Gespräche in der Dämmerung 00014
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Prefacio (Prólogo) [Vorrede]
[Que el principio no es todavía la consumación, contra el formalismo]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[14] Die Wissenschaft, die erst beginnt und es also noch weder zur Vollständigkeit des Details noch zur Vollkommenheit der Form gebracht hat, ist dem Tadel darüber ausgesetzt. Aber wenn dieser ihr Wesen treffen soll, so würde er ebenso ungerecht sein, als es unstatthaft ist, die Forderung jener Ausbildung nicht anerkennen zu wollen. Dieser Gegensatz scheint der hauptsächlichste Knoten zu sein, an dem die wissenschaftliche Bildung sich gegenwärtig zerarbeitet und worüber sie sich noch nicht gehörig versteht. Der eine Teil pocht auf den Reichtum des Materials und die Verständlichkeit, der andere verschmäht wenigstens diese und pocht auf die unmittelbare Vernünftigkeit und Göttlichkeit. Wenn auch jener Teil, es sei durch die Kraft der Wahrheit allein oder auch durch das Ungestüm des ändern, zum Stillschweigen gebracht ist und wenn er in Ansehung des Grunds der Sache sich überwältigt fühlte, so ist er darum in Ansehung jener Forderungen nicht befriedigt; denn sie sind gerecht, aber nicht erfüllt. Sein Stillschweigen gehöre nur halb dem Siege, halb aber der Langeweile und Gleichgültigkeit, welche die Folge einer beständig erregten Erwartung und nicht erfolgten Erfüllung der Versprechungen zu sein pflegt. [20]
Conversaciones en Valencia
[14] La ciencia, cuando no ha hecho sino comenzar; y ni ha podido llegar, por tanto, a desarrollar todos los detalles, ni tampoco ha podido ser traída a la perfección de la forma, se ve expuesta a reproches por ello. Pero si esos reproches afectasen también o se refiriesen también a la esencia de la ciencia, entonces serían reproches injustos, al igual que sería inadmisible no querer reconocer y admitir la exigencia de ese ulterior desarrollo y particularización. Esta contraposición parece ser el nudo más principal en que sigue todavía penosamente laborando la formación científica actual, y acerca del cual esa formación no ha logrado todavía entenderse y aclararse adecuadamente. Unos buscan la riqueza del material y buscan la comprensibilidad, y otros desprecian por lo menos esta inteligibilidad, y lo que buscan y lo que celosamente anhelan es la racionalidad inmediata [algo así como un saber inmediato de la razón] y la inmediata divinidad [algo así como un llegar inmediatamente a la divinidad]. Y aunque a aquella primera parte [aquel primer partido], sea por la fuerza de la verdad sola, sea también por la fogosidad de la otra parte, se diría que se le ha hecho callar, y por más que en lo que respecta al conocimiento [y a la razón y fondo] de la cosa se sintiese derrotada, no por eso se puede decir que se le haya dado satisfacción en lo que respecta a aquellas exigencias, exigencias que son justas, pero que están lejos de estar cumplidas. Y el que aquella parte [el partido que exige desarrollos de contenidos] haya quedado reducida al silencio, es algo que sólo por mitad puede considerarse una victoria, y que en su otra mitad se debe al aburrimiento y a la indiferencia que suelen seguirse de una expectativa constantemente suscitada y a la que no sigue el cumplimiento de lo que se promete.
Conversaciones en Madrid
[14] La ciencia, que, de primeras, sólo está comenzando, y que, por ello, no ha producido todavía la completud del detalle ni la perfección de la forma, está expuesta a que se la censure por ello. Pero si se considerase que tal censura le acierta en su esencia, ella sería igualmente injusta en tanto que es ilícito no querer reconocer la exigencia de esa conformación elaborada. Parece que esta oposición es el nudo principal en que el trabajo de la formación científica se consume hoy día y sobre el que aún no se entiende como debiera. Mientras un partido hace hincapié en la riqueza del material y en la inteligibilidad para el entendimiento, el otro las desdeña, cuando menos, y hace hincapié en la racionalidad inmediata y la divinidad. Si bien a aquel partido se le ha hecho callar, ya sea por la fuerza sola de la verdad, ya sea, también, por el ímpetu desenfrenado del otro, y si, en lo que respecta al fundamento de la Cosa, se ha sentido sobrepujado, no está por ello apaciguado en cuanto a aquellas exigencias, pues son justas, mas no están cumplidas. Su silencio sólo a medias pertenece a la victoria, y a medias también, empero, al aburrimiento y la indiferencia que suelen seguir a la expectativa permanentemente despertada y al incumplimiento de las promesas.
Conversations in Washington
[14] [14]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition At its debut, where science has been brought neither to completeness of detail nor to perfection of form, it is open to reproach. However, even if it is unjust to suppose that this reproach even touches on the essence of science, it would be just as unjust and inadmissible not to honor the demand for the further development of science. This opposition seems to be the principal knot which scientific culture is currently struggling to loosen and which it does not yet properly understand. One side sings the praises of the wealth of its material and its intelligibility; the other side at any rate spurns the former and insists on immediate rationality and divinity. Even if the first is reduced to silence, whether by the force of truth alone or just by the bluster of the other side, and even if it feels overwhelmed by the basics of the subject matter which is at stake, it is still, for all that, by no means satisfied about those demands, for although they are just, those demands have not been fulfilled. Only half of its silence is due to the other side’s victory; the other half is due to the boredom and indifference which result from the continual awakening of expectations by promises never fulfilled.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION