Gespräche in der Dämmerung 00188
Parte de:
B. Autoconciencia [B. Selbstbewußtsein] / IV: La Verdad de la Certeza de sí mismo [IV. Die Wahrheit der Gewißheit seiner selbst] / A. Autonomía y no autonomía de la autoconciencia; dominación y servidumbre [A.Selbständigkeit und Unselbständigkeit des Selbstbewußtseins; Herrschaft und Knechtschaft]
[Negación natural, negación absoluta]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[188] Diese Bewährung aber durch den Tod hebt ebenso die Wahrheit, welche daraus hervorgehen sollte, als damit auch die Gewißheit seiner selbst überhaupt auf; denn wie das Leben die natürliche Position des Bewußtseins, die Selbständigkeit ohne die absolute Negativität ist, so ist er die natürliche Negation desselben, die Negation ohne die Selbständigkeit, welche also ohne die geforderte Bedeutung des Anerkennens bleibt. Durch den Tod ist zwar die Gewißheit geworden, daß beide ihr Leben wagten und es an ihnen und an dem Anderen verachteten; aber nicht für die, welche diesen Kampf bestanden. Sie heben ihr in dieser fremden Wesenheit, welches das natürliche Dasein ist, gesetztes Bewußtsein oder sie heben sich [auf] und werden als die für sich sein wollenden Extreme aufgehoben. Es verschwindet aber damit aus dem Spiele des Wechsels das wesentliche Moment, [149] sich in Extreme entgegengesetzter Bestimmtheiten zu zersetzen; und die Mitte fällt in eine tote Einheit zusammen, welche in tote, bloß seiende, nicht entgegengesetzte Extreme zersetzt ist; und die beiden geben und empfangen sich nicht gegenseitig voneinander durch das Bewußtsein zurück, sondern lassen einander nur gleichgültig, als Dinge, frei. Ihre Tat ist die abstrakte Negation, nicht die Negation des Bewußtseins, welches so aufhebt, daß es das Aufgehobene aufbewahrt und erhält und hiermit sein Aufgehobenwerden überlebt.
Conversaciones en Valencia
[Negación natural, negación absoluta]
[188]1Epígrafe: Negación natural, negación absoluta. Pero tal confirmación o acreditación mediante la muerte acabaría precisamente suprimiendo y superando [eliminando y cancelando] la verdad que de esa acreditación habría de surgir, y con ello también la certeza que la autoconciencia tiene de sí misma; pues así como la vida no es sino la posición natural de la conciencia [es decir, el quedar puesta naturalmente la conciencia, es decir, el quedar puesta la conciencia en términos de naturaleza], y, por tanto, la vida no es sino la autonomía [es decir, el quedar puesta la conciencia reposando en sí o sobre sí o como estando en y sobre sí], pero sin la absoluta negatividad [que, sobre la vida, representa la autoconciencia], así también la muerte no es sino la negación natural de la vida, es decir, la negación sin dicha autonomía, [es decir, la negación sin dicho quedar sobre sí, es decir, la negación sin dicho estar reposando o estribando en sí o sobre sí, es decir, la negación sin dicha Selbstständigkeit, sin dicho estar o quedar consistiendo en negación], la cual negación, por tanto, se quedaría también sin el significado de reconocimiento, que es el que aquí se exige. Pues mediante la muerte, ciertamente, se produciría la certeza o devendría la certeza de que ambas han sido capaces de arriesgar y poner en juego sus vidas, y que ambas hicieron mofa de esa vida tanto en ellas mismas como en la otra; pero eso no sería para ellas mismas en cuanto habiendo salido airosas de esa lucha; pues ellas habrían levantado o elevado [hasta sí mismas] esa su conciencia puesta en ese ser [Wesen] extraño que representa la existencia natural (o lo que es lo mismo: se habrían levantado, alzado o elevado hasta sí mismas), pero en ese levantar o levantarse o elevarse [heben, levantar], habrían quedado suprimidas y superadas [aufgehoben] como tales extremos que-quieren-ser-para-sí [ese decir, ese heben, ese levare, ese levantarse, se las habría llevado por delante, las habría tachado, aufgehoben]. Ahora bien, con ello habría desaparecido también del juego de ese mutuo trueque e intercambio el momento esencial, a saber: el momento de descomponerse en extremos de determinidades contrapuestas [es decir, el momento de descomponerse en extremos que son o representan determinidades contrapuestas, aquí las dos autoconciencias]; con lo cual, el medio o el término medio [el juego de las fuerzas] se habría derrumbado o hundido en una unidad muerta que se descompone en extremos muertos, es decir, que puramente son ahí, es decir, que no se contraponen ya; y entonces resultaría que ambas [autoconciencias] ni se dan ni se reciben otra vez [ni vuelven a tenerse y recibirse otra vez] mutuamente (la una de la otra o la una por la otra, y viceversa) mediante la conciencia, sino que lo único que hacen [lo único que harían] es liberarse y soltarse de forma sólo indiferente, es decir, como si fuesen cosas. Y, por tanto, su hazaña, su acción [That], sólo sería una negación abstracta, no la negación de la conciencia [es decir, no una negación efectuada en y por la conciencia, no la negación que la conciencia efectúa, la negación en que la conciencia consiste] X36X,2Varias veces o incluso muchas veces ya en el presente cap. IV el autor ha empleado conciencia no en un sentido contrapuesto al de autoconciencia, sino en un sentido genérico. pues la conciencia suprime y supera [hebt auf], pero de suerte que conserva y mantiene lo superado, sobrevive a ese haber sido superada [es decir, de suerte que ella es la sobrevivencia de ese haber sido superada, es decir, es el sobrevivir de ese haber sido ella superada].
Algunas aclaraciones
X36X = Varias veces o incluso muchas veces ya en el presente cap. IV el autor ha empleado conciencia no en un sentido contrapuesto al de autoconciencia, sino en un sentido genérico.
Conversaciones en Madrid
[188] Pero este ponerse a prueba por la muerte cancela tanto la verdad que debiera brotar de ello como también, por tanto, la certeza de sí mismo en general; pues, así como la vida es la posición natural de la conciencia, la autonomía sin la negatividad absoluta, la muerte es la negación natural de la vida, la negación sin la autonomía, la cual, por tanto, se queda sin el significado de reconocimiento que estaba exigiendo. Cierto es que, por la muerte, ha advenido la certeza de que ambas arriesgaban su vida y la despreciaban en ellas y en la otra, pero no para las que han superado la prueba de esta lucha. Cancelan su conciencia puesta en esa esencialidad extraña que es la existencia natural, o se cancelan a sí, quedando así canceladas como extremos que quieren ser para sí. Pero con ello desaparece del juego de cambio el momento esencial, descomponerse en extremos de determinidades contrapuestas; y el término medio se desploma en una unidad muerta que se descompone en extremos muertos, que meramente son, y no están contrapuestos; y ambos ni se dan ni se reciben ni devuelven mutuamente por medio de la conciencia, sino que se dejan mutuamente libres, sólo indiferentes, como cosas. Su acto es la negación abstracta, no la negación de la conciencia, la cual cancela de tal manera que asume, y lo asumido se preserva y se mantiene, sobreviviendo, por ello, a su haber-sido-cancelada X78X.3Aquí Hegel explica los dos sentidos, negativo y positivo, del verbo aufheben. Intento reproducirlo en la traducción.
Algunas aclaraciones
X78X = Aquí Hegel explica los dos sentidos, negativo y positivo, del verbo aufheben. Intento reproducirlo en la traducción.
Conversations in Washington
[188] [188]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition However, this trial by death likewise sublates the truth which was supposed to emerge from it, and, by doing so, completely sublates the certainty of itself. For just as life is the natural location of consciousness, self-sufficiency without absolute negativity, death is the natural negation of this same consciousness, negation without self-sufficiency, which thus endures without the significance of the recognition which was demanded. Through death, the certainty has been established that each has risked his life, and that each has cast a disdainful eye towards death both in himself and in the other. But this is not the case for those who passed the test in this struggle. They sublate their consciousness, which was posited in this alien essentiality which is natural existence, or they elevate themselves and, as extremes wanting to be for themselves, are themselves sublated. The essential moment thereby vanishes from the fluctuating interplay, namely, that of disintegrating into extremes of opposed determinatenesses, and the mediating middle collapses into a dead unity, which breaks down into dead extremes which are merely existents and not opposed. Neither gives back the other to itself nor does it receive itself from the other through consciousness. Rather, they only indifferently leave each other free-standing, like things. Their deed is abstract negation, not the negation of consciousness, which sublates so that it preserves and maintains what has been sublated and which thereby survives its having become sublated.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION