Gespräche in der Dämmerung 00134
Parte de:
A. Conciencia [A. Bewußtsein] / III: La Fuerza y el Entendimiento, el Fenómeno y el Mundo suprasensible [III. Kraft und Verstand, Erscheinung und übersinnliche Welt]
[El resultado del que partimos; momentos de contenido, momentos de la forma; la nueva diferencia de contenido y forma; esos momentos y la universalidad incondicionada en su carácter de objeto en el que la conciencia no se ve a sí misma]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[134] Das Resultat war das Unbedingt-Allgemeine, zu nächst in dem negativen und abstrakten Sinne, daß das Bewußtsein seine einseitigen Begriffe negierte und sie abstrahierte, nämlich sie aufgab. Das Resultat hat aber an sich die positive Bedeutung, daß darin die Einheit des Fürsichseins und des Für-ein-Anderes-Seins oder der absolute Gegensatz unmittelbar als dasselbe Wesen gesetzt ist. Es scheint zunächst nur [108] die Form der Momente zueinander zu betreffen; aber das Fürsichsein und das Für-Anderes-Sein ist ebensowohl der Inhalt selbst, weil der Gegensatz in seiner Wahrheit keine andere Natur haben kann, als die sich im Resultate ergeben hat, daß nämlich der in der Wahrnehmung für wahr gehaltene Inhalt in der Tat nur der Form angehört und in ihre Einheit sich auflöst. Dieser Inhalt ist zugleich allgemein; es kann keinen anderen Inhalt geben, der durch seine besondere Beschaffenheit sich dem entzöge, in diese unbedingte Allgemeinheit zurückzugehen. Ein solcher Inhalt wäre irgendeine bestimmte Weise, für sich zu sein und zu Anderem sich zu verhalten. Allein für sich zu sein und zu Anderem sich zu verhalten überhaupt, macht seine Natur und Wesen aus, deren Wahrheit ist, Unbedingt-Allgemeines zu sein; und das Resultat ist schlechthin allgemein.
Conversaciones en Valencia
[El resultado del que partimos; momentos de contenido, momentos de la forma; la nueva diferencia de contenido y forma; esos momentos y la universalidad incondicionada en su carácter de objeto en el que la conciencia no se ve a sí misma]
[134]1Epígrafe: El resultado del que partimos; momentos de contenido, momentos de la forma; la nueva diferencia de contenido y forma; esos momentos y la universalidad incondicionada en su carácter de objeto en el que la conciencia no se ve a sí misma El resultado [el final del cap. II] era lo universal incondicionado, primero en el sentido negativo y abstracto de que la conciencia negaba [con ese resultado] sus conceptos unilaterales, y los abstraía, o abstraía de ellos, es decir, los abandonaba, los dejaba. Pero ese resultado tiene en sí el significado positivo de que en él, en ese resultado, la unidad (entiéndase la unidad del ser para sí y del ser para otro), o lo que es lo mismo: la contraposición absoluta quedaba o queda puesta inmediatamente como un mismo ser [Wesen], es decir, como tratándose del mismo ser [Wesen] [es decir, el ser para sí y el ser para otro quedaban puestos como siendo la misma cosa]. De entrada diríase que ese resultado sólo puede concernir a la forma de los momentos en la relación que guardan entre sí; pero el ser-para-sí y el ser-para-otro no son sólo eso [no son sólo forma], sino que también son el contenido mismo, pues la contraposición no puede tener en su verdad ninguna otra naturaleza que la que se ha obtenido en el resultado, a saber: que el contenido tomado por verdadero en la percepción sólo pertenece en realidad a la forma y se disuelve en la unidad de esa forma XX6X.2Éste es, pues, otro modo de formular la moraleja del cap. II. Ese contenido es a la vez universal; no puede haber otro contenido que por sus peculiares características se sustrajese a retornar a esta universalidad incondicionada [y a irse a pique en ella]. Pues tal contenido no podría ser sino alguna determinada manera de ser-para-sí y de haberse-respecto-al-otro [o a lo otro]. Pero resulta que ser-para-sí y haberse-respecto-a-otro [o haberse respecto a lo otro en general] es lo que constituye su naturaleza y esencia [la de ese contenido], cuya verdad es ser [ese contenido] incondicionadamente universal; y así el resultado es universal en absoluto, universal simpliciter.
Algunas aclaraciones
XX6X = Éste es, pues, otro modo de formular la moraleja del cap. II.
Conversaciones en Madrid
[134] El resultado era lo universal incondicionado, primero en el sentido negativo y abstracto de que la conciencia negaba sus conceptos unilaterales, los abstraía y renunciaba a ellos. Pero el resultado tiene, en sí, el significado positivo de que la unidad del ser para sí y del ser para otro, o la oposición absoluta, está puesta ahí inmediatamente como la misma esencia. De primeras, parece que sólo atañe a la forma de los momentos uno respecto a otro; pero el ser para sí y el ser para otro es también, igualmente, el contenido mismo, porque la oposición no puede tener en su verdad ninguna otra naturaleza que la que se ha dado en el resultado, a saber: que el contenido tenido por verdadero en la percepción X69X3Recuérdese que «percepción» es wahrnehmen, «tomar lo verdadero»: Hegel está haciendo explícito el contenido mismo de la palabra. sólo pertenece, de hecho, a la forma, y se disuelve en su unidad. Este contenido es, a la vez, universal; no puede haber ningún otro contenido que, por su particular hechura, se sustrajera a regresar a esta universalidad incondicionada. Semejante contenido sería algún modo determinado de ser para sí y de comportarse respecto a otro. Sólo que, en general, ser para sí y comportarse respecto a otro en general es lo que constituye su naturaleza y su esencia, cuya verdad es ser universal incondicionado; y el resultado es universal sin más.
Algunas aclaraciones
X69X = Recuérdese que «percepción» es wahrnehmen, «tomar lo verdadero»: Hegel está haciendo explícito el contenido mismo de la palabra.
Conversations in Washington
[134] [134]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition The result was the unconditioned universal, at first in the negative and abstract sense that consciousness negated its one-sided concepts and abstracted them, that is to say, it gave them up. However, the result has in itself the positive meaning that therein the unity of being-for-itself and being-for-an-other, or the absolute opposition is immediately posited as the same essence. It seems at first only to concern the form of the moments with regard to each other; however, being-for-itself and being-for-others are just as much the content itself because the opposition in its truth can have no other nature than that which has turned up in the result, namely, that the content, which was held to be true in perceiving, in fact only belongs to the form, and it dissolves into the form’s unity. This content is at the same time universal; there can be no other content which through its particular composition would withdraw from returning into this unconditioned universal. Such a content would be some kind of determinate mode of being for itself and mode of relating itself to others. Yet to be for itself and to relate itself to others, full stop, constitutes its nature and essence, whose truth lies in its being the unconditioned universal, and the result is absolutely universal.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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