Gespräche in der Dämmerung 00152
Parte de:
A. Conciencia [A. Bewußtsein] / III: La Fuerza y el Entendimiento, el Fenómeno y el Mundo suprasensible [III. Kraft und Verstand, Erscheinung und übersinnliche Welt]
[La ley, de dos modos; el concepto de ley vuelto contra la ley]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[152] Das Gesetz ist dadurch auf eine gedoppelte Weise vorhanden, das eine Mal als Gesetz, an dem die Unterschiede als selbständige Momente ausgedrückt sind, das andere Mal in der Form des einfachen Insichzurückgegangenseins, welche wieder Kraft genannt werden kann, aber so, daß sie nicht die zurückgedrängte, sondern die Kraft überhaupt oder als [122] der Begriff der Kraft ist, eine Abstraktion, welche die Unterschiede dessen, was attrahiert und [was] attrahiert wird, selbst in sich zieht. So ist z. B. die einfache Elektrizität die Kraft, der Ausdruck des Unterschieds aber fällt in das Gesetz, dieser Unterschied ist positive und negative Elektrizität. Bei der Bewegung des Falles ist die Kraft das Einfache, die Schwere, welche das Gesetz hat, daß die Größen der unterschiedenen Momente der Bewegung, der verflossenen Zeit und des durchlaufenen Raumes, sich wie Wurzel und Quadrat zueinander verhalten. Die Elektrizität selbst ist nicht der Unterschied an sich oder in ihrem Wesen das Doppelwesen von positiver und negativer Elektrizität; daher man zu sagen pflegt, sie habe das Gesetz, auf diese Weise zu sein, auch wohl, sie habe die Eigenschaft, so sich zu äußern. Diese Eigenschaft ist zwar wesentliche und einzige Eigenschaft dieser Kraft, oder sie ist ihr notwendig. Aber die Notwendigkeit ist hier ein leeres Wort; die Kraft muß eben, weil sie muß, so sich verdoppeln. Wenn freilich positive Elektrizität gesetzt ist, ist auch negative an sich notwendig; denn das Positive ist nur als Beziehung auf ein Negatives, oder das Positive ist an ihm selbst der Unterschied von sich selbst, wie ebenso das Negative. Aber daß die Elektrizität als solche sich so teile, dies ist nicht an sich das Notwendige; sie als einfache Kraft ist gleichgültig gegen ihr Gesetz, als positive und negative zu sein, und wenn wir jenes ihren Begriff, dies aber ihr Sein nennen, so ist ihr Begriff gleichgültig gegen ihr Sein; sie hat nur diese Eigenschaft; das heißt eben, es ist ihr nicht an sich notwendig. – Diese Gleichgültigkeit erhält eine andere Gestalt, wenn gesagt wird, daß es zur Definition der Elektrizität gehört, als positive und negative zu sein, oder daß dies schlechthin ihr Begriff und Wesen ist. Alsdann hieße ihr Sein ihre Existenz überhaupt; in jener Definition liegt aber nicht die Notwendigkeit ihrer Existenz; sie ist entweder, weil man sie findet, d.h. sie ist gar nicht notwendig; oder ihre Existenz ist durch andere Kräfte, d.h. ihre Notwendigkeit ist eine äußere. Damit aber, daß die [123] Notwendigkeit in die Bestimmtheit des Seins durch Anderes gelegt wird, fallen wir wieder in die Vielheit der bestimmten Gesetze zurück, die wir soeben verließen, um das Gesetz als Gesetz zu betrachten; nur mit diesem ist sein Begriff als Begriff oder seine Notwendigkeit zu vergleichen, die sich aber in allen diesen Formen nur noch als ein leeres Wort gezeigt hat.
Conversaciones en Valencia
[La ley, de dos modos; el concepto de ley vuelto contra la ley]
[152] En virtud de ello, tenemos presente la ley de dos modos: por un lado como ley en la que las diferencias se expresan [o se hacen expresas, o vienen expresadas] como momentos que reposan en sí; y, por otro lado, [tenemos presente la ley] en la forma del simple haber retornado la ley a sí misma, la cual puede ser llamada otra vez fuerza, pero de suerte que esa fuerza no es la acumulada o represada en sí [zurückgedrängte], sino la fuerza en general, o, como [sucedía con] el concepto de fuerza, una abstracción que arrastra y atrae a sí las diferencias [o la diferencia] entre aquello que atrae y aquello que es atraído. Así, por ejemplo, la simple electricidad es la fuerza. Pero en la ley [o dentro de la ley] cae la expresión de la diferencia; esta diferencia es electricidad positiva y electricidad negativa. En el movimiento de caída es la fuerza lo simple, y la gravedad que obedece a esa ley, o que esa ley rige, es que las magnitudes de los distintos momentos del movimiento, es decir, el tiempo transcurrido y el espacio recorrido [Entfernungf], se relacionan entre sí como raíz y cuadrado. La electricidad misma no es la diferencia en sí [o no es en sí la diferencia entre electricidad positiva y negativa], o en su esencia ella no es esa doble entidad [Wesen] que representan la electricidad positiva y la electricidad negativa; por tanto, es costumbre expresarse diciendo que la electricidad tiene la ley de ser de tal forma, o también que tiene la propiedad de manifestarse o exteriorizarse así [es decir, como siendo positiva o negativa] [no que consista en ser positiva o negativa]. Esta propiedad es, ciertamente, propiedad esencial y única de esta fuerza o es una propiedad que le es necesaria. Pero necesidad es aquí una palabra vacía; pues no significa sino que la fuerza tiene que duplicarse en tales términos porque tiene que hacerlo. En todo caso, una vez que queda puesta la electricidad positiva, es también en sí necesaria la negativa; pues lo positivo es sólo en relación con un negativo [con algo negativo] o como referencia a un negativo [a algo negativo], o lo que es lo mismo: lo positivo es en sí mismo la diferencia respecto de sí mismo, al igual que lo negativo no es igualmente sino la diferencia respecto de sí. Pero que la electricidad como tal haya de dividirse en tales términos, esto no es en sí lo necesario [o esto no es en sí necesario]; la electricidad, como simple fuerza [o como fuerza simple, o como fuerza considerada en su simplicidad] es indiferente a su propia ley, es decir, a la ley de ser electricidad positiva o electricidad negativa; y si nosotros llamamos a lo primero su concepto [es decir, el concepto o Begriff de electricidad], y a esto segundo su ser [Seyn], entonces resulta que el concepto de la electricidad es indiferente respecto del ser de la electricidad; con lo cual resulta que ello [el ser positiva o negativa] es sólo una propiedad que la electricidad tiene [que a la electricidad le acontece tener]; lo cual quiere decir que ello no le es en sí necesario. Esa indiferencia [la mencionada indiferencia] cobra una forma distinta cuando se dice que pertenece a la definición de electricidad ser electricidad positiva o electricidad negativa, o que esto constituye simpliciter su concepto [Begriff] y esencia [Wesen]. [Pero tal cosa no es admisible]. Pues ello no significaría sino decir que su ser [Seyn] [el ser de la electricidad] es su existencia [Existenz] [o en otra traducción: pero entonces su ser significaría su existencia], es decir, que el ser de la electricidad es la existencia de la electricidad [cosa no admisible] [una «prueba ontológica» de la necesaria existencia de la electricidad en la forma que ésta ofrece, en el sentido de que su existencia vendría implicada en su concepto o esencia]; ahora bien, [es claro que] en tal definición no está o no se contiene la necesidad de su existencia [es decir, la necesidad de la existencia de la electricidad]; sino que la electricidad, o bien existe porque se la encuentra ahí, porque ahí está, lo cual significa: que la electricidad no es necesaria en absoluto [no es necesaria simpliciter], o bien su existencia viene determinada por otras fuerzas, lo cual significa: [que] su necesidad es una necesidad externa. Pero con ello, es decir, con que la necesidad se haga residir en la determinidad del ser-mediante-otro [del ser-por-otro] X24X,1Vide infra Algunas aclaraciones X24X. con ello, digo, hemos venido a dar de vuelta otra vez [henos de vuelta] en la pluralidad de leyes determinadas, que acabábamos de abandonar para considerar la ley como ley; sólo con ésta puede compararse su concepto como concepto, o lo que es lo mismo: su necesidad, la cual necesidad, empero, en todas estas formas no ha resultado ser sino una palabra vacía.
Algunas aclaraciones
X24X = Las leyes concernientes a los fenómenos eléctricos se mostrarían en su necesidad al derivarse de otras leyes. Aparte de que lo que Hegel busca aquí es dejar atrás la física o pasar especulativamente por detrás de ella, sus consideraciones son tan primitivas, que sería un completo disparate decir que Hegel está pensando aquí en una teoría unificada de los distintos «campos» con que opera la Física. Más bien habría que decir que la idea de A. Einstein de una teoría unificada de los distintos campos refleja una poderosa veta especulativa, proveniente quizá de la Cábala judía y del idealismo alemán.
Conversaciones en Madrid
[152] Así es que la ley está presente de una doble guisa: por un lado, como ley en la que están expresadas las diferencias como momentos autónomos; por otro, en la forma del simple haber regresado dentro de sí, forma que, a su vez, puede denominarse fuerza, pero de tal manera que no es la fuerza hecha retroceder, sino la fuerza en general o en tanto que concepto de fuerza, una abstracción que absobe dentro de sí incluso la diferencia de lo que atrae y lo que es atraído. Así, por ejemplo, la electricidad simple es la fuerza; pero la expresión de la diferencia cae en la ley; esta diferencia es electricidad positiva y negativa. En el movimiento de caída, la fuerza es lo simple, la gravedad, la cual tiene la ley de que las magnitudes de los diferentes momentos del movimiento, del tiempo transcurrido y del espacio recorrido, se relacionan mutuamente como el cuadrado y la raíz. La electricidad misma XX*X2Vide infra Algunas aclaraciones XX*X. no es la diferencia en sí, o no es, en su esencia, la esencia doble de electricidad positiva y negativa; por eso se suele decir que tiene la ley de ser de esta manera, y también, que seguramente tiene la propiedad de manifestarse así exteriormente. Esta propiedad es, ciertamente, una propiedad esencial y única de esta fuerza, o bien, dicho en otros términos, le es necesaria. Pero necesidad es aquí una palabra vacía; la fuerza tiene justamente que desdoblarse así porque tiene que hacerlo. Desde luego, cuando hay puesta electricidad positiva, también es necesaria en sí la negativa; pues lo positivo sólo lo es en referencia a algo negativo, o lo positivo es en ello mismo la diferencia de sí mismo, como también lo es lo negativo. Pero que la electricidad como tal se divida de esta manera no es en sí lo necesario; en cuanto fuerza simple, ella es indiferente a su ley de ser positiva y negativa; y si a la ley la denominamos su concepto, y a esto, en cambio, su ser, su concepto es indiferente a su ser; ella tan sólo tiene esta propiedad; es decir, justamente, tal ser no le es necesario en sí. — Esta indiferencia adquiere otra figura cuando se dice que pertenece a la definición de electricidad el ser como positiva y negativa, o que esto es, ni más ni menos, su concepto y esencia. Según esto, su ser significaría su existencia en general; pero en esa definición no se halla la necesidad de su existencia; una de dos: o bien ella es porque se la encuentra —es decir, no es necesaria para nada—; o su existencia es en virtud de otras fuerzas, es decir, su necesidad es una necesidad externa. Pero para que la necesidad sea depositada en la determinidad del ser en virtud de otro, nosotros recaemos de nuevo en la pluralidad de las leyes determinadas, que acabábamos de abandonar a fin de considerar la ley como ley; sólo con ésta puede compararse su concepto en cuanto concepto, o su necesidad, la cual, sin embargo, en todas estas formas, se mostraba ya sólo como una palabra vacía.
Algunas aclaraciones
XX*X = Hegel se refiere a las diversas teorías contemporáneas de la electricidad. Frente a Du Fay, Franklin suponía un único fluido eléctrico subyaciendo a la electricidad positiva y negativa. Hegel, que conocía bien la obra de Franklin, en el original y en la parte traducida al alemán, toma partido por él al criticar que hubiera una esencia doble de la electricidad, positiva y negativa. Hegel conocía la traducción al alemán realizada por J. C. Wilcke, el cual había escrito una introducción en la que explicaba la historia de la teoría de la electricidad, incidiendo especialmente en Benjamin Franklin. Cf. Des Herrn Benjamin Franklins Esq. Briefe von der Elektricität, aus dem Engländischen übersetzt, nebst Anmerkungen von J. C. Wilcke, Leipzig, 1758.
Conversations in Washington
[152] [152]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition As a result, the law is present in a doubled manner, at one time as a law in which the differences are expressed as self-sufficient moments, and at another time in the form of simple being-that-has-returned-into-itself.4In-sich-Zurückgegangen-seins This again can be called force, but not in such a way that it is the force driven back but rather so that it is the force as such, or the concept of force, which is itself an abstraction and which itself draws into itself the differences between what attracts and what is attracted. For example, simple electricity is in that way force. However, the expression of the difference belongs in the law, and this difference is positive and negative electricity. In the movement of falling, force is the simple, or gravity, for which the law is that the magnitudes of the distinct moments of the motion, or the time elapsed and the space traversed, relate themselves to each other as root and square. Electricity itself is not the difference in itself, or is not in its essence the doubled-essence of positive and negative electricity; thus, one is accustomed to saying that it has the law5sie habe das Gesetz of being that way, or that it has the property of expressing itself in that way. This property is, to be sure, essentially and solely the property of this force, or it is necessary to that force. However, necessity is an empty word here. The force must double itself in that way simply because it must. If, of course, positive electricity is posited, then negative electricity in itself is also necessary, for the positive is only as a relation to the negative. That is, the positive is in its own self the difference from itself in the same way that the negative is. However, that electricity divides itself as such in that way, is not in itself the necessary; as simple force electricity is indifferent vis-à-vis its law, which declares it to be positive and negative. If we call the former its concept and the latter its being, then its concept is indifferent to its being; it only has this property, which is just to say that its property is not in itself necessary to its being. – This indifference takes on another shape if it is said that it only belongs to the definition of electricity to be positive and negative, or that this is purely and simply its concept and essence. Its being would then mean its existence as such; however, the necessity of its existence does not lie in that definition; one either comes upon its existence, which is to say, it is not necessary at all; or it has its existence through other forces, which is to say that its necessity is external. However, by thereby locating necessity within the determinateness of being through others, we fall back again into the multiplicity of determinate laws, which we had just abandoned in order to consider the law as law. It is only with the law as law that its concept as concept is to be compared. However, in all these forms, necessity has still only shown itself to be an empty word.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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