Gespräche in der Dämmerung 00407
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / C. La individualidad que se es real en y para sí misma [C. Die Individualität, welche sich an und für sich selbst reell ist] / a. El reino animal del espíritu y el engaño, o también: la cosa misma [a. Das geistige Tierreich und der Betrug oder die Sache selbst]
[Contingencia y necesidad. — La desaparición de la obra. — El desaparecer desapareciente]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[407] Wenn nun hiermit dem Bewußtsein an seinem Werke der Gegensatz des Wollens und Vollbringens, des Zwecks und der Mittel und wieder dieses Innerlichen zusammen und der Wirklichkeit selbst wird, was überhaupt die Zufälligkeit seines Tuns in sich befaßt, so ist aber ebenso auch die Einheit und die Notwendigkeit desselben vorhanden; diese Seite greift über jene über, und die Erfahrung von der Zufälligkeit des Tuns ist selbst nur eine zufällige Erfahrung. Die Notwendigkeit des Tuns besteht darin, daß Zweck schlechthin [302] auf die Wirklichkeit bezogen ist, und diese Einheit ist der Begriff des Tuns; es wird gehandelt, weil das Tun an und für sich selbst das Wesen der Wirklichkeit ist. In dem Werke ergibt sich zwar die Zufälligkeit, welche das Vollbrachtsein gegen das Wollen und Vollbringen hat; und diese Erfahrung, welche als die Wahrheit gelten zu müssen scheint, widerspricht jenem Begriffe der Handlung. Betrachten wir jedoch den Inhalt dieser Erfahrung in seiner Vollständigkeit, so ist er das verschwindende Werk; was sich erhält, ist nicht das Verschwinden, sondern das Verschwinden ist selbst wirklich und an das Werk geknüpft und verschwindet selbst mit diesem; das Negative geht mit dem Positiven, dessen Negation es ist, selbst zugrunde.
Conversaciones en Valencia
[Contingencia y necesidad. — La desaparición de la obra. — El desaparecer desapareciente]
[407]1Epígrafe: Contingencia y necesidad. — La desaparición de la obra. — El desaparecer desapareciente. Si, pues, con esto a la conciencia le es [o le deviene, o le sale, o queda ahí para ella] en su obra la contraposición entre el querer y el realizar ese querer, entre el fin y los medios [las dos primeras contingencias], y a su vez entre todo esto interior tomado conjuntamente, y la realidad misma [tercera contingencia], lo cual comprende a su vez en sí [encierra también en sí, incluye también en sí] la contingencia de su hacer [es decir, del hacer de la conciencia], [resulta que, pese a eso, a la conciencia] también le está presente la unidad y la necesidad de ese hacer; y este segundo lado [509] trasciende el primero, de modo que la experiencia de la contingencia del hacer es, por tanto, ella misma una experiencia contingente. La necesidad del hacer consiste en que el fin está absolutamente referido a la realidad, y esta unidad es precisamente el concepto del hacer; se actúa porque el hacer [das Thun] es en y por sí mismo la esencia de la realidad. Y en la obra se tiene, ciertamente, la contingencia que el haber ejecutado algo (o el estar ejecutado algo) comporta siempre respecto al querer y respecto al propio realizarlo; pero esta experiencia que tiene la apariencia de tener que ser considerada la verdad se contradice con aquel concepto de la acción [con el ser la acción la esencia de la realidad]. Pues bien, si consideramos el contenido de esta experiencia [de la contingencia que la obra comporta] sin perder detalle de él, sino que lo consideramos completo [consideramos ese contenido completo], resulta que ese contenido es el desaparecer de la obra, es decir, es la obra desapareciente, la obra desapareciendo; ahora bien, lo que se obtiene y conserva no es el desaparecer, sino que el desaparecer es él mismo real y va asociado a la obra, y desaparece él mismo con la obra; lo negativo se va a pique junto con lo positivo cuya negación eso negativo es.
Conversaciones en Madrid
[407] Cuando, entonces, por ende, a la conciencia, en su obra, le adviene la oposición del querer y el llevar a cabo, del fin y de los medios, y a su vez, de todo esto interior junto y de la realidad efectiva misma, cosas todas estas que, de manera general, comprehende dentro de sí la contingencia de su actividad, lo que también está presente, sin embargo, y en la misma medida, es la unidad y la necesidad de esa actividad; este lado se extiende sobre aquél, y la experiencia de la contingencia de la acción es, ella misma, sólo una experiencia contingente. La necesidad de la actividad consiste en que fin se refiere simplemente a la realidad efectiva, y esta unidad es el concepto de la actividad; se obra porque la actividad es en y para sí misma la esencia de la realidad efectiva. Ciertamente, lo que resulta en la obra es la contingencia que el ser-llevado-a-cabo tiene frente al querer y el llevar a cabo, y esta experiencia, que parece tener que valer como la verdad, contradice aquel concepto de la acción. Pero si examinamos el contenido de esta experiencia en su integridad, ese contenido es la obra que se desvanece; lo que se conserva no es el desvanecerse, sino que el desvanecerse es él mismo efectivo y está atado a la obra, desvaneciéndose con ella; lo negativo se hunde ello mismo con lo positivo cuya negación es.
Conversations in Washington
[407] [407]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition However much now, to consciousness in its work, what comes to be is the opposition between willing and achievement, between purpose and means, and, again, between this innerness taken all together and actuality itself, which in general encompasses the contingency of its doing within itself, still the unity and the necessity of this consciousness is also just as present. This latter aspect overlaps with the former, and the experience of the contingency of the doing is itself only a contingent experience. The necessity of the doing thereby consists in the purpose being purely and simply related to actuality, and this unity is the concept of doing. Action is undertaken because the doing is in and for itself the essence of actuality. In the work, to be sure, there turns out to be a contingency which contrasts being achieved to willing and achieving, and this experience, which seems as if it must count as the truth, contradicts that concept of action. But if we look at the content of this experience in its completeness, then that content is the work which is vanishing. What sustains itself is not the vanishing itself, but rather it is the vanishing itself which is both actual and bound up with the work, and it vanishes with the work. The negative, together with the positive which is its negation, itself perishes.