Gespräche in der Dämmerung 00117

Parte de:

A. Conciencia [A. Bewußtsein] / II: La percepción; o la cosa y la equivocación [II. Die Wahrnehmung oder das Ding und die Täuschung]

 

[Lo Uno fugiente y la devolución de la conciencia a sí]

Gespräche in Jena

[117] Sehen wir nun zu, welche Erfahrung das Bewußtsein in seinem wirklichen Wahrnehmen macht. Sie ist für uns in der soeben gegebenen Entwicklung des Gegenstandes und des Verhaltens des Bewußtseins zu ihm schon enthalten und wird nur die Entwicklung der darin vorhandenen Widersprüche sein. – Der Gegenstand, den ich aufnehme, bietet sich als rein Einer dar; auch werde ich die Eigenschaft an ihm gewahr, die allgemein ist, dadurch aber über die Einzelheit hinausgeht. Das erste Sein des gegenständlichen Wesens als eines Einen war also nicht sein wahres Sein; da er das Wahre ist, fällt die Unwahrheit in mich, und das Auffassen war nicht richtig. Ich muß um der Allgemeinheit der Eigenschaft willen das gegenständliche Wesen vielmehr als eine Gemeinschaft überhaupt nehmen. Ich nehme nun ferner die Eigenschaft wahr als bestimmte. Anderem entgegengesetzte und es ausschließende. Ich faßte das gegenständliche Wesen also in der Tat nicht richtig auf, als ich es als eine Gemeinschaft mit anderen oder als die Kontinuität bestimmte, und muß vielmehr um der Bestimmtheit der Eigenschaft willen die Kontinuität trennen und es als ausschließendes Eins setzen. [97] An dem getrennten Eins finde ich viele solche Eigenschaften, die einander nicht affizieren, sondern gleichgültig gegeneinander sind; ich nahm den Gegenstand also nicht richtig wahr, als ich ihn als ein Ausschließendes auffaßte, sondern er ist, wie vorhin nur Kontinuität überhaupt, so jetzt ein allgemeines gemeinschaftliches Medium, worin viele Eigenschaften als sinnliche Allgemeinheiten, jede für sich ist und als bestimmte die anderen ausschließt. Das Einfache und Wahre, das ich wahrnehme, ist aber hiermit auch nicht ein allgemeines Medium, sondern die einzelne Eigenschaft für sich, die aber so weder Eigenschaft noch ein bestimmtes Sein ist; denn sie ist nun weder an einem Eins noch in Beziehung auf andere. Eigenschaft ist sie aber nur am Eins und bestimmt nur in Beziehung auf andere. Sie bleibt als dies reine Sichaufsichselbstbeziehen nur sinnliches Sein überhaupt, da sie den Charakter der Negativität nicht mehr an ihr hat; und das Bewußtsein, für welches jetzt ein sinnliches Sein ist, ist nur ein Meinen, d.h. es ist aus dem Wahrnehmen ganz heraus und in sich zurückgegangen. Allein das sinnliche Sein und Meinen geht selbst in das Wahrnehmen über; ich bin zu dem Anfang zurückgeworfen und wieder in denselben, sich in jedem Momente und als Ganzes aufhebenden Kreislauf hineingerissen.

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Conversaciones en Valencia

[Lo Uno fugiente y la devolución de la conciencia a sí]

[117] Pero miremos ahora qué experiencia hace la conciencia en su percibir real [en el aprehender efectivamente algo como lo que ese algo en verdad es]. Para nosotros esa experiencia viene ya contenida [esa experiencia nos viene ya contenida] en el desarrollo que acabamos de indicar del objeto X19X1Ésta es la razón por la que, al hablar más arriba del objeto, el autor hubo de dejar su argumentación en el aire. y del comportamiento de la conciencia acerca de él; y no será a su vez sino el desarrollo o desenvolvimiento de las contradicciones contenidas en ello. El objeto que yo percibo, o noto, o tomo, se ofrece como puramente uno; pero también echo de ver en él la propiedad que es universal y que por eso va más allá de la individualidad. Por tanto, el primer ser del objeto [el primer ser de ese ser objetual, el primer Seyn de ese Wesen objetual, es decir, el ser como el que se empieza ofreciendo lo que el objeto es, esto es, el primer quedar ahí inmediato de aquello que consiste en ser objeto, o sea, su ser-uno] X20X,2Vide infra Algunas aclaraciones X20X. el primer ser del objeto, digo, en cuanto uno [es decir, el consistir el objeto en ser-uno], no era su verdadero ser; pero como el objeto es lo verdadero, esa no verdad tiene que recaer sobre mí, y entonces es que no era correcta mi aprehensión de él. Por tanto, a causa de la universalidad de la propiedad, yo tengo que tomarme ese ser [Wesen] objetual [esa entidad que es mi objeto, eso que consiste en ser ahí mi objeto] más bien como una comunidad. Y, por consiguiente, es la propiedad lo que ahora paso a tomar como determinada, como opuesta a lo otro y excluyéndolo [es decir, lo que paso a tomar como unum, esto es, como indivisum in se et divisum a quolibet alio, es la propiedad, y lo que primero tomé por objeto lo tomo ahora por una comunidad de tales propiedades]. Pero entonces resulta que yo no estaba aprehendiendo ese ser objetivo [esa entidad que es mi objeto, eso que es objeto mío] de forma efectivamente correcta cuando [hace un instante] me dispuse a determinarlo como una comunidad con otros o como continuidad [pues si hace un instante me determiné a ello, acto seguido tengo que pasar a revisar y negar algo así como comunidad y continuidad], y, a causa de la determinidad de la propiedad [a causa de la determinidad de propiedad, es decir, de ser la propiedad propiedad de algo] X21X,3Es decir, a causa de la determinidad de propiedad o de la determinidad de ser propiedad, la cual consiste en ser «propiedad-de». lo que tengo que hacer es más bien introducir un corte en la continuidad y considerar ese ser objetual [esa entidad que es objeto mío] como un uno excluyente X22X.4Vide infra Algunas aclaraciones X22X. Y [de nuevo] en ese uno separado encuentro muchas propiedades de ese tipo que no se afectan las unas a las otras, sino que permanecen indiferentes las unas a las otras; por tanto, resulta que tampoco estaba yo percibiendo el objeto correctamente cuando [como acabo de hacer] lo concebía como algo excluyente, sino que ese objeto, al igual que antes era sólo continuidad en general, lo que ahora es, es un medio universal común en que muchas propiedades, en cuanto universalidades sensibles son cada una para sí y, en cuanto determinada, excluye a las demás. Pero con ello, lo simple y verdadero que yo percibo, tampoco resulta ser un medio universal, sino la propiedad individualidad para sí, que ahora resulta que por ello ni es propiedad [pues al ser ella para sí no es de otra cosa, no es propiedad-de, no es propiedad] ni es un determinado ser [determinado frente a otros]; pues ahora ni está en un Uno ni tampoco hace referencia a otras. Y propiedad sólo puede serlo en un Uno [en algo uno, en alguna cosa una], y determinada sólo puede serlo en relación con otras y por referencia a ellas. Y en tal no estar referida sino puramente a sí misma, la propiedad se queda en [no pasa de ser] puro ser sensible en general, pues ya deja de tener en ella el carácter de la negatividad; y la conciencia para la que ahora [la propiedad] no es sino un ser sensible, no es ahora sino un querer decir y un suponer, es decir, un Meynen, esto es, ha caído por entero fuera de la percepción [fuera del tomar las cosas en su verdad en lo que ellas son] y se ve retornar [se ve de vuelta, o se ve devuelta] a sí misma. Sólo que, como ya vimos, el ser y el Meynen sensibles [es decir, el ser y el estarse refiriendo a algo, o el estar pensando en algo, o el estar suponiendo algo, o el querer decir algo, implicados en la certeza sensible] pasan de por sí [transitan de por sí] a la percepción, es decir, son un tránsito a ella; y, por tanto, me veo lanzado hacia atrás, otra vez al comienzo y de nuevo dentro de ese círculo [en el que estoy] que en cada uno de sus momentos y como un todo se suprime y supera a sí mismo.

Algunas aclaraciones

X19X

Ésta es la razón por la que, al hablar más arriba del objeto, el autor hubo de dejar su argumentación en el aire.

X20X En torno a la traducción de Wesen y Seyn

Deus adiuvet nos

Por primera vez se plantea aquí de lleno una dificultad de traducción, que ciertamente al traductor le resulta irritante, pues el texto es transparente en alemán. Esta dificultad de traducción viene a quedar muy próxima a la dificultad de traducción que plantea el término griego ousía. Este problema acompañará al traductor y al lector a lo largo de todo el libro.

Hegel utiliza el término Seyn para referirse a la nota del simple quedar algo ahí o estar algo ahí, una nota tan vacía que, por abstraerse en ella de todo, viene a ser lo mismo que nada. Y Hegel emplea el término Wesen para referirse a las cosas que están ahí en ese su estar determinadamente ahí como tales cosas, es decir, utiliza Wesen para decir lo que los griegos llaman ousía, o τὰ ὄντα, los seres, las cosas. De ninguna manera debe confundirse, pues, Seyn y Wesen. Y la cuestión es cómo traducir entonces Wesen.

Es tentador optar por un expediente bien simple, el de traducir sistemáticamente Seyn por «ser» y Wesen por «esencia» (en el sentido de Sobre la esencia de Zubiri). Y ello no sería del todo criticable. Pero no me resulta convincente. La razón es que son muy pocas las ocasiones en que el empleo que hace Hegel del término Wesen difiera básicamente del significado que ese término tiene en alemán corriente, tal como ese término, por poner un ejemplo bien conocido, es utilizado en la famosa oda de Schiller «A la Alegría»; a la que puso música Beethoven, cuando en ella se dice: Freude trinken alle Wesen in den Brüsten der Natur («Alegría beben todos los Wesen en los pechos de la naturaleza»). Es obvio que, a no ser que el lector esté muy imbuido (y ni aun así) de terminología esencialista, no puede traducir: «Alegría beben todas las esencias en los pechos de la naturaleza» . Pues cabría preguntar qué significa aquí en español eso de «las esencias»: Lo que está diciendo Schiller, se dice en castellano de otra manera, a saber: «Alegría beben todos los seres en los pechos de la naturaleza». Y esta traducción, que es la correcta, no plantea en castellano la equivocidad que plantea la anterior.

Pues bien, traducir por «esencia» el término Wesen tal como lo emplea Hegel induciría al mismo tipo de equívoco, muchas veces no se sabría bien de qué se está hablando o por lo menos se gravaría el texto castellano con una equivocidad de la que carece el alemán. Ahora bien, si traducimos Wesen por «este ser» o por «seres», hemos de tener muy claro que Wesen no debe confundirse con lo que Hegel llama Seyn, pues se trata de dos cosas completamente distintas. El problema del traductor es entonces cómo se las va a arreglar para distinguir entre Seyn y Wesen si opta por utilizar para traducir Wesen las expresiones «ser» y «seres». Sin embargo, no deben minusvalorarse las posibilidades de hacer decir a Hegel lo que Hegel está diciendo sin introducir demasiadas estridencias. En el presente contexto, por ejemplo, habla Hegel del «Seyn del gegenständlichen Wesen»: Y es tentador hacer decir a Hegel: el «ser de la esencia objetual», y se acabó. Pero la cuestión es qué pueda ser en castellano eso de «el ser de la esencia objetual», o, lo que sería aún peor, «el ser de la esencia objetiva»: La verdad es que, dicho así, sería difícil saberlo. Y, sin embargo, sí es claro lo que en el presente contexto quiere decir Hegel con «Das Seyn des gegenständlichen Wesen»: pues la frase es transparente, a saber: «el modo inmediato de quedar algo ahí, en ese su consistir en ser un objeto para la conciencia, o en su estar siendo un objeto para la conciencia»: En mi opinión, ésta es la traducción literal de esa frase de Hegel. «El ser de la esencia objetual»: o «el ser de la esencia objetiva»: serían disparates que, aunque quizá convenga empezar por ellos para mostrar cómo la cosa está dicha en alemán, deben enseguida borrarse, si es que de verdad lo que está en una lengua quiere traerse a otra para los hablantes de ésta, que, según Heidegger, es lo que significa traducir. Con lo cual el traductor está justificando también los corchetes que está introduciendo, pues éste es el sentido que tienen buena parte de ellos el decir en castellano de forma levemente distinta e inteligible lo que traído del alemán directamente término a término quizá no se entendería bien en castellano, pese a que en el contexto del original no es difícil de entender.

X21X

Es decir, a causa de la determinidad de propiedad o de la determinidad de ser propiedad, la cual consiste en ser «propiedad-de».

X22X Elementos de la argumentación

Advierta el lector que la argumentación consta de los dos elementos siguientes. Primero: Si partimos de las propiedades, resulta que las propiedades de que consta el objeto son universales, y esto significa que alcanzan más allá del objeto, y, por tanto, no hay objeto que excluya a otros objetos, no hay objeto excluyente, no hay, por tanto, objeto uno, no hay, por tanto, un objeto, no hay objeto. Segundo: Si partimos del objeto como un uno excluyente, aquello con lo que nos encontramos, es un medio de comunidad de muchas propiedades universales, es decir, algo que no es excluyente, ni tampoco, por tanto, propiamente uno. Pero resulta entonces que las propiedades de algo que ni es excluyente ni es uno, ni son propiedades ni son determinadas. Por ambos lados, es decir, ya partamos de las propiedades, ya partamos del objeto Uno, acabamos quedándonos sin objeto.

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Conversaciones en Madrid

[117] Observemos ahora atentamente la experiencia que hace la conciencia en su acto efectivo de percibir. Para nosotros, esta experiencia está ya contenida en el desarrollo, recién indicado, del objeto y del comportarse hacia él de la conciencia; y no será más que el desarrollo de las contradicciones presentes en dicho desarrollo. — El objeto que yo registro se ofrece como puro Uno; también advierto la propiedad que hay en él y que es universal, trascendiendo por ello la individualidad. El primer ser de la esencia objetual, en cuanto que de un Uno, no era, pues, su verdadero ser; puesto que el objeto es lo verdadero, la no-verdad me cae a mí, que no lo aprehendía correctamente. Como la propiedad es universal, tengo que tomar la esencia objetual, más bien, simplemente como una comunidad sin más. Ahora bien, además, percibo la propiedad como determinada, contrapuesta a otro, y excluyéndolo. Esto es, no aprehendía correctamente, de hecho, la esencia objetual cuando la determinaba como una comunidad con otros o como la continuidad; más bien, como la propiedad está determinada, tengo que separar la continuidad, y poner esa esencia objetual como Uno excluyente. En lo Uno separado encuentro muchas propiedades semejantes que no se afectan unas a otras, sino que son mutuamente indiferentes; esto es, no percibía correctamente el objeto cuando lo aprehendía como algo excluyente, sino que él, así como antes era sólo continuidad sin más, ahora es un medio comunitario universal donde muchas propiedades son cada una para sí como universalidades sensibles y, en cuanto determinadas, excluyen a las otras. Pero, de este modo, lo simple y verdadero que yo percibo no es tampoco un medio universal, sino la propiedad singular para sí, la cual, no obstante, no es ni propiedad ni un ser determinado; pues no está ahora ni en un Uno ni en referencia a otros. Propiedad, sin embargo, sólo lo es en lo Uno, y determinada sólo lo es en referencia a otros. En cuanto este puro referirse a sí misma, ella sigue siendo nada más que ser sensible, pues ha dejado de tener en ella el carácter de la negatividad; y la conciencia para la que ahora hay un ser sensible es sólo un querer íntimamente decir, esto es, se ha salido completamente del percibir y ha regresado dentro de sí. Pero el ser sensible y el querer íntimamente decir pasan ellos mismos al percibir; me veo arrojado de vuelta al comienzo, arrastrado de nuevo dentro del mismo círculo que se cancela en cada uno de sus momentos, y se cancela como un todo.

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Conversations in Washington

[117] [117]5We kept the numeration given by the editor in the printed edition Let us now see what consciousness learns from experience in its actual perceiving. This experience is already contained for us in the development just given of the object and in the conduct of consciousness towards the object, and the experience will only be the development of the contradictions present in that development. – The object that I take up presents itself as purely One. I am also cognizant of the property in it, which is universal, but as a result, I go beyond that singularity. The first being of the objective essence as a One was thus not its true being. Since the object is what is true, the untruth falls within me, and the apprehending was incorrect. On account of the universality of the property, I must instead take the objective essence as a community anyway. I now further perceive the property as determinate, as opposed to an other, and as excluding it. I thus in fact did not apprehend the objective essence correctly when I determined it as a community with others, or as continuity, and, according to the determinateness of the property, I must in fact break up the continuity into pieces and posit the objective essence as an excluding One. In the broken-up One, I find many such properties, which do not affect each other but which instead are indifferent to each other. I did not perceive the object correctly when I grasped it as something which excludes. Rather, just as it previously was, it is only continuity in general, so that now it is a universal communal medium in which there are many properties as sensuous universalities, each existing on its own,6für sich and, which as determinate, excludes the others. The simple and true which I however perceive is thereby also not a universal medium but rather a singular property for itself. However, in that way it is neither a property nor a determinate being, for it is now neither in a One nor in relation to others. But it is a property only in the One and is only determinate in relation to others. As this pure relating-itself-to-itself, it remains only sensuous being per se, since it no longer has in its own self the character of negativity, and consciousness, for which a sensuous being now is, amounts only to meaning something, which is to say, it has entirely gone beyond perceiving and has taken an inward turn back into itself. Yet sensuous being and meaning something each themselves pass over into perceiving. I am thus thrown back to the beginning and pulled back into the same cycle which sublates itself both in each moment and as a whole.

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Conversaciones en el Atrium

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