Gespräche in der Dämmerung 00389

Parte de:

C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / B. La realización de la autoconciencia racional mediante sí misma [B. Die Verwirklichung des vernünftigen Selbstbewußtseins durch sich selbst] / c. La virtud y el curso del mundo [c. Die Tugend und der Weltlauf]

 

[De por qué el curso del mundo tiene en definitiva que alzarse con la victoria sobre la virtud; sobre la supuesta emboscada del en-sí, en la que la virtud cifraba su expectativa de victoria; sobre la vacuidad de la diferencia en que se basa la conciencia de la virtud; el moderno principio de la individualidad como destino de la areté]

Gespräche in Jena

[389] Die Tugend wird also von dem Weltlaufe besiegt, weil das abstrakte unwirkliche Wesen in der Tat ihr Zweck ist und weil in Ansehung der Wirklichkeit ihr Tun auf Unterschieden beruht, die allein in den Worten liegen. Sie wollte darin bestehen, durch Aufopferung der Individualität das Gute zur Wirklichkeit zu bringen, aber die Seite der Wirklichkeit ist selbst nichts anderes als die Seite der Individualität. Das Gute sollte dasjenige sein, was an sich und dem, was ist, entgegengesetzt ist, aber das Ansich ist, nach seiner Realität und Wahrheit genommen, vielmehr das Sein selbst. Das Ansich ist zunächst die Abstraktion des Wesens gegen die Wirklichkeit; aber die Abstraktion ist eben dasjenige, was nicht wahrhaft, sondern nur für das Bewußtsein ist; d.h. aber, es ist selbst dasjenige, was wirklich genannt wird; denn das Wirkliche ist, was wesentlich für ein Anderes ist, oder es ist das Sein. Das Bewußtsein der Tugend aber beruht auf diesem Unterschiede des Ansich und des Seins, der keine Wahrheit hat. – Der Weltlauf sollte die Verkehrung des Guten sein, weil er die Individualität zu seinem Prinzip hatte; allein diese ist das Prinzip der Wirklichkeit; denn eben sie ist das Bewußtsein, wodurch das Ansichseiende ebensosehr für ein Anderes ist; er verkehrt das Unwandelbare, aber er verkehrt es in der Tat aus dem Nichts der Abstraktion in das Sein der Realität.

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Conversaciones en Valencia

[389] La virtud es derrotada, por tanto, por el curso del mundo porque resulta que, efectivamente, el telos de la virtud es el ser [Wesen] abstracto, el ser irreal, y porque, en lo que respecta a la realidad o en lo que respecta a realidad, su hacer [el hacer de la virtud] descansa sobre diferencias que sólo radican en las palabras. La virtud querría atenerse a no traer el bien a la realidad sino mediante sacrificio de la individualidad; pero el lado de la realidad no es él mismo otra cosa que el lado de la individualidad. El bien habría de ser aquello que es en sí y que se opone a aquello que es, a aquello que queda inmediatamente ahí fuera, pero lo en-sí, tomado conforme a su realidad y verdad, es más bien el ser [Seyn] mismo [es lo inmediato mismo]. Lo en-sí empieza siendo la abstracción de la esencia frente a la realidad; pero la abstracción es precisamente aquello que no es verdaderamente, sino que sólo es para la conciencia; y eso quiere decir que es aquello que llamamos real; pues lo real es lo que esencialmente es para otro, o lo que es lo mismo: es el ser [Seyn] [lo inmediato mismo]. Y, sin embargo, la conciencia de la virtud descansa precisamente en esta diferencia entre el en-sí y el ser, diferencia que no tiene ninguna verdad [diferencia que, como estamos viendo, no es diferencia ninguna] X237X.1No deja de ser llamativo a dónde ha logrado el autor llevar la discusión — El curso del mundo sería o habría de ser [según la virtud] la inversión o trastrueque del bien [o sería o habría de ser la vuelta del revés o la perversión del bien] porque tiene a la individualidad por principio; sólo que esta individualidad es ella precisamente el principio de la realidad [o el principio de realidad]; pues precisamente ella es la conciencia a través de la cual lo que es en-sí es asimismo para-otro; el curso del mundo pone del revés lo inmutable, le da la vuelta, pero lo pone del revés, le da, efectivamente, la vuelta convirtiéndolo de la nada de la abstracción en el ser de la realidad [es decir, en el ser de lo que está ahí consistiendo en algo (Realität)]. [Y lo hace porque el principio del curso del mundo es el para-sí, que la virtud busca sacrificar.]

Algunas aclaraciones

X237X = No deja de ser llamativo a dónde ha logrado el autor llevar la discusión.

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Conversaciones en Madrid

[389] La virtud resulta, entonces, vencida por el curso del mundo, porque su propósito era, de hecho, la esencia abstracta, irreal e inefectiva, y porque, en lo que respecta a la realidad efectiva, su actividad se basaba en diferencias que sólo están en las palabras. Ella quería consistir en llevar el bien a la realidad efectiva por el sacrificio de la individualidad, pero el lado de la realidad efectiva no es él mismo distinto del lado de la individualidad. El bien debe supuestamente ser aquello que es en sí y a lo que está contrapuesto lo que es, pero lo en-sí, tomado según su realidad y su verdad, es más bien el ser mismo. Al comienzo, lo en-sí es la abstracción de la esencia frente a la realidad efectiva; pero la abstracción es justamente aquello que no es de verdad, sino que es sólo para la conciencia; mas esto significa que él mismo, lo en-sí, es aquello que se denomina realmente efectivo; pues lo realmente efectivo es lo que es esencialmente para otro, o, en otros términos, es el ser. La conciencia de la virtud, empero, descansa sobre esta diferencia entre lo en-sí y el ser, que no tiene ninguna verdad. — El curso del mundo debía supuestamente ser la inversión del bien poniéndolo patas arriba, porque tenía como principio suyo la individualidad; pero ésta es el principio de la realidad efectiva; pues justamente ella es la conciencia por la que lo-que-es-en-sí es igualmente para otro; el curso del mundo invierte lo inmutable, pero, de hecho, lo invierte de la nada de la abstracción al ser de la realidad.

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Conversations in Washington

[389] [389]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Virtue is therefore defeated by the way of the world because virtue’s purpose is in fact the abstract non-actual essence, and because, taking actuality into consideration, what it does rests on differences which are only verbal. Virtue wanted to consist in bringing the good to actuality through the sacrifice of individuality, but the aspect of actuality is itself nothing but the aspect of individuality. The good was supposed to be what is in itself, to be opposed to what is, but the in-itself, taken according to its reality and truth is instead being itself. The in-itself is initially the abstraction of essence in relation to actuality. However, the abstraction is just what is not really, but is only as a difference for consciousness. However, this means that what is as a difference for consciousness is itself what is called actual, for the actual is what is essentially for an other, or it is being. However, the consciousness of virtue rests on this difference between the in-itself and being, a difference that has no truth. – The way of the world was supposed to be the inversion of the good because it would have individuality for its principle. However, this latter is the principle of actuality, for it is the very consciousness through which what is-in-itself is likewise for an other. The way of the world inverts the unchangeable, but it in fact inverts it from the nothingness of abstraction into the being of reality.

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Conversaciones en el Atrium

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