Gespräche in der Dämmerung 00120
Parte de:
A. Conciencia [A. Bewußtsein] / II: La percepción; o la cosa y la equivocación [II. Die Wahrnehmung oder das Ding und die Täuschung]
[La separación entre la reflexión-en-sí y el percibir; la conciencia percipiente como el medio del ser la cosa una; y de cómo ese medio resulta no ser la conciencia, sino la cosa]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[120] Diese verschiedenen Seiten, welche das Bewußtsein auf sich nimmt, sind aber, jede so für sich, als in dem allgemeinen Medium sich befindend betrachtet, bestimmt; das Weiße ist nur in Entgegensetzung gegen das Schwarze usf., und das Ding Eins gerade dadurch, daß es anderen sich entgegensetzt. Es schließt aber andere nicht, insofern es Eins ist, von sich aus – denn Eins zu sein ist das allgemeine Aufsichselbstbeziehen, und dadurch, daß es Eins ist, ist es vielmehr allen gleich –, sondern durch die Bestimmtheit. Die Dinge selbst also sind an und für sich bestimmte; sie haben Eigenschaften, wodurch sie sich von anderen unterscheiden. Indem die Eigenschaft die eigene Eigenschaft des Dinges oder eine Bestimmtheit an ihm selbst ist, hat es mehrere Eigenschaften. Denn fürs erste ist das Ding das wahre, es ist an sich selbst; und was an ihm ist, ist an ihm als sein eigenes Wesen, nicht um anderer willen; also sind zweitens die bestimmten Eigenschaften nicht nur um anderer Dinge willen und für andere Dinge, sondern an ihm selbst; sie sind aber bestimmte Eigenschaften an ihm nur, indem sie mehrere sich voneinander unterscheidende sind; und drittens, indem sie so in der Dingheit sind, sind sie an und für sich und gleichgültig gegeneinander. Es ist also in Wahrheit das Ding selbst, welches weiß und auch kubisch, auch scharf usf. ist, oder das Ding ist das Auch oder das allgemeine Medium, worin die vielen Eigenschaften außereinander bestehen, ohne sich zu berühren und aufzuheben; und so genommen wird es als das Wahre genommen.
Conversaciones en Valencia
[120] Ahora bien, estos diversos lados que la conciencia hace recaer en ella son lados determinados, y ello tanto cada uno de por sí como también en cuanto considerados cada uno de ellos como encontrándose en el medio [Medium] universal; lo blanco sólo lo es en contraposición con lo negro, etc., y la cosa es una precisamente porque se contrapone a otras. Pero no excluye de sí a otras en cuanto es una; pues ser una es el universal referirse-a-sí-misma o el universal no estar referida la cosa sino a sí misma [el universal referirse la cosa a sí misma, un referirse la cosa a sí misma, que es universal o que es de tipo universal o que tiene carácter universal, es decir, que es propiedad que compete a toda cosa como cosa], y, por tanto, por ser una, es precisamente igual a todas las demás; [por consiguiente, no excluye de sí a las demás cosas por ese una] sino que excluye de sí a las demás cosas por su determinidad [por las propiedades que tienen que la convierten en tal cosa una] X23X.1Zubiri diría que por la talidad de la cosa en la función trascendental de dicha talidad. Son, pues las cosas mismas las que están [o son] determinadas en y para sí [o en y de por sí]; las cosas tienen propiedades, por las que se distinguen de otras cosas [o también: las cosas tienen propiedades por las que se distinguen de las otras cosas; o las cosas tienen propiedades y por las propiedades que tienen se distinguen de las demás cosas]. Y en cuanto la propiedad es la propia propiedad de la cosa, o lo que es lo mismo: en cuanto la propiedad es una determinidad en la cosa misma, resulta que la cosa tiene muchas propiedades. Pues (y esto es lo primero) la cosa es lo verdadero, la cosa es en sí misma. Y lo que es ella en sí lo es ella en sí como siendo ello su esencia, no con vistas a otras [es decir, no a causa de otras o por mor de otras]; por tanto, en segundo lugar, las determinadas propiedades [las propiedades determinadas] no son por otras cosas ni son para otras cosas, sino que lo son [es decir, son propiedades determinadas] en la cosa misma; pero propiedades determinadas en la cosa misma sólo lo son porque son muchas propiedades que se distinguen en la cosa unas de otras; y tercero, en cuanto [esas propiedades] están así en la coseidad [en la cosa], son en y de por sí indiferentes las unas respecto a las otras. Es, pues, en verdad la cosa misma la que es blanca, y también cúbica, y también de sabor fuerte [salada], etc., o lo que es igual: es la cosa misma la que es ese También, o el medio universal, en el que las múltiples propiedades están ahí [o se dan ahí, o subsisten ahí] unas fuera de otras, sin tocarse, y sin suprimirse y superarse [sin cancelarse] mutuamente; es así como la cosa es tomada por la cosa que ella es [es decir, es así como la cosa es tomada en su verdad, als das wahre genommen, esto es, es tomada como lo verdadero, wahr genommen] [es decir, es así como se produce tal percipere o tal percapere de la cosa] X24X.2Recuérdese lo dicho en nota la principio de este capítulo sobre los términos Wahrehemen y Wahrnemung (Vide nota XX1X en 00111).
Algunas aclaraciones
X23X = Zubiri diría que por la talidad de la cosa en la función trascendental de dicha talidad.
X24X = Recuérdese lo dicho en nota la principio de este capítulo sobre los términos Wahrehemen y Wahrnemung (Vide nota XX1X en 00111).
Conversaciones en Madrid
[120] Sin embargo, estos lados diversos que la conciencia toma sobre sí, considerado cada uno para sí tal como se encuentra en el medio universal, están determinados; lo blanco sólo es en contraposición a lo negro, etcétera, y la cosa es Una precisamente porque se contrapone a otras cosas. Pero no excluye de sí a otras cosas en la medida que sea Una —pues ser Uno es el universal referirse a sí mismo; y por el hecho de ser Una resulta, más bien, igual a todas—; sino que las excluye por la determinidad. Las cosas mismas, pues, son cosas determinadas en y para sí; tienen propiedades por las que se diferencian de otras cosas. En tanto que la propiedad es la propiedad propia de la cosa, o una determinidad en la cosa misma, la cosa tiene varias propiedades. Pues, en primer lugar, la cosa es lo verdadero, es en sí misma; y lo que esté en ella, está en ella como su esencia propia, no en virtud de otra cosa; con lo que, en segundo lugar, las propiedades determinadas no lo son solamente en virtud de otras cosas, o para otras cosas, sino que lo son en la cosa misma; pero son propiedades determinadas en ella sólo en tanto que son varias y diferentes unas de otras; y, en tercer lugar, al estar ellas en la cosidad, son mutuamente indiferentes en y para sí X62X3An und für sich acompaña aquí, al sentido técnico, el sentido coloquial que tiene la expresión en el suabo alemán de Hegel: «de suyo, en realidad, de por sí». Es, pues, en verdad, la cosa misma la que es blanca, y también cúbica, y también picante, etcétera, o bien, la cosa es el también, o el medio universal donde las muchas propiedades subsisten unas fuera de otras sin tocarse ni cancelarse; tomada así, la cosa es tomada como lo verdadero, es percibida.
Algunas aclaraciones
X62X = An und für sich acompaña aquí, al sentido técnico, el sentido coloquial que tiene la expresión en el suabo alemán de Hegel: «de suyo, en realidad, de por sí».
Conversations in Washington
[120] [120]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition However, the diverse aspects which consciousness takes upon itself are determinate in that each is regarded as existing for itself within the universal medium. White is only in contrast to black, etc., and the thing is One precisely as a result of its being contrasted with others. However, it does not exclude others from itself insofar as it is One, for to be One is to be the universal relating-itself-to-itself, and as a result of its being One, it is instead the same as all others. Rather, it is through its determinateness that it excludes others. The things themselves are thus determinate in and for themselves; they have properties whereby they are differentiated from others. As the property is the thing’s own property, or a determinateness in its own self, it has multiple properties. For, in the first place, the thing is the true, it is in itself, and what is in its own self is in its own self its own essence, not on account of others. Second, the determinate properties thus are not only on account of other things and are for other things but are on their own. However, they are determinate properties in the thing only while there are many of them and each is differentiated from the other. Third, while they are in that way within thinghood, they are in and for themselves and are indifferent to each other. Therefore, in truth it is the thing itself which is white and also cubical, also tart, etc., or the thing is the Also, which to say, it is the universal medium in which the many properties stably exist externally to each other, and where none makes contact with the other, and none is sublated. Taken in that way, the thing is taken to be the true.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION