Gespräche in der Dämmerung 00271

Parte de:

 C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]

 

c.1.1. Leyes de sus momentos puros, que son la sensibilidad, etc.

[La relación del interior con el interior]

Gespräche in Jena

[271] Werden sie unterschieden, wie notwendig ist, so sind sie es dem Begriffe nach, und ihr Gegensatz ist qualitativ. Aber außer diesem wahren Unterschiede auch noch als seiend und für die Vorstellung, wie sie Seiten des Gesetzes sein könnten, verschieden gesetzt, so erscheinen sie in quantitativer Verschiedenheit. [206] Ihr eigentümlicher qualitativer Gegensatz tritt somit in die Größe, und es entstehen Gesetze der Art, daß z.B. Sensibilität und Irritabilität in umgekehrtem Verhältnisse ihrer Größe stehen, so daß, wie die eine wächst, die andere abnimmt; oder besser gleich die Größe selbst zum Inhalte genommen, daß die Größe von etwas zunimmt, wie seine Kleinheit abnimmt. – Wird diesem Gesetze aber ein bestimmter Inhalt gegeben, etwa so, daß die Größe eines Lochs zunimmt, je mehr das abnimmt, was seine Erfüllung ausmacht, so kann dies umgekehrte Verhältnis ebenso in ein gerades verwandelt und ausgedrückt werden, daß die Größe des Lochs in geradem Verhältnisse der Menge des Weggenommenen zunimmt, – ein tautologischer Satz, er mag als direktes oder umgekehrtes Verhältnis ausgedrückt werden, der in seinem eigentümlichen Ausdrucke nur dieses heißt, daß eine Größe zunimmt, wie diese Größe zunimmt. Wie das Loch und das, was es erfüllt und weggenommen wird, qualitativ entgegengesetzt [sind], aber wie das Reale derselben und dessen bestimmte Größe in beiden eins und dasselbe und ebenso Zunahme der Größe und Abnahme der Kleinheit dasselbe ist und ihre bedeutungsleere Entgegensetzung in eine Tautologie hinausläuft, so sind die organischen Momente gleich unzertrennlich in ihrem Realen und in ihrer Größe, die die Größe desselben ist; eines nimmt nur mit dem anderen ab und nimmt nur mit ihm zu, denn eines hat schlechthin nur Bedeutung, insoweit das andere vorhanden ist; – oder vielmehr es ist gleichgültig, eine organische Erscheinung als Irritabilität oder als Sensibilität zu betrachten, schon überhaupt, und ebenso, wenn von ihrer Größe gesprochen wird, – so gleichgültig es ist, die Zunahme eines Lochs als Vermehrung seiner als der Leerheit oder als Vermehrung der herausgenommenen Fülle auszusprechen. Oder eine Zahl, z.B. drei, bleibt gleich groß, ich mag sie positiv oder negativ nehmen; und wenn ich die drei zu vier vergrößere, so ist das Positive wie das Negative zu vier geworden, – wie der Südpol an einem Magnete gerade so stark ist als sein Nordpol [207] oder eine positive Elektrizität oder eine Säure geradeso stark als ihre negative oder als die Base, worauf sie einwirkt. – Ein solches Großes als jene drei oder ein Magnet usf. ist ein organisches Dasein; es ist dasjenige, das vermehrt und vermindert wird, und wenn es vermehrt wird, werden beide Faktoren desselben vermehrt, sosehr als beide Pole des Magnets oder als die beiden Elektrizitäten, wenn ein Magnet usf. verstärkt wird, zunehmen. – Daß beide ebensowenig nach Intension und Extension verschieden sein [können], das eine nicht an Extension ab-, dagegen an Intension zunehmen kann, während das andere umgekehrt seine Intension vermindern, dagegen an Extension zunehmen sollte, fällt unter denselben Begriff leerer Entgegensetzung; die reale Intension ist ebenso schlechthin so groß als die Extension und umgekehrt.

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Conversaciones en Valencia

[271] Cuando se distinguen esos momentos por ser ello necesario [es decir, por no haber más remedio que hacerlo], entonces es que son distintos conforme al concepto, y que su contraposición es cualitativa. Pero cuando, aparte de esta verdadera diferencia, se los pone también como estando ambos ahí, o como estando ambos diversamente ahí, es decir, se los pone como diversos para la representación [Vorstellung], como si ambos pudiesen constituir los lados de una ley, tenemos entonces que esos dos momentos [el de la sensibilidad y el de la irritabilidad] aparecen como estando en diversidad cuantitativa [como difiriendo en magnitud]. Su peculiar contraposición cualitativa pasa de este modo al ámbito de la cantidad, y surgen así leyes del tipo (por ejemplo) de que, en lo que se refiere a magnitud, la sensibilidad y la irritabilidad estarían en proporción inversa, de suerte que cuando la una aumenta la otra disminuye; o mejor, se toma enseguida la magnitud misma por contenido, diciendo que lo grande que es algo aumenta en la proporción en que su pequeñez disminuye X78X.1Según Bonsiepen y Heede, Hegel se estaría refiriendo aquí a una ley establecida por el naturalista de Stuttgart Carl Friedrich Kielmeyer (1765-1844). — Y cuando se da a esta ley un contenido determinado, por ejemplo el de que la magnitud de un agujero aumenta a medida que decrece aquello que lo está taponando, resulta que tal proporción inversa puede igualmente transformarse y expresarse como una proporción directa, diciendo que el grandor del agujero aumenta en proporción directa a la cantidad de lo que se extrae de él; lo cual es un enunciado tautológico, lo mismo si se lo expresa como proporción directa que como proporción inversa, enunciado que, en su peculiar expresión, lo único que dice es que una magnitud aumenta en la misma proporción en que tal magnitud aumenta. Y así como el agujero y aquello que lo llena y se extrae de él son cualitativamente momentos contrapuestos, pero así como lo real de ello y la determinada cantidad de eso real son en ambos casos una y la misma cosa, y asimismo son la misma cosa el aumento del grandor y la disminución de la pequeñez, y por eso esa su contraposición carente de significado viene a parar en una tautología, así resulta también que los momentos orgánicos son igualmente inseparables e indisociables en lo que tienen de real y en su magnitud, la cual no es sino la magnitud de eso real; uno solamente disminuye cuando disminuye el otro y sólo aumenta cuando lo hace el otro, pues el uno solamente tiene significado en absoluto en la medida en que existe también el otro, o, más bien, resulta indiferente considerar un fenómeno orgánico como irritabilidad o como sensibilidad, y ello tanto en general, como cuando se habla de su magnitud. Pues es indiferente hablar del incremento de un agujero entendiéndolo como un aumento del agujero considerado éste como un vacío o entendiéndolo como incremento de la cantidad del relleno que se retira. O un número, por ejemplo, el 3, sigue teniendo la misma magnitud [valor absoluto], lo mismo si lo tomo como positivo que como negativo; y cuando el 3 lo aumento a 4, queda convertido en 4 tanto lo positivo como lo negativo, así como el polo sur de un imán tiene tanta fuerza como su polo norte [la misma fuerza que su polo norte], o una electricidad positiva o un ácido tienen justo la misma fuerza que su correspondiente electricidad negativa o que la base sobre la que el ácido actúa. — Una magnitud o quantum del tipo de ese 3, de un imán, etc., es también la magnitud o quantum de la existencia orgánica o la de una existencia orgánica; también la existencia orgánica [es un quantum] que aumenta o disminuye, pero que cuando aumenta, aumentan ambos factores [irritabilidad y sensibilidad] de ella, al igual que [en la magnitud de su intensidad] aumentan ambos polos del imán, o aumentan las dos electricidades, cuando se refuerza un imán, etc. — Que ambos [factores] tampoco pueden ser diferentes en intensión y extensión, de suerte que uno pudiese disminuir en extensión y por contra aumentar en intensión, mientras que el otro, a la inversa, hubiese de disminuir en intensión y, en cambio, aumentar en extensión, que ambos factores, digo, tampoco pueden ser diferentes en extensión y en intensión es algo que cae bajo el mismo concepto de contraposición vacía; la intensión real es asimismo simplemente de la misma magnitud que la extensión, y a la inversa.

Algunas aclaraciones

X78X = Según Bonsiepen y Heede, Hegel se estaría refiriendo aquí a una ley establecida por el naturalista de Stuttgart Carl Friedrich Kielmeyer (1765-1844).

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Conversaciones en Madrid

[271] Si se los diferencia tal como es necesario, son entonces diferentes según el concepto, y su opinión es cualitativa. Pero si, fuera de esta diferencia verdadera, se los pone, además, también en cuanto entes, y se los pone de manera diversa para la representación, tal como podrían ser lados de la ley, entonces aparecen en diversidad cualitativa. Su oposición cualitativa peculiar y propia pasa con ello a la magnitud, y surgen leyes del tipo, por ejemplo, que la sensibilidad y la irritabilidad se hallan en proporción inversa a sus magnitudes, de manera que según crece la una, la otra disminuye; o mejor, considerando enseguida la magnitud como contenido, que la magnitud de algo aumenta según su exigüidad disminuye XX*X.2Vide infra Algunas aclaraciones XX*X. — Mas si se le da un contenido determinado a esta ley, como que el tamaño de un agujero aumenta cuanto más disminuye lo que lo llena, entonces, esta proporción inversa puede igualmente transformarse en directa, y expresarse diciendo que el tamaño del agujero aumenta en proporción directa a la cantidad de lo que se le quita: proposición tautológica, ya se la exprese como proporción directa o inversa, que en su peculiar y propia expresión significa únicamente que una magnitud aumenta según aumente esta magnitud. Igual que el agujero y lo que lo rellena o se quita se hallan cualitativamente contrapuestos, pero lo real de los mismos y su magnitud determinada es uno y lo mismo en ambos, e, igualmente, el aumento de la magnitud es lo mismo que la disminución de la exigüidad, y la contraposición de ambas, vacía como está de significado, desemboca en una tautología, del mismo modo, los momentos orgánicos son igualmente inseparables en lo que tienen de real y en su magnitud, que es la magnitud de los mismos; el uno no hace sino disminuir con el otro y aumentar con él; pues sólo tiene significado en tanto que el otro esté presente; — o mejor, antes bien, es indiferente que se considere un fenómeno orgánico como irritabilidad o como sensibilidad, cuando es que se los considera, y también cuando se habla de su magnitud. Igual de indiferente es enunciar el aumento de un agujero como crecimiento de su vaciedad, o como crecimiento del contenido que se le ha quitado. O bien, un número, por ejemplo, tres, sigue siendo igual de grande, ya lo tome como negativo o como positivo; y si aumento el tres hasta cuatro, tanto lo negativo como lo positivo se hacen cuatro; igual que el polo sur de un imán es exactamente igual de potente que su polo norte, o una electricidad positiva, o un ácido, exactamente igual de fuerte que la negativa o que la base sobre la que influye. — Tal magnitud, como el tres, o el imán, etc. es una existencia orgánica; es lo que es aumentado o disminuido, y cuando es aumentado. son aumentados ambos factores del mismo, tanto como aumenten ambos polos del imán, o ambas electricidades cuando se hace más fuerte un imán, etc. — Que ambos difieran en intensión tan poco como en extensión, que el uno no pueda disminuir en extensión y sí pueda, en cambio, aumentar en intensión, mientras que el otro, a la inversa, deba disminuir su intensión y aumentar en cambio en extensión, todo ello cae bajo el mismo concepto de contraposición vacía; la intensión real es simplemente tan grande como la extensión, y a la inversa.

Algunas aclaraciones

XX*X = Hegel se refiere literalmente a una ley establecida por Kielmeyer, y que Schelling discute. Cf. Dr. Carl Friedrich Kielmeyer: Ueber das Verhältnis der organischen Kräfte untereinander in der Reiheder verschiedenen Organisationen, die Gesetze und Folgen die ser Verhältnisse. Ese texto era una conferencia de 1793, pero Schelling la discute detalladamente en Von der Weltseele. En: SW I/2, 565 y sigs.; también cf. Erster Entwurf eines Systems der Naturphilosophie, en SW I/3, 196 y sigs., 203.

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Conversations in Washington

[271] [271]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition If, as is necessary, they are distinguished, then they are distinguished according to their concept, and their opposition is qualitative. But if apart from this true difference, they are differentially posited both as existing and as being for representational thought as they might be if they were aspects of the law, then they appear in quantitative diversity. Their distinctive qualitative opposition thus enters into magnitude, and hence laws arise of the following sort, for example, that sensibility and irritability stand in inverse relations of magnitude, so that as the one increases, the other diminishes; or even better, directly taking the magnitude itself as the content so that the magnitude of something increases as its smallness diminishes. – However, should a determinate content be given to this law, say, in the following way, namely, that the magnitude of a hole increases the more that what it is filled with decreases, so too can this inverse relationship likewise be transformed into a direct relationship and expressed as the magnitude of a hole increasing in direct ratio to the amount that is decreased – a tautological proposition, which can be expressed as a direct or an inverse relation, with its distinctive expression only amounting to this, that a magnitude increases as magnitude increases. Just as the hole and what fills it and what is removed from it are qualitatively opposed, what is real in them and its determinate magnitude are one and the same. Likewise, the increase of magnitude and decrease of smallness are the same, so that their meaningless opposition peters out into a tautology. So too the organic moments are likewise inseparable both according to what is real in them and in their magnitude, which is itself the magnitude of what is real in them. The one decreases and increases only with the other, for either one of them has a meaning at all only insofar as the other is present – or rather, it is a matter of indifference as to whether an organic appearance is to be regarded as irritability or as sensibility, even in general and when one likewise speaks of its magnitude. In that way, it is a matter of indifference as to whether we speak of the increase of a hole as adding to its emptiness or as adding to the filling removed from it; or a number, for example, three, remains just as large whether I take it positively or negatively; and even if I increase the three to four, the positive as well as the negative has become four – in the way that the south pole in a magnet is precisely as strong as its north pole, or a positive electricity is precisely as strong as its negative, or an acid is as strong as the base on which it operates – an organic existence is such a quantitative size, like the number three or a magnet, and so forth. It is what is increased or diminished, and if it is increased, both of its factors are also increased, just as much as both poles of the magnet or both kinds of electricity increase if the magnet, etc., is strengthened. – Both are no more different in intension than in extension; the one is not supposed to decrease in extension and then in contrast increase in intension, while conversely the other is not supposed to diminish its intension and then in contrast increase in extension. This is subsumed under the same concept as that of an empty opposition; the real intension is likewise purely and simply as large as the extension and vice versa.

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Conversaciones en el Atrium

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