Gespräche in der Dämmerung 00373
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / B. La realización de la autoconciencia racional mediante sí misma [B. Die Verwirklichung des vernünftigen Selbstbewußtseins durch sich selbst] / b. La ley del corazón y el desvarío de la vanidad, de la petulancia y de la arrogancia (o el desvarío del lado oscuro de uno) [b. Das Gesetz des Herzens und der Wahnsinn des Eigendünkels]
[De cómo la ley del corazón hecha valer es la otra ley]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[373] Das Individuum hat durch den Begriff seines Tuns die nähere Weise bestimmt, in welcher die wirkliche Allgemeinheit, der es sich angehörig gemacht, sich gegen es kehrt. Seine Tat gehört als Wirklichkeit dem Allgemeinen an; ihr Inhalt aber ist die eigene Individualität, welche sich als diese einzelne, dem Allgemeinen entgegengesetzte erhalten will. Es ist nicht irgendein bestimmtes Gesetz, von dessen Aufstellung die Rede wäre, sondern die unmittelbare Einheit des einzelnen Herzens mit der Allgemeinheit ist der zum Gesetze erhobene und geltensollende Gedanke, daß in dem, was Gesetz ist, jedes Herz sich selbst erkennen muß. Aber nur das Herz dieses Individuums hat seine Wirklichkeit in seiner Tat, welche ihm sein Fürsichsein oder seine Lust ausdrückt, gesetzt. Sie soll unmittelbar als Allgemeines gelten, d.h. sie ist in Wahrheit etwas Besonderes und hat nur die Form der Allgemeinheit: sein besonderer Inhalt soll als solcher für allgemein gelten. Daher finden in diesem Inhalte die anderen nicht das Gesetz ihres Herzens, sondern vielmehr das eines anderen vollbracht; und eben nach dem allgemeinen Gesetze, daß in dem, was Gesetz ist, jedes sein Herz finden soll, kehren sie sich ebenso gegen die Wirklichkeit, welche es aufstellte, als es sich gegen die ihrige kehrte. Das Individuum findet also, wie zuerst nur das starre Gesetz, jetzt die Herzen der Menschen selbst seinen vortrefflichen Absichten entgegen und zu verabscheuen.
Conversaciones en Valencia
[373] Mediante el concepto de su hacer [es decir, mediante los ingredientes conceptuales de ese hacer, y, por tanto, mediante la estructura de ese hacer, que tiene naturaleza de concepto] el individuo ha determinado la forma más precisa y detallada en la que la universalidad real, a la que él se ha vuelto perteneciente, se vuelve contra él. [El autor pasa a señalar esos ingredientes.] La acción o acto o hazaña [That] del individuo [lo que el individuo hace o ha hecho] pertenece, en cuanto realidad, a lo universal [a lo universal, a lo que está ahí para todos]; pero el contenido de esa hazaña o de esa acción es la propia individualidad que, precisamente en cuanto esta individualidad particular [einzeln], quiere mantenerse contrapuesta a lo universal. No es, por tanto, una ley determinada cualquiera aquella de cuyo establecimiento se hablaba aquí, sino que es la unidad inmediata del corazón particular y la universalidad lo que aquí ha quedado elevado a ley, y, por tanto; de lo que aquí asimismo se trata es del pensamiento (que siempre habrá de hacerse valer, que siempre habría de salir vencedor) de que en aquello que sea ley, todo corazón, ha de poder reconocerse a sí mismo. Ahora bien, sólo el corazón de este individuo ha puesto su realidad en esa su hazaña, en ese su acto [en eso que él ha hecho] [That], que para él habría de expresar su ser-para-sí, o lo que es lo mismo: su placer [Lust]. Ese hecho, esa acción, ha de poder considerarse inmediatamente lo universal, es decir, ese hecho, acción, o hazaña, es, en realidad, algo particular, y sólo tiene la forma de la universalidad [y de universalidad sólo tiene la forma], precisamente en el sentido de que contenido particular [besonderer] X228X1Vide infra Algunas aclaraciones X228X. (precisamente en cuanto particular) ha de considerarse universal. [Acaba aquí la enumeración de los ingredientes conceptuales de la acción, de los que se hablaba más arriba.] Pero por eso, los otros no encuentran en ese contenido la ley de su propio corazón, sino lo que más bien encuentran es ejecutada y realizada la ley de otro corazón, y, conforme a la ley universal de que en aquello que es ley cada cual ha de encontrar su propio corazón, se vuelven asimismo contra la realidad que esa ley estableció, al igual que esa ley se volvió contra la realidad de ellos. Así pues, si antes el individuo sólo encontraba frente a sus generosas y magníficas intenciones la rígida ley, lo que encuentra ahora contra sus magníficas intenciones son los corazones de los hombres, y encuentra que las detestan [a esas sus excelentes intenciones].
Algunas aclaraciones
X228X = Observe el lector que el autor está utilizando como sinónimos los términos einzeln y besonder. El lector habrá observado también que cuando el autor quiere decir individuo e individualidad en el sentido que esos términos habitualmente tienen en latín y en castellano, utiliza las expresiones latinas germanizadas Individuum e Individualität. Einzelnes es un «singular», pero un singulum cualquiera. En castellano «singular» tiende a significar lo contrario. Por eso, como ya he dicho (nota 124 [en 00292]) he evitado la traducción de einzelnes por singulum. A veces no es fácil distinguir entre el uso que Hegel hace de Individualität y el que hace de Einzelnheit. Lo primero suele significar individualidad autoconsciente, lo segundo su lado de singulum, de cosa suelta, de cosa particular.
Conversaciones en Madrid
[373] El individuo, por el concepto de su actividad, ha determinado el modo más preciso en que la universalidad efectiva, de la que él se ha hecho parte, se da la vuelta contra él. Su acto, en cuanto realidad efectiva, pertenece a lo universal; pero su contenido es la propia individualidad, que se quiere conservar como esta individualidad singular contrapuesta a lo universal. No es una ley determinada cualquiera de cuya instauración se estuviera hablando, sino que la unidad inmediata del corazón singular con la universalidad es el pensamiento, elevado a ley y que debe tener vigencia, de que cada corazón tiene que reconocerse a sí mismo en aquello que la ley es. Pero sólo el corazón de este individuo ha puesto su realidad efectiva en su acto, el cual expresa a sus ojos su ser para sí o su placer. Este acto debe valer inmediatamente como universal, es decir, es, en verdad, algo particular, y tiene sólo la forma de la universalidad, su contenido particular debe valer, en cuanto tal, como universal. Ésta es la razón por la que los otros no encuentran que en ese contenido se cumpla la ley de su corazón, sino, más bien, la de otro, y justamente siguiendo la ley universal de que cada uno debe encontrar su corazón en aquello que es la ley, se vuelven igualmente contra la realidad efectiva que aquel individuo había establecido cuando se volvió contra la de ellos. Igual que al principio sólo encontraba la rígida ley, ahora el individuo encuentra que los corazones de los hombres se enfrentan a sus intenciones más excelentes y los aborrece.
Conversations in Washington
[373] [373]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Through the concept of his doing, the individual has determined the more precise way in which actual universality, to which he himself belongs, turns against him. As actuality, his deed belongs to the universal; however, its content is his own individuality, which wants to preserve itself as this singular individual in opposition to the universal. One is not speaking about establishing any determinate law. The immediate unity of the singular heart with universality is the thought which is supposed to be valid and to be elevated to the status of law, that every heart must recognize3erkennen itself in the law. However, only this individual’s heart has posited his actuality in his deed, which, to himself, expresses his being-for-itself, or his pleasure. The deed is supposed to count immediately as universal, which is to say that it is in truth something particular and only has the form of universality. But his particular content is as such content supposed to count as universal. Hence, others do not find the law of their hearts in this content; rather, they find instead that it is the law of another’s heart which has been accomplished. It is according to the universal law that each is supposed to find the law in his own heart, such that they just as much turn themselves against the actuality which his heart established, just as he had turned against what their hearts had established. Therefore, just as the individual initially found only the rigid law, now he finds that the hearts of people are opposed to his admirable intentions, and they are thus themselves to be loathed.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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