Gespräche in der Dämmerung 00693
Parte de
C. (CC.) La religión [C. (CC.) Die Religion] / VII: La religión [VII. Die Religion] / A. La religión natural [A. Die natürliche Religion] / c. El maestro de obras [c. Der Werkmeister]
[El maestro de obras]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[693] Die Trennung, von welcher der arbeitende Geist ausgeht, des Ansichseins, das zum Stoffe wird, den er verarbeitet, und des Fürsichseins, welches die Seite des arbeitenden Selbstbewußtseins ist, ist ihm in seinem Werke gegenständlich geworden. Seine fernere Bemühung muß dahin gehen, diese Trennung der Seele und des Leibes aufzuheben, jene an ihr selbst zu bekleiden und zu gestalten, diesen aber zu beseelen. Beide Seiten, indem sie einander nähergebracht werden, behalten dabei die Bestimmtheit des vorgestellten Geistes und seiner umgebenden Hülle gegeneinander; seine Einigkeit mit sich selbst enthält diesen Gegensatz der Einzelheit und Allgemeinheit. Indem das Werk in seinen Seiten sich selbst [sich] nähert, so geschieht dadurch zugleich auch das andere, daß es dem arbeitenden Selbstbewußtsein nähertritt und dieses zum Wissen seiner, wie es an und für sich ist, in dem Werke gelangt. So aber macht es nur erst die abstrakte Seite der Tätigkeit des Geistes aus, welche nicht in sich selbst noch ihren Inhalt, sondern [ihn] an seinem Werke, das ein Ding ist, weiß. Der Werkmeister selbst, der ganze Geist, ist noch nicht erschienen, sondern ist das noch innere verborgene Wesen, welches als Ganzes, nur zerlegt in das tätige Selbstbewußtsein und in seinen hervorgebrachten Gegenstand, vorhanden ist.
Conversaciones en Valencia
[693] La separación de la que parte el espíritu trabajador, a saber: la separación entre el ser-en-sí, que se convierte en materia que ese espíritu trabaja y elabora, y el ser-para-sí, que es el lado de la autoconciencia trabajadora, es una separación que al espíritu se le convierte en objetiva [o que al espíritu se le vuelve objeto] en su propia obra [es decir, cuando se mete en obras, y obtiene el resultado]. Su ulterior esfuerzo tiene que encaminarse por tanto, a suprimir y superar la separación entre el alma y el cuerpo, a revestir al alma en sí misma y a dar alma al cuerpo, es decir, a animar al cuerpo. Ambos lados, al quedar de esta forma acercados el uno al otro, cobran mediante ello el uno para el otro la determinidad del espíritu representado y de la envoltura que lo rodea [es decir, cobran el uno para el otro el significado del espíritu representado, el «alma», y de la envoltura que lo rodea, el «cuerpo»]; su unidad consigo mismo [la unidad del espíritu consigo mismo, la unidad de la obra consigo misma] contiene esta contraposición entre individualidad y universalidad. En cuanto la obra, en esos sus lados [o mediante esos sus lados] se acerca a sí misma [mediante el acercarse esos sus lados queda ella también más cerca de sí], a través de ello sucede a la vez esto otro, a saber: que esa obra queda también más cerca de la autoconciencia trabajadora, y esta autoconciencia viene en la obra al saber de sí misma [o viene en la obra a saber de sí misma], a saber de sí misma, digo, tal como esa autoconciencia es en y para sí. Y así es como la obra empieza constituyendo no más que el lado abstracto de la actividad del espíritu, que no se sabe en sí mismo, ni tampoco sabe su contenido, sino que se sabe en su obra, la cual es una cosa. El maestro de obras mismo, el espíritu completo [der ganze Geist], todavía no ha aparecido, todavía no ha amanecido, sino que es el ser [Wesen] interior aún oculto que, en cuanto Todo, está todavía descompuesto en autoconciencia activa y en objeto producido.
Conversaciones en Madrid
[693] La separación de la que parte el espíritu que trabaja, la del ser-en-sí que se hace materia que ese espíritu elabora, y la del ser-para-sí que es el lado de la autoconciencia que trabaja, tal separación se le ha hecho a él objetual en su obra. Su esfuerzo ulterior tendrá que dirigirse a cancelar esa separación del cuerpo y del alma, vestir y configurar a ésta en ella misma mientras que a aquél le da alma. Ambos lados, al aproximarse mutuamente, retienen, uno frente a otro, la determinidad del espíritu representado, y la de la envoltura que los reviste; el acuerdo del espíritu consigo mismo contiene esta oposición de la singularidad y la universalidad. Al acercarse la obra en sus lados a sí misma, ocurre por ello, a la vez, también lo otro: que se acerca a la autoconciencia trabajadora, y ésta, en la obra, llega al saber de ella misma tal como es en y para sí. Pero así sólo se constituye, por ahora, el lado abstracto de la actividad del espíritu, la cual no sabe todavía su contenido dentro de sí misma, sino que lo sabe en su obra, que es una cosa. El maestro artesano mismo, el espíritu todo, no ha aparecido todavía, sino que es la esencia todavía interior y oculta que, en cuanto un todo, sólo está presente descompuesto en la autoconciencia activa y en el objeto que ella produce.
Conversations in Washington
[693] [693]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition The separation from which the laboring spirit originates, the separation between being-in-itself, which becomes the material which it processes, and being-for-itself, which is the aspect of the laboring self-consciousness, has, to itself, become objective in its work. Its further endeavor has to set itself to sublating this separation of soul and body, to clothing and shaping the soul in its own self and ensouling the body. Both aspects, while they are brought closer to each other, thereby retain with regard to each other the determinateness of represented spirit and its enveloping shell; spirit’s oneness with itself contains this opposition of singular individuality and universality. While in its aspects the work brings itself closer to itself, something else happens at the same time, namely, the work comes closer to the laboring self-consciousness, and, in the work, the latter arrives at knowing itself as it is in and for itself. However, in this way the work initially only constitutes the abstract aspect of the activity of spirit, which does not yet know its content within itself; rather, it knows this content in its work, which is a thing. The artisan himself, the whole spirit, has not yet appeared; rather, the artisan is still the inner, hidden essence, which as a whole is present only as broken apart into the active self-consciousness and the object it has brought out.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION