Gespräche in der Dämmerung 00257
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]
[El concepto de fin y el instinto de la razón]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[257] Diese Bestimmung ist, wie sie an sich und wie sie für den Vernunftinstinkt ist, näher zu erörtern, um zu sehen, wie er sich darin findet, sich aber in seinem Funde nicht erkennt. [198] Der Zweckbegriff also, zu dem die beobachtende Vernunft sich erhebt, wie es ihr bewußter Begriff ist, ist ebensosehr als ein Wirkliches vorhanden und ist nicht nur eine äußere Beziehung desselben, sondern sein Wesen. Dieses Wirkliche, welches selbst ein Zweck ist, bezieht sich zweckmäßig auf Anderes, heißt: seine Beziehung ist eine zufällige, nach dem, was beide unmittelbar sind; unmittelbar sind beide selbständig und gleichgültig gegeneinander. Das Wesen ihrer Beziehung aber ist ein anderes, als sie so zu sein scheinen, und ihr Tun hat einen anderen Sinn, als es unmittelbar für das sinnliche Wahrnehmen ist; die Notwendigkeit ist an dem, was geschieht, verborgen und zeigt sich erst am Ende, aber so, daß eben dies Ende zeigt, daß sie auch das Erste gewesen ist. Das Ende aber zeigt diese Priorität seiner selbst dadurch, daß durch die Veränderung, welche das Tun vorgenommen hat, nichts anderes herauskommt, als was schon war. Oder wenn wir vom Ersten anfangen, so geht dieses an seinem Ende oder in dem Resultate seines Tuns nur zu sich selbst zurück; und eben hierdurch erweist es sich, ein solches zu sein, welches sich selbst zu seinem Ende hat, also als Erstes schon zu sich zurückgekommen oder an und für sich selbst ist. Was es also durch die Bewegung seines Tuns erreicht, ist es selbst, und daß es nur sich selbst erreicht, ist sein Selbstgefühl. Es ist hiermit zwar der Unterschied dessen, was es ist und was es sucht, vorhanden, aber dies ist nur der Schein eines Unterschieds, und hierdurch ist es Begriff an ihm selbst.
Conversaciones en Valencia
[El concepto de fin y el instinto de la razón]
[257]1Epígrafe: El concepto de fin y el instinto de la razón. Pasemos ahora a discutir con más detalle esta determinidad, tal como ella es en sí y tal como ella es para el instinto de la razón, a fin de poder ver cómo el instinto de la razón da consigo mismo en ella pero sin reconocerse a sí mismo en ese su hallazgo. El concepto de fin [Zweck], pues, al que la razón observadora se eleva, tanto es para ella un concepto consciente [un concepto sabido], como está también ahí como algo real, y no se trata sólo de [el telos no es sólo] una relación externa de eso real [es decir, no se trata sólo de una relación externa que eso real guarde con otra cosa], sino que se trata de la esencia [Wesen] de eso real. El que eso real que ello mismo es un fin se relacione teleológicamente con otra cosa o se refiera teleológicamente a otra cosa [y aquí se está hablando de la relación de lo orgánico con sus propios ingredientes], significa que su relación es contingente en lo que respecta a aquello que ambos inmediatamente son [es decir, en lo que respecta a la inmediatez de ambos]; inmediatamente son ambos autónomos, indiferentes el uno respecto al otro y el otro respecto al uno [pero no en lo que respecta a su esencia]. Pues la esencia de su relación es algo distinto [es distinta] de la apariencia que ellos ofrecen al presentarse así, y su hacer [el hacer de ellos] tiene un sentido distinto de lo que ese hacer inmediatamente es para la percepción sensible [en otra traducción: la esencia de su relación es algo distinto de lo que ellos así parecen ser, y su relación tiene un sentido distinto de lo que ese hacer es inmediatamente para la percepción sensible]; en aquello que sucede [en aquello que en esa relación sucede], la necesidad no hace sino quedar oculta, y sólo se muestra, por decirlo así, al final, pero de modo que precisamente ese final [Ende] muestra que esa necesidad había sido también lo primero. Y el fin o final muestra esa prioridad de sí mismo en la que, mediante el cambio que ese hacer ha emprendido, no resulta otra cosa que aquello que ya era. O lo que es lo mismo: si tomamos como punto de partida eso primero, tenemos que, en el final o en el resultado de su hacer, eso primero no hace sino retornar a sí mismo; y, precisamente, por medio de ello o a través de ello se muestra como algo que se tiene a sí mismo como fin [Ende] o que se tiene a sí mismo como final, es decir, como algo que, por tanto, en cuanto primero ha retornado a sí mismo, o lo que es lo mismo como algo que es en y para sí. Por tanto, lo que él consigue mediante el movimiento de su hacer, no es sino a él mismo; y ese no alcanzarse sino a sí mismo es su Selbstgefühl [es decir, su autosentimiento, el sentimiento que tiene de sí, el sentimiento de serse, de estarse siendo él mismo]. Y, por tanto, tenemos, ciertamente, la diferencia entre aquello que él es y aquello que él busca, pero esto es sólo la apariencia de una diferencia, y es por medio de ello [y es así] como él es concepto en sí mismo.
Conversaciones en Madrid
[257] Esta determinación se tiene que dilucidar más de cerca, tal como ella es en sí y tal como ella es para el instinto de razón, con objeto de ver cómo dicho instinto se encuentra a sí en ella, pero no se reconoce en su hallazgo. El concepto teleológico, pues, hacia el que se eleva la razón que observa, en cuanto que es el concepto consciente que ella tiene, se da, en la misma medida, como algo efectivo; y no es sólo una referencia externa de tal concepto consciente, sino su esencia. Esto efectivamente real, que es ello mismo un fin, se refiere finalísticamente a otra cosa, es decir, su referencia es una referencia contingente, conforme a lo que ambos son de manera inmediata; de manera inmediata, ambos son autónomos y mutuamente indiferentes. Pero la esencia de su referencia es otra que la que ellos parecen ser así, y su actividad tiene otro sentido distinto de lo que es inmediato para el percibir sensorial; la necesidad está oculta en lo que acontece, y no llega a mostrarse por primera vez hasta el final, mas de tal suerte que justamente este final muestra que la necesidad también era lo primero. Mas el final muestra esta prioridad de sí mismo por el hecho de que la alteración que la actividad ha emprendido no resulta en algo distinto que lo que ya era. O bien, si empezamos desde lo primero, éste, al llegar a su final, o en el resultado de su actividad, no hace sino retornar a sí mismo; y precisamente aquí prueba ser un final tal que se tiene a sí mismo como su final, que, por tanto, en tanto que primero, ya ha retornado a sí, o que es en y para sí mismo. Lo que alcanza, entonces, por el movimiento de su actividad es él mismo; y que sólo se alcance a sí es un sentimiento de sí. Lo que se da aquí, por ende, es, por cierto, la diferencia entre lo que él es y lo que busca; pero eso es sólo la apariencia de una diferencia, y es por ello concepto en ello mismo.
Conversations in Washington
[257] [257]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition This determination needs to be more precisely discussed both as it is in itself and as it is for the instinct of reason, and this needs to be done in order to see how the instinct of reason both is to be found therein and also how it thus does not recognize3erkennt itself in what it finds there. Thus, the concept of purpose to which observing reason has elevated itself is, in the way that it is observing reason’s conscious concept, just as much present here as what is actual, and it is not only an external relation of the actual but rather its essence. This actuality, which is itself a purpose, relates itself purposively to an other, which is to say, its relation is a contingent relation with respect to what both immediately are. Immediately, they are both self-sufficient and indifferent to each other. However, the essence of their relation is something other than they themselves seem to be, and their doing has another sense than it has as it is immediately for sensuous perceiving. The necessity, which lies in what happens, is hidden, and it first shows itself at the end,4am Ende: “last of all,” not “end” in the sense of “purpose.” but in such a way that this end shows that it was also to have been what was first. However, the end points out this priority of itself as a result of the fact that through the change, which the doing undertook, nothing else emerges other than what was already there. Or, if we begin with what is first, then what is first only comes back round to itself in its end, or it comes back round to itself in the very result of its doing. Only thereby does it prove itself to be the kind of thing which has itself as its end, and therefore, as what is first, it has already come back round to itself, or it is in and for itself. What it therefore achieves by the movement of its doing is itself, and in achieving only itself it is its feeling of its own self.5Selbstgefühl For that reason, the difference between what it is and what it seeks is present, but this is only the mere semblance of a difference, and thereby it is the concept in its own self.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION