Gespräche in der Dämmerung 00624
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad [C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität] / b. El trastrueque, o todo cambiado de sitio [b. Die Verstellung]
[Retorno al ir y venir del primer postulado; la cuestión del merecer ser feliz]
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Gespräche in Jena
[624] Indem es also mit der moralischen Vollendung nicht Ernst ist, sondern vielmehr mit dem Mittelzustande, d.h., wie soeben erörtert, mit der Nichtmoralität, so kommen wir von einer ändern Seite auf den Inhalt des ersten Postulats zurück. Es ist nämlich nicht abzusehen, wie Glückseligkeit für dies moralische Bewußtsein um seiner Würdigkeit willen zu fordern ist. Es ist seiner Nichtvollendung sich bewußt und kann daher die Glückseligkeit in der Tat nicht als Verdienst, nicht als etwas, dessen es würdig wäre, fordern, sondern sie nur aus einer freien Gnade, d.h. die Glückseligkeit als solche an und für sich selbst verlangen und nicht aus jenem absoluten Grunde, sondern nach Zufall und Willkür erwarten. – Die Nichtmoralität spricht eben hierin aus, was sie ist, – daß es nicht um die Moralität, sondern um die Glückseligkeit an und für sich ohne Beziehung auf jene zu tun ist.
Conversaciones en Valencia
[Retorno al ir y venir del primer postulado; la cuestión del merecer ser feliz]
[624]1Epígrafe: Retorno al ir y venir del primer postulado; la cuestión del merecer ser feliz. Pero si la consumación o plenitud [Vollendung] moral no puede, pues, tomarse en serio, sino que lo que más bien hay que tomar en serio es ese mientras-tanto, ese estado intermedio, es decir, si, como acabamos de discutir, lo que hay que tomar en serio es precisamente la no moralidad, retornamos así por un lado distinto al contenido del primer postulado. Pues es difícil ver cómo podría exigirse felicidad para la conciencia moral en virtud de [o en función de] la dignidad [Würdigkeit] de ésta [es decir, en virtud de lo digna que ésta fuese de ser feliz]. Pues la conciencia moral es consciente de su no consumación y, por tanto, no puede efectivamente exigir la felicidad como mérito, es decir, no puede exigir la felicidad como algo de lo que ella fuese digna, sino sólo reclamar la felicidad por libre grada, es decir, reclamar la felicidad como tal en y por sí misma [es decir, directamente la felicidad], y no por aquella razón absoluta [la razón de haberse hecho digna de ser feliz], sino por acaso y por arbitrio. Y precisamente aquí esta no-moralidad hace expreso lo que esa no-moralídad es, a saber: que no se trata de la moralidad sino de la felicidad en y para sí [en y de por sí], sin relación con aquélla [sin relación con la moralidad].
Conversaciones en Madrid
[624] Toda vez que lo que va en serio, entonces, no es lo de la compleción moral, sino, más bien, el estado medio, es decir, como acabamos de señalar, la no-moralidad, nos vemos de vuelta, entonces, desde el otro lado, al contenido del primer postulado. Pues no se ve cómo exigir la felicidad para esta conciencia moral en virtud de su dignidad. Ella es consciente de no haberse completado, y por eso, de hecho, no puede exigir la felicidad como un mérito, como algo de lo que fuera digna, sino que sólo puede pedirla por una gracia libre, esto es, pedir la felicidad como tal, y en y para sí misma, y no puede esperarla por aquel motivo absoluto, sino sólo por azar y arbitrio. — La no-moralidad enuncia aquí justamente lo que ella es: lo que importa no es la moralidad, sino la felicidad en y para sí, sin referencia a aquélla.
Conversations in Washington
[624] [624]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition While it is therefore not serious about moral completion but rather about the intermediate state, i.e., as was just discussed in the case of non-morality, we return to the content of the first postulate by way of another route. That is to say, one cannot see how for this moral consciousness happiness is going to be demanded on the basis of its worthiness. It is well aware that it is not perfect and that it thus cannot in fact demand happiness as a matter of desert, as something of which it is worthy. Rather, it can only require that happiness be given as freely bestowed grace, which is to say, it can only demand happiness in and for itself as that kind of happiness. It can hope for such happiness, not on the basis of that absolute ground but only in accordance with a fortuitousness and a kind of arbitrary free choice. – Non-morality expresses therein just what it is – namely, that it is concerned not about morality but about happiness in and for itself without reference to morality.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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