Gespräche in der Dämmerung 00757
Parte de:
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / C. La religión revelada [C. Die offenbare Religion]
[Sujeto y predicado, y el Dios hecho hombre]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[757] Daß diese Bedeutung des Gegenständlichen also nicht bloße Einbildung sei, muß sie an sich sein, d.h. einmal dem Bewußtsein aus dem Begriffe entspringen und in ihrer Notwendigkeit hervorgehen. So ist uns durch das Erkennen des unmittelbaren Bewußtseins oder des Bewußtseins des seienden [550] Gegenstandes, durch seine notwendige Bewegung der sich selbst wissende Geist entsprungen. Dieser Begriff, der als unmittelbarer auch die Gestalt der Unmittelbarkeit für sein Bewußtsein hatte, hat sich zweitens die Gestalt des Selbstbewußtseins an sich, d.h. nach eben der Notwendigkeit des Begriffes gegeben, als das Sein oder die Unmittelbarkeit, die der inhaltlose Gegenstand des sinnlichen Bewußtseins ist, sich seiner entäußert und Ich für das Bewußtsein wird. – Von dem denkenden Ansich oder dem Erkennen der Notwendigkeit ist aber das unmittelbare Ansich oder die seiende Notwendigkeit selbst unterschieden, – ein Unterschied, der zugleich aber nicht außer dem Begriffe liegt, denn die einfache Einheit des Begriffes ist das unmittelbare Sein selbst; er ist ebenso das sich selbst Entäußernde oder das Werden der angeschauten Notwendigkeit, als er in ihr bei sich ist und sie weiß und begreift. – Das unmittelbare Ansich des Geistes, der sich die Gestalt des Selbstbewußtseins gibt, heißt nichts anderes, als daß der wirkliche Weltgeist zu diesem Wissen von sich gelangt ist; dann erst tritt dies Wissen auch in sein Bewußtsein und als Wahrheit ein. Wie jenes geschehen, hat sich schon oben ergeben.
Conversaciones en Valencia
[757] Para que este significado de lo objetivo o de lo objetual no sea, pues, pura imaginación [es decir, para que el objeto mismo exhiba el significado de autoconciencia y ello no se quede en pura imaginación, en un significado sólo supuesto, en un significado delirante], habrá de ser (primero) un significado que sea en sí, es decir, habrá de empezar brotándole a la conciencia a partir del concepto, y a partir del concepto surgirle en su necesidad [en la necesidad de ese significado]. [Y precisamente así ha sido para nosotros en el presente libro por dos vías.] X128X.1Vide infra Algunas aclaraciones X128X. Es así como a nosotros a través del conocimiento de la conciencia inmediata, o de la conciencia del objeto que está ahí [para la conciencia] [cfr. cap. I], mediante su movimiento necesario [mediante el movimiento necesario de ese objeto] nos ha surgido [o nos ha brotado, o hemos visto brotar], el espíritu que se sabe a sí mismo [o en el saberse éste a sí mismo] [esto evidentemente es lo que ha sucedido desde el cap. I hasta el final del cap. VI]. Este concepto, que, en cuanto inmediato [o cuando era inmediato], tenía también para su conciencia [tenía también en lo que se refiere a tenerse él ahí delante como objeto] la figura o forma de la inmediatez, o empezaba teniéndola [cap. VII, A] pasó a darse a sí mismo (segundo) la figura o forma de la autoconciencia, pero pasó a dársela en sí (y «en sí» significa aquí: ha pasado a dársela precisamente conforme a la necesidad del concepto) [cap. VII, B]; es decir, en cuanto ser o inmediatez [o en cuanto el ser y la inmediatez] que es el vacío objeto [que es el objeto exento de contenido] de la conciencia sensible, se enajenó de sí mismo, y ese ser e inmediatez devino yo [se convirtió en yo] para la conciencia [lo que empezaba siendo la inmediatez de la luz, acababa estando ahí delante como self, cap. VII, B] X129X.2Las líneas anteriores no son claras en el original; la traducción es sólo conjetural. Pero una cosa es el en-sí pensante [el en-sí del pensamiento] o el conocimiento de la necesidad y otra distinta el en-sí inmediato, o la necesidad existente, es decir, la necesidad en su quedar ella misma inmediatamente ahí; pero esta diferencia [entre el en-sí pensante y el en-sí inmediato, o entre el conocimiento de la necesidad y la necesidad en su estar ella misma ahí], esta diferencia, digo, es una diferencia que a la vez no está fuera del concepto, pues la unidad simple del concepto no es sino el ser inmediato mismo X130X;3El ser inmediato mismo no es sino un desvanecerse en negatividad, en más-allá, y, por tanto, concepto. el concepto es tanto lo que se enajena a sí mismo (y, por tanto, el concepto es el devenir de la necesidad en el quedar ésta a la vista ahí), como también lo que en esa necesidad permanece cabe sí mismo, y la sabe [la transe sapientemente] y la reduce a concepto [es decir, en ella el concepto está cabe sí y la sabe, la abarca, entiende y comprende, y se sabe, se abarca y se entiende y comprende]. — El en-sí inmediato del espíritu que se da a sí mismo la forma de la autoconciencia [que acaba dándose así mismo la forma de autoconciencia], o en ese su darse a sí mismo la forma de la autoconciencia, no significa sino que el espíritu real del mundo llega a este saber de sí o alcanza este saber de sí X131X;4Vide infra Algunas aclaraciones X131X. sólo entonces entra también el saber en su conciencia [en la conciencia del espíritu, es decir, al espíritu le queda ello ahí delante y a la vista, el espíritu se hace consciente de eso que ya sabía, eso que ya sabía se le vuelve de verdad objeto, la conciencia del espíritu en el carácter absoluto de éste lo tiene ahora ahí como una autoconciencia] sólo entonces, [repito], entra también el saber en su conciencia, y entra como verdad; cómo sucede esto lo hemos visto más arriba [cap. VII, B, c, «La obra de arte espiritual», y al inicio el cap. VII, C, sobre todo bajo el epígrafe «A qué figura pertenece la religión revelada»].
Algunas aclaraciones
X128X
O mejor: y precisamente así ha sido para nosotros en el presente cap. VII, en el que el resultado del cap. VI queda repasado en su estar ahí desde el principio en su carácter de Ser absoluto. O dicho de otro modo: eso lo hemos visto por dos vías. La primera ha sido el propio recorrido desde el cap. I hasta el final del cap. VI. Y la segunda ha sido el desenvolvimiento del tenerse ahí delante el espíritu en la religión en su carácter absoluto; esto último es lo que hemos visto en el cap. VII, A y en el cap. VII, B.
X129X
Las líneas anteriores no son claras en el original; la traducción es sólo conjetural.
X130X
El ser inmediato mismo no es sino un desvanecerse en negatividad, en más-allá, y, por tanto, concepto.
X131X
Hemos quedado en que la religión es la conciencia del ser absoluto, un quedar el ser absoluto a la vista ahí, un ponerse el espíritu a sí mismo ahí delante de sí en su carácter absoluto.
Pues bien, el tenerse ahí delante el espíritu en su carácter absoluto, resulta que eso que está ahí delante, eso, ese ser, el Ser absoluto, es self. Esto, que en la religión revelada es un saber, en la religión natural y principalmente en la religión del arte, era sólo una figuración. El creyente sabe tener delante a Dios en un individuo que está ahí, en Jesús.
Conversaciones en Madrid
[757] Para que este significado de lo objetual no sea mera imaginación, entonces, el significado tiene que ser en sí, es decir, tiene que brotarle de una vez a la conciencia a partir del concepto, y tiene que surgir en su necesidad. Así, a nosotros, al conocer por su movimiento necesario a la conciencia inmediata, o la conciencia del objeto que es, nos ha brotado el espíritu que se sabe a sí mismo. Este concepto que, en cuanto inmediato, tenía también la figura de la inmediatez para su conciencia, se dio, en segundo lugar, la figura de la autoconciencia en sí, esto es, conforme, justamente, a la necesidad del concepto, en cuanto ser o en cuanto la inmediatez que es el objeto sin contenido de la conciencia sensible, se despoja de sí y llega a ser yo para la conciencia. — Pero lo en-sí inmediato, o la necesidad que es, es ella misma diferente de lo en-sí que piensa o del conocer de la necesidad: una diferencia que a la vez, sin embargo. no reside fuera del concepto, pues la unidad simple del concepto es el ser inmediato mismo; es, también, lo que se despoja a sí mismo, o el devenir de la necesidad contemplada, en cuanto que él, el concepto, está cabe sí en ella y la sabe y concibe. — Lo en-sí inmediato del espíritu, que se da la figura de la autoconciencia, no significa otra cosa sino que el espíritu del mundo realmente efectivo ha llegado a este saber de sí; sólo entonces, por primera vez, hace entrada este saber también en su conciencia, y lo hace como verdad. Cómo ocurría eso es algo que ha resultado más arriba XX*X.5Vide supra 00753.
Algunas aclaraciones
XX*X = Vide supra 00753.
Conversations in Washington
[757] [757]6We kept the numeration given by the editor in the printed edition If therefore this latter meaning of the objective is not to be mere imagination, it must be in itself, which is to say, for consciousness it must first of all have its source in the concept and must emerge in its necessity. In that way, self-knowing spirit has arisen for us through the cognition of immediate consciousness, or of the consciousness of the existing object through its necessary movement. This concept, which, as the immediate concept, also had the shape of immediacy for its consciousness, has, secondly, given itself the shape of self-consciousness in itself, i.e., precisely according to the necessity of the concept by which being, or immediacy, which is the contentless object of sensuous consciousness, relinquishes itself of itself and, for consciousness, becomes the I. – The immediate in-itself, or the existing necessity itself, is, however, differentiated from the thinking in-itself, or the cognizing of necessity – a difference which at the same time, however, does not lie outside of the concept, for the simple unity of the concept is immediate being itself. The concept is precisely that which is self-relinquishing, or it is the coming-to-be of intuited necessity as it is at one with itself in that necessity, and it knows it and conceptually comprehends it. – The immediate in-itself of spirit, which gives itself the shape of self-consciousness, means nothing other than that the actual world-spirit has arrived at this knowing of itself. At that point, this knowing also then enters into its consciousness for the first time, and as truth. How that came about resulted from the above.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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