Gespräche in der Dämmerung 00258

Parte de:

 C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]

 

[Autoconciencia y concepto de fin]

Gespräche in Jena

[258] Ebenso ist aber das Selbstbewußtsein beschaffen, sich auf eine solche Weise von sich zu unterscheiden, worin zugleich kein Unterschied herauskommt. Es findet daher in der Beobachtung der organischen Natur nichts anderes als dies Wesen, es findet sich als ein Ding, als ein Leben, macht aber noch einen Unterschied zwischen dem, was es selbst ist und was es gefunden, der aber keiner ist. Wie der Instinkt des Tieres das Futter sucht und verzehrt, aber damit nichts anderes herausbringt als sich, so findet auch der Instinkt der Vernunft [199] in seinem Suchen nur sie selbst. Das Tier endigt mit dem Selbstgefühle. Der Vernunftinstinkt hingegen ist zugleich Selbstbewußtsein; aber weil er nur Instinkt ist, ist er gegen das Bewußtsein auf die Seite gestellt und hat an ihm seinen Gegensatz. Seine Befriedigung ist daher durch diesen entzweit, er findet wohl sich selbst, nämlich den Zweck, und ebenso diesen Zweck als Ding. Aber der Zweck fällt ihm erstlich außer dem Dinge, welches sich als Zweck darstellt. Dieser Zweck als Zweck ist zweitens zugleich gegenständlich, er fällt ihm daher auch nicht in sich als Bewußtsein, sondern in einen anderen Verstand.

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Conversaciones en Valencia

[Autoconciencia y concepto de fin]

[258]1Epígrafe: Autoconciencia y concepto de fin. Pero en tales términos está hecha también la autoconciencia [o es también así como está hecha la autoconciencia]; también ésta se diferencia de sí en tales términos, no resultando a la vez de ello diferencia alguna [es decir, resulta que esa diferencia no es diferencia ninguna]. Y por tanto, en la observación de la naturaleza orgánica, la autoconciencia no encuentra otra cosa que esa esencia [Wesen] [no encuentra otra cosa que esta clase de ser o de entidad], se encuentra a sí como cosa, como una vida, pero la autoconciencia hace [establece] todavía una diferencia entre aquello que ella misma es y aquello que ella encuentra, que, sin embargo, no es diferencia ninguna [por tanto, como esa diferencia no es ninguna, la autoconciencia no se reconoce a sí misma en eso otro]. Así como el instinto del animal busca el forraje, y lo consume, pero con ello no está descubriendo, ni sacando a la luz, ni sacando adelante otra cosa que a sí mismo, así también el instinto de la razón, en ese su buscar, no encuentra sino a la razón misma. El animal termina en el autosentimiento [se agota en ello]. El instinto de la razón, en cambio, es a la vez autoconciencia; pero como ese instinto es sólo instinto, ese instinto queda dejado de lado frente a la conciencia [frente a lo que se le hace presente ahí delante], y tiene en la conciencia, por tanto, su contraposición [es decir, la autoconciencia queda puesta en contraposición con la conciencia, no llega a saberse a sí misma en el objeto que queda ahí delante, del que la conciencia es consciente]. Su satisfacción, es decir, la satisfacción de ese instinto, viene, pues, disociada [o escindida] por tal contraposición, ese instinto se encuentra, ciertamente, a sí mismo, es decir, encuentra el fin [o telos o Zweck], y encuentra asimismo ese fin como cosa. Pero el fin empieza cayéndole, primero, fuera de la cosa que se presenta como fin [el animal busca el forraje, no a sí mismo].Y, segundo, ese fin en cuanto fin es a la vez objetual [es decir, tiene a la vez carácter de objeto] y, por tanto, ese fin tampoco le cae al instinto [de la razón] en él en cuanto conciencia [pues es lo negativo de ella, es objeto], sino que cae en un entendimiento distinto X64X2La traducción de las tres o cuatro últimas líneas precedentes es sólo conjetural. Con sólo los pronombres personales que emplea, el autor niega al traductor alguna indicación más, que a éste le hubiera sido necesaria para quitarle toda la ambigüedad al texto. [por ejemplo, en términos de un orden providente de las cosas].

Algunas aclaraciones

X64X = La traducción de las tres o cuatro últimas líneas precedentes es sólo conjetural. Con sólo los pronombres personales que emplea, el autor niega al traductor alguna indicación más, que a éste le hubiera sido necesaria para quitarle toda la ambigüedad al texto.

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Conversaciones en Madrid

[258] Pero, en la misma medida, la autoconciencia tiene la hechura de que se diferencia de sí de un modo tal que al hacerlo, a la vez, no sale ninguna diferencia. Por eso, en la observación de la naturaleza orgánica, no encuentra otra cosa que esta esencia, se encuentra como una cosa, como una vida, pero además establece, entre lo que ella misma es y lo que ha encontrado, una diferencia que no es tal. Igual que el instinto del animal busca la comida y la devora, pero no saca de ello nada distinto de él mismo, también el instinto de razón, en su búsqueda, nada más que la encuentra a ella. El animal termina con el sentimiento de sí. El instinto de razón, en cambio, es, al mismo tiempo, autoconciencia; pero, como él sólo es instinto, está puesto del lado que se enfrenta a la conciencia, y tiene en ella a su contrario. Por eso, su satisfacción se halla escindida en dos por ese contrario, se encuentra, sin duda, a sí mismo, a saber, el fin, y en la misma medida, encuentra este fin como cosa. Pero el fin le cae a él primeramente fuera de la cosa, la cual se expone en cuanto fin. En segundo lugar, este fin en cuanto fin es, a la vez, objetual, por eso, tampoco le cae a la conciencia dentro de sí como conciencia, sino en otro entendimiento.

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Conversations in Washington

[258] [258]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition However, self-consciousness is just as much constituted by its distinguishing itself from itself and at the same time having no distinction emerge therein. Hence, it finds in the observation of organic nature nothing else but this essence, or it is to be found as a thing, as a life, and yet it differentiates between what it is itself and what it has found, a difference which is no difference at all. Just as an animal’s instinct is to seek and consume food without it thereby bringing forth anything but itself, so too does the instinct of reason only find itself in its seeking. An animal stops with self-feeling. In contrast, the instinct of reason is at the same time self-consciousness. However, because it is only instinct, it is set off to one side as opposed to consciousness and has its opposite in that consciousness. Hence, the instinct of reason’s satisfaction is estranged by this opposition. It does indeed find itself, namely, finds the purpose, and, just as much, finds this purpose as a thing. However, to the instinct of reason, the purpose first falls outside the bounds of the thing that presents itself as a purpose. Secondly, this purpose as purpose is at the same time objective; to the instinct of reason, it thus does not, as consciousness, fall within the bounds of itself but into those of another understanding.

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Conversaciones en el Atrium

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