Gespräche in der Dämmerung 00208

Parte de:

B. Autoconciencia [B. Selbstbewußtsein] /  IV: La Verdad de la Certeza de sí mismo [IV. Die Wahrheit der Gewißheit seiner selbst] / B. Libertad de la autoconciencia; estoicismo, escepticismo y la conciencia desgraciada [B. Freiheit des Selbstbewußtseins; Stoizismus, Skeptizismus und das unglückliche Bewußtsein]

 

[La particularidad emergiendo en lo inmutable o la unidad que no se sabe en la diferencia]

Gespräche in Jena

[208] Indem es zunächst nur die unmittelbare Einheit beider ist, aber für es nicht beide dasselbe, sondern entgegengesetzte sind, so ist ihm das eine, nämlich das einfache unwandelbare, als das Wiesen; das andere aber, das vielfache wandelbare, als das Unwesentliche. Beide sind für es einander fremde Wesen; es selbst, weil es das Bewußtsein dieses Widerspruchs ist, stellt sich auf die Seite des wandelbaren Bewußtseins und ist sich das Unwesentliche; aber als Bewußtsein der Unwandelbarkeit oder des einfachen Wesens muß es zugleich darauf gehen, sich von dem Unwesentlichen, d.h. sich von sich selbst zu befreien. Denn ob es für sich wohl nur das wandelbare und das unwandelbare ihm ein Fremdes ist, so ist es selbst einfaches und hiermit unwandelbares Bewußtsein, dessen hiermit als seines Wesens sich bewußt, jedoch so, daß es selbst für sich wieder nicht dies Wesen ist. Die Stellung, welche es beiden gibt, kann daher nicht eine Gleichgültigkeit derselben gegeneinander, d. i. nicht eine Gleichgültigkeit seiner selbst gegen das Unwandelbare sein; sondern es ist unmittelbar selbst beide, und es ist für es die Beziehung beider als eine Beziehung des Wesens auf das Unwesen, so daß dies letztere aufzuheben ist; aber indem ihm beide gleich wesentlich und widersprechend sind, ist es nur die widersprechende Bewegung, in welcher das Gegenteil nicht in seinem Gegenteile zur Ruhe kommt, sondern in ihm nur als Gegenteil sich neu erzeugt.

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Conversaciones en Valencia

[La particularidad emergiendo en lo inmutable o la unidad que no se sabe en la diferencia]

[208]1Epígrafe: La particularidad emergiendo en lo inmutable o la unidad que no se sabe en la diferencia. En cuanto ella sólo es de entrada la unidad inmediata [por tanto aún sin mediaciones] de ambas, pero para ella ambas no son la misma, sino que son contrapuestas, resulta que para ella, la primera, a saber, la simple e inmutable, es la esencia, o es como la esencia [o es en cuanto siendo la esencia, o rige como la esencia]. Y la otra, la múltiple y mudable, está para ella como lo inesencial [o es para ella lo inesencial]. Pero ambas son para ella entidades que se son extrañas la una a la otra; y ella misma, al ser ella la conciencia de esta contradicción, se pone del lado de la conciencia mudable X75X,2Y ¿qué pasaría si se pusiese del lado de lo inmutable? No podría, pues tendría que concebirlo o concebirse como contradictoria. y se es para ella lo inesencial; pero en cuanto conciencia de la inmutabilidad, o en cuanto conciencia de la esencia simple, tiene a la vez que enderezarse a liberarse a sí misma de lo inesencial, es decir, a liberarse a sí misma de sí misma. Pues aunque, para ella, ella sólo se es lo mudable [ella sólo consiste para ella en lo mudable] y lo inmutable le es algo extraño, resulta que, ello no obstante, ella misma es simple y, por tanto, conciencia sin cambios ni mudanza, de lo cual ella se es, por tanto, consciente como de su esencia, y, sin embargo, [ella se es consciente de ello] de forma que, otra vez, ella misma no es para sí tal esencia o tal entidad. La posición que ella concede a ambas no puede, por tanto, ser [o consistir en] una indiferencia de ambas la una frente a la otra y la otra frente a la una [es decir, no puede consistir en una indiferencia de ella misma frente a lo inmutable, esto es, no puede consistir en que ella misma quede ahí indiferentemente frente a lo inmutable]; sino que ella es inmediatamente ambas, y ella es para ella misma la relación de ambas como una relación de la esencia con la inesencia, de suerte que hay que suprimir y superar esta última [es decir, la inesencia], pero en cuanto a ella [a la conciencia] ambas [la esencia y la inesencia] le resultan tan igualmente esenciales, y ambas son contradictorias, la conciencia no es sino este contradictorio movimiento en el cual lo contrario no se aquieta [ni descansa, ni para] en lo contrario, sino que en él no hace otra cosa que engendrarse de nuevo como contrario.

Algunas aclaraciones

X75X = Y ¿qué pasaría si se pusiese del lado de lo inmutable? No podría, pues tendría que concebirlo o concebirse como contradictoria.

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Conversaciones en Madrid

[208] De primeras, ella es tan sólo la unidad inmediata de ambas, pero ambas no son para ella lo mismo, sino contrapuestas, y siendo así, una, a saber, la simple e inmutable, le es como la esencia, mientras que la otra, la que es múltiple y mudable, le es como lo inesencial. Ambas son un ser extraño para ella; ella misma, por ser la conciencia de esta contradicción, se pone del lado de la conciencia mudable, y es lo inesencial; pero, en cuanto conciencia de la inmutabilidad, o de la esencia simple, a la vez tiene que buscar liberarse de lo inesencial, esto es, de sí misma. Pues, aunque ella para sí sólo sea, ciertamente, lo mutable, y lo inmutable le sea algo extraño, ella misma es algo simple, y por ende, conciencia inmutable, consciente, por ende, de sí como de su esencia, pero de tal manera que ella misma, a su vez, no es para sí esta esencia. Por eso, la posición que la conciencia le da a ambas no es la de una indiferencia recíproca de ellas, es decir, no es una indiferencia de sí misma frente a lo inmutable; sino que ella misma es inmediatamente ambas, y es para ella la referencia de ambas en cuanto una referencia de la esencia a la inesencia, de manera que esta última tiene que ser asumida, pero, al ser las dos igual de esenciales y contradictorias, ella, la conciencia, es sólo el movimiento contradictorio en el que lo contrario no llega a reposar en su contrario, sino que vuelve a generarse de nuevo en él como contrario.

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Conversations in Washington

[208] [208]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition While at first it is only the immediate unity of both, but while, for it, the two are opposed consciousnesses and not the same consciousness, one of them, namely, the simple unchangeable, is, to itself, as the essence, the other, however, the manifoldly changeable, as the inessential. For it, both are essences that are alien to each other. Because it is the consciousness of this contradiction, it itself takes the side of the changeable consciousness and is, to itself, the inessential. However, as consciousness of unchangeableness, or of the simple essence, it must at the same time concern itself with freeing itself from the inessential, which means to free itself from itself. For whether it is indeed for itself only the changeable and the unchangeable is, to itself, something alien, it is in that way itself simple and thereby unchangeable consciousness. It is thereby aware of the unchangeable consciousness as its essence, although it is still aware of it in such a way that for itself it itself is again not this essence. The stance that it assigns to both thus cannot be an indifference of one to the other, i.e., cannot be an indifference of itself with respect to the unchangeable. Rather, it is immediately itself both of them, and, for it, it is the relation of both as a relation of essence to the inessential, in such a manner that this latter is to be sublated. However, while both are, to itself, equally essential and equally contradictory, it is only the contradictory movement in which the opposite does not come to rest in its own opposite but instead newly engenders itself only as an opposite within it.

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Conversaciones en el Atrium

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