Gespräche in der Dämmerung 00124
Parte de:
A. Conciencia [A. Bewußtsein] / II: La percepción; o la cosa y la equivocación [II. Die Wahrnehmung oder das Ding und die Täuschung]
[El Uno y el También; la cosa y las otras cosas; doble en-cuanto, y diferencia absoluta; lo esencial y lo inesencial]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[124] Ob nun zwar so der Widerspruch des gegenständlichen Wesens an verschiedene Dinge verteilt ist, so wird darum doch an das abgesonderte einzelne Ding selbst der Unterschied kommen. Die verschiedenen Dinge sind also für sich gesetzt; und der Widerstreit fällt in sie so gegenseitig, daß jedes nicht von sich selbst, sondern nur von dem anderen verschieden ist. Jedes ist aber hiermit selbst als ein Unterschiedenes bestimmt und hat den wesentlichen Unterschied von den anderen an ihm, aber zugleich nicht so, daß dies eine Entgegensetzung an ihm selbst wäre, sondern es für sich ist einfache Bestimmtheit, welche seinen wesentlichen, es von anderen unterscheidenden Charakter ausmacht. In der Tat ist zwar, da die Verschiedenheit an ihm ist, dieselbe notwendig als wirklicher Unterschied mannigfaltiger Beschaffenheit an ihm. Allein weil die Bestimmtheit das Wesen des Dings ausmacht, wodurch es von anderen sich unterscheidet [102] und für sich ist, so ist diese sonstige mannigfaltige Beschaffenheit das Unwesentliche. Das Ding hat hiermit zwar in seiner Einheit das gedoppelte Insofern an ihm, aber mit ungleichem Werte, wodurch dies Entgegengesetztsein also nicht zur wirklichen Entgegensetzung des Dings selbst wird; sondern insofern dies durch seinen absoluten Unterschied in Entgegensetzung kommt, hat es sie gegen ein anderes Ding außer ihm. Die sonstige Mannigfaltigkeit ist zwar auch notwendig an dem Dinge, so daß sie nicht von ihm wegbleiben kann, aber sie ist ihm unwesentlich.
Conversaciones en Valencia
[124] Ahora bien, aun cuando la contradicción de lo que el objeto es [la contradicción en que el objeto consiste] esté distribuida [quede así distribuida] entre varías cosas, precisamente por eso la diferencia alcanzará también a la cosa individual separada [a lo dividido, pues, de cualquier otro]. Las diversas cosas están puestas, pues, para sí; y el antagonismo recae mutuamente en ellas en los términos de que cada una no es distinta de sí, sino sólo distinta de las demás [diferencia relativa]. Pero con ello cada una de ellas está determinada [o viene determinada] ella misma como algo distinto [o viene definida ella como algo distinto] [diferencia, pues, absoluta] X27X,1Vide infra Algunas aclaraciones X27X. y ella consta en ella misma de una esencial diferencia [o consiste ella misma en una esencial diferencia] respecto de las demás; pero, a la vez, no en términos tales que ello fuese una contraposición en esa cosa misma, sino que esa cosa es para sí determinidad simple, la cual determinidad constituye el carácter esencial de esa cosa, que la distingue de las demás. Y estando en ella la diversidad [es decir, siendo ella diversa de otras, y, por tanto, siendo ella diversa en sí, es decir, por cuanto que la cosa implica diversidad], esa misma diversidad está también efectivamente en ella necesariamente como diferencia real de sus múltiples características [de las múltiples características de la cosa]. Sólo que, como aquella determinidad [simple] constituye la esencia [Wesen] de la cosa, por la que la cosa se distingue de las demás y es para sí, resulta que esas otras múltiples características son lo inesencial. De este modo, la cosa, en su unidad, tiene, ciertamente, aquel doble «en cuanto» en ella [tiene aquel doblado en-cuanto también en ella], pero con signos distintos; a causa de lo cual este ser contrapuesta no se convierte, pues, en una contraposición real de la cosa misma [en una contraposición real en la cosa misma], sino que en cuanto la cosa misma [o ese ser ella contrapuesta] llega a contraponerse mediante su diferencia ABSOLUTA X28X2A esta noción ya me he referido más arriba (vide 00123 Algunas aclaraciones X26X). [mediate el venir la cosa determinada ella misma como distinta], esa contraposición es algo que la cosa tiene respecto a una cosa distinta fuera de ella. El resto de la diversidad radica [es decir, las restantes características radican], sin duda, también necesariamente en la cosa, que no podría subsistir si se lo retirase de ella, pero le es inesencial [ese resto de la diversidad es inesencial a la cosa].
Algunas aclaraciones
X27X
Si bien se mira, el autor no está haciendo otra cosa que enfatizar la tesis de la ontología tradicional de que en el orden de las propiedades del ente, la unidad, el unum, conviene al ente en absoluto, es decir, absolute, y no sólo relativamente (como para esa ontología ocurre con las otras dos propiedades trascendentales del ente, que son la veritas y la bonitas). La tesis, como ya he dicho, proviene del libro X de la Metafísica de Aristóteles, y a Hegel le llega a través de la correspondiente disputatio metaphysica de Suárez y principalmente a través de toda la revisión de Leibniz de la temática del unum, de la unidad, y, en definitiva, de la mónada. O mejor, vistas las cosas desde Leibniz, en el presente cap. II se inicia el paso del ámbito de lo perceptivo a lo aperceptivo, que conceptualmente se consuma para la conciencia al final del cap. III y al principio del cap. IV. Pero ello a condición de que por el momento no forcemos demasiado esta correspondencia, pues Hegel no ve aquí la perceptio como determinación de la mónada, del unum, sino que ve el unum como determinación del objeto de la perceptio. Es del movimiento de la perceptio y del unum del que obtendremos (a través del cap. III) la estructura de la apperceptio.



X28X
A esta noción ya me he referido más arriba (vide 00123 Algunas aclaraciones X26X).
Conversaciones en Madrid
[124] Ahora bien, aunque, ciertamente, la contradicción de la esencia objetual está así distribuida entre cosas diversas, ello no obsta, sin embargo para que, por eso mismo, la diferencia llegue a la cosa singular particularizada misma. Las cosas diversas están, entonces, puestas para sí; y el enfrentamiento cae en ellas de modo tan recíproco que cada una es diversa no de sí misma, sino sólo de la otra. Pero, con esto, cada una está determinada ella misma como una cosa diferente, y tiene en ella la diferencia esencial respecto a las otras; mas, a la par, no de tal manera que esto fuera una contraposición en ella misma, sino que es para sí una determinidad simple que constituye su carácter esencial, que la diferencia de las otras. De hecho, ciertamente, la diversidad, puesto que está en la cosa, es necesaria como diferencia efectivamente real de la hechura múltiple que hay en ésta. Sólo que, como la determinidad constituye la esencia de la cosa, por medio de la cual se diferencia de las otras cosas y es para sí, toda esta demás hechura múltiple que hay por otros lados es lo inesencial. Con esto, ciertamente, la cosa, dentro de su unidad, tiene en ella el en-la-medida-que por partida doble, pero con valores desiguales; por lo cual, entonces, este estar-contrapuestos no llega a ser la contraposición efectiva de la cosa, sino que, en la medida en que se llega a la contraposición por la diferencia ABSOLUTA de la cosa, ésta tiene la contraposición a otra cosa fuera de ella. Pero aunque toda esa demás multiplicidad es también necesaria en la cosa, de modo que no puede faltarle, le es, sin embargo, inesencial.
Conversations in Washington
[124] [124]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Now, to be sure, although the contradiction in the objective essence is shared among various things, the difference will for that very reason reach as far as the isolated singularly individual thing itself. The various things are therefore posited as each existing for itself, and the conflict falls into each of them reciprocally such that each is different not from itself but only from others. However, each is thereby itself determined as something different and has the essential difference from others in it,4an ihm but at the same time not in such a way that this would be an opposition in its own self. Rather, it is for itself simple determinateness, which constitutes its essential character and differentiates it from others. Since diversity is in it, the same difference necessarily is as an actual difference of multiple constitutions in it. Yet because the determinateness constitutes the essence of the thing, whereby it distinguishes itself from others and is for itself, this otherwise multiple constitution is the inessential. Within its unity, the thing thereby has in itself the doubled Insofar, but with unequal values. As a result, its being-posited-in-opposition does not therefore become an actual opposition of the thing itself. Rather, insofar as this thing comes into opposition through its absolute difference, it has that opposition vis-à-vis another thing external to itself. However, the other multiplicity is also, to be sure, necessarily in the thing such that it cannot be kept away from the thing, but it is inessential to it.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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