Gespräche in der Dämmerung 00298

C. (AA.) Vernunft / C. (AA.) Razón

V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft / V: Certeza y verdad de la razón

A. Beobachtende Vernunft / A. La razón observadora

b. Die Beobachtung des Selbstbewußtseins in seiner Reinheit und seiner Beziehung auf äußere Wirklichkeit; logische und psychologische Gesetze / b. La observación de la autoconciencia en la pureza de ésta y en la relación de ésta con la realidad externa; leyes lógicas y psicológicas

 

[Problemas de la conciencia para observar el concepto en la vida de la naturaleza orgánica; problema de la naturaleza del concepto y la naturaleza del sujeto]

Gespräche in Jena

V.A.b. Die Beobachtung des Selbstbewußtseins in seiner Reinheit und seiner Beziehung auf äußere Wirklichkeit; logische und psychologische Gesetze

[298] [226] Die Naturbeobachtung findet den Begriff in der unorganischen Natur realisiert, Gesetze, deren Momente Dinge sind, welche sich zugleich als Abstraktionen verhalten; aber dieser [226] Begriff ist nicht eine in sich reflektierte Einfachheit, Das Leben der organischen Natur ist dagegen nur diese in sich reflektierte Einfachheit; der Gegensatz seiner selbst, als des Allgemeinen und des Einzelnen, tritt nicht im Wesen dieses Lebens selbst auseinander; das Wesen ist nicht die Gattung, welche in ihrem unterschiedslosen Elemente sich trennte und bewegte und in ihrer Entgegensetzung für sich selbst zugleich ununterschieden wäre. Die Beobachtung findet diesen freien Begriff, dessen Allgemeinheit die entwickelte Einzelheit ebenso absolut in ihr selbst hat, nur in dem als Begriff existierenden Begriffe selbst oder in dem Selbstbewußtsein.

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Conversaciones en Valencia

V.A.b. La observación de la autoconciencia en la pureza de ésta y en la relación de ésta con la realidad externa; leyes lógicas y psicológicas

[Problemas de la conciencia para observar el concepto en la vida de la naturaleza orgánica; problema de la naturaleza del concepto y la naturaleza del sujeto]1Epígrafe propuesto por Atrium Philosophicum.

[298] Así pues, la observación de la naturaleza encuentra el concepto realizado en la naturaleza inorgánica, [encuentra] leyes, cuyos momentos son cosas que, pese a ser cosas, se comportan a la vez como abstracciones X135X.2Vide infra Algunas aclaraciones X135X. Pero este concepto no es una simplicidad reflectida en sí. En cambio, la vida de la naturaleza orgánica no es más que tal simplicidad reflectida en sí; [simplicidad porque] la contraposición de sí misma, como contraposición de lo universal y del individuo, no se produce [no rompe, no irrumpe, no hace eclosión] en el ser [Wesen] de esta vida misma; pues ese su ser [Wesen] no es el género que en su elemento carente de diferencias [que en el elemento carente de diferencias que él representa] se separase él a sí mismo y se moviese él a sí mismo, y que en esa contraposición respecto a sí mismo permaneciese a la vez no diferenciado [no distinto de sí] [eso sería la autoconciencia]. Este libre concepto o concepto libre cuya universalidad tiene también en ella misma [contiene también en ella misma] de modo absoluto la individualidad desarrollada, la observación sólo lo encuentra en el concepto mismo existente como concepto, o lo que es lo mismo: la observación sólo encuentra ese libre concepto en la autoconciencia [es decir, lo encuentra cuando se pone a observar la forma y el contenido de la autoconciencia].

Algunas aclaraciones

X135X = En la presente entrada a este cap. V, A, b, Hegel despliega en unos cuantos trazos toda la complejidad de la conceptuación que acaba de introducir. Conviene que nos hagamos cargo de ella para entrar con buen pie en este apartado.

Primero: Hegel dice que «el ser de la vida orgánica no es el género que en el elemento carente de diferencias que él representa se escindiese él a si mismo y se moviese él a sí mismo y que en esa contraposición respecto de sí mismo permaneciese a la vez no diferenciado». Esto quiere decir que la esencia de la vida orgánica no es la universalidad que se tuviese ella a sí misma por contenido y, por tanto, que quedase ella misma para sí ahí. Es decir, la vida orgánica no es Einzelnheit en sí universal, cuya universalidad tuviese a la vez existencia externa, esto es, quedase para sí ahí. No es concepto existente como concepto. No es conciencia, o no es autoconciencia en el estricto sentido que Hegel da a este último término.

Segundo: Ahora bien, pese a que la vida orgánica no es concepto existente como concepto, la vida orgánica sí es concepto existente, es Einzelnheit (individualidad) universal aunque esa su universalidad no tenga a la vez existencia externa. De ahí que la conciencia observadora de lo orgánico tenga delante ciertamente el concepto, pero no como concepto. Por eso lo yerra, y se yerra a sí misma. Es decir, la conciencia se tiene delante como vida en general, como concepto existiendo, pero no como concepto que exista como concepto, y por eso no lo reconoce, porque la vida no es el concepto existiendo como concepto, por más que el concepto existente que la vida es, operase (en el anterior apartado del presente cap. V, A) en el sentido de destrozar todos los intentos de la conciencia observadora de aprehender la vida en términos de momentos fijos.

También podemos expresar lo mismo de esta otra forma: en lo orgánico la conciencia observadora «se intuye» (se tiene delante) en lo que ella es, pero aún no logra «hacerse concepto» de eso que ve. No lo logra porque eso que intuye es concepto, y todavía la conciencia no tiene delante algo que sea concepto como concepto. Por tanto, no reconoce como concepto el concepto que tiene delante. Es en el apartado en el que entramos (cap. V, A, b), donde se va a convertir en objeto para la conciencia observadora el concepto como concepto. Y, sin embargo, resulta que en el presente cap. V, A, b, la conciencia observadora vuelve a errarlo. Será al final del cap. V, A, c, cuando en cierto modo Hegel vaya al centro de la razón de ello, a saber: a las nociones de sum y res en el ego sum res cogitans. Es decir, aun cuando la conciencia tenga delante al concepto existiendo como concepto, lo yerra, porque enfoca mal la naturaleza del concepto y la naturaleza del sujeto. Como he indicado ya varias veces, y al igual que hizo Heidegger en su curso 1924-1925 sobre El sofista de Platón, el lector haría muy bien en dejarse plantear la «cuestión del ser» por El sofista de Platón, a fin de entender la afirmación de que «el ser como tal no constituye la naturaleza del espíritu» con la que Hegel concluye el presente cap. V, A.

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Conversaciones en Madrid

V.A.b. La observación de la autoconciencia en su pureza y su referencia a la realidad efectiva externa; leyes lógicas y psicológicas

[298] La observación de la naturaleza encuentra el concepto realizado en la naturaleza inorgánica, encuentra leyes cuyos momentos son cosas que, a la par, se comportan como abstracciones; pero este concepto no es una simplicidad reflexionada dentro de sí. La vida de la naturaleza orgánica, en cambio, es solamente esta simplicidad reflexionada dentro de sí, la oposición de sí misma, en cuanto de lo universal y lo singular, no se disocia ella misma dentro de la esencia de esta vida; la esencia no es el género que se separaba y movía en su elemento carente de diferencia, y que estuviera para sí mismo, al mismo tiempo. Indiferenciado dentro de su contraposición. La observación encuentra ese concepto libre —cuya universalidad tiene dentro de ella misma, de un modo igualmente absoluto, la singularidad desarrollada— sólo dentro del concepto mismo que existe como concepto, dicho en otros términos, dentro de la autoconciencia.

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C. (AA.) Reason

V. The Certainty and Truth of Reason

A. Observing Reason

b. Observation of Self-Consciousness in its Purity and in its Relation to External Actuality: Logical and Psychological Laws

[298] [298]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Observation of nature finds the concept realized in inorganic nature as laws, whose moments are things which at the same time behave as abstractions. However, this concept is not a simplicity reflected into itself. On the other hand, the life of organic nature is only this simplicity reflected into itself, the opposition of itself as the opposition of universal and singular which does not break apart within the essence of this life itself. The essence is not the genus, which in its undifferentiated elements separates itself and moves itself, and which at the same time would be for itself undifferentiated within its opposition. This free concept, whose universality has that developed singularity just as absolutely within itself, is found by observation only in the concept existing as the concept itself, or in self-consciousness.

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