Gespräche in der Dämmerung 00697
Parte de
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / VII: La religión [VII. Die Religion] / A. La religión natural [A. Die natürliche Religion] / c. El maestro de obras [c. Der Werkmeister]
[El maestro de obras]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[697] Beide Darstellungen enthalten die Innerlichkeit und das Dasein, – die beiden Momente des Geistes; und beide Darstellungen [enthalten sie] beide zugleich in entgegengesetztem Verhältnisse, das Selbst sowohl als Inneres wie als Äußeres. Beides ist zu vereinigen. – Die Seele der menschlich geformten Bildsäule kommt noch nicht aus dem Innern, ist noch nicht die Sprache, das Dasein, das an ihm selbst innerlich ist, – und das Innere des vielförmigen Daseins ist noch das Tonlose, sich nicht in sich selbst Unterscheidende und von seinem Äußeren, dem alle Unterschiede gehören, noch Getrennte. – Der Werkmeister vereint daher beides in der Vermischung der natürlichen und der selbstbewußten Gestalt, und diese zweideutigen, sich selbst rätselhaften Wesen, das Bewußte ringend mit dem Bewußtlosen, das einfache Innere mit dem vielgestalteten Äußeren, die Dunkelheit des Gedankens mit der Klarheit der Äußerung paarend, brechen in die Sprache tiefer, schwerverständlicher Weisheit aus.
Conversaciones en Valencia
[697] Ambas representaciones o ambos modos de representación, o ambos modos de exposición [la que no acaba siendo sino un exterior y la que indica un interior aún oscuro, creo] contienen la interioridad y la existencia, que son los dos momentos del espíritu; y ambas representaciones o modos de exposición [Darstellungen] contienen a la vez a ambos [momentos del espíritu] en relación contrapuesta, es decir, ambos contienen al self como interior y ambos contienen el self como exterior [el self de la forma]; y ambas cosas hay que unirlas. — El alma de la estatua a la que se ha dado forma humana [self como exterior], no viene todavía del interior, es decir, no es todavía lenguaje, es decir, no es todavía existencia que en sí misma sea interior, y el interior de esa existencia de múltiples formas [self como interior] es todavía lo sin voz, lo que todavía no es capaz de diferenciarse ello a sí mismo de sí mismo, es decir, de hacer distinciones dentro de sí mismo, y lo todavía separado de su exterior al que pertenecen todas las diferencias. El maestro de obras une, por tanto, ambas cosas mezclando la forma natural con la forma autoconsciente y estos seres equívocos que se resultan enigmáticos a sí mismos, asociando lo inconsciente peleando con lo consciente, el interior simple [peleando] con ese exterior de tantas y tan múltiples configuraciones, la oscuridad del pensamiento [peleando] con la claridad de la expresión, esos seres, digo, [asociando esos elementos en pugna] prorrumpen en un lenguaje de sabiduría profunda, pero de sabiduría de difícil comprensión.
Conversaciones en Madrid
[697] Ambas presentaciones contienen la interioridad y la existencia ahí: los dos momentos del espíritu; las dos presentaciones contienen, a la vez, los dos momentos en la relación contrapuesta, el sí-mismo, tanto como interno cuanto como externo. Se trata de unificar a ambos. — El alma de la estatua modelada en forma humana no viene todavía del interior, no es todavía el lenguaje, la existencia ahí que es interior en ella misma, y lo interno de la existencia pluriforme es todavía lo que, sin sonido, no se diferencia dentro de sí mismo, y todavía está separado de su lado externo, al cual pertenecen todas las diferencias. — Por eso, el maestro artesano unifica ambos en la mezcla de la figura natural y de la autoconsciente, y estas esencias ambiguas, enigmáticas ante sí mismas X*X,1Vide infra Algunas aclaraciones X*X. la esencia consciente en pugna con la que no tiene conciencia, emparejando lo interno simple con lo externo de múltiples figuras, la oscuridad del pensamiento con la claridad de la manifestación exterior, irrumpen en la lengua de una sabiduría más profunda y difícil de entender.
Algunas aclaraciones
X*X = Se trata de las esfinges egipcias, que Hegel tenía por símbolo del arte simbólico mismo. En las Lecciones de Estética, Hegel hablará de la esfinge como símbolo del espíritu de Egipto, que es, de por sí, a su vez, el país del símbolo. En VA I, 456.
Conversations in Washington
[697] [697]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Both illustrations contain inwardness and existence – the two moments of spirit; and both illustrations contain both moments at the same time in opposed relationships, the self as inner as well as outer. Both are to be united. – The soul of the humanly formed statuary column does not yet come out of the inner, is not yet language, the existence that is inner in its own self– and the inner of multiform existence is still without sound, still undifferentiated within itself, still separated from its outer to which all differences belong. – The artisan thus combines both of them in his blending of the natural and self-conscious shapes. These ambiguous essences are riddles to themselves, are the conscious wrestling with the unconscious, the simple inner with the multiply shaped outer, the darkness of thought paired with the clarity of expression. Now these ambiguous essences burst out into the language of a deeper, but scarcely comprehensible, wisdom.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION