, welche nicht mehr von dem Gegensatze der Gewißheit und ihrer Wahrheit, des Allgemeinen und des Einzelnen, des Zwecks und seiner Realität leidet, sondern deren Dasein die Wirklichkeit und das Tun des Selbstbewußtseins ist; diese Sache ist daher die sittliche Substanz-, das Bewußt sein derselben sittliches Bewußtsein. Sein Gegenstand gilt ihm ebenso [311] als das Wahre, denn es vereinigt Selbstbewußtsein und Sein in einer Einheit; es gilt als das Absolute, denn das Selbstbewußtsein kann und will nicht mehr über diesen Gegenstand hinausgehen, denn es ist darin bei sich selbst: es kann nicht, denn er ist alles Sein und Macht, – es will nicht, denn er ist das Selbst oder der Willen dieses Selbsts. Er ist der reale Gegenstand an ihm selbst als Gegenstand, denn er hat den Unterschied des Bewußtseins an ihm; er teilt sich in Massen, welche die bestimmten Gesetze des absoluten Wesens sind. Diese Massen aber trüben den Begriff nicht, denn in ihm bleiben die Momente des Seins und reinen Bewußtseins und des Selbsts eingeschlossen, – eine Einheit, welche das Wesen dieser Massen ausmacht und in diesem Unterschiede diese Momente nicht mehr auseinandertreten läßt.
Conversaciones en Valencia
[419] Así pues, lo que para la conciencia es el objeto, tiene el significado de ser lo verdadero [de corresponderse cabalmente con su concepto]; ello es y vale en el sentido de ser en y para sí mismo y de valer en y para sí mismo [es y es válido, en el sentido de ser en y para sí mismo, y de ser válido en y por sí mismo]; es la cosa absoluta X278X1Vide infra Algunas aclaraciones X78X. que ya no adolece de ninguna contraposición entre la certeza y su verdad [la verdad de esa certeza], entre lo universal y lo particular, entre el fin y la realidad del fin [o el fin convertido en real], sino cuya existencia es la realidad y el hacer de la autoconciencia; esta cosa es, por tanto, la sustancia ética; y la conciencia de esa sustancia es conciencia ética. Esa conciencia considera asimismo su objeto lo verdadero [a esa conciencia su objeto le es lo verdadero], pues esa conciencia une autoconciencia y ser en una unidad [pues autoconciencia y ser se vuelven uno en esa conciencia]; esa conciencia se considera lo absoluto, pues la autoconciencia ni puede ni quiere ir más allá de ese objeto, es en ese objeto donde ella está consigo misma [cabe sí misma, es decir, consigo y en su casa]; ella [la autoconciencia] no puede [ir más allá de ese objeto], pues ese objeto es todo ser y todo poder; — y no quiere [ir más allá de ese objeto] porque ese objeto es el self [el sí-mismo] y la voluntad de ese self [es decir, lo que ese self efectiva y verdaderamente quiere]. Ese objeto es el objeto real en él mismo como objeto, pues él [el objeto] tiene la diferencia de la conciencia en él [incluye en él la diferencia sujeto-objeto que la conciencia representa o que caracteriza a la conciencia]; el objeto se divide [a sí mismo] en masas [o esferas] que constituyen las determinadas leyes [o las leyes determinadas] del ser absoluto [absolutes Wesen]. Pero estas masas no enturbian el concepto, pues en él quedan incluidos [permanecen incluidos o comprendidos] los momentos del ser y la conciencia pura y del self, una unidad que constituye la esencia de estas masas o esferas y que en esta diferencia no deja ya que esos momentos se separen.
Algunas aclaraciones
X278X = Recuerde el lector que en el cap. V, B, a, el autor advirtió que el movimiento descrito en ese apartado, que era el movimiento de la experiencia que la conciencia hacía con la cosa misma, era una «repetición» del movimiento descrito en los caps. I, II, III, es decir, del movimiento de la experiencia que la conciencia hacía con la cosa de la percepción. La cosa absoluta, mediante la que se está introduciendo en el presente pasaje la noción de espíritu, es la repetición del Universal incondicionado del principio del cap. III (vide 00132 et sequentia), pero ahora en el medio de la categoría, esto es, en el medio de la autoconciencia racional.
Conversaciones en Madrid
[419] Así pues, lo que a ojos de la conciencia es el objeto tiene el significado de ser lo verdadero; es y vale en el sentido de ser y valer en y para sí mismo; es la Cosa absoluta, que ya no padece de la oposición entre la certeza y su verdad, lo universal y lo singular, el fin y su realidad, sino que está ahí siendo la realidad efectiva y la actividad de la autoconciencia; por eso, esta Cosa es la sustancia ética; y la conciencia de esta Cosa es la conciencia ética. A sus ojos, su objeto vale en la misma medida como lo verdadero, pues esto último unifica autoconciencia y ser en una sola unidad; vale como lo absoluto, pues la autoconciencia no puede ni quiere ya ir más allá de este objeto, porque, dentro de él, ella está cabe sí misma; no puede, porque él es todo ser y poder; no quiere, porque él es el sí-mismo o la voluntad de este sí-mismo. Es el objeto real en él mismo en cuanto objeto, pues tiene en él la diferencia de la conciencia; se divide en masas X112X2Massen, esto es, partes o esferas diferenciadas que constituyen un todo. que son las leyes determinadas de la esencia absoluta. Mas esas masas no enturbian el concepto, pues, dentro de éste permanecen incluidos los momentos del ser, de la conciencia pura, y del sí-mismo: una unidad que constituye la esencia de estas masas, y no les permite ya a estos momentos disociarse dentro de esta diferencia.
Algunas aclaraciones
X112X = Massen, esto es, partes o esferas diferenciadas que constituyen un todo.
Conversations in Washington
[419] [419]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition What is the object to consciousness therefore has the meaning of being the true. It is, and it is valid in the sense that it is in and for itself and it is validly in force. It is the absolute fact of the matter4absolute Sache which no longer suffers from the oppositions of certainty and its truth, the universal and the singular, purpose and its reality. Rather, its existence is the actuality and the doing of self-consciousness. This fact is thus the ethical substance, and the consciousness of it is ethical consciousness. Likewise, the object of this consciousness counts, to itself, as the true, for it unifies self-consciousness and being in one unity. It counts as the absolute, for self-consciousness neither can nor does it any longer want to transcend this object, for consciousness is therein at one with itself.5bei sich selbst It cannot go beyond the object, for the object is all being and all power – it does not will to do so, for the object is the self, or the willing of this self. The object is the real object in its own self as object, for it has in it the difference of consciousness. It divides itself into social estates6Massen. This rendering as “social estate” is taken from Grimms Wörterbuch. which are the determinate laws of the absolute essence. However, these social estates do not obscure the concept, for the moments of being, pure consciousness, and the self remain included within its bounds – a unity which constitutes the essence of these social estates and which no longer permits these moments in these differences to come undone from one another.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION