Gespräche in der Dämmerung 00281
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]
[De cómo la conciencia observadora empujada por el instinto del concepto sigue errando su objeto, es decir, de cómo la conciencia observadora sigue errando el concepto al haberse de reducir a lo cuantitativo en su afán de encontrar leyes en lo orgánico]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[281] Ob also schon das Gegenständliche, das als organische Bestimmtheit aufgefaßt wird, den Begriff an ihm selbst hat und sich hierdurch von dem unterscheidet, das für den Verstand ist, der sich als rein wahrnehmend bei dem Auffassen des Inhalts seiner Gesetze verhält, so fällt jenes Auffassen doch ganz in das Prinzip und die Manier des bloß wahrnehmenden Verstandes darum zurück, weil das Aufgefaßte zu Momenten eines Gesetzes gebraucht wird; denn hierdurch erhält es die Weise einer festen Bestimmtheit, die Form einer unmittelbaren Eigenschaft oder einer ruhenden Erscheinung, wird ferner in die Bestimmung der Größe aufgenommen, und die Natur des Begriffs ist unterdrückt. – Die Umtauschung eines bloß Wahrgenommenen gegen ein Insichreflektiertes, einer bloß sinnlichen Bestimmtheit gegen eine organische verliert also wieder ihren Wert, und zwar dadurch, daß der Verstand das Gesetzgeben noch nicht aufgehoben hat.
Conversaciones en Valencia
[De cómo la conciencia observadora empujada por el instinto del concepto sigue errando su objeto, es decir, de cómo la conciencia observadora sigue errando el concepto al haberse de reducir a lo cuantitativo en su afán de encontrar leyes en lo orgánico]
[281]1Epígrafe: De cómo la conciencia observadora empujada por el instinto del concepto sigue errando su objeto, es decir, de cómo la conciencia observadora sigue errando el concepto al haberse de reducir a lo cuantitativo en su afán de encontrar leyes en lo orgánico. Así pues, aun cuando lo objetual, cuando se lo entiende como determinidad orgánica [es decir, cuando al objeto se lo aprehende como una determinidad orgánica], tiene ya el concepto en él mismo, en virtud de lo cual se distingue de aquello [se distingue del tipo de objetos] que es para aquel entendimiento o Verstand que se comporta de forma puramente perceptiva [caps. II y III] en la captación del contenido de sus leyes, a pesar, digo, de que lo objetual u objetivo sea aquí o se lo esté entendiendo aquí como una determinidad orgánica, resulta que tal aprehender y comprender vuelven a recaer todavía por entero en el principio y estilo de ese entendimiento simplemente percipiente [caps. II y III], y ello porque lo aprehendido es utilizado o empleado como si fuesen momentos de una ley; pues en virtud de ello, lo aprehendido cobra el modo y manera de una determinidad fija, cobra la forma de una propiedad inmediata o de un fenómeno quiescente o fijo, estático, y queda además asumido o absorbido en la determinación de la magnitud o cantidad [Grösse] [en el tipo de determinación que es la cantidad o la magnitud] y trasladado a ella [a la determinación que es la magnitud], quedando así soslayada y reprimida la naturaleza del concepto. — El cambio [Umtauschung] de algo puramente percibido por algo reflectido en sí, de una determinidad meramente sensible por una determinidad orgánica [o la correlación mediante la que se iniciaba el cambio], pierde, por tanto, otra vez su valor, y lo pierde a causa de que el entendimiento todavía no ha suprimido y superado ese dar leyes [a causa de su empecinarse en ello].
Conversaciones en Madrid
[281] Así, pues, aunque lo objetual que es aprehendido como determinidad orgánica tenga ya el concepto en él mismo, y se diferencie así de lo que es para el entendimiento, el cual, al aprehender el contenido de sus leyes, se comporta como puramente perceptivo, ese aprehender sí recae dentro del principio y las maneras del entendimiento perceptivo por la razón de que lo aprehendido es utilizado para los momentos de una ley; pues, a través de ello, obtiene el modo de una determinidad fija y firme, la forma de una propiedad inmediata o de una aparición fenoménica en reposo queda además registrada en la determinación de la magnitud, y la naturaleza del concepto está reprimida. El intercambio de algo meramente percibido con algo reflexionado dentro de sí, de una determinidad meramente sensible con otra orgánica vuelve a perder, entonces, su valor, y ello por el hecho de que el entendimiento todavía no ha cancelado el establecimiento de leyes.
Conversations in Washington
[281] [281]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Therefore, although the objective, grasped as organic determinateness, has the concept in its own self and is thereby distinguished from what is for the understanding (which in grasping the content of its laws conducts itself purely perceptually), the former comprehending3Auffassen falls back entirely within the bounds of both the principle and the style of the merely perceptual understanding, because what was grasped is put to use as moments of a law. What is thereby grasped then takes on the mode of a fixed determinateness, the form of an immediate property, or a motionless appearance. Furthermore, it is incorporated into the determination of magnitude, and the nature of the concept is suppressed. – The exchange of something merely perceived for something reflected into itself, of a mere sensuous determinateness for an organic determinateness, thus again loses its value, namely, as a result of the understanding not yet having sublated its legislative activity.
Conversaciones en el Atrium
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