Gespräche in der Dämmerung 00110

Parte de:

A. Conciencia [A. Bewußtsein] / I: La certeza sensible; o el esto y el Meynen (el querer decir que se queda en el querer decir) [I. Die sinnliche Gewißheit oder das Diese und das Meinen]

 

[Que la certeza sensible no es sino la propia historia de su movimiento; sobre la apelación a la experiencia sensible (los «enunciados protocolarios»); los cultos mistéricos y lo inefable revelado, o la aparente desestimación de lo inefable en la Fenomenología del espíritu; certeza sensible y percepción: saber algo inmediato, y saber algo como de verdad es]

Gespräche in Jena

[110] Die, welche solche Behauptung aufstellen, sagen aber, gemäß vorhergehenden Bemerkungen, auch selbst unmittelbar das Gegenteil dessen, was sie meinen, – eine Erscheinung, die vielleicht am fähigsten ist, zum Nachdenken über die Natur der sinnlichen Gewißheit zu bringen. Sie sprechen von dem Dasein äußerer Gegenstände, welche, noch genauer, als wirkliche, absolut einzelne, ganz persönliche, individuelle Dinge, deren jedes seines absolut gleichen nicht mehr hat, bestimmt werden können; dies Dasein habe absolute Gewißheit und Wahrheit. Sie meinen dieses Stück Papier, worauf ich dies schreibe oder vielmehr geschrieben habe; aber was sie meinen, sagen sie nicht. Wenn sie wirklich dieses Stück Papier, das sie meinen, sagen wollten, und sie wollten sagen, so ist dies unmöglich, weil das sinnliche Diese, das gemeint wird, der Sprache, die dem Bewußtsein, dem an [91] sich Allgemeinen angehört, unerreichbar ist. Unter dem wirklichen Versuche, es zu sagen, würde es daher vermodern; die seine Beschreibung angefangen, könnten sie nicht vollenden, sondern müßten sie anderen überlassen, welche von einem Dinge zu sprechen, das nicht ist, zuletzt selbst eingestehen würden. Sie meinen also wohl dieses Stück Papier, das hier ein ganz anderes als das obige ist; aber sie sprechen wirkliche Dinge, äußere oder sinnliche Gegenstände, absolut einzelne Wesen usf., d.h. sie sagen von ihnen nur das Allgemeine, daher, was das Unaussprechliche genannt wird, nichts anderes ist als das Unwahre, Unvernünftige, bloß Gemeinte. – Wird von etwas weiter nichts gesagt, als daß es ein wirkliches Ding, ein äußerer Gegenstand ist, so ist es nur als das Allerallgemeinste und damit vielmehr seine Gleichheit mit allem als die Unterschiedenheit ausgesprochen. Sage ich: ein einzelnes Ding, so sage ich es vielmehr ebenso als ganz Allgemeines, denn alle sind ein einzelnes Ding; und gleichfalls dieses Ding ist alles, was man will. Genauer bezeichnet, als dieses Stück Papier, so ist alles und jedes Papier ein dieses Stück Papier, und ich habe nur immer das Allgemeine gesagt. Will ich aber dem Sprechen, welches die göttliche Natur hat, die Meinung unmittelbar zu verkehren, zu etwas anderem zu machen und so sie gar nicht zum Worte kommen zu lassen, dadurch nachhelfen, daß ich dies Stück Papier aufzeige, so mache ich die Erfahrung, was die Wahrheit der sinnlichen Gewißheit in der Tat ist: ich zeige es auf als ein Hier, das ein Hier anderer Hier oder an ihm selbst ein einfaches Zusammen vieler Hier, d.h. ein Allgemeines ist; ich nehme so es auf, wie es in Wahrheit ist, und statt ein Unmittelbares zu wissen, nehme ich wahr. [92]

Ende des Kapitels I

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Conversaciones en Valencia

[110] Sin embargo, conforme a las observaciones precedentes, quienes hacen tal afirmación, quienes establecen tal tesis [de que la verdadera realidad es la que la certeza sensible propone], dicen también ellos mismos lo contrario de aquello en que están pensando, de aquello que querrían decir; y éste es un fenómeno [el decir inmediatamente lo contrario de aquello en que se está pensando o de aquello que se quiere decir] que quizá sea el más apropiado para hacernos reflexionar acerca de la naturaleza de la certeza sensible. Pues quienes hacen esa afirmación, hablan de la existencia de objetos externos, que, entrando en más detalles, podrían determinarse o definirse o describirse como cosas reales, absolutamente singulares [absolutamente sueltas, einzeln], totalmente personales, e individuales, cada una de las cuales no tiene ya par, es decir, no tiene ya ninguna otra absolutamente igual a ella; y su existencia tendría una certeza y verdad absolutas. Ellos están pensando (por ejemplo) en este trozo de papel en el que estoy escribiendo esto, o en el que más bien he escrito esto; pero lo que dicen no es eso que están pensando o que están queriendo decir. Si ellos quisieran realmente decir este trozo de papel en el que estaban pensando o que querían decir, y se pusieran a decirlo, ello sería imposible, porque el éste sensible [el esto sensible] en el que se está pensando, o que se quiere decir, es inaccesible al lenguaje, el cual pertenece a la conciencia, es decir, a lo en sí Universal1Esto quedará más claro a lo largo del cap. VI. Antes de que se llevara a término de forma efectiva el intento de decirlo, el papel acabaría apolillándose y pudriéndose; pues quienes han iniciado su descripción, no podrían acabarla, sino que la tendrían que dejar a otros, los cuales, finalmente, habrían de acabar confesando que están hablando de una cosa que no existe [pues mientras tanto el papel se habría podrido]. Así pues, ellos piensan sin duda en este trozo de papel, que aquí es completamente distinto al de arriba [pues el de aquí de mi estar escribiendo aquí es el aquí en que más arriba estaba yo pensando cuando decía que estaba escribiendo aquí, y no el aquí en que ahora estoy escribiendo], [ni mucho menos el aquí en el que el autor estaba pensando más arriba era el aquí del traductor, que más arriba estaba además bien lejos de ser el aquí de ahora]; pero de lo que hablan son de cosas reales, de objetos externos y sensibles, de seres absolutamente individuales, etc., es decir, [si nos fijamos bien] lo que están enunciando de esos objetos son sólo cosas universales, es decir, lo que están diciendo de ellos es sólo lo universal; por tanto, lo que se llama lo inefable [lo indecible] no es otra cosa que lo no verdadero, que lo irracional, que aquello meramente Gemeyntes [que aquello en que se está pensando, que simplemente se está suponiendo, que simplemente se quiere decir, pero que ni se dice ni puede decirse]. — Pues si de algo no se dice otra cosa sino que es una cosa real, un objeto externo, entonces no se está haciendo otra cosa que declararlo lo más universal de todo, lo archi-universal, y con ello se está enunciando mucho más su igualdad con todo [con toda cosa] que su diferencia. Si digo «cosa individual» [einzelnes Ding], no puedo estar diciéndolo sino como más bien algo completamente universal, pues todas las cosas son una cosa individual; y asimismo esta cosa o la cosa esta es todo lo que se quiera [es decir, es cualquier cosa]. Al querer designarla con más precisión diciendo este trozo de papel, resulta que todo papel y cualquier papel es un «este trozo de papel» y, por tanto, no he hecho otra cosa que seguir diciendo lo universal. Y si a este hablar, que parece tener el divino poder de poner inmediatamente del revés aquello que se quiere decir o aquello en que se está pensando o que se está suponiendo, si a este hablar trato de convertirlo en otra cosa, y ni siquiera le dejo tomar la palabra, sino que salgo inmediatamente en su auxilio mostrando yo con el dedo este trozo de papel [precisamente éste que estoy señalando con el dedo], entonces hago experiencia de en qué consiste efectivamente la verdad de la certeza sensible; lo señalo como un aquí que es un aquí de otros aquíes [es decir, que no es un aquí sino otros muchos aquíes, o que no es sino un aquí donde hay muchos aquíes], o que en sí mismo no es sino un simple quedar juntos [un simple quedar compendiados y articulados] muchos aquíes, es decir, lo estoy tomando como él en verdad es, y entonces en lugar de saber algo inmediato [en lugar de un capere inmediato] X19X2Vide infra Algunas aclaraciones X19X. lo que hay es un un percipere [un percapere, por decirlo así, un haber suprimido y superado ya ello, es decir, un haber pasado ya a través de ello], o sea, una percepción [Wahrnehmung] [en lugar de saber algo inmediato, percibo].

Final del Capítulo I

Algunas aclaraciones

X18X

Esto quedará más claro a lo largo del cap. VI.

X19X

Entienda el lector que por parte del traductor esto no es sino una tontería con la que trata de reflejar el subrayado que está haciendo el autor del término que introduce, haciéndole decir algo más que lo que ese término significa en alemán corriente. El autor dice: al mostrar el aquí como un quedar juntos muchos aquíes, al mostrar que el aquí es un aquí «universal», o al mostrar que el aquí es un universal, lo estoy tomando (ich nehme es auf) como él es de verdad (wie es in Wahrheit ist), y entonces, en vez de saber algo inmediato, nehme ich wahr (percibo). Percepción se dice en alemán Wahr-nehmung, y percibir se dice en alemán Wahr-nehmen. Y, por tanto, a este término wahrnehmen se le puede hacer decir en alemán (es lo que está haciendo el autor): tomar algo en su verdad, tomarlo como de verdad es. Así pues, al buscar el esto, lo que me encuentro es lo universal, es la universalidad la que resulta ser el medio de aquello de lo que estoy hablando, sólo en ese medio me estoy tomando las cosas como ellas de verdad son. El movimiento de tal tomar las cosas como de verdad son (en el sentido indicado) es el contenido del cap. II.

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Conversaciones en Madrid

[110] Sin embargo, quienes plantean semejante afirmación dicen también, según hemos hecho notar antes, inmediatamente, lo contrario de lo que quieren íntimamente decir; fenómeno éste que, quizá, puede hacer meditar mejor que cualquier otro sobre la naturaleza de la certeza sensorial. Ellos hablan de la existencia de objetos externos, los cuales pueden determinarse, más precisamente, como cosas efectivamente reales, absolutamente singulares, enteramente personales, individuales, ninguna de las cuales tiene nada ya que sea absolutamente igual a ella; esta existencia, dicen, tiene absoluta certeza y verdad. Ellos quieren decir íntimamente, este pedazo de papel sobre el que escribo esto, o mejor, sobre el que he escrito; pero lo que quieren íntimamente decir no lo dicen. Si realmente quisieran decir este pedazo de papel que quieren íntimamente decir, —y ellos querían decir—, sería imposible, porque el esto sensible que se quiere íntimamente decir es inalcanzable para el lenguaje, el cual pertenece a la conciencia, a lo universal en sí. Por eso, acabaría pudriéndose entre los intentos efectivos por decirlo; los que hubieran empezado su descripción, no podrían terminarla, sino que tendrían que dejársela a otros que terminarían por reconocer que hablan de una cosa que no es. Por supuesto que quieren decir íntimamente, entonces, este pedazo de papel, que es aquí completamente distinto del de arriba; pero lo que hablan son cosas efectivamente reales, objetos externos o sensibles, esencias absolutamente singulares, etcétera, es decir dicen de ellas solamente lo universal; por eso, lo que se llama lo inefable no es más que lo no-verdadero, lo irracional, lo meramente opinado: lo que se ha querido íntimamente decir. — Si lo único que se dice de algo es que es una cosa efectivamente real, un objeto externo, sólo lo es como lo más universal, y con ello se enuncia su igualdad con todo, más que su cualidad de ser diferente. Si yo digo una cosa singular, la digo asimismo, más bien, como enteramente universal, pues todas las cosas son una cosa singular; e igualmente, esta cosa es todo lo que se quiera. Si lo designamos más precisamente como este pedazo de papel, entonces, todos y cada uno de los papeles son un este pedazo de papel, y no digo nunca más que lo universal. Pero si yo intento ayudar al acto de hablar —el cual posee la divina naturaleza de invertir inmediatamente la opinión, el íntimo querer decir, convertirlo en otra cosa, y así no dejarle nunca tomar la palabra— señalando este pedazo de papel, hago entonces la experiencia de lo que de hecho es la verdad de la certeza sensorial; lo señalo como un aquí que es un aquí de otros aquí, o bien, que es en él mismo un conjunto simple de muchos aquís, es decir, que es un universal, lo tomo, lo registro tal como es en verdad, y en lugar de saber algo inmediato, lo tomo por verdadero, lo percibo X60X.3Hegel explota aquí todo un juego de palabras para pasar a la percepción. En alemán, «percibir» es wahrnehmen, literalmente: «tomar (nehmen) lo verdadero (wahr)». La raíz nehmen está también en el verbo aufnehmen, «acoger», «recibir», «tomar» o, como traduzco aquí, «registrar», en el sentido técnico de grabar un sonido o una imagen que tiene precisamente aufnehmen en el alemán moderno.

Final del Capítulo I

Algunas aclaraciones

X60X = Hegel explota aquí todo un juego de palabras para pasar a la percepción. En alemán, «percibir» es wahrnehmen, literalmente: «tomar (nehmen) lo verdadero (wahr)». La raíz nehmen está también en el verbo aufnehmen, «acoger», «recibir», «tomar» o, como traduzco aquí, «registrar», en el sentido técnico de grabar un sonido o una imagen que tiene precisamente aufnehmen en el alemán moderno.

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Conversations in Washington

[110] [110]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition However, those who set up such assertions, in line with the previous remarks, also immediately say the opposite of what they mean, a phenomenon that is perhaps best able to bring them to reflect on the nature of sensuous-certainty. They speak of the existence of external objects, which, to put it more precisely, can be determined to be actual, absolutely singularly individual, wholly personal, individual things, each of which is absolutely unlike the others. This existence is said to have absolute certainty and truth. They mean this piece of paper on which I am writing (or rather have written) this. But they do not say what they mean. However much they actually wanted to say what they mean about this piece of paper, and however much they wanted to say it, still it would be impossible because the sensuous This, which is what is meant, is inaccessible to the language which belongs to consciousness, or to what is in itself universal. In the actual attempt to say it, it itself would thereby rot away. Those who began a description would not be able to complete it, but instead they would have to leave it to others, who would themselves finally have to confess to speaking about a thing that is not. They therefore do mean this piece of paper, which is here totally other than the one mentioned above, but they speak of actual things, external or sensuous objects, absolutely singular entities, etc. That is to say, they say of them only what is universal. Thus, what is called the unsayable is nothing other than the untrue, the irrational, what is the merely fancied.5bloß Gemeinte – If nothing more is said of a thing than that it is an actual thing, an external object, then it is only expressed as the most universal of all, and what is thereby expressed is its sameness with everything rather than its distinctiveness. If I say: “A singular thing,” then instead I say something entirely universal about it, for everything is a singular thing. Likewise, this thing is anything one pleases. To characterize it more precisely: As this piece of paper, every and each bit of paper is a “this piece of paper,” and I have only spoken, as usual, of the universal. However, if I wish to lend a helping hand to speech, which itself has the divine nature of immediately inverting the meaning, then of making it into something else, and in that way of not letting the meaning get into words at all, then by my pointing out this piece of paper, I thus learn from experience what the truth of sensuous-certainty in fact is. I point it out as a Here, which is a Here of other Heres, or which in its own self is a simple ensemble of many Heres, which is to say, is a universal. In that way, I receive it as it is in truth, and instead of knowing what is immediate, I perceive.

End of the Chapter I

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Conversaciones en el Atrium

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