Gespräche in der Dämmerung 00159

Parte de:

A. Conciencia [A. Bewußtsein] /  III: La Fuerza y el Entendimiento, el Fenómeno y el Mundo suprasensible [III. Kraft und Verstand, Erscheinung und übersinnliche Welt]

 

[El mundo invertido]

Gespräche in Jena

[159] Oberflächlich angesehen ist diese verkehrte Welt so das Gegenteil der ersten, daß sie dieselbe außer ihr hat und jene erste als eine verkehrte Wirklichkeit von sich abstößt, daß die eine die Erscheinung, die andere aber das Ansich, die eine sie ist, wie sie für ein Anderes, die andere dagegen, wie sie für sich ist; so daß, um die vorigen Beispiele zu gebrauchen, was süß schmeckt, eigentlich oder innerlich am Dinge sauer, oder was am wirklichen Magnete der Erscheinung Nordpol ist, am inneren oder wesentlichen Sein Südpol wäre; was an der erscheinenden Elektrizität als Sauerstoffpol sich darstellt, an der nichterscheinenden Wasserstoffpol wäre. Oder eine Handlung, die in der Erscheinung Verbrechen ist, sollte im Innern eigentlich gut sein (eine schlechte Handlung eine gute Absicht haben) können, die Strafe nur in der Erscheinung Strafe, an sich oder in einer anderen Welt aber Wohltat für den Verbrecher sein. Allein solche Gegensätze von Innerem und Äußerem, von Erscheinung und Übersinnlichem, als von zweierlei Wirklichkeiten, sind hier nicht mehr vorhanden. Die abgestoßenen Unterschiede verteilen sich nicht von neuem an zwei solche Substanzen, welche sie trügen und ihnen ein getrenntes Bestehen verliehen, wodurch der Verstand aus dem Innern heraus wieder auf seine vorige Stelle zurückfiele. Die eine Seite oder Substanz wäre wieder die Welt der Wahrnehmung, worin das eine der beiden Gesetze sein Wesen triebe, und ihr gegenüber eine innere Welt, gerade eine solche sinnliche Welt wie die erste, aber in der Vorstellung, sie könnte nicht als sinnliche Welt aufgezeigt, nicht gesehen, gehört, geschmeckt werden, und doch würde sie vorgestellt als eine solche sinnliche Welt. [129] Aber in der Tat, wenn das eine Gesetzte ein Wahrgenommenes ist und sein Ansich als das Verkehrte desselben, ebenso ein sinnlich Vorgestelltes, so ist das Saure, was das Ansich des süßen Dinges wäre, ein so wirkliches Ding wie es, ein saures Ding; das Schwarze, welches das Ansich des Weißen wäre, ist das wirkliche Schwarze; der Nordpol, welcher das Ansich des Südpols ist, ist der an demselben Magnete vorhandene Nordpol; der Sauerstoffpol, der das Ansich des Wasserstoffpols ist, der vorhandene Sauerstoffpol derselben Säule. Das wirkliche Verbrechen aber hat seine Verkehrung und sein Ansich als Möglichkeit in der Absicht als solcher, aber nicht in einer guten; denn die Wahrheit der Absicht Ist nur die Tat selbst. Das Verbrechen seinem Inhalte nach aber hat seine Reflexion-in-sich oder seine Verkehrung an der wirklichen Strafe; diese ist die Aussöhnung des Gesetzes mit der ihm im Verbrechen entgegengesetzten Wirklichkeit. Die wirkliche Strafe endlich hat so ihre verkehrte Wirklichkeit an ihr, daß sie eine solche Verwirklichung des Gesetzes ist, wodurch die Tätigkeit, die es als Strafe hat, sich selbst aufhebt, es aus tätigem wieder ruhiges und geltendes Gesetz wird und die Bewegung der Individualität gegen es und seiner gegen sie erloschen ist.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[159] Visto superficialmente, este mundo invertido es lo contrario del primero [del no-invertido] en términos tales que ese mundo invertido tiene al primero [al no-invertido] fuera de sí, y repele o expele de sí a ese primero [al no-invertido] como una realidad invertida o como una realidad del revés; el primero [el no-invertido] es [entonces] el fenómeno, y el otro [el invertido] el en-sí; el primero [el no-invertido] es [entonces] ese mundo tal como es para [un] otro y el otro [el invertido], en cambio, tal como ese mundo es para sí X33X;1Véase infra Algunas aclaraciones X33X. de manera que, para emplear el ejemplo anterior, lo que tiene un sabor dulce, resulta que en realidad (o lo que es lo mismo: en lo que respecta al interior de las cosas o a lo interior de la cosa) es ácido, o lo que en el imán real del fenómeno es el polo norte, en el interior o en el ser esencial sería el polo sur; y lo que en la electricidad, en cuanto fenoménica, es decir, en cuanto apareciente, es decir, en el fenómeno de ella, se presenta como el polo del hidrógeno, en la no fenoménica sería el polo del oxígeno; o una acción que en el fenómeno es un crimen, es decir, lo que parece o aparece como siendo un delito o un crimen, en su interior podría ser propiamente bueno (una mala acción podría tener una buena intención); el castigo sólo en el fenómeno sería castigo, pero en sí o en otro mundo [o en el otro mundo, o en un mundo otro, en el revés del primero] no sería sino una buena acción, un acto de benevolencia del que se hace objeto al criminal X34X.2Véase infra Algunas aclaraciones X34X. Sólo que tales contraposiciones entre interior y exterior, entre el fenómeno y lo suprasensible, si se las entiende como dos clases distintas de realidades [o entendidas como dos clases distintas de realidades], no es algo que en nuestro caso pueda seguir ya estando ahí delante o existiendo ahí [como, por ejemplo, la electricidad positiva y negativa]. Las diferencias repelidas o expelidas [es decir, las diferencias que mutuamente se repelen o mutuamente se expelen] no se distribuyen o dividen o reparten de nuevo en dos sustancias tales que las sostuviesen o que les prestasen una subsistencia separada; mediante lo cual el entendimiento no haría sino recaer otra vez desde el interior [donde ahora está] hasta su anterior posición X35X.3Todo es, pues, otro de lo que parece, siendo eso otro (eso interior) muy otro de lo que parece en ese aparecer precisamente como lo otro de lo que parece. No es posible fijar ninguno de los extremos. Pues una vertiente, lado o sustancia sería otra vez el mundo de la percepción, en la que la primera de las dos leyes desarrollaría lo que es su esencia, y frente a esa vertiente, lado, o sustancia, estaría un mundo interior, que sería justamente un mundo sensible como el primero, sólo que en la representación; [ese mundo interior] no podría mostrarse ni podría ser mostrado como mundo sensible, es decir, no podría ser visto, oído, gustado, y, sin embargo, no podría quedar representado sino como tal mundo sensible. Pero en realidad, si lo primero que se pone [es decir, si el primer mundo, o lo que empieza poniéndose como primer mundo] es un perceptum [es decir, algo percibido], y su en-sí, en cuanto lo inverso de ese perceptum, no es sino asimismo un sensiblemente repraesentatum, es decir, algo representado sensiblemente, entonces resultará que lo ácido que fuese el en-sí de la cosa dulce será una cosa tan real [una cosa tan cosa, Ding], como es una cosa ácida; lo negro que fuese lo en-sí de lo blanco [que fuese, por tanto, lo blanco en sí] no será sino lo Negro real; el Polo Norte que fuese el en-sí del Polo Sur, será el Polo Norte presente de verdad en el mismo imán [es decir, el Polo Norte real que el imán tiene]; el polo del hidrógeno que sea el en-sí del polo del oxígeno será el polo del hidrógeno presente de verdad [que ahí está de verdad, que es el real] en la misma pila voltaica [es decir, el polo del hidrógeno que la pila voltaica tiene efectivamente]. El delito real tiene su inversión o su del-revés (y su en-sí en cuanto posibilidad) en la intención como tal, pero no en una buena intención; pues la verdad de la intención no es otra que el acto mismo. El delito, pues, en lo que se refiere a su contenido, tiene su reflexión en sí o su inversión o su del-revés en el castigo real; pues éste es la reconciliación de la ley con la realidad que en el delito se le contrapone. El castigo real tendría [o tiene], finalmente, su realidad invertida o su realidad del revés en él mismo, en cuanto él es una realización invertida de la ley, es un realizarse la ley, pero del revés, es decir, en términos tales que, por medio de la actividad en que la ley consiste como castigo o que la ley tiene como castigo, se suprime y se supera a sí misma [esa actividad], de modo que de ley activa vuelve a convertirse otra vez en ley quieta y vigente, quiescente [en ese su estar ejerciendo su validez], y el movimiento de la individualidad contra ella y de ella contra la individualidad queda extinguido y cancelado.

Algunas aclaraciones

X33X

En las líneas precedentes el autor ha venido usando sólo pronombres personales y y demostrativos que pueden referirse por igual a ambos mundos, de modo que podría haberse hecho la traducción contraria y hubiera sido igual (el traductor se la deja al lector). Ello es intencionado por parte del autor, pues es la conclusión que el autor saca a continuación.

Juan Eusebio Nieremberg y Ottin S.I. (1595-1658)

X34X

Los ascetas cristianos fueron siempre muy proclives a esta clase de inversiones: «Lo que en un mundo son riquezas y gozos, cuantos se puedan imaginar, todo es asco y basura comparado con los tesoros que en el otro se gozan sin fin», dice el Padre Nieremberg en un contexto no ajeno a éste de Hegel, en el contexto de una consideración acerca de la diferencia entre este mundo y su más-allá, acerca «de la diferencia entre lo temporal y lo eterno» (éste es el título del libro de Nieremberg). Si no recuerdo mal, a propósito de una de estas comparaciones de Nieremberg bromea Ortega y Gasset en una ocasión diciendo que, conforme a esto, la idea más exacta que quizá pudiéramos hacernos de la suprema felicidad seria la resultante de pasarnos la vida con un intenso dolor de muelas. La felicidad se nos haría así patente como el reverso de ello. Y el así sufriente conocería realmente qué es la felicidad, cosa que el feliz suele desconocer. A esta clase de inversiones de la ascesis se refiere Hegel al final del cap. IV.

X35X

Todo es, pues, otro de lo que parece, siendo eso otro (eso interior) muy otro de lo que parece en ese aparecer precisamente como lo otro de lo que parece. No es posible fijar ninguno de los extremos.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[159] Visto superficialmente, este mundo invertido es lo contrario del primero, de tal manera que lo tiene fuera de él, y lo repele de sí como una realidad efectiva invertida, uno es el fenómeno, mientras que otro es lo en-sí, uno es tal como es para otro, el otro, en cambio, tal como es para sí; de suerte que, por usar los ejemplos anteriores, lo que sabe dulce es propiamente, o interiormente en la cosa, agrio, o lo que en el imán del fenómeno es efectivamente polo norte, en el ser interior o esencial sería polo sur; lo que se presenta como polo del oxígeno en la electricidad que aparece, sería el polo del hidrógeno en la electricidad que no aparece. O bien, una acción que en el fenómeno es un delito, en lo interior debería poder ser, propia mente hablando, buena (una mala acción podría tener una buena intención); la pena sólo sería pena en el fenómeno, mas en , o en otro mundo, sería un beneficio para el criminal. Sólo que tales oposiciones de interior y exterior, de fenómeno y suprasensible, en cuanto oposiciones de dos realidades efectivas de distinto tipo, ya no están presentes. Las diferencias repelidas no vuelven a repartirse de nuevo entre dos substancias tales que las soportaran y les confiriesen una subsistencia separada por la que el entendimiento volviera a caer fuera de lo interior a su posición previa. Un lado o substancia volvería a ser el mundo de la percepción, en el que una de las dos leyes diera libre curso a su esencia y, frente a él, un mundo interior, precisamente un mundo sensible como el primero, pero en la representación; no podría ser señalado como mundo sensible, ni visto, ni oído, ni saboreado, pero, sin embargo, sí que sería representado como tal mundo sensible. Pero, de hecho, si lo uno puesto es algo percibido, y su en-sí, en cuanto lo inverso de ello, es también algo sensible representado, entonces lo ácido es lo que sería lo en-sí de la cosa dulce, una cosa tan efectivamente real como lo sea una cosa ácida; lo negro, que sería lo en-sí de lo blanco, es lo efectivamente negro; el polo norte, que es lo en-sí del polo sur, es el polo norte presente en el mismo imán; el polo del oxígeno, que es lo en-sí del polo del hidrógeno, es el polo del oxígeno que hay presente en la misma columna. Mas el crimen efectivo tiene su inversión y su en-sí como posibilidad en la intención como tal, pero no en una buena intención; pues la verdad de intención es sólo el hecho mismo. Conforme a su contenido, sin embargo, el crimen tiene su reflexión dentro de sí, o su inversión en la pena efectivamente real; ésta es la reconciliación de la ley con la realidad efectiva que se le contrapone en el crimen. La pena efectivamente real, finalmente, tiene en ella su realidad efectiva invertida, de tal manera que ella es una realización efectiva de la ley tal que, por ella, la actividad que tiene en cuanto pena se cancela a sí misma, la ley pasa de ser activa a ser ley tranquila y vigente, y se apaga el movimiento de la individualidad contra ella, y de ella contra la individualidad.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[159] [159]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition Superficially viewed, this inverted world is the opposite of the first in that it has the latter external to itself, and repels that first world from itself as an inverted actuality. The one is appearance, the other is the in-itself. The one world is as it is for others, whereas the other is as it is for itself, so that, to use the previous examples, what tastes sweet is really, or inwardly in the thing itself, sour. Or what in appearance is the north pole in the actual magnet, would be, in the inner or essential being the south pole. Or what presents itself as the oxygen pole in electricity in its phenomenal appearance would be the hydrogen pole in non-phenomenal5nichterscheinenden electricity. Or an action, which in the realm of appearance is a crime, should be in its inwardness genuinely good, or a bad action having a good intention. Punishment would only be punishment in the realm of appearance; in itself or in another world it could be a benefit for the criminal. Yet such oppositions – of inner and outer, appearance and the supersensible – which have been taken as two kinds of actualities are no longer present here. The repelled differences do not distribute themselves anew to two kinds of substances that would support them and lend them a separate stable existence, in which case the understanding would again fall out of the inner back into its previous place. The one aspect, or substance, would be again the world of perception in which the one of those two laws would drive its essence, and, over and against that law, there would be an inner world, just the kind of sensible world like the first, but one which existed in the realm of representation. Unlike the sensuous world, that world could not be pointed out, seen, heard, or tasted, and yet it would be represented in the terms of such a sensuous world. But if the one posit is in fact something perceived and if its in-itself, as its inversion, is likewise sensuously represented, then the sourness, which would be the in-itself of the sweet thing, would be just as actual as the sweet thing, or it would be a sour thing. The black, which would be the in-itself of the white, would be the actual black. The north pole, which is the in-itself of the south pole, would be the north pole present in the same magnet. The oxygen pole, which is the in-itself of the hydrogen pole, would be the oxygen pole present in the same voltaic pile [battery]. However, the actual crime has its own invertedness and its in-itself as possibility in the intention as such, but not in a good intention, for the truth of intention is only the deed itself. The crime, according to its content, has its reflective turn into itself, or has its inversion in actual punishment, and this is the conciliation of the law with the actuality opposed to it in the crime. Finally, the actual punishment has in it its own inverted actuality in such a way so that it is a kind of actualization of the law, within which the activity, which the law has as punishment, sublates itself. From being active, the law again comes to be both at rest and in valid force, and both the movement of individuality against it and of it against individuality expires.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!