Gespräche in der Dämmerung 00374
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / B. La realización de la autoconciencia racional mediante sí misma [B. Die Verwirklichung des vernünftigen Selbstbewußtseins durch sich selbst] / b. La ley del corazón y el desvarío de la vanidad, de la petulancia y de la arrogancia (o el desvarío del lado oscuro de uno) [b. Das Gesetz des Herzens und der Wahnsinn des Eigendünkels]
[De cómo la ley otra es la suya]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[374] Weil dies Bewußtsein die Allgemeinheit nur erst als unmittelbare und die Notwendigkeit als Notwendigkeit des Herzens kennt, ist ihm die Natur der Verwirklichung und der Wirksamkeit unbekannt, daß sie als das Seiende in ihrer Wahrheit vielmehr das an sich Allgemeine ist, worin die Einzelheit [278] des Bewußtseins, die sich ihr anvertraut, um als diese unmittelbare Einzelheit zu sein, vielmehr untergeht; statt dieses seines Seins erlangt es also in dem Sein die Entfremdung seiner selbst. Dasjenige, worin es sich nicht erkennt, ist aber nicht mehr die tote Notwendigkeit, sondern die Notwendigkeit als belebt durch die allgemeine Individualität. Es nahm diese göttliche und menschliche Ordnung, die es geltend vorfand, für eine tote Wirklichkeit, worin wie es selbst, das sich als dieses für sich seiende, dem Allgemeinen entgegengesetzte Herz fixiert, so [auch die,] die ihr angehören, das Bewußtsein ihrer selbst nicht hätten; es findet sie aber vielmehr von dem Bewußtsein aller belebt und als Gesetz aller Herzen. Es macht die Erfahrung, daß die Wirklichkeit belebte Ordnung ist, zugleich in der Tat eben dadurch, daß es das Gesetz seines Herzens verwirklicht; denn dies heißt nichts anderes, als daß die Individualität sich als Allgemeines zum Gegenstande wird, worin es sich aber nicht erkennt.
Conversaciones en Valencia
[De cómo la ley otra es la suya]
[374]1Epígrafe: De cómo la ley otra es la suya. Porque esta conciencia sólo empieza conociendo la universalidad como universalidad inmediata, y porque esta conciencia sólo empieza conociendo la necesidad como necesidad [Notwendigkeit] del corazón, resulta que a esta conciencia le es desconocida la naturaleza de la realización [Verwirklichung] y del operar efectivo y eficaz [Wirksamkeit], resulta que a esa conciencia le es desconocido que esa naturaleza consiste en que el realizar y el obrar, en cuanto algo que está ahí [en cuanto ser], sin, más bien, en su verdad lo universal en sí, en el cual la individualidad [Einzelnheit] de la conciencia que se confía a esa realización y obra en orden a no ser precisamente otra cosa que esta individualidad [Einzelnheit] inmediata, acaba más bien yéndose a pique; en lugar de ese su ser, lo que la conciencia consigue en ese ser es, pues, el extrañamiento respecto de sí misma [lo que consigue es trocarse en en-sí, en universal]. Y aquello en que ahora no se reconoce, no es ya la necesidad muerta, sino la necesidad en cuanto siendo una necesidad viviente, la universalidad animada por la individualidad [Individualität] universal [por el conjunto de la gente, por todos y cada uno, por la gente en general]. — La conciencia empezó tomando el orden divino y humano que ella se encontró vigente, con el que ella se encontró ahí, lo empezó tomando, digo, por una realidad muerta, en la que, al igual que la conciencia misma que se fija a sí misma en cuanto este corazón que es para sí contrapuesto a lo universal, también quienes pertenecen a ese orden carecerían igualmente de la conciencia de sí mismos [carecerían de la conciencia de sí mismos lo mismo que carece la conciencia, no la encontrarían como no la encuentra ella]; pues bien, ese orden divino y humano la conciencia lo encuentra más bien como animado por la conciencia de todos, y como siendo la ley de todos los corazones. La conciencia hace la experiencia de que la realidad es orden viviente [orden vivido, orden animado], y [a la vez] de que efectivamente lo es [de que ese orden es lo que es], precisamente porque esa conciencia realiza la ley de su corazón [o también: y hace la experiencia de que, al haber actuado ella, ese orden es el orden que es, precisamente porque la conciencia ha realizado la ley de su corazón] X229X;2El optar por una traducción u otra depende de cómo se interprete el in der That que aparece en la frase, si como expresión adverbial o simplemente como sustantivo; me inclino por lo primero. pues ello no significa [ahora] otra cosa sino que la individualidad se convierte en objeto en cuanto universal, un objeto, empero, en el que esa conciencia no logra reconocerse.
Algunas aclaraciones
X229X = El optar por una traducción u otra depende de cómo se interprete el in der That que aparece en la frase, si como expresión adverbial o simplemente como sustantivo; me inclino por lo primero.
Conversaciones en Madrid
[374] Como esta conciencia conoce la universalidad todavía sólo como inmediata, y la necesidad como necesidad del corazón, le resulta desconocida la naturaleza de la realización efectiva y de la eficiencia de que ésta, en cuanto lo que es, en su verdad es más bien lo universal en sí, donde la singularidad de la conciencia que se confía a ella para ser como esta singularidad inmediata, más bien termina por sucumbir; y en lugar de este su ser, lo que alcanza en el ser, entonces, es el extrañamiento de sí misma. Pero eso en lo que la autoconciencia no se conoce no es ya la necesidad muerta, sino la necesidad en cuanto vivificada por la individualidad universal. Este orden divino y humano que se había encontrado en vigor, ella lo tomaba por una realidad efectiva muerta, en lo cual, al igual que ella misma se quedaba fijada como este corazón que es para sí, contrapuesto a lo universal, los que pertenecen a ese orden no tendrían la conciencia de ellos mismos; pero lo encuentra vivificado por la conciencia de todos, y como ley de todos los corazones. Hace la experiencia de que la realidad efectiva es orden vivificado, a la vez, y de hecho, precisamente por realizar ella efectivamente la ley de su corazón; pues esto no significa otra cosa sino que la individualidad llega a serse objeto a sí en cuanto universal, pero un objeto en el que ella no se reconoce.
Conversations in Washington
[374] [374]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Because this consciousness is aware of universality at first only as immediate and of necessity as the necessity of the heart, to itself, it is unfamiliar with the nature of actualization and efficaciousness, that this actualization as the existing4das Seiende in its truth is instead the universal in itself, within which the singularity of consciousness, which puts its trust in this actualization in order to be as this immediate singular individuality, instead founders. Instead of attaining its own being, the being it therefore attains is the alienation of itself from itself. It is no longer dead necessity in which it does not recognize5erkennt itself, but rather it is necessity which is brought to life through universal individuality. He took this divine and human order as he found it validly in force, as a dead actuality, within which, just like himself, who had fixated on himself as this heart existing for itself and thus opposed to the universal, so would each of the others belonging to this order have no consciousness of itself. However, it instead finds that order is animated by the consciousness of all and is a law for all hearts. This consciousness learns from experience that actuality is a living order, and in fact at the same time learns this just as a result of actualizing the law of its own heart, since this means nothing else but that individuality becomes, to itself, an object as the universal but in which it does not know6erkennt itself.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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