Gespräche in der Dämmerung 00739
Parte de:
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / Cap. VII: La religión [VII. Die Religion] / B. La religión-arte o religión del arte [B. Die Kunstreligion] / c. La obra de arte espiritual [c. Das geistige Kunstwerk]
[La tragedia: la acción misma]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[739] Auf diese drei Wesen wird von der handelnden Individualität die Götterwelt des Chors eingeschränkt. Das eine ist die Substanz, ebensowohl die Macht des Herdes und der Geist der Familienpietät wie die allgemeine Macht des Staats und der Regierung. Indem der Substanz als solcher dieser Unterschied angehört, individualisiert er sich der Vorstellung nicht zu zwei unterschiedenen Gestalten, sondern hat in der Wirklichkeit die zwei Personen seiner Charaktere. Hingegen der Unterschied des Wissens und Nichtwissens fällt in ein jedes der wirklichen Selbstbewußtsein[e], – und nur in der Abstraktion, im Elemente der Allgemeinheit verteilt er sich an zwei individuelle Gestalten. Denn das Selbst des Heros hat nur Dasein als ganzes Bewußtsein und ist daher wesentlich der ganze Unterschied, der der Form angehört; aber seine Substanz ist bestimmt, und es gehört ihm nur die eine Seite des Unterschieds des Inhalts an. Daher erhalten die beiden [538] Seiten des Bewußtseins, die in der Wirklichkeit keine getrennte, einer jeden eigene Individualität haben, in der Vorstellung jede ihre besondere Gestalt, – die eine die des offenbarenden Gottes, die andere die der sich verborgen haltenden Erinnye. Beide genießen teils gleicher Ehre, teils ist die Gestalt der Substanz, Zeus, die Notwendigkeit der Beziehung beider aufeinander. Die Substanz ist die Beziehung, daß das Wissen für sich ist, aber seine Wahrheit an dem Einfachen, [daß] der Unterschied, wodurch das wirkliche Bewußtsein ist, seinen Grund an dem ihn tilgenden inneren Wesen, [daß] die sich klare Versicherung der Gewißheit ihre Bestätigung an der Vergessenheit hat.
Conversaciones en Valencia
[739] A estos tres seres [Wesen] [la sustancia, el carácter y el contracarácter] queda reducido el mundo de dioses del coro [queda reducido el mundo de dioses a los que apela el coro] por la individualidad [Individualität] agente, es decir, por la individualidad que actúa. El primero es la sustancia, es decir, tanto el poder del hogar y el espíritu de la pietas [o el espíritu de pietas] de la familia, como el poder universal del Estado y del gobierno. En cuanto esta diferencia [familia y respublica] pertenece a la sustancia como tal [o en cuanto a la sustancia como tal pertenece esta diferencia], esta diferencia no es que a la representación se le individualice en dos figuras o formas distintas [no es que para la representación o a la representación esa diferencia se le individualice en dos formas o figuras diversas, no es que se individualice en dos figuras sólo para la representación], sino que tiene en la propia realidad las dos personas de sus caracteres. En cambio, [en lo que respecta a carácter y contracarácter] la diferencia entre saber y no saber cae en cada una de las autoconciencias reales, y sólo en la abstracción, es decir, en el elemento de la universalidad, se divide esa diferencia en dos figuras o formas reales [sólo en la abstracción pertenece el saber a una y el no-saber a otra, no en la realidad]. Pues el self del héroe sólo tiene existencia como conciencia entera [de una pieza], y [ese self] es, por tanto, esencialmente la entera diferencia [entre saber y no saber] X96X1Vide infra Algunas aclaraciones X96X. que [como más arriba se ha indicado] pertenece a la forma, [no al contenido]; pero su sustancia está determinada [la sustancia de esa conciencia está determinada o viene determinada, esa conciencia está o viene determinada en cuanto a sustancia], y, por tanto, sólo le pertenece [sólo pertenece a esa conciencia] un lado de la diferencia del contenido. De ahí que ambos lados de la conciencia [el de saber y el de no saber], que en la realidad no tienen ninguna individualidad separada, es decir, no tienen una individualidad propia para cada uno, en la representación reciban cada uno de ellos su propia figura o Gestalt particular; la una, la del dios que se manifiesta [la del dios que se manifiesta o revela], la otra la de la erinia que se mantiene oculta. En parte ambas gozan del mismo honor, y en parte la figura [Gestalt] de la sustancia, es decir, Zeus, representa la necesidad de la relación entre ambas, entre la una y la otra y entre la otra y la una. La sustanda es la relación de que [o la sustancia es la relación que consiste en que] el saber es para sí, pero su verdad la tiene [el saber] en lo simple, es decir, en la diferencia mediante la que la conciencia real es [mediante la que la separación sujeto-objeto es], y su fundamento lo tiene [el saber] en la esencia o ser [Wesen] interno que aniquila esa diferencia [o también: que aniquila esa conciencia, o a la inversa]; es decir: el estar-seguro, la seguridad, que la certeza representa [la seguridad que la ge-wiss-heit, que la re-sabido-idad, es decir, el estar muy en la cosa] representa, la seguridad que se es sabedoramente clara a sí misma, tiene su confirmación en el olvido [en la ver-gessen-heit, en verterse y rezumarse y estar rezumado en ello, en tal estar en la cosa, y por tanto dejar de saberse ya] X97X.2Cfr. sobre esto el mencionado curso de Heidegger.
Algunas aclaraciones
X96X
Saber y no saber se reparten entre las dos autoconciencias. Sólo en la abstracción quedan del lado de una y no de la otra. En la abstracción el el personaje representado es representado como siendo una conciencia que se agota en uno de los lados, que es enteramente y protagoniza enteramente uno de ellos y no una conciencia en que se repartan los dos, resultando que sobre ella (si ése es el caso) recae el no saber, todo el no saber. Esa conciencia (si ése es el caso) es entonces la entera diferencia entre saber y no saber.
X97X
Cfr. sobre esto el mencionado curso de Heidegger.
Conversaciones en Madrid
[739] A estas tres esencias queda restringida por la individualidad agente el mundo de los dioses del coro. Una es la substancia, tanto el poder del hogar y el espíritu de la piedad familiar como el poder universal del Estado X*X3Zeus, poleius y ephéstios, encarnaba por igual el poder del Estado y del hogar. y del gobierno. Esta diferencia, al pertenecer a la substancia como tal, se individualiza para la representación, no en dos figuras diferentes, sino que tiene en la realidad efectiva los dos personajes de sus caracteres. En cambio, la diferencia entre saber y no saber cae en cada una de las autoconciencias efectivas: y sólo dentro de la abstracción, dentro del elemento de la universalidad, se reparte en dos figuras individuales. Pues el sí-mismo del héroe sólo tiene existencia en cuanto conciencia entera, y por eso es, esencialmente, la diferencia entera, que pertenece a la forma; pero su substancia está determinada y sólo le pertenece uno de los lados de la diferencia del contenido. Por eso, los dos lados de la conciencia, que en la realidad efectiva no tienen individualidades separadas propias de cada uno, reciben, en la representación, cada uno su figura particular: una, la del dios que se revela, otra, la de la Erínea que se mantiene oculta. Por una parte, ambas disfrutan de los mismos honores, por otra, la figura de la substancia, Zeus, es la necesidad de la referencia recíproca de los dos. La substancia es la referencia de que el saber es para sí, pero tiene su verdad en lo simple, que la diferencia por la que la conciencia efectiva es tiene su fundamento en la esencia interna que la borra a ella, la diferencia, y la clara aseveración de la certeza tiene su confirmación en el olvido.
Algunas aclaraciones
X*X = Zeus, poleius y ephéstios, encarnaba por igual el poder del Estado y del hogar.
Conversations in Washington
[739] [739]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition The divine world of the chorus is restricted to these three essences by the acting individuality. The one is the substance, which is the power presiding over both the hearth and home and the spirit of familial piety as much as it is the universal power of the state and of the government. While this difference belongs to the substance as such, in representational thought the difference is not individualized into two distinct shapes but rather has in actuality the two persons of its characters, whereas the difference between knowing and not-knowing falls in each and every one of the actual self-consciousnesses – and it is only in abstraction, in the element of universality, that it portions itself out into two individual shapes. For the self of the hero only has existence as a whole consciousness and hence is essentially the whole difference which belongs to the form, but the hero’s substance is determinate, and only one side of the difference of content belongs to him. Hence, of the two aspects of consciousness, which in actuality have no separate individuality belonging to each on its own, each receives in representational thought its own particular shape – the one is that of the revealed god, the other is that of the self-concealing Erinyes. In part, both enjoy equal honor, but in part, the shape of the substance, Zeus, is the necessity of the relation of both to each other. The substance is the relation, that knowing is for itself, but it has its truth in the simple; and that the difference, through which actual consciousness is, has its ground in the inner essence which is erasing it; and because the self-clear conscious assurance of certainty has its confirmation in forgetfulness.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION