Gespräche in der Dämmerung 00367

C. (AA.) Vernunft / C. (AA.) Razón

V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft / V: Certeza y verdad de la razón

B. Die Verwirklichung des vernünftigen Selbstbewußtseins durch sich selbst / B. La realización de la autoconciencia racional mediante sí misma

b. Das Gesetz des Herzens und der Wahnsinn des Eigendünkels / b. La ley del corazón y el desvarío de la vanidad, de la petulancia y de la arrogancia [o el desvarío del lado oscuro de uno]

 

[La autoconciencia sabe que es la necesidad = sabe inmediatamente tener dentro de sí lo universal = sabe tener dentro de sí la ley]

Gespräche in Jena

V.B.b. Das Gesetz des Herzens und der Wahnsinn des Eigendünkels

[367] [275] Was die Notwendigkeit in Wahrheit am Selbstbewußtsein ist, dies ist sie für seine neue Gestalt, worin es sich selbst als das Notwendige ist; es weiß, unmittelbar das Allgemeine oder das Gesetz in sich zu haben, welches um dieser Bestimmung willen, daß es unmittelbar in dem Fürsichsein des Bewußtseins ist, das Gesetz des Herzens heißt. Diese Gestalt ist für sich als Einzelheit Wesen wie die vorige; aber sie ist um die Bestimmung reicher, daß ihr dies Fürsichsein als notwendiges oder allgemeines gilt.

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Conversaciones en Valencia

V.B.b. La ley del corazón y el desvarío de la vanidad, de la petulancia y de la arrogancia [o el desvarío del lado oscuro de uno]

[La autoconciencia sabe que es la necesidad = sabe inmediatamente tener dentro de sí lo universal = sabe tener dentro de sí la ley]

[367]1Epígrafe propuesto por Atrium Philosophicum: La autoconciencia sabe que es la necesidad = sabe inmediatamente tener dentro de sí lo universal = sabe tener dentro de sí la ley. Lo que la necesidad es en verdad en la autoconciencia [lo que la necesidad es de verdad como siéndola la autoconciencia y no como algo ajeno a ésta], la necesidad lo es para una nueva forma o figura [Gestalt] de la autoconciencia en la que ésta se es ella misma como lo necesario; la autoconciencia sabe inmediatamente tener dentro de sí lo universal, o lo que es lo mismo: tener dentro de sí la ley; la cual ley, precisamente a causa de esta determinación, la determinación que consiste en que esa ley está inmediatamente [o es inmediatamente] en el ser-para-sí de la conciencia, la cual ley, digo, se llama por eso ley del corazón X226X.2Se trata de la conciencia utópica y de la utopía realizada, o del desengaño del luchador utópico. Este cap. V, B, b, tiene quizá como referente (aparte de Los ladrones de Schiller) el «Canto sexto: Clío, la época» de Hermann y Dorotea de Goethe, e incluso puede que sea un eco directo de él. En términos quizá algo más provincianos, en esa obra de Goethe se vuelve dramática la tensión entre ida y venida, que estamos señalando en Hegel. Esta figura, lo mismo que la anterior, es para sí ser [Wesen] en términos de individualidad [Einzelnheit], sólo que esta figura tiene una determinación más que la anterior, a saber: para ella el ser-para-sí vale como necesario y universal [para ella ese ser para sí se considera lo necesario y universal, rige para ella como lo necesario y universal] X227X.3Es decir, la necesidad no le queda fuera haciendo trizas la individualidad [Einzelnheit], como sucedía en la figura anterior.

Algunas aclaraciones

X226X = Se trata de la conciencia utópica y de la utopía realizada, o del desengaño del luchador utópico. Este cap. V, B, b, tiene quizá como referente (aparte de Los ladrones de Schiller) el «Canto sexto: Clío, la época» de Hermann y Dorotea de Goethe, e incluso puede que sea un eco directo de él. En términos quizá algo más provincianos, en esa obra de Goethe se vuelve dramática la tensión entre ida y venida, que estamos señalando en Hegel.

X227X = Es decir, la necesidad no le queda fuera haciendo trizas la individualidad [Einzelnheit], como sucedía en la figura anterior.

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Conversaciones en Madrid

V.B.b. La ley del corazón y del delirio del engreimiento X*X4Vide infra Algunas aclaraciones X*X.

[367] Lo que la necesidad sea en verdad en la autoconciencia, lo es para la nueva figura de ésta, en la que la autoconciencia se es a sí misma como lo necesario; ella sabe de manera inmediata que tiene dentro de sí lo universal, o la ley; la cual, en virtud de esta determinación de estar inmediatamente dentro del ser-para-sí de la autoconciencia, se llama la ley del corazón. Esta figura, en cuanto singularidad, es para sí esencia, al igual que la anterior, pero es más rica, por tener la determinación de que, a sus ojos, este ser-para-sí vale como necesario o como universal.

Algunas aclaraciones

X*X = Los comentaristas discuten sobre cuál es el modelo en que se inspira Hegel para esta expresión de la «ley del corazón», y del individuo que quiere realizarse realizando su justicia y el «bien de la humanidad» en el mundo. El principal candidato (de seguir a Hyppolite) es el Karl Moor de Los Bandidos de Schiller; en menor medida, el «subjetivismo sentimental» de un Rousseau o un Werther; o quizá (según Ludwig Siep) el Woldemar de Jacobi, quien sí recibe el atributo de «engreimiento» (Eigendünkel), pero que aparecerá casi explícitamente más tarde, en el capítulo sobre la visión moral del mundo. Pero también podría tratarse, según Pinkard, de los jansenistas («el corazón tiene sus razones que la razón entiende», escribía Pascal) o de los pietistas alemanes. En cualquier caso, aunque Hegel —que es un filósofo, no un crítico literario— no tiene por qué referirse a ninguna figura literaria concreta en sus construcciones conceptuales, conviene tener estos candidatos presentes.

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Conversations in Washington

C. (AA.) Reason

V. The Certainty and Truth of Reason

B. The Actualization of Rational Self-Consciousness Through Itself

b. The Law of the Heart, and the Insanity of Self-Conceit

[367] [367]5We kept the numeration given by the editor in the printed edition What necessity is in truth in consciousness is what it is for the new shape of self-consciousness in which self-consciousness is, to itself, necessity. It immediately knows that it has the universal, or the law, within itself, which on account of this determination, that it is immediately in the being-for-itself of consciousness, is called the law of the heart. As singular individuality, this shape is for itself the essence as was the former shape, but it is richer on account of the determination that, to itself, this being-for-itself counts as necessary, or as universal being-for-itself.

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