Gespräche in der Dämmerung 00050

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Prefacio (Prólogo) [Vorrede]

 

[El esquema de la triplicidad, contra el formalismo esquematizador]

Gespräche in Jena

[50] Ebensowenig ist – nachdem die Kantische, erst durch den Instinkt wiedergefundene, noch tote, noch unbegriffene Triplizität zu ihrer absoluten Bedeutung erhoben, damit die wahrhafte Form in ihrem wahrhaften Inhalte zugleich aufgestellt und der Begriff der Wissenschaft hervorgegangen ist – derjenige Gebrauch dieser Form für etwas Wissenschaftliches zu halten, durch den wir sie zum leblosen Schema, zu einem eigentlichen Schemen, und die wissenschaftliche Organisation zur Tabelle herabgebracht sehen. – Dieser Formalismus, von dem oben schon im allgemeinen gesprochen [wurde] und dessen Manier wir hier näher angeben wollen, meint die Natur und das Leben einer Gestalt begriffen [48] und ausgesprochen zu haben, wenn er von ihr eine Bestimmung des Schemas als Prädikat ausgesagt, – es sei die Subjektivität oder Objektivität oder auch der Magnetismus, die Elektrizität usf., die Kontraktion oder Expansion, der Osten oder Westen u. dgl., was sich ins Unendliche vervielfältigen läßt, weil nach dieser Weise jede Bestimmung oder Gestalt bei der ändern wieder als Form oder Moment des Schemas gebraucht werden und jede dankbar der ändern denselben Dienst leisten kann, – ein Zirkel von Gegenseitigkeit, wodurch man nicht erfährt, was die Sache selbst, weder was die eine noch die andere ist. Es werden dabei teils sinnliche Bestimmungen aus der gemeinen Anschauung aufgenommen, die freilich etwas anderes bedeuten sollen, als sie sagen, teils wird das an sich Bedeutende, die reinen Bestimmungen des Gedankens, wie Subjekt, Objekt, Substanz, Ursache, das Allgemeine usf., geradeso unbesehen und unkritisch gebraucht wie im gemeinen Leben und wie Stärken und Schwächen, Expansion und Kontraktion, so daß jene Metaphysik so unwissenschaftlich ist als diese sinnlichen Vorstellungen.

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Conversaciones en Valencia

[El esquema de la triplicidad, contra el formalismo esquematizador]

[50] [151] Ni tampoco, después de que la triplicidad X65X1Vide infra Algunas aclaraciones X65X. que Kant reencontró por de pronto sólo por instinto, una triplicidad todavía muerta, todavía no entendida [unbegriffene] [todavía no siendo ella el movimiento del concepto], después de que esa triplicidad, digo, haya sido elevada a su significado absoluto, y con ello haya quedado establecida a la vez la verdadera forma en su verdadero contenido, surgiendo o amaneciendo así el concepto de ciencia, ni tampoco, digo, después de todo eso, puede tenerse por algo científico aquel empleo de esa forma [es decir, de esa triplicidad] por el que esa forma queda convertida en un esquema sin vida, en un esquematizar propiamente dicho [es decir, en algo que en sentido propio no es sino un parecer y aspecto], y la organización científica queda rebajada y reducida a tablas y esquemas. — Este formalismo, del que más arriba hemos hablado en términos generales y de cuya forma de proceder queremos comentar ahora algo más, piensa haber entendido y haber expresado la naturaleza y la vida de una forma o figura, cuando logra enunciar de esa figura, a título de predicado, una de las determinaciones recogidas en el esquema, sea la subjetividad o la objetividad, sea también el magnetismo, la electricidad, etc., sea la contracción o la expansión, sea el este o el oeste, y cosas así, todo lo cual puede multiplicarse hasta el infinito porque por este modo cada determinación o cada figura puede emplearse a su vez en otra [o puede pasar a su vez a formar parte del esquema], pudiendo entonces cada una, en agradecimiento, prestar el mismo servicio a la otra [que se lo ha prestado a ella]; de lo cual resultaría un círculo de reciprocidades, mediante el que lo que nunca llegaría a saberse es qué es la cosa misma, ni lo que es la una, ni tampoco lo que es la otra [de cada dos cosas que van quedando puestas en reciprocidad]. Para confeccionar tales esquemas se toman determinaciones sensibles provenientes de la intuición común [de la manera común de ver las cosas], las cuales, ciertamente, al entrar en el esquema, habrían de significar otra cosa que lo que dicen, y en parte se toman determinaciones puras del pensamiento [o puras determinaciones de pensamiento], significativas de por sí [tomadas en lo que de por sí significan], como son sujeto, objeto, sustancia, causa, lo universal, etc., pero se las toma y se las emplea tan inconsiderada y acríticamente como se las emplea en la vida corriente, y además de forma no distinta a como se recurre a lo fuerte y a lo débil, a la expansión y a la contracción; de modo que esa metafísica es tan a-científica como estas representaciones sensibles.

Algunas aclaraciones

X65X = Hegel se refiere, naturalmente, al esquema de tres elementos de cada una de las cuatro clases de categorías (categorías de la cantidad, la cualidad, la relación y la modalidad) de que se compone la «tabla de las categorías» del principio de la «Analítica trascendental» de la Crítica de la razón pura de Kant (A 80, B106). Conforme al propio Kant, «el que en cada una de las clases el número de categorías sea siempre el mismo, a saber: tres, es algo que da que pensar, pues toda división conceptual a priori había de ser una dicotomia. Sucede además que la tercera categoría surge siempre de la conexión de la segunda con la primera de su clase» (B 110). Como es sabido, en la exposición de los tres primeros principios de su «Doctrina de la ciencia» de 1794 Fichte hace un uso especulativo de esta idea, entendiéndolos respectivamente como tesis, antítesis y síntesis, que sin duda Hegel incluye entre lo excelente. Según Bonsiepen y Heede las críticas de Hegel se referirían al empleo que de ese esquema de la triplicidad hicieron en «Filosofía natural» los discípulos de Schelling.

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Conversaciones en Madrid

[50] Tanto menos se puede, después de que la triplicidad kantiana, —todavía apenas reencontrada por el instinto, aún muerta, aún sin comprender conceptualmente—, ha sido elevada hasta su significado absoluto para que la verdadera forma quede instaurada a la vez en su verdadero contenido, y después de que haya aflorado el concepto de la ciencia, tener por cosa científica ese uso de esta forma por el que la vemos degradada a esquema sin vida, a un esqueleto propiamente dicho, y la organización científica degradada a ser una tabla. Este formalismo, del que ya hemos hablado más arriba en términos generales, y cuyas maneras vamos a indicar ahora con más detalle, opina que ha concebido y enunciado la naturaleza y la vida de una figura cuando declara como predicado de ésta una determinación del esquema, ya sea la subjetividad, o la objetividad X*1X,2Vide infra Algunas aclaraciones X*1X. o bien el magnetismo, la electricidad, etcétera, la contracción, o la expansión, o el Este o el Oeste y similares, cosas que se pueden multiplicar hasta el infinito, porque, de esta guisa, cualquier determinación o figura puede reutilizarse en las otras como forma o momento del esquema, y cualquiera puede prestar el mismo servicio a las otras en justo agradecimiento: un círculo de reciprocidad con el que uno no llega a hacer la experiencia de lo que es la Cosa misma, ni de la una ni de la otra. De un lado, se toman determinaciones sensoriales procedentes de la intuición ordinaria, las cuales, desde luego, se supone que significan algo completamente distinto de lo que dicen; de otro lado, lo que tiene su significado en sí, las determinaciones puras del pensamiento como el sujeto, el objeto, la substancia, la causa, lo universal, etcétera, se utilizan sin más de modo tan irreflexivo y acrítico como en la vida corriente y como se usa fuerte y débil X*2X,3Vide infra Algunas aclaraciones X*2X. expansión y contracción; con lo que esa metafísica es tan poco científica como estas representaciones sensoriales.

Algunas aclaraciones

X*1X

Todas las parejas de conceptos que siguen ahora aparecen con frecuencia en la filosofía de la naturaleza de Schelling; los usaban con frecuencia otros filósofos como Eschenmayer, Görres, Kayssler, Steffens o Wagner. Cf. Darstellung meines Systems der Philosophie, SW I/4, 136 y sigs., 160 y sigs., 172.

X*2X

El blanco de la crítica es aquí la teoría de la excitación de J. Brown, sobre la que Hegel volverá en el capítulo V. Expansión-contracción eran términos schellinguianos. Sobre la expansión-contracción en Schelling, cf. Revista para física especulativa, tomo II, cuaderno 2, §§ 54-56. En Schelling: Zeitschrift für spekulative Physik, vol. 2, Hamburgo, Meiner, 2001, p. 368, § 54 «Die absolute Identität als unmittelbarer Grund der Realität von A und B in dem primum Existens ist Schwerkraft. Denn A und B als seiend in dem primum Existens und als immanenter Grund der Realität deselben sind Attraktiv- und Expansivkraft».

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Conversations in Washington

[50] [50]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition When triplicity5Triplizität was rediscovered by Kantian thought – rediscovered by instinct, since at that time the form was dead and deprived of the concept – and when it was then elevated to its absolute significance, the true form was set out in its true content, and the concept of science was thereby engendered – but there is almost no use in holding that the triadic form has any scientific rigor when we see it reduced to a lifeless schema, to a mere façade, and when scientific organization itself has been reduced to a tabular chart. – Although we spoke earlier in wholly general terms about this formalism, now we wish to state more precisely just what this approach is. This formalism takes itself to have comprehended and expressed the nature and life of a shape when it affirmed a determination of the schema to be a predicate of that life or shape. – The predicate may be that of subjectivity or objectivity, or it may be that of magnetism, electricity, or, for that matter, contraction or expansion, east or west, and so forth. All of them can be infinitely multiplied, since in this way of proceeding each determination or shape can be used as a form or moment of the schema for every other determination, and each moment can profitably perform the same service for the other – a circle of reciprocity whose result is that one neither learns from experience about the thing at issue, nor does one learn what one or the other of the reciprocal elements is. In such a way of proceeding, what partly happens is that sensuous determinations are picked up out of ordinary intuition, determinations which of course are supposed to mean something different from what they say, and what partly happens is that the pure determinations of thought, or what is meaningful in itself, such as subject, object, substance, cause, the universal, etc., are each used as uncritically and unquestioningly as they are used in everyday life, indeed, in the same way that expressions like “strong” and “weak” and “expansion” and “contraction” are used. In the former case, the metaphysics is thereby as unscientific as are those sensuous representations in the latter case.

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Conversaciones en el Atrium

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