Gespräche in der Dämmerung 00206

Parte de:

B. Autoconciencia [B. Selbstbewußtsein] /  IV: La Verdad de la Certeza de sí mismo [IV. Die Wahrheit der Gewißheit seiner selbst] / B. Libertad de la autoconciencia; estoicismo, escepticismo y la conciencia desgraciada [B. Freiheit des Selbstbewußtseins; Stoizismus, Skeptizismus und das unglückliche Bewußtsein]

 

[La autoconciencia escéptica; absoluto desaparecer y perspectiva de inmovilidad; contingencia y desigualdad, e inmutabilidad e igualdad]

Gespräche in Jena

[206] Im Skeptizismus erfährt das Bewußtsein in Wahrheit sich als ein in sich selbst widersprechendes Bewußtsein; es geht aus dieser Erfahrung eine neue Gestalt hervor, welche die zwei Gedanken zusammenbringt, die der Skeptizismus auseinanderhält. Die Gedankenlosigkeit des Skeptizismus über sich selbst muß verschwinden, weil es In der Tat ein Bewußtsein ist, welches diese beiden Weisen an ihm hat. Diese neue Gestalt ist hierdurch ein solches, welches für sich das gedoppelte Bewußtsein seiner als des sich befreienden, unwandelbaren und sichselbstgleichen und seiner als des absolut sich verwirrenden und verkehrenden und das Bewußtsein dieses seines Widerspruchs ist. – Im Stoizismus ist das Selbstbewußtsein die einfache Freiheit seiner selbst; im Skeptizismus realisiert sie sich, vernichtet die andere Seite des bestimmten Daseins, aber verdoppelt sich vielmehr und ist sich nun ein Zweifaches. Hierdurch ist die Verdopplung, welche früher an zwei Einzelne, an den Herrn und den Knecht, sich verteilte, in Eines eingekehrt; die Verdopplung des Selbstbewußtseins in sich selbst, welche im Begriffe des Geistes wesentlich ist, ist hiermit vorhanden, aber noch nicht ihre Einheit, und das unglückliche Bewußtsein ist das Bewußtsein seiner als des gedoppelten, nur widersprechenden Wesens.

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Conversaciones en Valencia

[206] En el escepticismo la conciencia hace en verdad experiencia de sí como una conciencia que es contradictoria en sí misma [o contradictoria dentro de sí misma, in sich]; y de esa experiencia nace una nueva figura que pone en conexión (que aúna) aquellas dos ideas [Gedanken] [la de inmutabilidad e igualdad y la de contingencia y desigualdad] que el escepticismo mantiene separadas X70X.1Pese a la relación histórica entre neoplatonismo, gnosis y judeocristianismo, no deja de ser pertinente la idea de que es desde el escepticismo antiguo y el estoicismo desde donde el judeocriatianismo se convierte en la nueva configuración de las conciencias. Esa ausencia de pensamiento acerca de sí mismo o [esa ausencia] de idea de sí que caracteriza al escepticismo tiene que desaparecer, pues en definitiva es una conciencia, o es una conciencia una, la que lleva en ella o tiene en ella ambas formas. Y esta nueva figura es así una figura que es para sí esta doble conciencia de sí [por un lado] como liberándose, como inmutable e igual a sí misma, y [por otro lado] como de una conciencia en absurda confusión y puesta patas arriba, y que no es sino la conciencia de esta su contradicción. — En el estoicismo la autoconciencia es la simple libertad [o la libertad simple] de esa autoconciencia misma; en el escepticismo esa libertad se realiza, aniquila a la otra parte que es la existencia determinada, pero con ello no hace más bien sino duplicarse, con lo cual la conciencia se es ahora ella a sí misma eso dual [o doble o duple]. Y con ello aquella duplicación que más arriba teníamos repartida en dos individuos, en el señor y en el siervo [el serse inmutablemente del señor y la desigualdad consigo del siervo (vide 00189 y sigs.)], pasa a aposentarse [o ha pasado a aposentarse] en uno solo; esa duplicación [ese duplicarse] de la conciencia en sí misma [in sich selbst, dentro de sí misma] que es esencial en el concepto de espíritu, la tenemos, por tanto, ya aquí, pero todavía no en su unidad, o todavía no su unidad, y la conciencia desgraciada X71X2Vide infra Algunas aclaraciones X71X. [que es la que ahora vamos a pasar a considerar] es la conciencia de sí como de una entidad doblada que no puede sino contradecirse.

Algunas aclaraciones

X70X

Pese a la relación histórica entre neoplatonismo, gnosis y judeocristianismo, no deja de ser pertinente la idea de que es desde el escepticismo antiguo y el estoicismo desde donde el judeocriatianismo se convierte en la nueva configuración de las conciencias.

X71X

Esta figura se convierte desde ahora en eje o en uno de los ejes de la Fenomenología del espíritu. Se repetirá al final del cap. V. A en términos realmente sorprendentes, es decir, traducida, por decirlo así, a puro «cientificismo», y volverá a desempeñar un papel fundamental tanto al final del cap. VI, como en el cap. VII sobre la religión, como en el cap. VIII.

Podríamos incluso decir que si los motivos más básicos del Parménides y El sofista de Platón, leídos desde Aristóteles, representan el elemento griego en la Fenomenología del espíritu, la figura de la «conciencia desgraciada», articulada siempre con aquellos motivos, representa el elemento cristiano en la Fenomenología del espíritu. Es desde Grecia y el cristianismo desde donde las estructuras de la conciencia moderna (Descartes, Galileo, Leibniz, Hume, Newton, Kant, etc.) se dan alcance a sí mismas en su carácter incondicionado; ese darse conceptualmente alcance esas estructuras a sí mismas es lo que la Fenomenología del espíritu representa o quiere ser. O viendo la modernidad también por su lado práctico y político: es desde Grecia y el cristianismo desde donde la modernidad revolucionaria, pese a tener que entenderse como la Aufhebung de ello, pero también como la consumación de ello, busca cerciorarse de sí misma en la razón absoluta que le asiste.

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Conversaciones en Madrid

[206] En el escepticismo, la conciencia se experimenta, en verdad, como una conciencia que se contradice dentro de sí misma; de esta experiencia emerge una figura nueva que junta los dos pensamientos que el escepticismo mantenía separados. La falta de pensamiento del escepticismo sobre sí mismo tiene que desaparecer, pues se trata, de hecho, de una única conciencia que tiene en ella esos dos modos. Así, esta nueva figura es tal que es para sí la conciencia doble de sí: en cuanto conciencia liberada, inmutable e igual a sí misma, y en cuanto conciencia que se confunde y se invierte absolutamente: es la conciencia de esta contradicción suya. — En el estoicismo, la autoconciencia es la libertad simple de ella misma; en el escepticismo, esa libertad se realiza, anula el otro lado de la existencia determinada, pero ella más bien se desdobla, con lo que se es a sí una conciencia doble. Por lo cual, este desdoblamiento, que antes XX*X3Cf. supra, pág. 263 y sig. (vide 00189 y sigs.). se repartía en dos singulares, el señor y el siervo, se vuelve uno; está aquí presente, por tanto, el desdoblamiento de la autoconciencia en sí misma, desdoblamiento que es esencial en el concepto de espíritu, pero todavía no está presente su unidad, y la conciencia desdichada es la conciencia de sí en cuanto esencia doble que no hace más que contradecirse.

Algunas aclaraciones

XX*X = Cf. supra 00189 y sigs.

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Conversations in Washington

[206] [206]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition In skepticism, consciousness experiences itself in truth as a self-contradictory consciousness. From out of this experience, there then arises a new shape which brings together the two thoughts which skepticism keeps asunder. Skepticism’s thoughtlessness about itself has to vanish because it is in fact one consciousness that has these two modes in it. This new shape is thereby one that is for itself the doubled consciousness of itself as self-liberating, unchangeable, self-equal self-consciousness, and of itself as absolutely self-confusing, self-inverting – and it is the consciousness of its being this contradiction. – In stoicism, self-consciousness is the simple freedom of itself; in skepticism, it realizes itself and annihilates the other aspect of determinate existence, but on the contrary it doubles itself and is, to itself, now something twofold. The doubling, which was previously distributed between two singular individuals, the master and the servant, is thereby brought back into one singular individual. Although the doubling of self-consciousness within itself, which is essential in the concept of spirit, is thereby present, its unity is not yet present, and the unhappy consciousness is the consciousness of itself as a doubled, only contradictory creature.5Wesens.

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Conversaciones en el Atrium

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