Gespräche in der Dämmerung 00202
Parte de:
B. Autoconciencia [B. Selbstbewußtsein] / IV: La Verdad de la Certeza de sí mismo [IV. Die Wahrheit der Gewißheit seiner selbst] / B. Libertad de la autoconciencia; estoicismo, escepticismo y la conciencia desgraciada [B. Freiheit des Selbstbewußtseins; Stoizismus, Skeptizismus und das unglückliche Bewußtsein]
[El escepticismo]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[202] Der Skeptizismus ist die Realisierung desjenigen, wovon der Stoizismus nur der Begriff, – und die wirkliche Erfahrung, was die Freiheit des Gedankens ist; sie ist an sich das Negative und muß sich so darstellen. Mit der Reflexion des Selbstbewußtseins in den einfachen Gedanken seiner selbst ist ihr gegenüber in der Tat aus der Unendlichkeit das selbständige Dasein oder die bleibende Bestimmtheit herausgefallen; im Skeptizismus wird nun für das Bewußtsein die gänzliche Unwesentlichkeit und Unselbständigkeit dieses Anderen; der Gedanke wird zu dem vollständigen, das Sein der vielfach bestimmten Welt vernichtenden Denken, und die Negativität des freien Selbstbewußtseins wird sich an dieser mannigfaltigen Gestaltung des Lebens zur realen Negativität. – Es erhellt, daß, wie der Stoizismus dem Begriffe des selbständigen Bewußtseins, das als Verhältnis der Herrschaft und Knechtschaft erschien, entspricht, so entspricht der Skeptizismus der Realisierung desselben als der negativen Richtung auf das Anderssein, der Begierde und der Arbeit. Aber wenn die Begierde und die Arbeit die Negation nicht für das Selbstbewußtsein ausführen konnten, so wird dagegen diese polemische Richtung gegen die vielfache Selbständigkeit der Dinge von Erfolg sein, weil sie als [159] in sich vorher vollendetes freies Selbstbewußtsein sich gegen sie kehrt; bestimmter, weil sie das Denken oder die Unendlichkeit an ihr selbst hat und hierin die Selbständigkeiten nach ihrem Unterschiede ihr nur als verschwindende Größen sind. Die Unterschiede, welche im reinen Denken seiner selbst nur die Abstraktion der Unterschiede sind, werden hier zu allen Unterschieden und alles unterschiedene Sein zu einem Unterschiede des Selbstbewußtseins.
Conversaciones en Valencia
[El escepticismo]1Vide infra Algunas aclaraciones X57X.
[202] 2Epígrafe: El escepticismo. X57X3Vide infra Algunas aclaraciones X57X. El escepticismo es la realización de aquello de lo que el estoicismo es el concepto, y la experiencia real de lo que es la libertad del pensamiento X58X;4Vide infra Algunas aclaraciones X58X. la libertad del pensamiento es en sí lo negativo, y así tiene ella que presentarse y hacer exposición de sí. Pues de hecho, con la reflexión de la autoconciencia en el simple pensamiento de sí misma [con el quedar reflectida la conciencia en el tenerse ahí a sí misma], resulta que (frente a esa reflexión) han caído fuera de la infinitud [en que esa reflexión consiste] toda existencia autónoma o toda determinidad estable [toda cosa otra que la conciencia]; y es en el escepticismo donde devienen para la conciencia [donde devienen conscientes, donde se vuelven sabidas] la completa inesencialidad de eso otro y la completa falta de autonomía de eso otro; el pensamiento se convierte en un pensamiento que aniquila completamente el ser de ese mundo múltiplemente determinado [el ser del mundo en la plétora de las múltiples determinaciones con que se presenta], y de este modo la negatividad de la autoconciencia libre se convierte (en lo que respecta a esa diversidad de configuraciones de la vida) en negatividad tangible y real [o en la negatividad tangible y real] [o en la negatividad real de verdad]. — Salta a la vista que así como el estoicismo se corresponde con el concepto de la conciencia autónoma [o con el concepto de conciencia autónoma] que aparecía como la relación de señorío y servidumbre, así también el escepticismo se corresponde con la realización de ese concepto en cuanto tal realización es un negativo enderezarse contra el ser-otro, es decir, en cuanto ese concepto es deseo y trabajo X59X.5Es decir, estoicismo y escepticismo deben considerarse desarrollos de lo introducido en el cap. IV, A, pero ya en el terreno de la incondicionada unidad del en-sí y el para-sí que en el cap. IV, A, no caían del mismo lado. Pero si antes el deseo y el trabajo no fueron capaces de [o no bastaban ellos de por sí para] poner por obra y llevar a efecto para la autoconciencia aquella negación, ahora tal orientación polémica contra la múltiple autonomía de las cosas tendrá, en cambio, que resultar exitosa por cuanto se vuelve contra ellas como una autoconciencia libre, ya previamente consumada [ya de antemano convertida en efectivamente libre, libre ya antes de enderezarse a ellas]; y ello de modo tanto más determinado y certero, cuanto que esa dirección polémica lleva en sí o tiene en sí el pensamiento, o lo que es lo mismo: lleva en sí o tiene en sí la infinitud, y, por tanto, las autonomías [Selbstständigkeiten] de las cosas y de sus respectivas diferencias no pueden consistir para dicha dirección polémica sino en magnitudes desaparecientes [verschwindende] X60X.6Es en el escepticismo donde el contexto de fenómenos queda identificado como el contexto de apariencia o apariencias que ese contexto es en verdad. Y así resulta que las diferencias que en el puro pensamiento de sí misma [de la autoconciencia misma] no son más que abstracción de las diferencias, es decir, no son más que un abstraer de las diferencias [es lo que sucede en los estoicos], se convierten aquí [en Platón, en los académicos, en el escepticismo pirrónico, en Sexto Empírico, en Montaigne, o en Hume, por ejemplo], X61X7Vide infra Algunas aclaraciones X61X. en todas esas efectivas diferencias que están ahí, pero resultando que todo ese ser [Seyn] diferente se convierte en no más que una diferencia de la autoconciencia [respecto de sí misma] X62X.8Y es aquí donde la conciencia se es ella para sí aquello con lo que dimos al final del cap. III.
Algunas aclaraciones
X57X
[Nota al epígrafe] Como va a empezar a decir enseguida el autor, es por primera vez en la figura de la conciencia escéptica cuando el «movimiento negativo» o el «movimiento de la negatividad» o el «movimiento en que la negatividad consiste» no es algo a lo que la conciencia esté solamente sometida, sino algo que lo es ella misma para sí en todo su alcance. Parece, por tanto, que para Hegel es en la conciencia escéptica donde la conciencia empieza a ser de lleno negatividad referida a sí misma que se es ella ahí como tal en todo su alcance. En el tejido de sorprendentes referencias cruzadas que es la Fenomenología del espíritu, es la conciencia escéptica la que empieza realizando de lleno el concepto aristotélico de energeia y sujetualidad. Y siendo para Hegel la conciencia moderna ese concepto aristotélico en su volverse ese concepto genuinamente para sí, en su serse él ahí de lleno, nada es para Hegel moderno si no tiene como puerta de entrada el escepticismo.
Más importante es aún otra serie de referencias. La conciencia desgraciada, el judeocristianismo, que es la figura siguiente que el autor pasa a considerar, asocia los dos pensamientos (el de inmutabilidad y mutabilidad) que el escepticismo no lograba asociar. En cuanto la conciencia moderna es la representación religiosa del Dios hecho hombre traída a concepto, y que en ello se da pleno alcance conceptual a sí misma (es lo que quiere ser la Fenomenología del espíritu) recurriendo a conceptos de Platón, es natural que el Platón que interesa especialmente a Hegel sea el Platón no ya sólo escéptico sino el Platón radicalmente aporético del Parménides y del Teeteto que si acaso se vuelve positivo en el peculiar sentido de dar en El sofista con la existencia del no-ser. Y de ese fundamental motivo platónico se sirve Hegel para recurrir a la idea de autoactividad de Aristóteles e interpretar el yo pienso moderno y la incondicionalidad de éste.
X58X
Es decir, el escepticismo es la realización del concepto de la conciencia autónoma o de aquello que no pueden acabar el trabajo y el deseo. En todo caso sólo la polémica del escepticismo implica verdadera infinitud. Las autoafirmaciones más serias de la libertad seguramente irán de la mano de la conciencia escéptica.
X59X
Es decir, estoicismo y escepticismo deben considerarse desarrollos de lo introducido en el cap. IV, A, pero ya en el terreno de la incondicionada unidad del en-sí y el para-sí que en el cap. IV, A, no caían del mismo lado.
X60X
Es en el escepticismo donde el contexto de fenómenos queda identificado como el contexto de apariencia o apariencias que ese contexto es en verdad.
X61X
Sobre estas «modificaciones» o distintas formas del escepticismo véase el artículo publicado por Hegel en marzo de 1801 en el Kritisches Journal der Philosophie que lleva por título «Verhältnis des Skeptizismus zur Philosophie. Darstellung seiner verschiedenen Modifikationen und Vergleichung des neuesten mit dem alten» (Relación del escepticismo con la filosofía. Exposición de sus distintas modificaciones y comparación del más reciente con el antiguo). «Este escepticismo, tal como en su forma pura explícita aparece en el Parménides de Platón, puede encontrarse implícitamente en todo sistema genuinamente filosófico, pues que en toda filosofía constituye el lado de libertad de ésta»; G. W. F. Hegel, Werke 2, Jenaer Schriften (1801-1807), Suhrkamp, Francfort, 1970, pág. 229.
X62X
Y es aquí donde la conciencia se es ella para sí aquello con lo que dimos al final del cap. III.
Conversaciones en Madrid
[202] El escepticismo es la realización de aquello de lo que el estoicismo es sólo el concepto… y la experiencia efectiva de lo que es la libertad del pensamiento; ésta es en-sí lo negativo, y así es como tiene que presentarse. Con la reflexión de la autoconciencia en el pensamiento simple de ella misma, ha venido a caer frente a ella, en efecto, desprendiéndose de la infinitud, la existencia autónoma o la determinidad que permanece; ahora, en el escepticismo, adviene para la conciencia toda la índole in esencial y falta de autonomía de eso otro; el pensamiento se convierte en el pensar entero que aniquila el ser del mundo pluralmente determinado, y la negatividad de la autoconciencia libre se convierte en negatividad real en esta configuración múltiple de la vida. — Es evidente que, así como el estoicismo corresponde al concepto de conciencia autónoma que aparecía como relación de señorío y servidumbre, el escepticismo corresponde a la realización de dicha relación en cuanto orientación negativa hacia el ser-otro, en cuanto deseo y trabajo. Pero si el deseo y el trabajo no podían ejecutar la negación para la autoconciencia, en cambio, esta orientación polémica hacia la autonomía plural de las cosas sí tendrá éxito, porque se vuelve contra ellas en cuanto autoconciencia libre previamente acabada dentro de sí; dicho de modo más determinado, porque tiene en ella misma el pensar o la infinitud, y de ese modo, a sus ojos, esas cosas autónomas conforme a sus diferencias, sólo son en cuanto magnitudes evanescentes. Las diferencias, que, dentro del pensar puro de ella misma, sólo son la abstracción de las diferencias, se convierten aquí en todas las diferencias, y todo ser diferente se convierte en una diferencia de la autoconciencia.
Conversations in Washington
[202] [202]9We kept the numeration given by the editor in the printed edition Skepticism is the realization of that of which stoicism is only the concept – and it is the actual experience of what freedom of thought is. Skepticism is in itself the negative, and that is the way it must exhibit itself. With the reflection of self-consciousness into the simple thoughts of itself, self-sufficient existence, or the lasting determinateness confronting it, has in fact fallen outside of the infinity of thought. In skepticism, the whole inessentiality and non-self-sufficiency of this other comes to be for consciousness; thought becomes the thinking that annihilates the being of the manifoldly determinate world, and the negativity of free self-consciousness in the heart of these multifarious shapes of life becomes, to itself, real negativity. – It is clear that just as stoicism corresponds to the concept of self-sufficient consciousness (which appeared as a relationship between mastery and servitude), skepticism corresponds to the realization of the concept of self-sufficient consciousness as the negative direction (of desire and work) towards otherness. However much desire and work were not able to achieve the negation for self-consciousness, by contrast this polemical direction towards the manifold self-sufficiency of things meets with success because, within itself, as an already culminated and free self-consciousness, it turns against them. To put it more precisely, because this polemical orientation has thinking in its own self, or infinity, those self-sufficiencies, according to their differences, are therein only as vanishing magnitudes to it. The differences which in the pure thinking of itself are only the abstraction of differences become here all of the differences, and every differentiated being becomes a difference of self-consciousness.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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