Gespräche in der Dämmerung 00256

Parte de:

 C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]

 

[b. Teleología]

[El concepto de telos como esencia de lo orgánico, por qué ese concepto se le escapa a la conciencia observadora]

Gespräche in Jena

[256] Wenn die vorhin berührte Beziehung des Organischen auf die elementarische Natur das Wesen desselben nicht ausdrückt, so ist es dagegen in dem Zweckbegriffe enthalten. Diesem beobachtenden Bewußtsein zwar ist er nicht das eigene Wesen des Organischen, sondern fällt ihm außer demselben und ist dann nur jene äußerliche, teleologische Beziehung. Allein wie vorhin das Organische bestimmt worden, ist es in der Tat der reale Zweck selbst; denn indem es sich in der Beziehung auf Anderes selbst erhält, ist es eben dasjenige natürliche Wesen, in welchem die Natur sich in den Begriff reflektiert, und die an der Notwendigkeit auseinandergelegten Momente einer Ursache und einer Wirkung, eines Tätigen und eines Leidenden in eins zusammengenommen, so daß hier etwas nicht nur als Resultat der Notwendigkeit auftritt; sondern weil es in sich zurückgegangen ist, ist das Letzte oder das Resultat ebensowohl das Erste, welches die Bewegung anfängt, und sich der Zweck, den es verwirklicht. Das Organische bringt nicht etwas hervor, sondern erhält sich nur, oder das, was hervorgebracht wird, ist ebenso schon vorhanden, als es hervorgebracht wird.

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Conversaciones en Valencia

[b. Teleología]

[El concepto de telos como esencia de lo orgánico, por qué ese concepto se le escapa a la conciencia observadora]

[256] XXX1Epígrafe: b. Teleología. XXX2Otro epígrafe: El concepto de telos como esencia de lo orgánico, por qué ese concepto se le escapa a la conciencia observadora. Si la relación que antes hemos tocado, si la relación, digo, de lo orgánico con la naturaleza elemental no expresa la esencia de lo orgánico, resulta, en cambio, que esa esencia [la de lo orgánico] sí que está contenida en el concepto de fin, en el concepto de telos. [Es decir, es el concepto de telos y no aquella relación la que expresa la esencia de lo orgánico]. Para esta conciencia observadora, ciertamente, ese concepto no es la propia esencia de lo orgánico, sino que para ella ese concepto cae fuera de lo orgánico, resultando entonces que ese concepto no es sino esa relación externa, teleológica [de la que acabamos de hablar]. Sólo que tal como hace un momento hemos determinado lo orgánico, lo orgánico es, efectivamente; ese telos real mismo; pues en cuanto lo orgánico se mantiene y conserva a sí mismo [sigue siendo lo que él es y se conserva como tal] en la relación con lo otro, o en el estar referido a otro, resulta que, precisamente, lo orgánico es ese ser [Wesen] natural en el que la naturaleza queda ella misma reflectida en el concepto X63X,3Esto se le escapa a Kant al entender el telos sólo como un «como si». Con eso Kant no estaría haciendo sino confirmar a la razón observadora en ese su escapársele sistemática e irremediablemente a ésta la naturaleza de lo orgánico. y los momentos que aparecen separados en la necesidad [es decir, que aparecen separados en la noción de conexión necesaria], que son el momento que representa la causa y el momento que representa el efecto, es decir, el momento de algo activo y el de algo pasivo, se tornan conjuntamente aquí en Uno, es decir, en una sola y misma cosa [forman en lo orgánico una y la misma cosa]; de manera que aquí algo [el organismo] no sólo se presenta como resultado de la necesidad; sino que, porque ese algo no hace sino retornar a sí mismo [en ese resultado], tenemos que lo último [o el resultado] es también eso primero que inicia el movimiento y que se es para sí el fin que ese resultado realiza. Lo orgánico no produce nada sino que sólo se conserva, lo cual [es decir, que lo orgánico «se conserva»] significa que aquello que es producido, está ya ahí delante cuando es producido [o está ya tan ahí delante como es producido].

Algunas aclaraciones

X63X = Esto se le escapa a Kant al entender el telos sólo como un «como si». Con eso Kant no estaría haciendo sino confirmar a la razón observadora en ese su escapársele sistemática e irremediablemente a ésta la naturaleza de lo orgánico.

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Conversaciones en Madrid

[256] Si esta referencia, recién tratada, de lo orgánico a la naturaleza elemental no expresa la esencia de lo orgánico, éste último, por el contrario, sí está contenido en el concepto teleológico. A los ojos de esta conciencia que observa, ciertamente, tal concepto no es la esencia propia de lo orgánico, sino que cae fuera de ello, y no es, entonces, más que esa referencia externa, teleológica. Sólo que, tal como ha determinado previamente, lo orgánico XX*X4Hegel se refiere a Kant, que entendía lo orgánico como un fin de la naturaleza al que corresponde el significado de un concepto regulativo para la capacidad de juicio reflexionante. Cf. KU, especialmente § 65. es, de hecho, el fin real mismo; pues al conservarse a sí mismo en la referencia a otro, ello, lo orgánico, es justamente ese ser natural dentro del cual la naturaleza se refleja en el concepto, y los momentos, desglosados en la necesidad, de una causa y un efecto, de algo activo y algo pasivo, están recogidos conjuntamente en una unidad; de suerte que aquí algo sale a escena no sólo como resultado de la necesidad, sino que, porque ha regresado hacia dentro de sí, lo último o el resultado es igualmente lo primero, lo que inicia el movimiento, y se es a sí el fin que realiza efectivamente. Lo orgánico no produce algo, sino que sólo se conserva, o bien, aquello que es producido está ya presente en la misma medida en que es producido.

Algunas aclaraciones

XX*X = Hegel se refiere a Kant, que entendía lo orgánico como un fin de la naturaleza al que corresponde el significado de un concepto regulativo para la capacidad de juicio reflexionante. Cf. KU, especialmente § 65.

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Conversations in Washington

[256] [256]5We kept the numeration given by the editor in the printed edition However much the previously treated relation of the organic to elemental nature does not express the essence of that relation, still the concept of purpose does in contrast contain it. For this observing consciousness, the concept of purpose, is to be sure, not the ownmost essence of the organic. Rather, to observing consciousness, this concept seems to fall outside the bounds of the organic, where it then is only the former external, teleological relation. Yet in the way that the organic had been previously determined, the organic is in fact the real purpose itself, for while it itself maintains itself in relation to an other, it is just that kind of natural being6Wesen in which nature reflects itself into the concept, and those moments which necessarily lie apart from each other, such as the moments of a cause and an effect, or of an active and a passive, are here combined into one. As a consequence, something comes on the scene here not only as the result of necessity, but, because it has returned into itself, it is a finality,7das Letzte or the result is just as much the first which starts the movement and is, to itself, the purpose which it realizes. The organic does not engender something, it only conserves itself, or what is engendered is, as it is engendered, just as much already present.

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