Gespräche in der Dämmerung 00140
Parte de:
A. Conciencia [A. Bewußtsein] / III: La Fuerza y el Entendimiento, el Fenómeno y el Mundo suprasensible [III. Kraft und Verstand, Erscheinung und übersinnliche Welt]
[Desaparecientes diferencias de contenido y forma]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[140] Zur Vervollständigung der Einsicht in den Begriff dieser Bewegung kann noch darauf aufmerksam gemacht werden, daß sich die Unterschiede selbst in einem gedoppelten Unterschiede [113] zeigen, einmal als Unterschiede des Inhalts, indem das eine Extrem in sich reflektierte Kraft, das andere aber Medium der Materien ist; das andere Mal als Unterschiede der Form, indem das eine Sollizitierendes, das andere Sollizitiertes, Jenes tätig, dies passiv ist. Nach dem Unterschiede des Inhalts sind sie überhaupt oder für uns unterschieden; nach dem Unterschiede der Form aber sind sie selbständig, in ihrer Beziehung sich voneinander selbst abscheidend und entgegengesetzt. Daß so die Extreme nach diesen beiden Seiten nichts an sich, sondern diese Seiten, worin ihr unterschiedenes Wesen bestehen sollte, nur verschwindende Momente, ein unmittelbares Übergehen Jeder in die entgegengesetzte sind, dies wird für das Bewußtsein in der Wahrnehmung der Bewegung der Kraft. Für uns aber war, wie oben erinnert, auch noch dies, daß an sich die Unterschiede als Unterschiede des Inhalts und der Form verschwanden und auf der Seite der Form dem Wesen nach das Tätige, Sollizitierende oder Fürsichseiende dasselbe [war], was auf der Seite des Inhalts als in sich zurückgedrängte Kraft; das Passive, Sollizitierte oder für ein Anderes Seiende auf der Seite der Form dasselbe, was auf der Seite des Inhalts als allgemeines Medium der vielen Materien sich darstellte.
Conversaciones en Valencia
[Desaparecientes diferencias de contenido y forma]
[140] Para una más completa inteligencia del concepto de este movimiento conviene aún reparar en que las diferencias mismas se muestran en una doble diferencia: por un lado como diferencias de contenido en cuanto un extremo es fuerza reflectida en sí misma, y el otro extremo es el medio de las materias; y, por otro lado, como diferencias de forma en cuanto lo uno es lo solicitante y lo otro lo solicitado, aquello activo y esto pasivo. Conforme a la diferencia de contenido, esas diferencias son diferentes en general, o son diferentes para nosotros; conforme a la diferencia de forma [esas diferencia no sólo son diferentes], sino que son autónomas, escindiéndose la una de la otra en la relación que guardan entre sí y quedando en contraposición. Que de este modo los extremos conforme a estos dos lados no son nada en sí, sino que estos lados en los que habría de consistir su ser [Wesen] distinto, sólo son momentos desaparecientes o evanescentes, es decir, un inmediato transitar o pasar de cada uno de esos lados al opuesto, eso, digo, es también para la conciencia [o queda a la vista para la conciencia] en la percepción del movimiento de la fuerza. Pero para nosotros, o a nosotros, como más arriba hemos recordado [tanto hace un momento como incluso ya en el cap. II], quedó también patente lo siguiente, a saber: que en sí las diferencias, en cuanto diferencias de contenido y forma desaparecían y, del lado de la forma, lo que por su esencia era lo activo, lo solicitante, o lo que era para sí, era lo mismo que lo que, por el lado del contenido, mostrábase como la fuerza hecha replegarse o hecha retroceder sobre sí misma [contenida y represada en sí, zurückgedrängte]; y lo que por el lado de la forma era lo pasivo, lo solicitado, o lo que era para para otro, resultaba ser lo mismo que aquello que, por el lado del contenido, se presentaba o se mostraba como el medio universal de las muchas materias.
Conversaciones en Madrid
[140] Para que se pueda discernir de modo completo el concepto de este movimiento, puede aún llamarse la atención sobre el hecho de que las diferencias mismas se muestran en una diferencia duplicada: por un lado, como diferencia del contenido, en tanto que un extremo es fuerza reflexionada hacia dentro de sí, mientras que lo otro es medio de las materias; por otro lado, como diferencia de la forma, en tanto que uno es solicitante y el otro solicitado, aquél es activo y éste, pasivo. Según la diferencia del contenido, los extremos son diferentes en general, o para nosotros; pero según la diferencia de la forma son autónomos, se disocian ellos mismos dentro de su referencia, y están contrapuestos en ella. Que los extremos, según estos dos lados, no son nada en sí, sino que estos lados, en los que debería consistir su esencia diferenciada, son sólo momentos evanescentes, un transitar inmediato de cada lado al opuesto, es algo que adviene para la conciencia en la percepción del movimiento de la fuerza. Pero para nosotros, como ya se ha recordado más arriba XX*X,1Cf. supra, pág. 203 (Vide lo contenido en 00135). había, además, que, las diferencias, en cuanto diferencias del contenido y de la forma, desaparecían en sí, y del lado de la forma, lo activo según su esencia, lo solicitante o lo que es para sí era lo mismo que lo que, del lado del contenido, se presentaba como fuerza hecha retroceder; lo pasivo, lo solicitado o lo que es para otro es, del lado de la forma, lo mismo que lo que del lado del contenido se presentaba como medio universal de muchas materias.
Algunas aclaraciones
XX*X = Cf. supra en 00135.
Conversations in Washington
[140] [140]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition For the completion of the insight into the concept of this movement, attention can be drawn to the following. The differences themselves show themselves to be within a duplicated difference, at one time as differences of content, while the one extreme is the force reflected into itself, and the other extreme is the medium of the matters; at another time as differences of form, while one solicits, the other is solicited, and the former is active, whereas the latter is passive. According to the difference of content, they are as such, or for us, differentiated. However, according to the difference of form they are self-sufficient in their relation to each other, separating themselves off from each other and opposing themselves to each other. That, according to both aspects, the extremes are nothing in themselves, but rather (within that which their differentiated essence ought to stably exist) only vanishing moments, each an immediate transition into the opposite, becomes for the consciousness in perception the movement of force. However, for us (as noted above), there was also still this: In themselves the differences vanished as differences of content and of form and, on the side of form, according to the essence, the active, the soliciting force, or what-is-existing-for-itself, was the same as what, on the side of the content, was the force driven back into itself. The passive, solicited, or what is existing-for-an-other on the side of form, exhibits itself as the same as that which on the side of content turned out to be the universal medium of the many matters.
Conversaciones en el Atrium
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